Himno de la palabra de Dios “En verdad Dios ha venido entre los hombres”

Himno de la palabra de Dios “En verdad Dios ha venido entre los hombres”

 

En verdad Dios ha venido entre los hombres

Dios trae el fin a la humanidad en mundo.

Él pone al descubierto todo Su carácter profundamente.

Todos los que lo conocen y todos los que no, se deleitarán al verlo.

Todos verán a Dios, todos verán a Dios.

Él ha venido entre los hombres en la tierra, donde todo se multiplica.

Todos verán a Dios, todos verán a Dios.

Él ha venido entre los hombres en la tierra, donde todo se multiplica.

Éste es el plan de Dios, Su confesión unica,

desde Su creación de la humanidad.

Él quiere que contemples Su cada movimiento

con todo el corazón y toda la razón.

Se deleitarán al verlo.

Todos verán a Dios, todos verán a Dios.

Él ha venido entre los hombres en la tierra, donde todo se multiplica.

Su vara se acerca, Su vara se acerca a la humanidad, otra vez,

a quienes se oponen a Él.

De “La Palabra Manifestada En Carne

Película cristiana basada en hecho real | “¡Soy buena persona!”

Película cristiana basada en hecho real | “¡Soy buena persona!”

Desde pequeña, a la cristiana Yang Huixin le encanta ser buena persona. No le gusta ofender. Se cree buena persona porque es amable y agradable con los demás. Sin embargo, al aceptar el evangelio de Dios de los últimos días y experimentar el juicio y el castigo de las palabras de Dios, es cuando despierta y se da cuenta de que no es una buena persona de verdad. Más bien vive según las filosofías satánicas y es una “buena chica” muy egoísta y astuta. Decide de corazón buscar la verdad y convertirse en una buena persona, honesta y recta… ¿Por qué experiencias pasa Yang Huixin para llegar a experimentar semejante transformación?

 Recomendación: Reflexiones cristianas

Los desastres ocurren con frecuencia, las profecías del Apocalipsis se han cumplido, ¿cómo debemos recibir el regreso del Señor?

Hace 2000 años, los seguidores del Señor le preguntaron: “Cuál será la señal de tu venida y de la consumación de este siglo?” (Mateo 24:3). El Señor Jesús respondió: “Y habréis de oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis, porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es solo el comienzo de dolores” (Mateo 24:6-8). Hoy en día, cada vez tienen lugar más desastres en todo el planeta. Se suceden terremotos, epidemias, hambrunas, guerras e inundaciones. A finales de 2019 surgió un nuevo tipo de coronavirus en Wuhan, China. Su velocidad de transmisión es alarmante: en apenas unos meses aparecieron casos en todo el país y China se sumió inmediatamente en el caos. Multitud de provincias, municipios y aldeas están siendo puestos sucesivamente en cuarentena conforme el número de muertes continúa aumentando. Además, el virus se ha propagado a más de 20 países de todo el mundo. Para colmo, entre septiembre de 2019 y enero de 2020, los incendios forestales en Australia destruyeron más de 5900 edificios y mataron más de mil millones de animales. En enero de 2020, dicho continente se vio azotado por la mayor lluvia torrencial en un siglo, la cual provocó unas inundaciones que mataron muchos animales de agua dulce. Ese mismo mes, decenas de miles de personas se quedaron sin hogar a consecuencia de las inundaciones en Indonesia. También tuvieron lugar la erupción de un volcán en Filipinas, la peor plaga de langostas en África en 25 años y un terremoto de magnitud 6,4 en Sinkiang… La lista es interminable. Se han cumplido las profecías bíblicas de la venida del Señor. Es lógico pensar que el Señor ha regresado. Entonces, ¿por qué aún no hemos recibido Su venida? ¿No nos sumiremos en la gran tribulación si esto continúa? ¿Y qué deberíamos hacer para recibir la venida del Señor?

¿Cómo vendrá el Señor?

Muchas personas han leído estas palabras en la Biblia: “He aquí, viene con las nubes” (Apocalipsis 1:7). “Verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30). Tienen por seguro que el Señor vendrá con las nubes. Sin embargo, ¿por qué no hemos contemplado esa visión todavía? ¿Es este el único medio por el que vendrá el Señor? En realidad, hemos pasado por alto una cosa importante acerca de la venida del Señor. En las Escrituras también se profetiza una venida de Dios en secreto, como en: “He aquí, vengo como ladrón” (Apocalipsis 16:15). “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’” (Mateo 25:6). “Por eso, también vosotros estad preparados, porque a la hora que no pensáis vendrá el Hijo del Hombre” (Matthew 24:44). “Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación” (Lucas 17:24-25).

Las referencias de las Escrituras a “como ladrón” y “a medianoche se oyó un clamor” indican que, cuando el Señor regrese en los últimos días, lo hará silenciosamente, en secreto. ¿Y a qué se refiere “Hijo del Hombre”? Sin duda, un “Hijo del Hombre” nace de una persona, con una madre y un padre, y de carne y hueso. El Señor Jesús, por ejemplo, se encarnó en la imagen de una persona normal que vive entre los hombres. Por tanto, vemos que “Hijo del Hombre” alude a Dios encarnado; el Espíritu no puede denominarse Hijo del Hombre. Además, las Escrituras también dicen que “Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación”. Este pasaje de las Escrituras deja claro que, cuando el Señor regrese, soportará mucho sufrimiento y será rechazado por esta generación. Todos sabemos que Dios solamente podría ser rechazado al encarnarse en el Hijo del Hombre, ya que Dios encarnado es demasiado corriente y la gente no lo conoce; lo considera una persona corriente y, en consecuencia, Él sufre grandes penalidades. No obstante, si el Señor se apareciera al hombre como Espíritu, todos los hombres, fueran buenos o malos, creyentes o incrédulos, e incluso opositores a Dios, caerían en tierra ante Él en adoración, pues ¿quién podría rechazar a Dios entonces? ¿Y cómo habría de sufrir Dios? Esto demuestra que el Señor de los últimos días se aparece a la humanidad como Hijo encarnado del Hombre.

¿Qué obra llevará a cabo el Señor cuando regrese?

