El tema de esta conferencia, Curriculum Vitae – El curso de la vida, se basa en mi interés por la teoría del currículo y la evaluación. El grupo de investigación STEP combina estos intereses a través, entre otras cosas, de estudios sobre la educación superior y las culturas de evaluación. Analizamos los llamados sistemas de mensajes, es decir, los sistemas de comunicación a través de los cuales las escuelas y los empleadores median los tipos de conocimientos, habilidades, valores y normas que priorizan. Esto es evidente en el contenido de los planes de estudio y en las evaluaciones de los logros de aprendizaje de los estudiantes, así como en la transición de la vida como estudiante a la vida como trabajador.
Mi atención se centra en este último aspecto, abordado desde la perspectiva de cómo podemos entender el currículum vitae (o CV, como se denomina comúnmente). En otras palabras, se examina el CV para comprender su valor como indicador en las evaluaciones en las que se basa la contratación y la promoción de los trabajadores.
El uso profesional del CV tiene sus raíces en los últimos años del siglo XIV, cuando fue introducido por Leonardo da Vinci. Pero no fue hasta la segunda mitad del siglo XX cuando el CV moderno adquirió una forma más definida. Ello estuvo ligado a la creciente movilidad de la población, así como a las ideas de poner “al hombre adecuado en el lugar adecuado”, de acuerdo con el razonamiento masculino contemporáneo.
Los cambios sociales del siglo XX también dieron lugar a un nuevo énfasis en la utilización de lo que los investigadores educativos denominaron la reserva de talento. Esto significaba, idealmente, dar a todo el mundo la misma oportunidad de estudiar, independientemente de su origen social y geográfico.
Con el tiempo, surgió una sociedad en la que el acceso a una determinada ocupación no estaba determinado (supuestamente) ni por el origen familiar, ni por el estatus social, sino por los méritos formales. Este es el contexto que otorgó al currículum su papel central, fundamental y axiomático para quienes pretenden entrar y moverse en el mercado laboral.
Pero, ¿qué es lo que decide, de hecho, quién va a ser llamado a una entrevista de trabajo, quién va a ser contratado o promovido?
En una meritocracia, la cuestión de lo que se considera un mérito es totalmente decisiva para saber a qué méritos se debe conceder valor en diferentes contextos. Dejaré de lado, por el momento, la cuestión más amplia de si nuestra sociedad es una verdadera meritocracia, aunque hay que señalar que se ha escrito mucho sobre la cuestión.
El término latino curriculum vitae se convierte en el curso de la vida en inglés, livsförlopp en sueco. Los ingleses utilizan la palabra curriculum, además, para lo que los suecos denominan läroplan. Así, en sentido figurado, podemos entender el CV como un plan de estudios para la vida.
Tanto el CV como el plan de estudios presentan una selección de contenidos y una forma de organizar, empaquetar y mediar estos contenidos. Además, ambos están vinculados en un proceso de evaluación y valoración.
Sin embargo, estas similitudes van acompañadas de diferencias decisivas. El CV constituye una documentación histórica de la carrera y las cualificaciones del individuo, es decir, la experiencia ya adquirida. El currículum, por el contrario, apunta a los logros venideros, no a los ya alcanzados.
El Descargar Curriculum Vitae tiene su lugar, en primer lugar, en el espacio de la experiencia; el centro de gravedad del currículum se encuentra en el horizonte de la expectativa. El currículo de la vida, además, se ocupa de un espectro más amplio de experiencias, las que conectan lo privado y lo público, lo personal y lo profesional, lo negativo y lo positivo, así como los aspectos de socialización, educación y lo que los alemanes denominan Bildung.
Pero el CV también se orienta hacia el futuro. También alude a lo que está por venir: una futura tarea, un puesto, un nombramiento, un ascenso o un proyecto. Al crear su CV, los solicitantes de empleo también utilizan su poder de anticipación para predecir lo que se les pedirá. Además, el CV suele situarse en un contexto que incluye los planes y ambiciones de los solicitantes de empleo para futuras tareas.
Del mismo modo, el currículum de la vida no se refiere únicamente al futuro. En cualquier momento, tenemos una parte de la vida detrás de nosotros; además -por necesidad- el currículo de la vida está incrustado en la experiencia vital de los individuos. Visto desde esta perspectiva, la línea divisoria entre el CV y el currículo de la vida parece potencialmente menos nítida.
Los procesos de contabilización, escrutinio y evaluación de los logros se han convertido en piedras angulares de lo que denominamos sociedad tardomoderna. Esto, combinado con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y los medios sociales, ha creado mayores expectativas, innumerables oportunidades y crecientes exigencias para que los individuos den cuenta de sí mismos, como personas y/o como profesionales.
Los sitios de citas y dietas son ejemplos de ello en la esfera privada. En la vida profesional de los individuos, los ejemplos incluyen las propias páginas de inicio de los empleados con su CV, situadas en los sitios web de los empleadores. Estos relatos personales y profesionales son ambos de carácter autobiográfico.
