Amapola, tu que susurras al compàs del viento, que te mueves lenta en una danza de fuego... Amapola, tu que no preguntas donde si en tierra noble o màs bièn seca y pobre extender tu gaza fina... Amapola, tu que invitas a la vida con tu simple abrazo al duende o al extraño al alcanzar su paso... Amapola, tu que pintas de rojo la tristeza distraida, y que robas una sonrisa cuando ninguno la pide...[Carina Defilipe]