Llegados a este punto, puede que algunos hermanos y hermanas estén confundidos: si el Señor viene a obrar en secreto entre los hombres en los últimos días, ¿cómo se cumple la profecía de Su venida sobre una nube? La obra de Dios tiene unos pasos y un plan. Primero Dios se hace carne y viene en secreto para llevar a cabo Su obra de salvación del hombre y luego se aparece públicamente al hombre sobre una nube. Para entender esta cuestión debemos conocer mejor la obra que realiza el Señor a Su regreso en los últimos días. El Señor Jesús dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). “Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo” (Juan 5:22). La Biblia también afirma que “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). Estos pasajes de las Escrituras nos dicen que Dios de los últimos días viene, principalmente, a pronunciar palabras, a llevar a cabo la obra del juicio, que comienza por la casa de Dios. Por consiguiente, quienes aceptan la obra del juicio de Dios de los últimos días están recibiendo la venida del Señor ¡y son ascendidos ante Dios! En la actualidad, Dios Todopoderoso encarnado ha declarado millones de palabras, todas ellas registradas en el libro La Palabra manifestada en carne. En él, las palabras de Dios Todopoderoso revelan muchos misterios antes incomprensibles para nosotros, como la historia de la evolución de la humanidad, la forma en que Satanás la corrompe, cómo salva Dios al hombre, a qué tipos de personas ama Dios, a cuáles detesta, los resultados y destinos de varios tipos de personas, etc. Además, Dios también ha expresado palabras de juicio y castigo que dejan al descubierto nuestro carácter corrupto. Todos aquellos que acepten las palabras de juicio y castigo de Dios verán su carácter corrupto purificado y transformado; se convertirán en vencedores antes de la gran tribulación y, al final, entrarán en el reino de Dios para disfrutar la dicha eterna. A aquellos que no hagan un intento por oír la voz de Dios mientras esté encarnado y obrando en secreto, que no acepten la obra del juicio de Dios de los últimos días, que condenen a Dios encarnado y blasfemen contra Él de acuerdo con sus nociones y fantasías, Dios los dejará en evidencia y los descartará. Y así, cada cual ─el trigo y la cizaña, las ovejas y las cabras, las vírgenes prudentes y las insensatas, los siervos buenos y los malos, los que aman la verdad y los que la detestan─, quedará al descubierto y clasificado según su tipo. Después, Dios vendrá con las nubes, aparecerá públicamente ante todos los pueblos y naciones de la tierra y comenzará a premiar el bien y a castigar el mal, cumpliendo de ese modo las profecías bíblicas: “He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él” (Apocalipsis 1:7). “Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30). En ese momento, todos aquellos que se opongan, rechacen y condenen a Dios se darán golpes de pecho y se llenarán de remordimientos por sus malas acciones. ¡Con la obra de Dios vemos cuán justo, omnipotente y sabio es!

Cómo recibir el regreso del Señor

En la actualidad, Dios Todopoderoso encarnado ya ha conquistado y salvado a un grupo de personas. Del mismo modo, ha conformado a los vencedores. Pronto llegará a su fin la obra de Dios en secreto, tras la cual todo tipo de grandes tribulaciones caerán inmediatamente sobre la tierra. Tenemos una tarea urgente ante nosotros: ¿cómo debemos recibir el regreso del Señor Jesús y abrazar la obra de Dios de los últimos días? El Señor Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27). Estas profecías también aparecen en la Biblia: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7). “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Y Dios Todopoderoso dice: “La obra de Dios es como las olas que crecen con fuerza. Nadie puede detenerlo, y nadie puede parar Sus pasos. Sólo aquellos que escuchan Sus palabras con atención, y que lo buscan y tienen sed de Él, pueden seguir Sus huellas y recibir Su promesa. Aquellos que no, sufrirán un desastre abrumador y un castigo merecido” (‘Dios preside el destino de toda la humanidad’ en “La Palabra manifestada en carne”). ¿Deseas seguir las huellas del Cordero? ¿Quieres recibir al Señor? ¿Deseas ser arrebatado antes de la gran tribulación? Las palabras de Dios nos indican que, para recibir al Señor, es clave aprender a oír la voz de Dios considerando si las palabras expresadas por Dios Todopoderoso son la verdad, si son las palabras del Espíritu Santo a las iglesias. Creo que, si tenemos un corazón humilde de búsqueda y anhelo de la verdad, ¡Dios nos guiará para que pronto recibamos al Señor!

Scripture quotations taken from LBLA Copyright by The Lockman Foundation

Música cristiana de adoración 2020 | Dios es quien más ama al hombre (MV)

 

Música cristiana de adoración 2020 | Dios es quien más ama al hombre (MV)

I

Dios se encarna en los últimos días para al hombre salvar,

porque al hombre ama Él.

Movido por Su amor, Él realiza la obra de hoy.

Este se basa en el amor.

Dios se hace carne y sufre deshonra para salvar a los corruptos y rotos.

Soporta tal dolor.

Y así, una y otra vez, muestra Su infinito amor.

No quiere Dios ningún alma perder.

El hombre no piensa cómo su futuro será.

No sabe cómo su vida valorar.

Pero Dios sí. Sólo Dios ama al hombre. Oh… oh…

II

Las palabras de Dios sanan, al hombre animan;

juzgan y maldicen, revelan y prometen.

No importa lo que Sus palabras digan, vienen de Su amor.

Esta es de Su obra la esencia.

¿Por qué tantos le siguen de cerca?

¿Por qué están tan llenos de energía?

Todos han visto el amor y la salvación de Dios.

Su hora es perfecta. Él no se retrasa jamás.

No quiere Dios ningún alma perder.

El hombre no piensa cómo su futuro será.

No sabe cómo su vida valorar.

Pero Dios sí. Oh… Sólo Dios ama al hombre.

III

El hombre cree que él se quiere más.

Pero, ¿qué clase de amor es este?

Sentirás que el amor de Dios es el más real.

Si Dios no se hubiera encarnado,

guiado y vivido con el hombre sin cesar,

le habría sido difícil conocer el amor de Dios.

No quiere Dios ningún alma perder.

El hombre no piensa cómo su futuro será.

No sabe cómo su vida valorar.

Pero Dios sí. Oh… Sólo Dios ama al hombre.

Sí, sólo Dios ama al hombre. Oh sí, lo hace.

¡Lo ama tanto! ¡Lo ama tanto!

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Con respecto al retorno del Señor, la Biblia recoge claramente: “Pero de aquel día o de aquella hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre” (Marcos 13:32). Si estáis diciendo que el Señor Jesús ya ha vuelto, ¿cómo lo sabríais?

La respuesta de la palabra de Dios:

Al amanecer, sin que nadie lo supiera, Dios vino a la tierra e inició Su vida en la carne. Las personas fueron totalmente inconscientes de ese momento. Quizás estaban todos dormidos; tal vez muchos de los que estaban despiertos y vigilantes esperaban, y es posible que muchos estuvieran orando en silencio a Dios en el cielo. Sin embargo, entre toda esta cantidad de personas, nadie supo que Dios ya había llegado a la tierra.

de ‘Obra y entrada (4)’ en “La Palabra manifestada en carne”

La aparición de Dios se refiere a Su llegada personal a la tierra para hacer Su obra. Con Su propia identidad y carácter, y con Su método inherente, Él desciende entre los hombres para llevar a cabo la obra de comenzar una época y terminar otra. Esta clase de aparición no es una especie de ceremonia. No es una señal, un cuadro, un milagro o una gran visión y mucho menos una clase de proceso religioso. Es un hecho real y verdadero que se puede tocar y contemplar. Esta clase de aparición no es en aras de seguir un proceso o en aras de un trabajo a corto plazo; es, para ser más precisos, en aras de una etapa en la obra de Su plan de gestión. La aparición de Dios siempre es significativa y siempre se conecta con Su plan de gestión. La “aparición” a la que se refiere aquí es completamente diferente a la “aparición” de la guía, dirección y esclarecimiento de Dios para el hombre. Cada vez que Él se revela, Él lleva a cabo una etapa de la gran obra. Esta obra es diferente de la de cualquier otra época. Para el hombre es inimaginable y él nunca la ha experimentado. Es una obra que da inicio a una nueva época y termina con la vieja época, y es una forma nueva y mejorada de obrar para la salvación de la humanidad; más aún, es una obra para llevar a la humanidad a una nueva época. Este es el significado de la aparición de Dios.

