Ese día el cielo estaba especialmente claro y soleado (Parte 3)
Ese día el cielo estaba especialmente claro y soleado (Parte 3)
Tian Ying
La hermana me dijo con alegría: “¡Gracias a Dios! Esta es una pregunta muy importante, porque tiene que ver con un tema esencial: cómo nuestra fe en Dios nos permitirá realmente alcanzar la salvación y entrar en el reino de los cielos. Veamos primero cómo se dice esto en la palabra de Dios Todopoderoso. Dios Todopoderoso dice: ‘Cuando Dios se hace carne esta vez, Su obra es expresar Su carácter, principalmente por medio del castigo y el juicio. Usando esto como el fundamento, trae más verdad al hombre, muestra más formas de práctica, y por tanto logra Su objetivo de conquistar al hombre y salvarlo de su carácter corrupto. Esto es lo que hay detrás de la obra de Dios en la Era del Reino’ (‘Prefacio’ de “La Palabra manifestada en carne”). ‘Cuando se trata de la palabra “juicio”, pensarás en las palabras que Jehová habló a todos los lugares y las palabras de reprensión que Jesús les habló a los fariseos. Aunque estas palabras son severas, no son el juicio que Dios le hace al hombre; estas palabras son sólo las que habló Dios en diferentes ambientes, es decir, escenarios diferentes y no se parecen a las palabras que Cristo habla mientras juzga al hombre en los últimos días. En los últimos días, Cristo usa una diversidad de verdades para enseñarle al hombre, para revelar la esencia del hombre y analizar sus palabras y hechos. Estas palabras comprenden varias verdades, tales como, el deber del hombre, cómo debe el hombre obedecer a Dios, cómo debe el hombre ser leal a Dios, cómo debe el hombre vivir la humanidad normal, la sabiduría y el carácter de Dios, y así sucesivamente. Todas estas palabras se enfocan en la esencia del hombre y en su carácter corrupto. En particular, esas palabras que revelan cómo el hombre desdeña a Dios se dicen con relación a cómo el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Cuando Dios hace la obra del juicio, no simplemente aclara la naturaleza del hombre con unas cuantas palabras, sino que lleva a cabo la revelación, el tratamiento y la poda en el largo plazo. Esa forma de revelación, tratamiento y poda no se pueden sustituir con palabras ordinarias, sino con la verdad que el hombre no posee en absoluto. Sólo esa manera de obrar se considera juicio; sólo por medio de ese juicio se puede persuadir al hombre, se le puede convencer por completo de la sumisión a Dios, y puede obtener el verdadero conocimiento de Dios. El resultado de la obra de juicio es que el hombre comprenda el verdadero rostro de Dios y la verdad de su rebeldía. La obra de juicio le permite al hombre entender mucho de la voluntad de Dios, del propósito de la obra de Dios y de los misterios que el hombre no puede entender. También le permite al hombre reconocer y conocer su esencia corrupta y las raíces de su corrupción, así como descubrir la fealdad del hombre. Todos estos efectos los produce la obra del juicio, porque la esencia de esa obra es, de hecho, la obra de inaugurar la verdad, el camino y la vida de Dios para todos los que tienen fe en Él. Esta obra es la obra de juicio que Dios hace’ (‘Cristo realiza la obra de juicio con la verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”).
