La Palabra de Dios | Deberíais considerar vuestros hechos

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La Palabra de Dios | Deberíais considerar vuestros hechos

Dios Todopoderoso dice: “Mis palabras son la verdad que jamás cambia. Soy el suministro de vida para el hombre y la única guía para la humanidad. El valor y el significado de Mis palabras no se determinan basándose en si son reconocidas o aceptadas por la humanidad, sino en la esencia de las palabras mismas. Incluso aunque ni una sola persona en esta tierra pudiera recibir Mis palabras, el valor de Mis palabras y su ayuda para la humanidad son inestimables por cualquier hombre. Por lo tanto, cuando me enfrento con los muchos hombres que se rebelan en contra de Mis Palabras, las refutan o las desdeñan por completo, Mi posición es simplemente esta: dejar que el tiempo y los hechos sean Mis testigos y muestren que Mis palabras son la verdad, el camino y la vida. Dejar que muestren que todo lo que he dicho es correcto y que eso es con lo que el hombre debe ser provisto y, además, que eso es lo que el hombre debe aceptar. Voy a dejar que todos los que me siguen conozcan este hecho: los que no pueden aceptar completamente Mis palabras, los que no pueden practicar Mis palabras, los que no pueden encontrar un propósito en Mis palabras y los que no pueden recibir la salvación por causa de Mis palabras, son los que han sido condenados por Mis palabras y, además, han perdido Mi salvación y Mi vara nunca se apartará de ellos”.

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 Juzgando por las acciones y los hechos en vuestra vida, todos necesitáis un fragmento de la palabra todos los días para proveeros y reabasteceros, porque tenéis demasiadas deficiencias y vuestro conocimiento y capacidad para recibir son muy pobres. En vuestra vida diaria vivís en una atmósfera y un entorno sin verdad ni buen sentido. Os hace falta el capital para la existencia y no tenéis el fundamento para conocerme ni conocer la verdad. Vuestra fe solamente se construye sobre una confianza vaga o sobre rituales religiosos y conocimientos basados completamente en doctrinas. Todos los días observo vuestros movimientos y examino vuestras intenciones y malvados frutos. Nunca he encontrado a alguien que verdaderamente pusiese su corazón y espíritu sobre Mi altar, el cual nunca se ha movido. Por lo tanto, no deseo derramar en vano todas las palabras que deseo expresar sobre tal humanidad. En Mi corazón estoy planeando sólo completar Mi obra inconclusa y traer la salvación a la humanidad que todavía tengo que salvar. No obstante, deseo que todos los que me siguen reciban Mi salvación y la verdad que Mi palabra le otorga al hombre. Espero que un día, cuando cierres los ojos, veas un reino donde la fragancia llene el aire y los ríos de agua viva fluyan, no un mundo lúgubre y frío donde las nubes oscuras manchen los cielos y los aullidos nunca cesen.