[…] Así, ya que estamos buscando las huellas de Dios, debemos buscar la voluntad de Dios, las palabras de Dios, las declaraciones de Dios, porque donde están las nuevas palabras de Dios, ahí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí está la aparición de Dios, y donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Mientras buscabais las huellas de Dios, ignorasteis las palabras que dicen que “Dios es la verdad, el camino y la vida”. Y es que, cuando muchas personas reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave es ese! La aparición de Dios no se puede reconciliar con las nociones del hombre; mucho menos puede Dios aparecer por orden del hombre. Dios hace Sus propias elecciones y tiene Sus propios planes cuando hace Su obra; más aún, Él tiene Sus propios objetivos y Sus propios métodos. No es necesario que Él discuta con el hombre la obra que Él hace, ni que busque el consejo del hombre, ni mucho menos que les notifique de Su obra a cada una de las personas. Este es el carácter de Dios y, además, todos lo deben reconocer.

de ‘La aparición de Dios ha traído una nueva época’ en “La Palabra manifestada en carne”

Aquel que es la encarnación de Dios tendrá Su esencia, y aquel que es la encarnación de Dios tendrá Su expresión. Haciéndose carne, Dios traerá la obra que debe hacer, y haciéndose carne expresará lo que Él es; será, asimismo, capaz de traer la verdad al hombre, de concederle la vida, y de mostrarle el camino. La carne que no contiene la esencia de Dios seguramente no es el Dios encarnado; de esto no hay duda. Para investigar si es la carne encarnada de Dios, el hombre debe determinarlo a partir del carácter que Él expresa y de las palabras que Él habla. Es decir, si es o no la carne encarnada de Dios, y si es o no el camino verdadero, debe discernirse a partir de Su esencia. Y así, para determinar[a] si es o no la carne de Dios encarnado, la clave está en prestar atención a Su esencia (Su obra, Sus palabras, Su carácter, y mucho más), en lugar de fijarse en Su apariencia exterior. Si el hombre sólo ve Su apariencia exterior, y pasa por alto Su esencia, demostrará la ignorancia y la ingenuidad del hombre. La apariencia externa no determina la esencia; aún más, la obra de Dios nunca se ha conformado a los conceptos del hombre. ¿No estaba reñida la apariencia exterior de Jesús con los conceptos humanos? ¿No eran Su aspecto y Sus vestiduras incapaces de proporcionar pista alguna sobre Su verdadera identidad? ¿No fue la razón por la que los antiguos fariseos se opusieron a Jesús, porque simplemente miraban Su aspecto exterior, y no se tomaron en serio las palabras que Él habló?

de ‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”

Dios guarda silencio y nunca se nos ha aparecido, sin embargo, Su obra nunca se ha detenido. Ve todas las tierras y manda a todas las cosas y contempla todas las palabras y obras del hombre. Su gestión es conducida por pasos, y de acuerdo a Su plan. Este avanza en silencio, sin un efecto dramático, pero Sus pisadas avanzan cada vez más cerca de la humanidad, y Su tribunal se despliega en el universo a la velocidad de la luz, inmediatamente seguido por el descenso de Su trono entre nosotros. ¡Qué escena tan majestuosa es esta; qué cuadro tan imponente y solemne! Como una paloma, como un león rugiente, el Espíritu llega entre todos nosotros. Es sabio, es justo y majestuoso; Él llega entre nosotros en silencio, dueño de la autoridad y lleno de amor y compasión. Nadie está consciente de Su llegada, nadie acoge Su llegada y, más aún, nadie sabe todo lo que va a hacer. La vida del hombre sigue sin cambios; su corazón no es diferente y los días transcurren como siempre. Dios vive entre nosotros como una persona ordinaria, como un seguidor tremendamente insignificante y un creyente ordinario. Él tiene Sus propias búsquedas, Sus propias metas y, además, tiene una divinidad que ningún hombre ordinario posee. Nadie se ha dado cuenta de la existencia de Su divinidad, ni nadie ha percibido la diferencia entre Su esencia y la del hombre. Vivimos junto con Él, sin restricciones y sin temor, porque lo vemos como nada más que un creyente insignificante. Él observa todos nuestros movimientos, y todos nuestros pensamientos e ideas están expuestos ante Él. A nadie le interesa Su existencia; nadie se imagina Su oficio y, más aún, nadie sospecha quién es Él. Nosotros sólo seguimos nuestras búsquedas como si Él no tuviera nada que ver con nosotros…

Por casualidad, el Espíritu Santo expresa un pasaje de palabras “por medio” de Él, y aunque se siente muy inesperado, reconocemos que esta es la declaración de Dios y sin problemas la aceptamos como de Dios. Esto es porque, independientemente de quién exprese estas palabras, siempre que vengan del Espíritu Santo las debemos aceptar y no las podemos negar. La siguiente declaración podría ser a través de mí, podría ser a través de ti o podría ser a través de él. Independientemente de quién sea, todo es la gracia de Dios. Sin embargo, no importa quién sea la persona, no la debemos adorar porque independientemente de cualquier otra cosa, no puede ser Dios; por ningún motivo podemos escoger a una persona ordinaria como esta para que sea nuestro Dios. Nuestro Dios es demasiado grande y honorable; ¿cómo alguien tan insignificante lo podría representar? Es más, todos estamos esperando la llegada de Dios para que nos lleve de regreso al reino de los cielos y por eso, ¿cómo podría alguien tan insignificante estar calificado para una tarea tan importante y ardua? Si el Señor viene otra vez, debe ser en una nube blanca, visible para todos. ¡Qué glorioso será eso! ¿Cómo podría Él esconderse tan calladamente entre un grupo ordinario de personas?

Y sin embargo es esta persona ordinaria, que está escondida entre las personas, la que está haciendo la nueva obra de salvarnos. Él no nos aclara nada, ni nos dice por qué ha venido. Él sólo hace por pasos la obra que tiene la intención de hacer, y de acuerdo a Su plan. Sus palabras y declaraciones cada vez se hacen más frecuentes. De consolar, exhortar, recordar y advertir a reprochar y disciplinar; de un tono gentil y amable, a palabras que son temibles y majestuosas, todo infunde tanto compasión como estremecimiento en el hombre. Todo lo que dice tiene un fuerte efecto en los secretos que están profundamente escondidos dentro de nosotros; Sus palabras lastiman nuestros corazones, nuestros espíritus, y nos dejan avergonzados y humillados. Nos comenzamos a preguntar si el Dios que está en el corazón de esta persona realmente nos ama, y qué exactamente es lo que pretende hacer. ¿Será que tal vez sólo podremos ser arrebatados después de soportar tal dolor? En nuestras cabezas estamos calculando… acerca del destino que está por venir y acerca de nuestra suerte futura. Aun así, ninguno de nosotros cree que Dios se ha hecho carne y obra entre nosotros. Aunque ha estado por tanto tiempo con nosotros, aunque ya ha hablado muchas palabras cara a cara con nosotros, todavía no estamos dispuestos a aceptar a alguien tan ordinario como el Dios de nuestro futuro, mucho menos estamos dispuestos a confiarle el control de nuestro futuro y destino a alguien tan insignificante. De Él disfrutamos una provisión sin fin de agua viva, y gracias a Él vivimos cara a cara con Dios. Sólo somos agradecidos por la gracia del Señor Jesús que está en el cielo y nunca hemos puesto atención a los sentimientos de esta persona ordinaria que posee la divinidad. Él todavía hace Su obra escondido humildemente en la carne, expresando la voz de Su corazón, aparentemente insensible a que la humanidad lo rechace, al parecer perdonando eternamente el infantilismo del hombre y su ignorancia, y siempre tolerante de la irreverencia del hombre para con Él.

