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Conformado de metales - embutición profunda de chapas


La embuticion profunda de chapa  es uno de los procesos de conformado de metales más utilizados. Se aplica en varios sectores, pero es más conocido por su uso en la industria del automóvil. Aprenda cómo funciona el proceso, cuáles son los retos típicos y qué debe tener en cuenta en lo que se refiere al utillaje. La embutición profunda es un proceso de conformado por presión de tracción. En este proceso, una chapa en bruto se convierte en una pieza acabada mediante fuerzas de tracción y compresión. La chapa en bruto se transforma en un cuerpo hueco en una o varias pasadas sin modificar o modificando mínimamente el espesor de la chapa. Además de la embutición profunda, otros procesos conocidos de conformado por tracción son la embutición con troquel y la hilatura. Cada proceso tiene ventajas e inconvenientes diferentes y se utiliza para distintos componentes. De este modo, se crean los productos adecuados con la calidad deseada. Así pues, la embutición profunda puede utilizarse de forma flexible y variada y convence en distintos sectores. En la industria del automóvil, por ejemplo, se opta por la variante que utiliza herramientas fijas y estables, lo que garantiza los resultados deseados. Durante la embutición profunda, la pieza en bruto se coloca exactamente en el centro de la matriz de embutición y se fija mediante el soporte de la pieza en bruto insertado allí con tal presión que se evita que la pieza en bruto se arrugue. A continuación, el punzón de embutición arrastra la pieza bruta a través de la abertura correspondiente de la matriz de destino, reduciéndose el diámetro exterior de la pieza bruta como consecuencia del movimiento. Este proceso continúa hasta que se ha creado el cuerpo hueco deseado. Dependiendo de la aplicación, pueden utilizarse otras herramientas y auxiliares. Entre otras cosas, se utilizan cordones de estirado, moldes de piezas en bruto y un suministro de lubricante específico para permitir diferentes variantes. Por ejemplo, puede modificarse el coeficiente de fricción entre la pieza en bruto y la matriz de destino, lo que permite compensar las fuerzas en los límites de los materiales. Hay varios retos que superar cuando se trata de embutición profunda, porque el proceso de embutición profunda en general es uno de los métodos más difíciles de la fabricación. Hay múltiples problemas que pueden producirse durante el proceso, el más común de los cuales es la fractura del metal. Esto puede deberse a múltiples razones: La más frecuente es la holgura entre el punzón y la matriz, ya que si no se ajusta con precisión, el material se agrietará durante la embutición. Otro problema son las arrugas en el borde superior. Esto ocurre si el soporte de la pieza en bruto está demasiado apretado o equilibrado, o si la pieza en bruto tiene una rebaba en el borde de sujeción. Esto hace que el metal no fluya correctamente y se formen arrugas en el borde superior. Existen otros muchos retos a los que enfrentarse cuando se trata de embutición profunda, entre los que se incluyen: un borde superior desigual, fracturas en la parte inferior de la copa o exceso de material en la parte superior del casco embutido. Es importante señalar que la mayoría de los problemas de embutición profunda se derivan del uso de un diseño o utillaje inadecuados. Ahora se preguntará, ¿qué es un utillaje adecuado? Pues bien, el material del utillaje es crucial cuando se trata de embutición profunda. Cuando se trata de embutición profunda, los materiales convencionales suelen tener varias desventajas. Por ejemplo, el hierro fundido puede tener buenas propiedades de deslizamiento, pero la tasa de desgaste de la herramienta es demasiado alta. Y aunque las herramientas de acero templado tienen una vida útil satisfactoria, a menudo sufren de pick-up. Esto puede solucionarse mediante el recubrimiento, pero después de un cierto número de disparos, las propiedades de deslizamiento disminuirán, lo que provocará un aumento del coeficiente de fricción.