Salir con una mujer mayor es una búsqueda llena de dificultades. Conocidas coloquialmente como “pumas”, estas raras criaturas son elegantes, escurridizas y a menudo se las puede encontrar en su hábitat natural, los bares de los hoteles de lujo y las galerías de arte.
Pero, a pesar del peligro, son bellezas a las que merece la pena acercarse. Al igual que los grandes felinos de los que han tomado su apodo, los pumas son criaturas solitarias, depredadores exitosos y a los que, sin duda, merece la pena esperar.
Así que, una vez que ha puesto a la Sra. Robinson en su punto de mira y ha conseguido atrapar a un puma, ¿qué hace a continuación? Los objetivos cambian cuando te unes al club de mayo-diciembre, pero ten en cuenta las siguientes reglas tácitas y tendrás a tu puma ronroneando en poco tiempo.
No seas inmaduro
Obviamente, esto no hace falta decirlo, pero empecemos por lo básico. A menos que ella tenga algún tipo de obsesión retorcida y malsana por perseguir a hombres mucho más jóvenes -en cuyo caso, corre-, es probable que vuestra diferencia de edad sea simplemente un subproducto de una relación por lo demás normal.
A ella le gustas por ti, a ti te gusta por ella, y la edad -como dice el viejo adagio- es sólo un número. Sin embargo, aunque la edad no importe, la actitud sí. Si sigues encorvado en la veintena, sigues bebiendo jagerbombas con regularidad y consideras aceptable salir de casa en ropa de recambio, es probable que se canse de ti en un abrir y cerrar de ojos.
Así que ponte en forma. Vístete como un hombre y no como un niño -no querrás que la gente juegue a “niño o hijo de juguete” mientras paseas- y empieza a refinar tus gustos hacia el extremo sofisticado del espectro.
No deberías pedir cerveza cuando salgas, ni sentarte en casa a desayunar cereales secos directamente de la caja. En lugar de eso, aprende a amar un whisky puro, revisa tu dieta en general e invierte en gemelos y en una cafetera.
Ser mayor no significa necesariamente ser más sabio
Se nos dice que debemos respetar a nuestros mayores, que debemos pedirles consejo y orientación, pero la verdad es que ser mayor no significa necesariamente ser más sabio. Puede que tenga varios años más que tú, pero estarán tan llenos de errores y mal juicio como los de cualquier otra persona.
Así que no pongas la dirección de la relación en ella. La balanza de la responsabilidad y la toma de decisiones debe estar dividida a partes iguales entre los dos, y tú no debes “seguirla”. Lo que nos lleva a…
Ser confiado e independiente
Al tener edades diferentes, es probable que tengáis intereses distintos, y es importante no dejarlos pasar. Puede que ella no tenga Snapchat o Instagram, y que con frecuencia haga referencias a la cultura pop que te dejen completamente perplejo, pero no dejes que eso te perturbe. Sois personas diferentes, así que celebrad vuestra individualidad.
Ten confianza en ti mismo. No te empeñes en ocultar tu adicción a las aplicaciones ni mantengas tus gustos musicales juveniles en secreto para tu pareja. Deberías gustarle por lo que eres, y el tipo adecuado de vigor juvenil es atractivo, siempre y cuando no vuelvas a caer en el estilo de vida estudiantil dependiente y descuidado. Ella está buscando un hombre, así que sé uno.
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No menciones la edad
Puede que ella busque un hombre, pero nunca pondrá una edad a lo que debe ser un “hombre”. Así que tampoco lo intentes tú. En el momento en que menciones la diferencia de edad, o la destaques demasiado, toda la relación descenderá a las profundidades de la novedad, y acabaréis reduciéndoos mutuamente a nada más que números.
Conténtate con que ambos os gustéis lo suficiente como para estar juntos. No os preocupéis demasiado por el futuro, disfrutad del presente y apreciad al otro por lo que sois y no por los años que lleváis luchando en el terreno de las citas.
Pero en el momento en que alguien la confunda con tu madre, probablemente sea el momento de seguir adelante…