Palabras diarias de Dios | La verdad interna de la obra de conquista (4) (Fragmento 2)

Palabras diarias de Dios | La verdad interna de la obra de conquista (4) (Fragmento 2)

Dios Todopoderoso dice: “Dices que reconoces a Dios encarnado y que la Palabra se manifiesta en la carne, pero haces algunas cosas a Sus espaldas, y no actúas de la forma que Él quiere que lo hagas, y no le temes. ¿Es esto reconocer a Dios? Reconoces lo que Él dice, pero te niegas a poner en práctica incluso aquellas cosas que eres capaz de llevar a cabo y no te sujetas a Su camino. ¿Es esto reconocimiento? Lo reconoces, pero tu única mentalidad es protegerte de Él, nunca reverenciarlo. Si has visto y reconocido Su obra y sabes que Él es Dios, pero permaneces tibio y no cambias en absoluto, sigues siendo una persona sin conquistar. Una persona conquistada tiene que hacer todo lo que pueda; quiere entrar y alcanzar verdades más elevadas, aunque aún no es capaz de hacerlo. Sus prácticas están atadas y limitadas porque ella está limitada en lo que puede asumir. Pero tiene que hacerlo todo, como mínimo, en sus capacidades. Si puedes hacer estas cosas, será por la obra conquistadora. Supón que dices: “Dado que Él formula muchas palabras que el hombre no puede formular, si Él no es Dios, ¿quién lo es?”. Tener este tipo de pensamiento no significa que reconozcas a Dios. Si lo haces, tienes que demostrarlo a través de tus acciones. Liderar una iglesia, pero ser incapaz de hacer justicia, y codiciar dinero y canalizar en secreto el dinero de la iglesia hacia tus propios bolsillos, ¿es esto reconocer que hay un Dios? Él es todopoderoso y merece ser temido. ¿Cómo puedes no temer si reconoces realmente que hay un Dios? ¿Cómo puedes haber hecho cosas tan despreciables? ¿Se le puede llamar a eso creer? ¿Reconoces realmente a Él? ¿Es Dios aquello en lo que crees? Crees en un Dios ambiguo; ¡por eso no temes! Todos los que reconocen y conocen realmente a Dios le temen y tienen miedo de hacer cualquier cosa que se oponga a Él o que vaya contra su conciencia; temen especialmente hacer cualquier cosa que saben que va en contra de Su voluntad. Sólo esto puede considerarse reconocer la existencia de Dios. ¿Qué deberías hacer cuando tus padres te impiden creer en Dios? ¿Cómo deberías amar a Dios cuando tu marido incrédulo te trata bien? ¿Y cómo deberías amarle cuando los hermanos y hermanas te aborrecen? Si lo reconoces, actuarás apropiadamente y vivirás la realidad en todas estas situaciones. Si eres incapaz de actuar como es debido, y sólo dices que reconoces la existencia de Dios, ¡no eres más que un charlatán! Dices que crees en Él y lo reconoces. ¿De qué forma lo haces? ¿Cómo crees en Él? ¿Le temes? ¿Lo veneras? ¿Le amas en lo profundo de ti? Cuando estás angustiado y no tienes nadie en quien apoyarte, sientes que Dios debe ser amado, y después te olvidas de todo ello. ¡Eso no es amar a Dios ni creer en Él! ¿Qué quiere Dios que el hombre consiga en última instancia? Todos los estados que mencioné, como pensar que eres un mandamás, sentir que sabes más que nadie, controlar a los demás, mirarlos por encima del hombro, juzgar a las personas por sus apariencias, acosar a quienes son honestos, codiciar el dinero de la iglesia, y así por el estilo; la liberación de una parte de tales caracteres satánicos corruptos es lo que debería verse en ti después de ser conquistado”.

Recomendación: acercarse a Dios