Sin que nosotros lo sepamos, este hombre insignificante nos ha llevado paso a paso en la obra de Dios. Sufrimos un sinnúmero de pruebas, somos sujetos a innumerables castigos y probados por la muerte. Aprendemos del carácter justo y majestuoso de Dios; disfrutamos, también, Su amor y compasión, y llegamos a valorar el gran poder y sabiduría de Dios; somos testigos de la hermosura de Dios y contemplamos el deseo ansioso de Dios de salvar al hombre. En las palabras de esta persona ordinaria, llegamos a conocer el carácter y la esencia de Dios, llegamos a entender la voluntad de Dios, llegamos a conocer la naturaleza y la esencia del hombre, y vemos el camino de salvación y perfección. Sus palabras nos hacen morir y nos hacen volver a nacer; Sus palabras nos dan consuelo, pero también nos atormentan con la culpa y un sentimiento de deuda; Sus palabras nos dan alegría y paz, pero también nos causan gran dolor. A veces somos como ovejas al matadero en Sus manos; a veces somos como la niña de Sus ojos y gozamos Su amor y afecto; a veces somos como Sus enemigos, convertidos en ceniza por Su ira en Sus ojos. Somos la humanidad que Él salvó; somos gusanos a Sus ojos, y somos los corderos perdidos que piensa noche y día encontrar. Él es misericordioso con nosotros, nos desprecia, nos levanta, nos consuela y nos exhorta, nos guía, nos esclarece, nos castiga y nos disciplina, y hasta nos maldice. Se preocupa por nosotros noche y día, nos protege y cuida de nosotros noche y día, nunca se aparta de nuestro lado, nos dedica todo Su cuidado y paga cualquier precio por nosotros. Con las palabras de esta pequeña carne ordinaria, hemos gozado la totalidad de Dios y contemplado el destino que Dios nos ha concedido. Pero a pesar de esto, la vanidad todavía acecha dentro de nuestros corazones, y todavía seguimos indispuestos a aceptar activamente a una persona como esta como nuestro Dios. Aunque nos ha dado tanto maná, tanto para disfrutar, nada de esto puede usurpar el lugar del Señor en nuestros corazones. Honramos la identidad y el estatus especiales de esta persona sólo con gran renuencia. Si Él no hablara para hacernos reconocer que Él es Dios, entonces nunca tomaríamos sobre nosotros el reconocerlo como el Dios que pronto llegará y que ha estado obrando entre nosotros por tanto tiempo.

La declaración de Dios continúa, y Él emplea varios métodos y perspectivas para advertirnos qué hacer y expresar la voz de Su corazón. Sus palabras llevan la energía de la vida y nos muestran el camino que debemos caminar y nos permiten entender cuál es la verdad. Empezamos a ser atraídos a Sus palabras, comenzamos a enfocarnos en el tono y la manera en la que habla, y subconscientemente comenzamos a tener un interés en la voz del corazón de esta persona que no tiene nada de especial. Hace esfuerzos meticulosos por nosotros, pierde el sueño y el apetito por nosotros, llora por nosotros, suspira por nosotros, se queja en la enfermedad por nosotros, sufre humillación por el bien de nuestro destino y salvación, y Su corazón sangra y derrama lágrimas por nuestra insensibilidad y rebeldía. Tal ser y tales posesiones están más allá de una persona ordinaria; ninguno de los corruptos las puede poseer o conseguir. Tiene una tolerancia y paciencia que ninguna persona ordinaria posee, y Su amor no lo posee ningún ser creado. Nadie excepto Él puede saber todos nuestros pensamientos, o tener tal conocimiento de nuestra naturaleza y esencia, o juzgar la rebeldía y corrupción de la humanidad, o hablarnos y obrar entre nosotros como lo puede este en nombre del Dios del cielo. Nadie excepto Él posee la autoridad, la sabiduría y la dignidad de Dios; el carácter de Dios, y lo que Él tiene y es, emana en su totalidad de Él. Nadie excepto Él nos puede mostrar el camino y traernos la luz. Nadie excepto Él puede revelar los misterios que Dios no ha revelado desde la creación hasta el día de hoy. Nadie excepto Él nos puede salvar de la esclavitud de Satanás y de nuestro carácter corrupto. Él representa a Dios y expresa la voz del corazón de Dios, las exhortaciones de Dios y las palabras de juicio de Dios hacia toda la humanidad. Él ha comenzado una nueva época, una nueva era, y ha traído un nuevo cielo y una nueva tierra, una nueva obra, y nos ha traído esperanza, y ha puesto fin a la vida que llevábamos en la imprecisión, y nos permitió contemplar plenamente el camino de salvación. Él ha conquistado todo nuestro ser y ha ganado nuestros corazones. De ese momento en adelante nuestras mentes se hacen conscientes y nuestros espíritus parecen ser revividos: esta persona ordinaria e insignificante, que vive entre nosotros y que nosotros hemos rechazado desde hace ya mucho tiempo, ¿no es el Señor Jesús, quien siempre está en nuestros pensamientos, y a quien anhelamos noche y día? ¡Es Él! ¡Realmente es Él! ¡Él es nuestro Dios! ¡Él es la verdad, el camino y la vida!

de ‘Contemplando la aparición de Dios en Su juicio y Su castigo’ en “La Palabra manifestada en carne

Scripture quotations taken from LBLA Copyright by The Lockman Foundation

Cuando veas el cuerpo espiritual de Jesús será cuando Dios haya hecho de nuevo el cielo y la tierra

 Palabra de Dios |  Cuando veas el cuerpo espiritual de Jesús será cuando Dios haya hecho de nuevo el cielo y la tierra

Dios Todopoderoso dijo: ¿Quieres ver a Jesús? ¿Quieres vivir con Jesús? ¿Te gustaría escuchar lo que dijo Jesús? Entonces, ¿cómo saludarás el regreso de Jesús? Eas listo ¿De qué manera saludarás el regreso de Jesús? Creo que cada hermano y hermana que sigue a Jesús está dispuesto a saludar el regreso de Jesús de una buena manera, pero ¿alguna vez has pensado: ¿Sabes realmente cuándo regresa Jesús? ¿Realmente puedes entender lo que dijo? ¿Realmente puedes aceptar todo lo que hizo incondicionalmente? Todos los que han leído la Biblia saben que Jesús vendrá nuevamente y está esperando el regreso de Jesús. Todos están viendo la llegada de ese momento, su sinceridad es jactanciosa, su fe es realmente envidiable, pero ¿encuentran que todos han cometido un gran error y cuál es el camino del regreso de Jesús? Que? Piensas que es la forma de conducir Baiyun, pero te pregunto: ¿Qué significa Baiyun? Muchos de ustedes que siguen a Jesús están esperando que Jesús regrese, entonces, ¿a quién exactamente caerá Jesús? Si Jesús descendiera entre ustedes primero, ¿no sería demasiado injusto para los demás? Sé que eres muy sincero y leal a Jesús, pero ¿alguna vez has visto a Jesús? ¿Conoces su temperamento? ¿Alguna vez has vivido con él? ¿Cuánto sabes de él? Algunas personas dirán que lo que digo es vergonzoso, él dirá: “¿Cuántas veces he leído la Biblia de principio a fin, no entenderé a Jesús? No hables de su temperamento, es decir, de la ropa que le gusta usar conmigo Todos saben de qué color es, ¿dices que no entiendo a Jesús? ¿No es algo insignificante? “Te aconsejo que no discutas estos temas. Tranquilícete y comunícate con ellos: Primero, ¿sabes qué es práctico y qué? ¿Es teoría? Segundo, ¿sabes qué es un concepto y qué es la verdad? Tercero, ¿sabes qué es la imaginación y cuál es la verdad?

