No hace falta tener una gran finca para cultivar una gran variedad de frutas en casa. Si no tienes espacio para árboles de tamaño normal, puedes plantar formas enanas de manzanas, peras y otras frutas. O prueba a podar y formar árboles en una espaldera con la técnica tradicional conocida como espaldera. Cultiva una parra sobre un cenador o una pérgola. Planta arándanos o fresas en un parterre cerca de la casa. Incluso es posible cultivar en contenedores, lo que da a los jardineros del norte la oportunidad de cultivar cítricos, higos y otros árboles frutales resistentes a las heladas.
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Los árboles frutales son algo quisquillosos con el lugar donde se plantan. Si se trata de plantar un gran huerto comercial, la selección del lugar sería fundamental. Pero para un pequeño huerto doméstico, lo mejor es tener en cuenta un puñado de variables, seleccionar el lugar más prometedor de su propiedad y, a continuación, plantar un par de árboles y probar.
El suelo: A los árboles frutales no les gustan los pies mojados, por lo que un suelo bien drenado y limoso es imprescindible. Deben estar situados en un lugar donde haya buena circulación de aire para que sus hojas se sequen rápidamente, ya que la humedad ayuda a propagar enfermedades.
Las heladas: Las heladas primaverales pueden matar fácilmente los capullos, por lo que hay que evitar situar el huerto en una zona de heladas. El aire frío fluye cuesta abajo, lo que hace que los frutales en flor situados en la parte inferior de una pendiente sean especialmente vulnerables a las heladas. La mejor ubicación es a media ladera, ya que los vientos son más fuertes en la parte superior.
Dirección de la pendiente: La dirección de la pendiente no siempre está clara. Las laderas del sur y del suroeste pueden ser cálidas y secas, y pueden hacer que los árboles rompan el letargo demasiado pronto, lo que los hace susceptibles de sufrir daños por las heladas tardías. Sin embargo, una ladera meridional puede funcionar bien si está protegida de los vientos dominantes por un cortavientos en cualquiera de sus lados, excepto en el de bajada (que bloquearía la circulación del aire). Una pendiente hacia el norte puede no proporcionar suficiente exposición solar para evaporar la humedad y promover una buena fructificación. En las regiones húmedas, las pendientes hacia el este pueden acelerar el secado del rocío matutino.
El sol: Los árboles frutales necesitan mucho sol para crecer sanos y ser productivos. Si están a la sombra de otros árboles o de un edificio, serán menos fructíferos y más propensos a los insectos y a las enfermedades.
Selección de plantas
Merece la pena buscar árboles y arbustos que tengan cierta resistencia natural a las enfermedades. En las manzanas y las peras, las enfermedades más comunes son la sarna y el fuego bacteriano. En el caso de otras frutas, como las frambuesas, asegúrate de comprar en un vivero que se propague a partir de plantas libres de virus. Seleccionar plantas resistentes a las enfermedades no significa que nunca vaya a tener problemas con ellas, pero mejora mucho sus posibilidades de éxito.
Otra cuestión crucial es la resistencia. Para asegurarte de que las plantas que compres no sufrirán daños durante el invierno, comprueba la información sobre la rusticidad antes de comprar. Ten en cuenta también la época de floración. Muchos frutos florecen muy pronto en primavera. Si tu zona es propensa a las heladas tardías, estas plantas de floración temprana pueden sobrevivir, pero nunca prosperarán ni darán frutos de forma fiable. Para cultivar estas plantas en una zona marginal, tendrás que plantarlas en un lugar especialmente favorable y protegido.
Comprar plantas: ¿A nivel local o por correo?
Los viveros locales suelen vender árboles en contenedores o con la masa radicular envuelta en arpillera. Los viveros de venta por correo suelen vender los árboles a raíz desnuda, lo que significa que se envían en estado latente con las raíces envueltas en virutas de madera húmedas.
La elección de dónde comprar depende de ti: los viveros de venta por correo suelen ofrecer más variedades que los centros de jardinería, así que si buscas un cultivar concreto o quieres una amplia selección deberías empezar por ellos. Sin embargo, si no estás seguro de qué variedad comprar, en un vivero local encontrarás plantas que prosperen en tu zona de cultivo.
Si compras plantas a raíz desnuda por correo, deberás plantarlas a principios de la primavera, tan pronto como se pueda trabajar el suelo, mientras las plantas aún están latentes y el nivel freático es alto. Esta plantación primaveral da a las plantas jóvenes una temporada completa de crecimiento para establecerse antes de la llegada de las heladas en otoño. Los árboles y arbustos que se venden en contenedores en los viveros locales son más tolerantes en cuanto a la época de plantación; se pueden trasplantar con éxito en la mayoría de las zonas en primavera o a principios de otoño.
La mayoría de los árboles frutales se venden como injertados. Esto significa que el árbol consta de al menos dos secciones. La parte superior se denomina esqueje, y es un esqueje de rama que se ha tomado de la variedad de fruta que se quiere cultivar. La parte inferior es el portainjerto, que suele seleccionarse por su resistencia o por la altura y el tamaño finales del árbol. Los portainjertos estándar dan lugar a árboles de gran tamaño (hasta 15 pies o más). Los portainjertos enanos limitan el tamaño de los árboles maduros a 2,5 o 3 metros. Los portainjertos semienanos dan lugar a árboles maduros entre ambos extremos.