Después de leer la palabra de Dios, la hermana siguió hablando: “A través de la palabra de Dios, entendemos que la obra de juicio de Dios Todopoderoso en los últimos días usa muchos aspectos de la verdad para exponer y examinar al hombre, y que esta obra de juicio se lleva a cabo usando Su carácter justo y majestuoso que no tolera la ofensa del hombre. Dios usa palabras para revelar la esencia y la verdad sobre la corrupción del ser humano, y para juzgar nuestra naturaleza satánica que se resiste y traiciona a Dios. Al través del experimentar el juicio y el castigo de Dios diversas clases de nuestra corrupción son purificadas, por ejemplo, tener abundantes conceptos e imaginación sobre la obra de Dios, o tomar nuestros propios conceptos como la verdad en nuestro examen de la obra de Dios, de forma que juzgamos, condenamos y resistimos a Dios como deseamos; aunque creamos en Dios, en realidad no somos diferentes de los no creyentes, todos perseguimos la fama y la fortuna, dispuestos a pagar el precio que sea por ello, pero ni una sola persona está viviendo para satisfacer a Dios; nosotros también miramos muchas cosas con puntos de vista que son incompatibles con Dios, tal como nuestra creencia de que mientras creamos en el Señor seremos salvados, y que cuando el Señor venga seremos arrebatados al reino de los cielos, cuando de hecho Dios dice claramente que sólo siguiendo la voluntad de Dios será el hombre capaz de entrar en el reino de los cielos. Con el juicio y castigo de Dios, estos caracteres corruptos, estas formas erróneas de pensar y las reglas de Satanás para vivir serán purificados y transformados, y obedeceremos a Dios de forma más auténtica y, al mismo tiempo, a través del juicio y el castigo de Dios, también llegaremos a reconocer que el carácter justo de Dios no tolera la ofensa del hombre; entenderemos la voluntad de Dios, tendremos reverencia a Él, sabremos cómo hacer las cosas para conseguir la alabanza de Dios y seremos capaces de cumplir bien con nuestras obligaciones. Al experimentar y practicar las palabras de Dios, entenderemos más de la verdad. Por ejemplo, sabremos lo que significa tener fe en Dios, sabremos lo que significa alcanzar de verdad la salvación, sabremos lo que significa seguir la voluntad de Dios. Cuando obtengamos la entrada en la verdad a través del juicio de Dios, nuestros caracteres corruptos cambiarán todos en diversos grados, y nuestras visiones de la vida y sistemas de valores también serán transformados. Esta es la obra de juicio y castigo que Dios lleva a cabo entre nosotros, también podrías llamarla la salvación amorosa de Dios. Por tanto, sólo al recibir el juicio ante el tribunal de Cristo de los últimos días —Dios Todopoderoso— podremos recibir la verdad, sólo entonces seremos capaces de apartarnos del pecado, de ser purificados y de alcanzar la salvación. Hermana, ¿puedes aceptar esta enseñanza?”.
A través de la lectura de las palabras de Dios y de las enseñanzas de la hermana, pude comprender la obra de Dios y Su voluntad. En consecuencia, incliné mi cabeza, sintiéndome profundamente conmovida, y dije: “Gracias a Dios, a través del escuchar la palabra de Dios Todopoderoso y de tus enseñanzas, he llegado a entender que, en los últimos días, Dios usa la verdad de Su palabra para llevar a cabo la obra de juzgar y purificar al hombre. Mis búsquedas pasadas fueron muy vagas, no fueron prácticas, pero ahora entiendo que, sólo a través de la recepción de la obra de juicio y castigo de Dios en los últimos días, el hombre podrá ser purificado por Dios y alcanzar la salvación de forma que pueda entrar en el reino de los cielos. ¡Dios Todopoderoso es el retorno del Señor Jesús! Estoy dispuesta a aceptar la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días, a aceptar el juicio y castigo de Dios de forma que mi cáracter corrupto pueda ser cambiado pronto algún día”. Mientras ella me escuchaba decir esto, la hermana sonreía felizmente, y daba gracias a Dios continuamente.
Las palabras de Dios Todopoderoso me liberaron de los conceptos que yo tenía en mi mente, y me mostraron el camino de desechar mi carácter corrupto y de ser purificada. Siento que tengo una senda clara por la que bajar en la búsqueda de alcanzar la salvación, y mi espíritu se siente radiante y firme, como si hubiera sido liberado. Cuando miré por la ventana, sentí que el cielo ese día estaba especialmente claro y soleado. Me postré y oré a Dios: “¡Oh Dios, te doy gracias, porque Tú me has bendecido al permitirme encontrarme contigo en mi vida! ¡Oh Dios, creo en Ti y anhelo Tu llegada para poder recibir Tu salvación! ¡Pero estoy ciega y soy ignorante, porque creí los rumores difundidos por los pastores y ancianos, me aferré a mis conceptos e imaginación, y casi perdí mi salvación eterna! ¡Oh Dios, soy tan ignorante e insensible! Estoy dispuesta a arrepentirme y aprecio esta oportunidad extremadamente rara de alcanzar la salvación. ¡También estoy dispuesta a traer a Tu presencia a esos hermanos y hermanas que no se han presentado ante Ti para que puedan alcanzar la salvación! ¡Amén!”.