Algunas personas niegan el hecho de que no entienden a Jesús, pero dije que en realidad no conocen a Jesús en absoluto, y pueden decir que no saben nada acerca de Jesús, porque cualquiera de ustedes sigue a Jesús por la Biblia. Todos los registros se deben a las leyendas de otros. Nunca has visto a Jesús, y mucho menos vivir con Jesús, o incluso llevarte bien con Jesús por un corto tiempo. ¿No es tal comprensión toda la teoría? ¿No es todo práctico? Tal vez algunas personas han visto el retrato de Jesús, algunas personas han visitado la residencia de Jesús en persona, o algunas personas han tocado la ropa que Jesús usó, pero su comprensión de Jesús sigue siendo una teoría o no, incluso si la prueba usted mismo. Habiendo comido la comida que Jesús había comido, no importa qué, nunca has visto a Jesús y nunca te has llevado bien con su carne, entonces tu comprensión de Jesús siempre estará vacía y no hay una teoría real. Tal vez no esté muy interesado en lo que dije, luego le pregunto: después de haber visto muchas de sus obras, el autor que más admira, ¿sabe lo suficiente sobre él antes de llevarse bien con él? ¿Conoces su personaje? ¿Conoces su estilo de vida? ¿Conoces sus emociones? ¿No puedes entender completamente a la persona que adoras, y mucho menos a Jesucristo? Su comprensión de él está llena de imaginación, llena de ideas, no de verdad o de verdad, con un hedor y carne. ¿Cómo puede calificarse tal comprensión para saludar el regreso de Jesús? Jesús no se encontrará con una persona llena de fantasía y de ideas carnales ¿Cómo puede alguien que no entiende a Jesús creer en Jesús?

¿Quieres conocer las raíces de la resistencia de los fariseos a Jesús? ¿Quieres conocer la esencia de los fariseos? Están llenos de fantasías sobre el Mesías, y solo creen que el Mesías vendrá sin perseguir la verdad de la vida, por lo que todavía están esperando al Mesías hasta el día de hoy, porque no conocen la palabra de vida ni saben qué es la verdad. Camino. Dices, ¿serán bendecidas por Dios su bendición e ignorancia? ¿Pueden ver al Mesías? Se resistieron a Jesús porque no sabían la dirección de la obra del Espíritu Santo, porque no sabían la palabra de verdad dicha en la boca de Jesús, y porque no entendían al Mesías, porque no habían visto al Mesías. Ya, no se llevaban bien con el Mesías, por lo que todos cometieron el error de defender el nombre del Mesías pero se resistieron decididamente al Mesías. La esencia de estos fariseos es la terquedad, la arrogancia y la desobediencia a la verdad. Su principio de creencia en Dios es: no importa cuán alta sea tu predicación, no importa cuán alta sea tu autoridad, siempre y cuando no seas llamado el Mesías Tú no eres Cristo ¿Son sus puntos de vista tan absurdos y ridículos? Te pregunto de nuevo: no sabes nada acerca de Jesús, ¿entonces es muy probable que repitas los errores de los fariseos? ¿Puedes decir cuál es la palabra de verdad? ¿Realmente garantizas que no resistirás a Cristo? ¿Seguirás la obra del Espíritu Santo? Si no sabes si resistirás a Cristo, entonces digo que estás viviendo al borde de la muerte. Aquellos que no conocen al Mesías pueden hacer cosas que resisten a Jesús, lo rechazan y calumnian a Jesús, y aquellos que no lo conocen pueden hacer cosas que lo rechazan, insultan y son más capaces de devolverlo. Visto como el engaño de Satanás, más personas condenarán al Jesús que regresa, ¿no te da miedo? Lo que enfrentarás es una blasfemia contra el Espíritu Santo, desgarrando las palabras del Espíritu Santo a las iglesias y escupiendo las palabras de Jesús. ¿Qué puedes obtener de Jesús cuando estás tan débil? Si estás tan obsesionado, ¿cómo puedes entender el regreso de Jesús a la carne con Baiyun? Les digo que aquellos que no reciben la verdad pero que esperan ciegamente a que Jesús venga en las “nubes blancas” son gobernados como una blasfemia contra el Espíritu Santo. Estas personas son gobernadas como un tipo de destrucción. Solo quieres la gracia de Jesús, solo quieres disfrutar de las bendiciones del cielo, pero nunca escuchas las palabras de Jesús y nunca recibes la verdad que Jesús pronunció cuando regresó a la carne. ¿Qué utilizas para intercambiar el hecho de que Jesús regresó en una nube blanca? ¿Es tu sinceridad repetir el crimen pero confesarlo verbalmente? ¿Qué ofreces como sacrificio a Jesús que regresa en las nubes blancas? ¿Está reteniendo su capital durante muchos años de trabajo? ¿Qué usas para hacer que el Jesús que regresa confíe en ti? ¿Es tu naturaleza arrogante la que no obedece a ninguna verdad?

Su lealtad está fuera de su boca, su conocimiento está en el medio de su pensamiento, su labor es para la bendición del cielo, ¿qué pasa con su fe? Hasta el día de hoy, sigues ignorando la verdad. No sabes lo que es Dios, no sabes qué es Cristo, no sabes cómo temer a Jehová, no sabes cómo entrar en la obra del Espíritu Santo, no sabes cómo distinguir la propia obra de Dios del engaño del hombre, solo sabes que condena Cualquier verdad insatisfactoria expresada en la boca de Dios. ¿Dónde está tu humildad? ¿Dónde está tu obediencia? ¿Dónde está tu lealtad? ¿Dónde está tu actitud para buscar la verdad? ¿Dónde está tu temor a Dios? Les digo que las reglas que creen en Dios debido a los milagros son los tipos de destrucción, las reglas que lo que Jesús dijo porque no puede recibir el retorno a la carne son los hijos del infierno, las reglas son los descendientes del arcángel, las reglas son para siempre Tipo de extinción. Tal vez a muchas personas no les importa lo que digo, pero todavía quiero decirle a cada supuesto santo que sigue a Jesús, cuando a simple vista ve a Jesús bajando del cielo en una nube blanca. Tiempo En ese momento, podría estar muy emocionado, pero ¿alguna vez supo que cuando vio a Jesús descender del cielo, también fue cuando fue al infierno para recibir el castigo, entonces fue el final del plan de negocios de Dios y Dios recompensó lo bueno? Al castigar el mal. Porque el juicio de Dios termina cuando el hombre nunca ha visto un milagro y solo se anuncia la verdad. Aquellos que acepten la verdad y no sean limpiados por milagros serán puestos en el trono de Dios y arrojados a los brazos del Creador. Solo aquellos que insistan en la creencia de que “o Jesús en la nube blanca es un falso Cristo” serán permanentes. Castigo, porque solo creen en Jesús que mostrará milagros, pero no reconocen a Jesús que emitió un juicio severo y reveló la verdad de la vida. De esta manera, tuvo que dejar que Jesús resolviera el problema cuando regresó en una nube blanca. Son demasiado tercos, demasiado confiados, demasiado arrogantes ¿Cómo puede Jesús recompensar semejante escoria? El regreso de Jesús es una gran salvación para aquellos que pueden aceptar la verdad, y es una señal de condena para aquellos que no pueden aceptar la verdad. Debes elegir tu propio camino, no blasfemar al Espíritu Santo por rechazar la verdad, no seas ignorante y arrogante, como obediencia a la guía del Espíritu Santo, ansioso por buscar la verdad, esto te beneficiará. Les insto a seguir el camino de creer en Dios con cuidado, no presentar un caso arbitrariamente y no creer en Dios de manera casual y casual. Deben saber que las personas que creen en Dios al menos tienen un corazón humilde y un temor a Dios. Los que escuchan la verdad y se burlan son tontos e ignorantes, y los que escuchan la verdad pero toman decisiones arbitrarias o condenan son personas arrogantes. Como todos los que creen en Jesús no están calificados para maldecir y condenar a otros, todos deben ser personas racionales que acepten la verdad. Tal vez después de escuchar la palabra de verdad y leer las palabras de vida, y pensar que solo una décima parte de estas palabras se ajustan a su significado y a la Biblia, entonces continúa buscando en estas diez mil palabras, y quiero Aconseje que sea una persona humilde, que no tenga demasiada confianza y que no sea demasiado arrogante. Habrá mayor luz en su único temor a Dios. Si examina con cuidado y repetidamente, comprenderá si esta oración es verdadera o no. Tal vez algunas personas sean condenadas ciegamente sin mirar algunas palabras, o “esto no es más que la apertura de algunos Espíritus Sagrados”, o “este es un falso Cristo para confundir a las personas”, personas que pueden decir esto simplemente son demasiado buenas. Ignorancia! ¡Sabes muy poco sobre la obra y la sabiduría de Dios, y te aconsejo que comiences de nuevo! ¿No condenas ciegamente las palabras de Dios debido a la aparición de falsos Cristos en los últimos días, y no eres una blasfemia contra el Espíritu Santo porque tienes miedo de ser engañado? Si aún piensas que estas palabras no son la verdad, el camino o la expresión de Dios después de una investigación repetida, entonces eres el que finalmente es castigado y el que tiene mala suerte. No puedes aceptar que la verdad sea tan clara y tan clara, ¿no eres simplemente alguien que no merece ser salvado por Dios? ¿No son solo las personas que no tuvieron la bendición de regresar al trono de Dios? ¡Piénsalo! No seas descuidado, no seas imprudente, no tomes la creencia en Dios como un juego de niños, debes pensar en tu propio destino, tu futuro y tu vida, no juegues contigo mismo, ¿puedes aceptar estas palabras?

