Evangelio de hoy | “Deberías buscar el camino de la compatibilidad con Cristo” Palabra de Vida
Dios Todopoderoso dice: “Sólo buscáis la compatibilidad con un Dios impreciso y sólo buscáis una creencia vaga, pero no sois compatibles con Cristo. ¿Vuestra maleficencia no recibirá la misma retribución que la que merecen los malvados? En ese momento, os daréis cuenta que nadie que no sea compatible con Cristo puede escapar del día de la ira, y descubriréis qué clase de retribución vendrá sobre los que están en enemistad contra Cristo. Cuando ese día llegue, vuestros sueños de ser bendecidos por vuestra creencia en Dios y de obtener la entrada al cielo, se harán añicos. Sin embargo, no es así para los que son compatibles con Cristo. Aunque han perdido mucho, aunque han sufrido muchas dificultades, recibirán toda la herencia que Yo le dejo a la humanidad. Finalmente, entenderéis que sólo Yo soy el Dios justo y que sólo Yo soy capaz de llevar a la humanidad a su hermoso destino”.
Dios te habla | Cristo realiza la obra de juicio con la verdad
Dios Todopoderoso dice: “En los últimos días, Cristo usa una diversidad de verdades para enseñarle al hombre, para revelar la esencia del hombre y analizar sus palabras y hechos. Estas palabras comprenden varias verdades, tales como, el deber del hombre, cómo debe el hombre obedecer a Dios, cómo debe el hombre ser leal a Dios, cómo debe el hombre vivir la humanidad normal, la sabiduría y el carácter de Dios, y así sucesivamente. Todas estas palabras se enfocan en la esencia del hombre y en su carácter corrupto. En particular, esas palabras que revelan cómo el hombre desdeña a Dios se dicen con relación a cómo el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Cuando Dios hace la obra del juicio, no simplemente aclara la naturaleza del hombre con unas cuantas palabras, sino que lleva a cabo la revelación, el tratamiento y la poda en el largo plazo. Esa forma de revelación, tratamiento y poda no se pueden sustituir con palabras ordinarias, sino con la verdad que el hombre no posee en absoluto. Sólo esa manera de obrar se considera juicio; sólo por medio de ese juicio se puede persuadir al hombre, se le puede convencer por completo de la sumisión a Dios, y puede obtener el verdadero conocimiento de Dios. El resultado de la obra de juicio es que el hombre comprenda el verdadero rostro de Dios y la verdad de su rebeldía. La obra de juicio le permite al hombre entender mucho de la voluntad de Dios, del propósito de la obra de Dios y de los misterios que el hombre no puede entender. También le permite al hombre reconocer y conocer su esencia corrupta y las raíces de su corrupción, así como descubrir la fealdad del hombre. Todos estos efectos los produce la obra del juicio, porque la esencia de esa obra es, de hecho, la obra de inaugurar la verdad, el camino y la vida de Dios para todos los que tienen fe en Él”.
Dios te habla|Sólo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna
Dios Todopoderoso dice: “El Cristo de los últimos días trae la vida y trae el camino de la verdad, duradero y eterno. Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida, y el único camino por el cual el hombre conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará. Si no buscas el camino de la vida que el Cristo de los últimos días provee, entonces nunca obtendrás la aprobación de Jesús y nunca estarás calificado para entrar por la puerta del reino de los cielos, porque tú eres tanto un títere como un prisionero de la historia. Aquellos que son controlados por los reglamentos, las letras y están encadenados por la historia, nunca podrán obtener la vida y nunca podrán obtener el camino perpetuo de la vida. Esto es así porque todo lo que tienen es agua turbia que ha estado estancada por miles de años en vez del agua de vida que fluye desde el trono”.
Película evangélica “El anhelo” Escena 4 – ¿Está el reino de los cielos en el cielo o en la tierra?
Mucha gente que tiene fe en el Señor cree que el reino de los cielos está en el cielo. ¿Es ese el caso? La oración del Señor dice: “[…] Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo”(Mateo 6:9-10).
Apocalipsis dice: “[…] El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo […]” (Apocalipsis 11:15). “[…] La ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios […] el tabernáculo de Dios está entre los hombres […]” (Apocalipsis 21:2-3). Entonces, ¿está el reino de los cielos en el cielo o en la tierra?
