LIBERA NOS, DOMINE

¡Y así es!

Reconoces aquella sensación de vacío desde lejos... la ves llegar.

Claro está que hay un límite que ya nadie superará ni nadie podrá llegar hasta el alma y lo que más echas de menos tal vez ni sea la persona, aunque sea ella quien haya logrado despartarte, sino las sonrisas que nacían en tus labios sin casi percibir y las risas que compartías cuando el pensamiento de ambos se tramutaban en palabras pronunciadas mitad cada uno y la tranquilidad que se hacía dueña.

Ya lo sabes que no te vas a morir por ese vacío y respiras hondo mientra vuelves a ponerte tu escudo no sin fatiga pero con la dignidad que siempre acompaña las actitudes de quien, como tú, sabe que la vida son momentos y que, a pesar de todo, se tiene la obligación de vivirla.

Echa de menos, padeces, ríes, lloras, pero no te arrepientes y pasada la primera fase en la que te preguntas si podrías haber hecho algo o algo más, guardas lo que sientes y vuelves a pisar firme los senderos que seguirás eligiendo con una lágrima por lo que hubiera podido ser y una sonrisa por lo que has tenido la suerte de vivir sabiendo que su fin no dependió de ti.

Nada en la vida es imposible pero todo se vuelve demasiado dificil cuando dependemos de las decisiones de otros. Puedo ir más despacio para que se me camine al lado, pero no puedo quedarme parada y estancada porque mi momento es hoy y no puedo dejar de perder un sólo instante.

EndokeQueNuncaMentiráNiASiMisma