¿Cuál es el camino a la vida eterna? ¿Has conseguido el camino a la vida eterna?

Zhong Cheng

Como creyentes en el Señor, ¿tenemos el camino de la vida eterna?

El Señor Jesús dijo: “pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna” (Juan 4:14). Muchos hermanos y hermanas en el Señor leen la palabra del Señor y creen que Él tiene el camino de la vida eterna y que nos lo otorgó hace mucho tiempo. A lo largo de nuestros años de fe en el Señor hemos continuado confesando nuestros pecados y arrepintiéndonos de acuerdo con Sus enseñanzas, hemos sufrido y pagado las consecuencias de difundir Su evangelio, hemos pastoreado Sus iglesias, hemos cargado cruces para seguirlo, hemos sido pacientes y tolerantes con los demás y no hemos rechazado Su nombre cuando nos han sobrevenido desastres o persecuciones. Somos capaces de guardar la senda del Señor, por lo que ya tenemos el camino de la vida eterna y, cuando venga el Señor, nos elevará al reino de los cielos, donde recibiremos la vida eterna. No obstante, ¿es correcto este punto de vista? ¿Concuerda con la verdad?

En realidad, aunque seamos capaces de afanarnos, trabajar, abandonarlo todo, entregarnos, abrazar cruces y seguir al Señor, es innegable que aún somos esclavos controlados por el pecado y a menudo traicionamos las enseñanzas del Señor y hacemos cosas opuestas a Él. Por ejemplo, el Señor nos exige sencillez y honestidad, pero solemos mentir y engañar para proteger nuestros intereses, nuestra dignidad o nuestro estatus; el Señor nos exige tolerancia y paciencia hacia los demás y amarlos como a nosotros mismos, pero, cuando algo atenta contra nuestros intereses, discutimos por minucias e incluso nos ofendemos o envidiamos a los demás. El Señor nos exige que lo amemos con todo nuestro corazón, nuestra mente y nuestra alma, pero, cuando predicamos y trabajamos, con frecuencia no hacemos todo lo posible por enaltecer al Señor y dar testimonio de Él, por tener en consideración Su carga y hacer que nuestros hermanos y hermanas comprendan la voluntad de Dios; por el contrario, solemos presumir y exhibirnos, intentamos que nuestros hermanos y hermanas nos respeten y admiren y procuramos atraer a los demás ante nosotros. Y pese a abandonar nuestro hogar y profesión y difundir el evangelio allá donde podamos, a menudo llevamos la cuenta de nuestros afanes como vía para negociar con el Señor y asegurarnos una parte de las bendiciones del reino de los cielos. Aunque muchas veces lloremos de agonía al confesar nuestros pecados al Señor, después seguimos pecando con frecuencia y vivimos atrapados en un círculo vicioso de pecado y confesión, incapaces de vencer la esclavitud del pecado. Con ello, ¿no estamos todavía en nuestro estado corrupto por naturaleza? El Señor Jesús dijo: “En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre” (Juan 8:34-35). La Biblia afirma: “Porque la paga del pecado es muerte […]” (Romanos 6:23). Dios es santo y los inmundos y corruptos tienen prohibida la entrada en Su reino. Aunque aparentemente lo abandonemos todo y nos entreguemos al Señor, continuamos siendo esclavos del pecado y nuestro destino final sigue siendo el olvido y la aniquilación. ¿Cómo podemos decir que hemos recibido el camino de la vida eterna?

Por qué aún no tenemos el camino de la vida eterna

Puede que algunos hermanos y hermanas estén confundidos a estas alturas, pues el Señor Jesús manifestó: “Pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna” (Juan 4:14). El Señor Jesús es la fuente del agua viva, tiene el camino de la vida eterna y nosotros creemos en el Señor, leemos Su palabra y practicamos Sus enseñanzas, pero ¿por qué aún nos falta el camino de la vida eterna, que puede purificarnos y transformarnos?

Para comprender esta cuestión, primero debemos entender la obra del Señor Jesús y su resultado. Cuando el Señor Jesús apareció para obrar, los israelitas vivían en pecado, eran incapaces de guardar las leyes de Jehová y corrían el riesgo de ser condenados a muerte en virtud de ellas. El Señor Jesús vino, enseñó la senda de “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17), enseñó a la gente a confesar sus pecados y arrepentirse y, al final, a semejanza de la carne pecadora, fue crucificado en sacrificio por los pecados de la humanidad, culminando así Su obra de redención de la misma. Con ello vemos que, aunque sin duda el Señor Jesús tenía el camino de la vida eterna, sólo nos otorgó, según la estatura espiritual y las necesidades de la gente de aquel tiempo, el camino del arrepentimiento y no expresó el camino de la vida eterna, por el que las personas pueden ser libradas del pecado y purificadas completamente.

