La narcolepsia es un trastorno neurológico (del sistema nervioso) que afecta a la capacidad del cerebro para controlar el sueño y la vigilia. Si usted tiene narcolepsia, experimenta una somnolencia diurna excesiva y puede tener episodios incontrolables de quedarse dormido durante el día. Estos “ataques” repentinos de sueño pueden ocurrir durante cualquier tipo de actividad y en cualquier momento del día.
Aproximadamente uno de cada 2.000 estadounidenses padece narcolepsia. Este trastorno afecta por igual a hombres y mujeres. Hasta el 10% de las personas que padecen narcolepsia tienen un pariente que también la padece. La narcolepsia se da en personas de todas las edades, pero el primer signo de somnolencia diurna suele aparecer en la adolescencia o en la veintena. Dado que los síntomas de la narcolepsia imitan la depresión, otros trastornos del sueño u otras enfermedades, puede no ser diagnosticada ni tratada durante años.
¿Cómo se trata la narcolepsia?
El tratamiento narcolepsia consiste en medicamentos y cambios en el estilo de vida. El objetivo de los medicamentos es reducir la somnolencia diurna y mejorar el estado de alerta.
MEDICAMENTOS
Actualmente se dispone de una serie de medicamentos con distintos mecanismos de acción en el cerebro para el tratamiento de la somnolencia diurna excesiva (SDE).
Medicamentos que promueven la vigilia
Estos agentes ayudan a los pacientes a mantenerse despiertos durante el día, pero no tratan la cataplexia ni otros signos de la narcolepsia relacionados con el sueño REM. El modafinilo (Provigil®) o el armodafinilo (Nuvigil®) suelen probarse primero porque tienen menos efectos secundarios y son menos adictivos que los estimulantes tradicionales.
Otros medicamentos aprobados recientemente son el solriamfetol (Sunosi®) y el pitolisant (Wakix®). El solriamfetol se utiliza para mejorar la vigilia en adultos con narcolepsia. Pitolisant (Wakix®) es el primer medicamento aprobado para tratar el SDE en la narcolepsia que no está clasificado como sustancia controlada (sustancias con mayor riesgo de abuso o adicción). El solriamfetol y el pitolisant actúan en el cerebro de forma diferente a otros agentes disponibles.
Oxibato de sodio
El oxibato sódico (Xyrem®) es el único medicamento aprobado por la FDA para tratar la somnolencia diurna y la cataplexia en pacientes con narcolepsia. Se toma en forma líquida antes de acostarse y entre 2,5 y 4 horas después, y no durante el día. Debido a su alto contenido en sodio, se aconseja a los pacientes que utilizan oxibato sódico que limiten la sal en la dieta.
Estimulantes
Los estimulantes tradicionales, como las sales mixtas de anfetamina/dextroanfetamina o dextroanfetamina (Adderall®, Dexedrine®) y el metilfenidato (Ritalin®, Focalin®, Concerta®), que en su día fueron el pilar del tratamiento de la narcolepsia, son muy eficaces para tratar el SDE, pero tienen un mayor riesgo de efectos secundarios que los agentes promotores de la vigilia. Los estimulantes pueden producir efectos secundarios similares a los observados con la cafeína, como agitación, nerviosismo y palpitaciones. Por lo general, se comienza con una dosis baja y se aumenta gradualmente según sea necesario. Es necesario un control cuidadoso, ya que se han notificado casos de hipertensión arterial, arritmias cardíacas (latidos irregulares del corazón) y abuso de drogas.
Antidepresivos
La cataplexia, las alucinaciones, la alteración del sueño nocturno y la parálisis del sueño suelen tratarse con dos tipos de medicamentos antidepresivos: los antidepresivos tricíclicos (ATC) y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Algunos ejemplos de ATC son la protriptilina (Vivactil®), la clomipramina (Anafranil®) y la desipramina (Norpramin®). Como ejemplos de ISRS cabe citar la fluoxetina (Prozac®), la atomoxetina (Strattera®) y la sertralina (Zoloft®). Los ISRS suelen tener menos efectos secundarios que los ATC. Estos agentes se prescriben fuera de etiqueta, lo que significa que no se han realizado ensayos clínicos y la FDA no los ha aprobado para el tratamiento de la narcolepsia.
Es posible que se necesiten varias semanas y/o varios ensayos de diferentes medicamentos para encontrar cuál o cuáles son los que mejor funcionan para usted y qué dosis son las más adecuadas. Su médico también puede recomendarle que evite los productos antihistamínicos (un ingrediente de muchos productos para el resfriado), ya que estos productos bloquean la acción de una sustancia en la sangre (la histamina) que le ayuda a mantenerse despierto.
¿Qué cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlar mejor la narcolepsia?
Considere lo siguiente:
Siga un horario regular de sueño y vigilia. Acuéstese y levántese aproximadamente a la misma hora todos los días. Evite la pérdida intencionada de sueño, como quedarse despierto hasta tarde los fines de semana.
Mantenga su dormitorio tranquilo, oscuro, fresco y cómodo. No vea la televisión ni se lleve el ordenador o el teléfono a la cama.
Evite el alcohol y la cafeína (refrescos de cola, café, tés, bebidas energéticas y chocolate) durante varias horas antes de acostarse.
Evite fumar, especialmente por la noche.
Haga ejercicio al menos 20 minutos al día. No haga ejercicio en las tres horas anteriores a la hora de acostarse.
No ingiera comidas abundantes y pesadas ni muchos líquidos cerca de la hora de acostarse.
Relájese antes de acostarse. Tome un baño caliente, medite, realice algunos movimientos suaves de yoga, escuche música suave, expóngase a aromas relajantes como la menta, el eucalipto o la lavanda.
Si es posible, haga siestas cortas (de 20 a 30 minutos) en los momentos en que se sienta más somnoliento.