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Cantares.

(Caminante no hay camino)

Antonio Machado      (clik)


Joan Manuel Serrat  (clik)



Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.

Nunca persequí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los homres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...

Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten
de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país
vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Cuando el jilguero no puede
cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso.

 

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Creato da: linus99linus il 21/03/2006
no hay caminos, hay que caminar

 

 
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Post n°282 pubblicato il 05 Marzo 2009 da linus99linus
Foto di linus99linus

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Nel pomeriggio, dopo la scuola, segava il faggio

a misura di focolare mentre il nonno fumava la pipa

sulle scale di pietra, guardandolo.

Ma ogni tanto il ragazzo alzava la testa verso un poggiolo

da dove una ragazza pure lo guardava.

Poi con precisi colpi di scure apriva i tronchetti di faggio.

Quel giorno il cielo era uniformemente grigio,

il freddo asciutto, e gli sguardi della ragazza e del nonno

lo spingevano a dimostrare la sua bravura.

Giù dalle montagne sentì venire un odore lievissimo.

Di silenzio ? Sollevò il capo e vide che lassù nevicava.

Guardò la ragazza,  guardò il nonno:

accennò con la mano all'orizzonte e riprese a spaccare il faggio

con tanta felicità nel cuore

.

Mario Rigoni Stern

Le vite dell'altipiano

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