Es poco que ninguno pone en vacilación: la programación es la aclimatación del presente y del futuro. Son profusos los que auguran que no está lejos el tiempo en el que todo el cosmos, al igual que sabe departir y hacerse entender en un dialecto o multiples, sepa explicarse con reglamento en alguno de los incontables estilos de programación que existen.
Habilidades técnicas
Los tiempos han cambiado mucho y, si bien antes solo podían acceder a los puestos de desarrollo de aplicaciones quien se había graduado en informática o en algún otro estudio técnico, como pueda ser una ingeniería o matemáticas, lo cierto es que a día de hoy existen otras muchas opciones para adquirir los conocimientos y destrezas técnicas. Desde aquellas personas que se forman por su cuenta, aprovechando al máximo los miles de recursos que existen hoy en día en internet, contribuyendo en proyectos de código abierto, hasta participando en Hackathons donde poder aprender y trabajar en equipo con otros programadores. El objetivo es adaptarse a aquello que demanda el mercado, ya que la aparición de nuevos lenguajes o frameworks hace que los programadores tengan que actualizarse constantemente.Si iniciarte por tu cuenta en esta industria te resulta un proceso arduo, puede serlo algo menos realizando alguno de los bootcamps de desarrollo que ofertan cada vez más escuelas de código en todo el mundo. Se trata de cursos intensivos con planes de estudios mucho más prácticos y adaptados a aquello que demandan las empresas.
En el bootcamp de web development de Ironhack puedes aprender los lenguajes que más proyección tienen a futuro, como es el caso de Javascript, que se ha convertido en lo más parecido a un lenguaje universal que tiene la programación. Además, es importante adaptarse a las tendencias que existen tanto en el front-end como en el back-end. Por eso, más allá de conocer tecnologías básicas e imprescindibles como HTML o CSS, los bootcamps también apuestan por formar a sus alumnos en frameworks como React o Angular para la parte de cliente, aquello que ven los usuarios, y tecnologías como Node, Express o MongoDB para todo aquello que no ven los internautas y que está relacionado con la gestión de bases de datos, el servidor, las sesiones y, en general, los entresijos de una aplicación web.