Tal como dice la palabra de Dios: “En su momento, Jesús sólo habló a Sus discípulos una serie de sermones en la Era de la Gracia, relativos a cómo practicar, cómo reunirse, cómo pedir en oración, cómo tratar a los demás, etc. La obra que Él llevó a cabo fue la de la Era de la Gracia y sólo explicó cómo debían practicar los discípulos y los que lo seguían. Él realizó únicamente la obra de la Era de la Gracia y ninguna de los últimos días. […] La obra de Dios en cada era tiene límites claros; Él sólo realiza la obra de la era presente y nunca la de la siguiente etapa de antemano. Sólo de esta forma puede Su obra representativa de cada era ponerse de manifiesto. Jesús sólo había hablado de las señales de los últimos días, de cómo ser paciente y cómo ser salvado, de cómo arrepentirse y confesar, y de cómo cargar la cruz y soportar el sufrimiento; Él nunca habló de cómo debería entrar el hombre en los últimos días o de cómo buscar satisfacer la voluntad de Dios” (¿Cómo puede el hombre que ha definido a Dios en sus conceptos recibir Sus revelaciones?). “Aunque el hombre ha sido redimido y se le han perdonado sus pecados, sólo se considera que Dios no recuerda sus transgresiones y no lo trata de acuerdo con estas. Sin embargo, cuando el hombre vive en la carne y no ha sido liberado del pecado, sólo puede continuar pecando, revelando interminablemente el carácter satánico corrupto. Esta es la vida que el hombre lleva, un ciclo sin fin de pecado y perdón. La mayoría de los hombres pecan durante el día y se confiesan por la noche. Así, aunque la ofrenda por el pecado siempre sea efectiva para ellos, no podría salvarlos del pecado. Sólo se ha completado la mitad de la obra de salvación, porque el hombre sigue teniendo un carácter corrupto” (“El misterio de la encarnación (4)”).

En la palabra de Dios vemos que el Señor Jesús sólo nos exigió cosas como confesar los pecados y arrepentirnos, dejar de pecar, abandonarnos, abrazar la cruz y seguirlo a Él, amarlo con todo nuestro corazón, nuestra mente y nuestra alma, amar al prójimo como a nosotros mismos, ser humildes, tolerantes y pacientes con los demás y perdonarlos “setenta veces siete”. Cuando empezamos a creer en el Señor, siempre y cuando le oremos, confesemos nuestros pecados y nos arrepintamos, se nos perdonan los pecados. Sin embargo, es innegable que las actitudes satánicas que nos hacen pecar están hondamente arraigadas en nosotros: la arrogancia, el egoísmo, la malicia, la codicia, la maldad… Estas actitudes satánicas nos controlan y, aunque aparentemente podamos hacer buenas acciones, esto no supone una transformación de carácter. Al relacionarnos con otras personas, por ejemplo, aún somos capaces de ser maliciosos y engañar. O cuando suceden cosas que no concuerdan con nuestras nociones, solemos culpar y juzgar a Dios. En 2000 años, todos los creyentes en el Señor han sido incapaces de escapar a la esclavitud del pecado por muy bien que hayan confesado, arrepentido, afanado y trabajado, y ninguno ha logrado transformar su carácter de vida. Esto es innegable. Así pues, ni hemos sido librados del pecado y purificados completamente ni hemos recibido el camino de la vida eterna.

El camino de la vida eterna no es algo que simplemente hace que confesemos nuestros pecados y nos arrepintamos, sino el camino de la verdad que nos permite vivir eternamente. Esto significa que puede corregir completamente nuestra naturaleza pecaminosa; salvarnos al permitir que escapemos a la influencia de Satanás y nos deshagamos de nuestro carácter corrupto; posibilitar que nos purifiquemos y alcancemos la salvación completa de Dios, por la que nos hacemos compatibles con Él y Él nos conquista plenamente. Esta clase de senda es el camino de la vida eterna. Quienes reciben el camino de la vida eterna como su vida, tienen auténtico conocimiento de Dios, son capaces de temer a Dios y evitar el mal, de obedecer, adorar y amar verdaderamente a Dios, son plenamente compatibles con Él y hacen Su voluntad son los que recibirán la promesa y las bendiciones de Dios y serán aptos para entrar en el reino de los cielos.

Cómo recibir el camino de la vida eterna

Demos gracias a Dios por Su esclarecimiento y guía. Que todos nos esforcemos por orar a Dios y buscar la verdad más a menudo y que con Su guía podamos recibir el camino de la vida eterna. ¡Amén!

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Vídeo cristiano | Cómo viene el Señor exactamente | Diálogo cómico

Vídeo cristiano | Cómo viene el Señor exactamente | Diálogo cómico (Español Latino)

En los últimos días crece el entusiasmo de los cristianos que esperan el regreso del Señor Jesús; pero ¿cómo regresará el Señor exactamente? Unos dicen: “El Señor Jesús vendrá con las nubes”. Otros: “Las profecías de Su regreso también precisan: ‘He aquí, vengo como ladrón’ (Apocalipsis 16:15). ‘Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación’ (Lucas 17:25). ‘Pero a medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’ (Mateo 25:6). Si viene con las nubes a la vista de todos, ¿cómo explicamos el misterio de Su llegada en secreto, sufriendo, siendo rechazado y afirmando que otros darán testimonio de Su regreso?”. ¿Cómo aparecerá el Señor ante nosotros? El diálogo cómico Cómo viene el Señor exactamente intenta resolver nuestras dudas al respecto.

Recomendación: Vídeo cristiano de reflexión | Cómo viene el Señor exactamente

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Devocional de hoy – ¿Qué es el arrebatamiento?

Al igual que otros muchos hermanos y hermanas cristianos, anhelo con impaciencia la segunda venida del Señor Jesús. Nos ceñimos al siguiente pasaje de la Biblia: “Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre” (1 Tesalonicenses 4:17). Por esta razón, miramos estúpidamente a los cielos anhelando el día en que Jesús vuelva y nos lleve en las nubes para que podamos estar con el Señor. Sin embargo, después de que hayan pasado tantísimos años, las cuatro lunas de sangre ya han aparecido; terremotos, hambrunas, plagas, guerra y toda clase de otros desastres están volviéndose cada vez más intensos. Las profecías de la segunda venida del Señor ya se han cumplido básicamente. Sin embargo, aún no hemos visto a un solo cristiano arrebatado al cielo. No puedo evitar pensar: “¿Por qué no viene el Señor a recibirnos? El Señor es confiable. Él prometió que nos llevaría al reino celestial en los últimos días. La promesa del Señor sin duda alguna se logrará y cumplirá. No dudo en absoluto de esto. Pero ¿cómo es que hasta ahora aún no hemos sido arrebatados al cielo por el Señor? ¿Podría ser que haya algunos problemas con nuestro anhelo?”.

Justo cuando me sentía muy desconcertada, una predicadora que había llevado a cabo obra en zonas del extranjero durante muchos años volvió y recibí alguna nueva luz de ella. La hermana contestó directamente a mi pregunta: “El pasaje de la Biblia al que te referiste fue algo que Pablo dijo. No fue algo que el Señor Jesús dijo. Pablo fue simplemente un apóstol. Aunque sus palabras fueron registradas en la Biblia, sólo algunas de ellas podrían describirse como el esclarecimiento del Espíritu Santo. Aunque sus palabras estuvieran de acuerdo con la verdad, no eran las palabras de Dios y no pueden mencionarse como si lo fueran en los mismos términos que ellas. Además, algunas de las cosas que Pablo dijo no podrían describirse como esclarecimiento del Espíritu Santo. En su lugar, derivaban de sus nociones e imaginaciones y traen consigo el significado del hombre. Estas palabras no se basan en las palabras de Dios. Por tanto, cuando se trata del asunto de dar la bienvenida a la segunda venida del Señor, no debemos usar las palabras de Pablo como fundamento. En su lugar, debemos usar las palabras del Señor como fundamento y buscar Sus intenciones porque sólo las palabras del Señor son la verdad y 100% precisas”. Al oír esto, pensé: “Sí. El Señor Jesús nunca dijo realmente ‘arrebatados al cielo’. Estas palabras fueron de Pablo. Pablo fue sólo un hombre. Sus palabras realmente no pueden igualarse con las de Dios. No debemos usar las palabras de Pablo como base para dar la bienvenida a la segunda venida del Señor. Como alguien que cree en Dios, debo usar las palabras y la obra de Dios como base. ¡Esto es lo que está de acuerdo con las intenciones de Dios!”.