Cada día los hechos y los pensamientos de todos son considerados por Él y, al mismo tiempo, son una preparación para su propio mañana. Esta es una senda que debe ser caminada por todos los seres vivos y que he predestinado para todos. Ninguno puede escapar de esto y no se hacen excepciones para nadie. He hablado incontables palabras y, además, he realizado una cantidad numerosa de obras. Todos los días observo mientras cada hombre lleva a cabo de forma natural todo lo que tiene que hacer de acuerdo con su naturaleza inherente y cómo esto se desarrolla. Sin saberlo, muchos ya se han embarcado en la “vía correcta” que Yo establezco para la revelación de cada clase de hombre. Ya he colocado a cada clase de hombre en diferentes entornos y en su lugar cada uno ha estado expresando sus atributos inherentes. No hay nadie que los ate, nadie que los seduzca. Son libres en su totalidad y lo que expresan sale naturalmente. Sólo hay algo que los mantiene a raya y eso es Mi palabra. Por lo tanto, algunas personas leen de mala gana Mis palabras, sin nunca practicarlas, haciéndolo sólo para evitar la muerte; a otros, por otra parte, se les hace difícil soportar los días sin Mis palabras para guiarlos y proveerlos, por lo que naturalmente sostienen Mis palabras en todo momento. Conforme el tiempo pasa, entonces descubren el secreto de la vida humana, el destino de la humanidad y el valor de ser humano. La humanidad no es más que esto en presencia de Mi palabra y Yo simplemente permito que los asuntos sigan su curso. No hago nada que obligue al hombre a vivir según Mis palabras como el fundamento de su existencia. Y así los que nunca tienen una conciencia o valor en su existencia observan silenciosamente cómo van las cosas y luego osadamente desechan Mis palabras y hacen lo que les place. Comienzan a cansarse de la verdad y de todo lo que emana de Mí. Además, se cansan de estar en Mi casa. Estos hombres temporalmente viven dentro de Mi casa por el bien de su destino y para escapar del castigo, incluso si están haciendo un servicio. Pero sus intenciones nunca cambian ni tampoco sus acciones. Esto fomenta más su deseo de obtener bendiciones, de una sola entrada en el reino en donde puedan entonces permanecer por la eternidad e incluso de una entrada en el cielo eterno. Entre más anhelan que Mi día venga pronto, más sienten que la verdad se ha vuelto un obstáculo, una piedra de tropiezo en su camino. Apenas pueden esperar para poner un pie en el reino para gozar por siempre de las bendiciones del reino de los cielos, sin necesidad de buscar la verdad o aceptar el juicio y el castigo y, sobre todo, sin necesidad de vivir subordinadamente dentro de Mi casa y hacer lo que Yo ordeno. Estas personas entran en Mi casa no para satisfacer un corazón que busca la verdad ni para trabajar en conjunto con Mi gestión. Simplemente buscan ser uno de los que no van a ser destruidos en la era venidera. Por ende, su corazón nunca ha sabido qué es la verdad o cómo aceptar la verdad. Esta es la razón por la que tales hombres nunca han practicado la verdad o nunca se han dado cuenta de la extrema profundidad de su corrupción y aun así se han hospedado en Mi casa como “siervos” hasta el fin. “Pacientemente” esperan la llegada de Mi día y no se fatigan mientras son lanzados por la forma de Mi obra. No importa qué tan grande sea su esfuerzo y qué precio hayan pagado, ninguno verá que han sufrido por la verdad o que se han sacrificado por Mí. En su corazón, no pueden esperar a ver el día en que Yo ponga fin a la vieja era y, además, ansiosamente desean conocer qué tan grandes son Mi poder y autoridad. Lo que nunca se han apresurado a hacer es cambiarse a sí mismos y buscar la verdad. Aman aquello de lo que Yo estoy cansado y están cansados de aquello que Yo amo. Anhelan lo que Yo odio, pero al mismo tiempo están temerosos de perder lo que Yo aborrezco. Viven en este mundo perverso, sin embargo nunca lo han odiado y están profundamente temerosos de que sea destruido por Mí. Las intenciones que albergan están en conflicto: les complace este mundo que Yo aborrezco, y al mismo tiempo anhelan que Yo pronto destruya este mundo. De esta manera, serán perdonados del sufrimiento de la destrucción y serán transformados en señores de la era venidera antes de que se hayan desviado del camino verdadero. Esto es porque no aman la verdad y están cansados de todo lo que viene de Mí. Tal vez se vuelvan “personas obedientes” por un corto tiempo para no perder las bendiciones, pero su mentalidad ansiosa por bendiciones y su temor de perecer y entrar en el lago de fuego ardiente nunca pueden ser ocultados. A medida que Mi día se acerca, su deseo se hace cada vez más fuerte. Y entre mayor es el desastre, más los hace impotentes, sin saber por dónde comenzar para hacer que me regocije y evitar perder las bendiciones que por mucho tiempo han anhelado. Una vez que Mi mano comience su obra, estos hombres están ansiosos de tomar acción para servir como vanguardia. Sólo piensan en colocarse en la primera fila de las tropas, profundamente temerosos de que Yo no los vea. Hacen y dicen lo que piensan que es correcto sin nunca saber que sus hechos y acciones nunca han sido relacionados con la verdad y solamente perturban Mis planes e interfieren con ellos. Aunque han hecho un gran esfuerzo y pueden ser sinceros en su voluntad e intención de aguantar durante las dificultades, nada de lo que hacen tiene que ver conmigo, porque nunca he visto que sus hechos provengan de buenas intenciones, mucho menos los he visto colocar nada sobre Mi altar. Tales han sido sus hechos delante de Mí a lo largo de estos muchos años.

