Testimonio cristiano 2020 | Sí, es fabuloso vivir con cierta semejanza a un ser humano

Testimonio cristiano 2020 | Sí, es fabuloso vivir con cierta semejanza a un ser humano

“Sí, es fabuloso vivir con cierta semejanza a un ser humano” es el testimonio de una cristiana que experimentó el juicio y castigo de Dios. La protagonista asume el deber de directora de cine en su iglesia y, al lograr algunos resultados en su trabajo, empieza a creerse imprescindible. Su carácter es cada vez más arrogante: siempre quiere tener la última palabra en su deber y se niega a escuchar las sugerencias de sus hermanos y hermanas. También habla con condescendencia a los demás, cohíbe a sus hermanos y hermanas y altera el trabajo de la iglesia. Tras ser apartada del deber, mediante la lectura de las palabras de Dios y la introspección comprende un poco su naturaleza satánica de arrogancia y engreimiento y ya no es tan impertinente como antes. Cuando se enfrenta a los problemas, busca a propósito la verdad y escucha las opiniones ajenas, por lo que al final vive con cierta semejanza a un ser humano. Experimenta por sí misma que el juicio y castigo de Dios son Su amor y salvación verdaderos para la humanidad.

Recomendación: El juicio final

Música cristiana de alabanza | Dios Todopoderoso es quien nos salva

Música cristiana de alabanza | Dios Todopoderoso es quien nos salva

I
¿Quién expresa la verdad para salvar a la humanidad?
¿Quién dispensa el juicio sentado en el trono blanco?
Es Dios Todopoderoso que ha venido encarnado en los últimos días.
Él pronuncia las palabras para llamar a nuestras puertas.
Nos aleja del mundo, y nos salva de la corrupción de Satanás.
Al comprender la verdad, somos purificados y vivimos en la luz.
Con Dios a nuestro lado, teniendo a Dios con nosotros,
nuestras vidas son verdaderamente felices.
¿Quién es el que nos da la verdad y la vida?
¿Quién es el que trae luz al mundo?
Es el amado Dios Todopoderoso, el amado Dios Todopoderoso.
Él habla y obra entre nosotros todos los días.
Nos pastorea y nos riega cara a cara.
Somos muy afortunados de experimentar Su verdadero amor.
Seguimos a Dios con absoluta fe.
Cumplimos con nuestros deberes, damos testimonio de Dios y glorificamos a Dios.
II
¿De quién son las palabras que perforan nuestros corazones
como una espada afilada?
¿De quién es el amor por el hombre más puro, más bello?
Es Dios Todopoderoso, que se ha encarnado en los últimos días.
Sus palabras exponen la esencia y la raíz de la corrupción de la humanidad.
Experimentamos el juicio y las pruebas de las palabras de Dios.
Vemos que el carácter de Dios es santo y justo.
Nuestro carácter corrupto es purificado y parecemos humanos nuevamente.
Experimentamos el amor de Dios y no podemos evitar alabarlo.
¿Quién es el que purifica y salva a la humanidad corrupta?
¿Quién es el que trae un hermoso destino a la humanidad?
Es Dios Todopoderoso, cuya obra es sabia y todopoderosa.
Derrota a Satanás, perfecciona a Su pueblo y gana gloria.
¡Somos muy afortunados de alcanzar la salvación!
¡Es tan maravilloso ser testigos de las palabras todopoderosas de Dios!
Difundimos el evangelio del reino con fe absoluta.
¡Cumplimos bien nuestro deber, damos testimonio de Dios
y amaremos a Dios para siempre!
¡Cumplimos bien nuestro deber, damos testimonio de Dios
y amaremos a Dios para siempre!
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Ver más:  Palabra de vida

En el momento que contemples el cuerpo espiritual de Jesús, Dios ya habrá vuelto a crear el cielo y la tierra