La hermana siguió hablando: “Jesús dijo ‘Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo’ (Juan 3:13). En las palabras del Señor Jesús, pudimos ver que aparte del Hijo del Hombre que descendió del cielo, que es el Dios encarnado, nadie más ascendió al cielo. El cielo es el trono de Dios. Sólo Dios mismo puede ascender a este lugar elevado. Como seres humanos, no podemos ascender a ese lugar elevado para ver a Dios. En su lugar, cuando Dios creó al hombre, predestinó que la humanidad viviera en la tierra. Dios usó la tierra para crear a los antepasados de la humanidad, Adán y Eva, y les ayudó a establecerse en el Jardín del Edén. Ellos escuchaban las palabras de Dios, recibían Sus bendiciones y lo gestionaban todo dentro del jardín. Después, la humanidad también lo gestionaría todo en la tierra pero no en el cielo. Cuando la humanidad fue profundamente corrompida y la tierra se llenó de corrupción y violencia, Dios decidió usar un diluvio para destruir el mundo. Dios salvó a Noé, una persona justa que lo adoraba, pero no lo arrebató al cielo para que evitara las aguas del diluvio. En su lugar, hizo que Noé construyera el arca. Cuando llegó el diluvio, Noé y su familia de ocho personas se refugiaron en el arca. Cuando salieron del arca, Noé y su familia siguieron viviendo en la tierra y se multiplicaron. Durante la Era de la Ley, los israelitas sufrieron bajo la esclavitud a manos del Faraón de Egipto. Cuando Dios sacó a los israelitas de Egipto y les ayudó a escapar de la persecución de Faraón, Él no los arrebató al cielo. En su lugar, manifestó Su autoridad en la tierra llevando a cabo toda clase de milagros para que las personas pudieran presenciar Su omnipotencia y conocer Su sabiduría y lo maravilloso que es Él. Después, Dios promulgó Sus leyes y mandamientos por medio de Moisés y guió a los israelitas en cuanto a cómo vivir en la tierra. Durante la Era de la Gracia, cuando la humanidad no podía acatar las leyes y se enfrentaba a los peligros de la ejecución, el hombre no fue al cielo para expiar sus pecados. En su lugar, Dios se encarnó en la imagen de Jesús y descendió a la tierra. Para salvar a la humanidad, fue clavado en la cruz. Esta era la única manera de que el hombre obtuviera la salvación del Señor. Claramente, nosotros, como seres humanos, pertenecemos a la tierra. Dios nos predestinó para vivir en la tierra.

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¿Cómo será la segunda venida de Jesucristo?

Nota del editor: cuando se trata de cómo regresará Jesucristo en los últimos días, la mayoría de los hermanos y hermanas cree que Jesucristo aparecerá abiertamente ante nosotros sobre una nube blanca. Pero hay hermanos y hermanas que no lo tienen tan claro porque la Biblia también profetiza que el Señor regresará en secreto, como un ladrón. Entonces, ¿cómo es que va a regresar el Señor en los últimos días? Este tema está relacionado con el hecho de si podremos darle la bienvenida al Señor, de modo que nuestra búsqueda valga la pena.

En la reunión de los colaboradores, Suxing dijo con cara de desolación: “Hermanos y hermanas, últimamente he estado reflexionando sobre un problema: desde que creemos en el Señor, hemos estado deseando que el Señor vuelva sobre una nube para arrebatarnos en los últimos días. En el año 2000 los pastores y los ancianos dijeron que el regreso del Señor era inminente. Sin embargo, casi estamos en el 2019 y varias de las profecías de la llegada del Señor se han cumplido, pero aún no hemos visto al Señor descender sobre una nube. ¿Qué está pasando?”

Wu retomó el tema donde lo había dejado Suxing: “Sí. Hoy en día existe una desolación extendida por toda la comunidad religiosa. Muchas iglesias han cerrado. Decidme, ¿podremos darle la bienvenida al Señor después de todo, simplemente observando el cielo y esperando?”

Hu Yue miró a Suxing y a Wu, cerró la Biblia y habló con tono comedido: “Hermana Su, hermano Wu, os preocupáis demasiado. La Biblia lo dice claramente: ‘Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en una nube con potestad y majestad grande’ (Lucas 21:27). ‘He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán sobre él. Así sea. Amén’ (Apocalipsis 1:7). Jesucristo descenderá públicamente sobre una nube cuando regrese, y todo el mundo le verá. ¿Cómo podéis dudar de ello?”

Li Qi se quedó pensando un momento y luego dijo: “Antes yo también creía que Jesucristo descendería públicamente de entre las nubes para volver. Sin embargo, luego, no vi que eso pasara. Y por ello, repasé todas las Escrituras que trataban el tema del regreso del Señor, y encontré estos dos versículos en la Biblia, ‘He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza’ (Apocalipsis 16:15). ‘Empero de aquel día y de la hora, nadie sabe; ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre’ (Marcos 13:32). Estos versículos me enseñaron, que “como un ladrón” significa venir en secreto. Eso me confundió: ¿Entonces las profecías que dicen que el Señor descenderá abiertamente en una nube y las que dicen que el Señor vendrá en secreto, no son contradictorias entre sí? ¿Cómo exactamente va a venir el Señor en los últimos días?”

Hu Yue argumentó: “Esos versículos significan que nadie sabe cuándo va a regresar el Señor”. Tras oír a Hu Yue y al Li Qi, Suxing y Wu parecían perplejos.

Y entonces Cheng Li dijo: “¡Gracias al Señor! En cuanto al asunto del regreso del Señor en los últimos días, yo antes tenía la misma duda que el hermano Li. Pero hace algún tiempo, cuando trabajaba en una iglesia en otra zona, conocí a una hermana colaboradora. Me explicó con mucha luz este tema, y su manera de entenderlo es distinta de la nuestra. Cuánto más la escuchaba, más tenía la impresión de que procedía de la iluminación del Espíritu Santo. Gracias a la conversación con ella, acabé obteniendo un punto de vista diferente acerca de cómo regresará el Señor”.

Los ojos de Suxing se iluminaron e ilusionada dijo: “¡Gracias al Señor! Hermana Cheng, rápido, cuéntanoslo!”

“Vale”. Cheng Li continuó hablando: “Jesucristo dijo: ‘El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán’ (Marcos 13:31). Una vez que se hablan las palabras de Dios, seguramente se realizarán y se cumplirán una por una. Ya que el Señor no sólo profetizó que iba a venir con nubes a Su regreso, sino que también predijo que vendría en secreto como un ladrón, estas palabras sin duda van a hacerse realidad. Pero entonces, ¿de qué manera va a regresar? De hecho, el regreso del Señor será en varias etapas: la primera etapa es Su regreso secreto, como el Hijo del Hombre encarnado; luego descenderá abiertamente sobre una nube y se nos aparecerá a todos. Y así, las profecías de la Biblia acerca del regreso de Jesucristo no se contradicen”.

“Has dicho que el Señor se hará carne y vendrá en secreto. ¿Tienes una base bíblica para afirmar algo así?”, preguntó Hu Yue.

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