Al principio os quise proveer con más verdades, pero como vuestra actitud hacia la verdad es demasiado fría e indiferente, tengo que renunciar. No quiero que Mis esfuerzos se desperdicien ni tampoco quiero ver que las personas sostengan Mis palabras pero en todos los aspectos haciendo lo que Me resiste, Me difama y blasfema contra Mí. Debido a vuestras actitudes y a vuestra humanidad, simplemente os proporciono una pequeña parte de la palabra que es muy importante para vosotros como Mi prueba entre la humanidad. No es sino hasta ahora que verdaderamente confirmo que las decisiones y planes que he hecho están de acuerdo con lo que necesitáis y, además, confirman que Mi actitud hacia la humanidad es correcta. Vuestros muchos años de acciones ante Mí me han dado la respuesta que previamente nunca había recibido. Y la pregunta a esta respuesta es: “¿Cuál es la actitud del hombre ante la verdad y el Dios verdadero?”. El esfuerzo que he invertido en el hombre prueba Mi esencia de amar al hombre y las acciones y hechos del hombre ante Mi presencia también han probado la esencia del hombre de aborrecer la verdad y oponerse a Mí. En todo momento me preocupo por todos los que me han seguido; sin embargo, los que me siguen en ningún momento son capaces de recibir Mi palabra; son completamente incapaces de aceptar siquiera sugerencias que provengan de Mí. Esto es lo que más me entristece de todo. Ninguno es capaz de entenderme y, más aún, ninguno es capaz de aceptarme, aunque Mi actitud es sincera y Mis palabras son gentiles. Todos están haciendo el trabajo que Yo les he encomendado de acuerdo con sus propias ideas; no buscan Mis intenciones y mucho menos preguntan por Mis peticiones. Siguen afirmando que me sirven con lealtad al tiempo que se rebelan contra Mí. Muchos creen que las verdades que les son inaceptables o que no pueden practicar, no son verdades. Para tales hombres, Mis verdades se vuelven algo que debe ser negado y desechado. Al mismo tiempo, me convierten en alguien a quien el hombre reconoce como Dios sólo de palabra, pero a quien también considerado un extraño que no es la verdad, el camino o la vida. Nadie conoce esta verdad: Mis palabras son la verdad que jamás cambia. Soy el suministro de vida para el hombre y la única guía para la humanidad. El valor y el significado de Mis palabras no se determinan basándose en si son reconocidas o aceptadas por la humanidad, sino en la esencia de las palabras mismas. Incluso aunque ni una sola persona en esta tierra pudiera recibir Mis palabras, el valor de Mis palabras y su ayuda para la humanidad son inestimables por cualquier hombre. Por lo tanto, cuando me enfrento con los muchos hombres que se rebelan en contra de Mis Palabras, las refutan o las desdeñan por completo, Mi posición es simplemente esta: dejar que el tiempo y los hechos sean Mis testigos y muestren que Mis palabras son la verdad, el camino y la vida. Dejar que muestren que todo lo que he dicho es correcto y que eso es con lo que el hombre debe ser provisto y, además, que eso es lo que el hombre debe aceptar. Voy a dejar que todos los que me siguen conozcan este hecho: los que no pueden aceptar completamente Mis palabras, los que no pueden practicar Mis palabras, los que no pueden encontrar un propósito en Mis palabras y los que no pueden recibir la salvación por causa de Mis palabras, son los que han sido condenados por Mis palabras y, además, han perdido Mi salvación y Mi vara nunca se apartará de ellos.

16 de abril de 2003

De “La Palabra manifestada en carne

 Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

La Palabra de Dios | Deberíais considerar vuestros hechosultima modifica: 2020-01-21T12:32:48+01:00da conoceradios