Película evangélica “Desde el trono fluye el agua de la vida” Escena 5 – ¿Quién verdaderamente concedió el camino de la vida eterna a la humanidad?
El Señor Jesús dijo: “Pero quien beba del agua que Yo le daré, nunca tendrá sed; sino que el agua que Yo le daré será en su interior una fuente de agua que fluye hacia la vida eterna” (Juan 4:14). El Señor Jesús es el manantial del agua viva de la vida, Él es el camino de vida eterna; pero, tal y como fue testigo el Relámpago de Oriente, sólo Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso, puede dar a las personas el camino de vida eterna. Por lo tanto, ¿proceden Dios Todopoderoso y el Señor Jesús de la misma fuente? ¿Son Sus obras llevadas a cabo por un solo Dios? ¿Por qué es sólo Cristo de los últimos días quien puede concedernos el camino de vida eterna?
Películas cristianas | “El misterio de la piedad: la continuación” Escena 6 – ¿Es el Señor Jesús el Hijo de Dios o Dios mismo?
La Biblia recoge claramente que el Señor Jesús es Cristo, que Él es el Hijo de Dios. Pero el Relámpago Oriental da testimonio de que Cristo encarnado es la aparición de Dios, que Él es Dios mismo. Entonces, ¿es Cristo encarnado el Hijo de Dios? ¿O es Dios mismo? Dios Todopoderoso dice: “‘Jesús es el Hijo amado de Dios, en quién Él tiene complacencia’ […] Eso era Dios dando testimonio de Sí mismo, pero simplemente desde una perspectiva diferente, la del Espíritu en el cielo dando testimonio de Su propia encarnación. Jesús es Su encarnación, no Su Hijo en el cielo. ¿Entiendes? ¿No indican las palabras de Jesús, “el Padre está en Mí y Yo estoy en el Padre” que son un Espíritu? ¿Y no se debe a la encarnación que fueran separados entre el cielo y la tierra? En realidad, siguen siendo uno; sí o sí, es simplemente Dios dando testimonio de Sí mismo” (La Palabra manifestada en carne).
Película evangélica “El misterio de la piedad: la continuación” Escena 3 – La diferencia entre la humanidad normal de Cristo y la humanidad de la humanidad corrupta
Dios se encarna para salvar al hombre y, en apariencia, Dios encarnado es una persona corriente. ¿Pero conocen ustedes la diferencia esencial entre la humanidad normal de Dios encarnado y la humanidad de los seres humanos corruptos? Dios Todopoderoso dice: “La carne vestida por el Espíritu de Dios es la propia carne de Dios. El Espíritu de Dios es supremo; Él es todopoderoso, santo y justo. Así, de igual forma, Su carne también es suprema, todopoderosa, santa y justa… Por lo tanto, a pesar del hecho de que el hombre y Cristo moran dentro del mismo espacio, es sólo el hombre quien es dominado, usado y entrampado por Satanás. En contraste, Cristo es eternamente inmune a la corrupción de Satanás porque Satanás nunca será capaz de ascender al lugar del altísimo y nunca será capaz de acercarse a Dios” (La Palabra manifestada en carne).
La Palabra de Dios | La esencia de Cristo es la obediencia a la voluntad del Padre celestial (Fragmento)
Dios Todopoderoso dice: “El Dios encarnado se llama Cristo y Cristo es la carne que se viste con el Espíritu de Dios. Esta carne es diferente de cualquier hombre que es de la carne. La diferencia es porque Cristo no es de carne y sangre, sino que es la personificación del Espíritu. Tiene tanto una humanidad normal como una divinidad completa. Su divinidad no la posee ningún hombre. Su humanidad normal sustenta todas Sus actividades normales en la carne mientras que Su divinidad lleva a cabo la obra de Dios mismo. Sea Su humanidad o Su divinidad, ambas se someten a la voluntad del Padre celestial. La esencia de Cristo es el Espíritu, es decir, la divinidad. Por lo tanto, Su esencia es la de Dios mismo; esta esencia no interrumpirá Su propia obra y Él no podría hacer nada que destruyera Su propia obra ni tampoco pronunciaría ninguna palabra que fuera en contra de Su propia voluntad. Por lo tanto, el Dios encarnado nunca haría alguna obra que interrumpiera Su propia gestión. Esto es lo que todos los hombres deben entender”.