¿Deseas ver a Jesús? ¿Deseas vivir con Él? ¿Deseas oír las palabras habladas por Él? Si es así, ¿cómo recibirás entonces el regreso de Jesús? ¿Estás totalmente preparado? ¿De qué forma recibirás el retorno de Jesús? Creo que cada hermano y hermana que sigue a Jesús querría darle una buena bienvenida. Pero habéis considerado esto: ¿conoceréis verdaderamente a Jesús cuando Él regrese? ¿Comprenderéis verdaderamente todo lo que Él dice? ¿Aceptaréis verdaderamente, de forma incondicional, toda la obra que Él hace? Todos aquellos que han leído la Biblia saben del regreso de Jesús, y todos los que han leído la Biblia esperan atentamente Su venida. Estáis todos concentrados en la llegada de ese momento, y vuestra sinceridad es loable, vuestra fe es verdaderamente envidiable; pero ¿sois conscientes de que habéis cometido un grave error? ¿De qué manera regresará Jesús? Creéis que Él volverá sobre una nube blanca, pero os pregunto: ¿A qué se refiere esta nube blanca? Con tantos seguidores de Jesús esperando Su regreso, ¿en medio de qué personas descenderá? Si sois los primeros entre los que Jesús desciende, ¿no lo considerarán otros como algo muy injusto? Sé de vuestra gran sinceridad y lealtad hacia Jesús, ¿pero lo habéis conocido alguna vez? ¿Conocéis Su carácter? ¿Habéis vivido alguna vez con Él? ¿Cuánto entendéis realmente sobre Él? Algunos dirán que estas palabras los ponen en un extraño dilema. Afirmarán: “He leído la Biblia de principio a fin muchas veces. ¿Cómo no voy a entender a Jesús? No importa el carácter de Jesús; hasta sé el color de la ropa que le gustaba vestir. ¿No me subestimas cuando me dices que no lo entiendo a Él?”. Sugiero que no discutas estos asuntos; es mejor calmarse y comunicar sobre las siguientes preguntas: primero, ¿sabes qué es la realidad y qué es la teoría? Segundo, ¿sabes qué es el concepto y qué es la verdad? Tercero, ¿sabes qué es lo imaginado y qué es lo real?

Algunas personas niegan el hecho de que no entienden a Jesús. Y, sin embargo, Yo afirmo que no lo entendéis en lo más mínimo ni comprendéis una sola palabra de Jesús. Esto se debe a que cada uno de vosotros lo sigue por los relatos de la Biblia, por lo que otros dijeron. Nunca habéis visto a Jesús, mucho menos vivido con Él, y ni siquiera habéis estado en Su compañía por un corto tiempo. Por tanto, ¿no es vuestro entendimiento de Jesús mera teoría? ¿No está desprovisto de realidad? Quizás algunas personas hayan visto el retrato de Jesús, o algunos hayan visitado personalmente Su hogar. Quizás algunos hayan tocado las vestiduras de Jesús. No obstante, tu entendimiento de Él sigue siendo teórico y no práctico, aunque hayas probado personalmente los alimentos que Jesús comía. Cualquiera que sea el caso, nunca has visto a Jesús ni has estado en Su compañía en Su forma carnal; por tanto, tu entendimiento de Él siempre será teoría vacía y desprovista de realidad. Quizás Mis palabras tengan poco interés para ti, pero te pregunto: Aunque puedas haber leído muchas obras de tu autor favorito, ¿puedes entenderlo totalmente sin haber pasado alguna vez tiempo con él? ¿Sabes cómo es su personalidad? ¿Sabes qué tipo de vida lleva? ¿Sabes algo de su estado emocional? Ni siquiera puedes entender por completo a un hombre al que admiras, así que ¿cómo podrías entender a Jesucristo? Todo lo que entiendes de Él está lleno de imaginación y conceptos, y no tiene verdad ni realidad. Apesta, y está lleno de carne. ¿Cómo podría un entendimiento así hacerte apto para acoger el regreso de Jesús? Él no recibirá a los que están llenos de fantasías y de conceptos de la carne. ¿Cómo van a ser quienes no entienden a Jesús aptos para ser Sus creyentes?

¿Deseáis conocer la raíz de la oposición de los fariseos a Jesús? ¿Deseáis conocer la esencia de los fariseos? Estaban llenos de fantasías sobre el Mesías. Aún más, sólo creían que Él vendría, pero no buscaban la verdad de la vida. Por tanto, incluso hoy siguen esperándole, porque no tienen conocimiento del camino de la vida ni saben cuál es la senda de la verdad. Decidme, ¿cómo podrían obtener la bendición de Dios tales personas insensatas, tozudas e ignorantes? ¿Cómo podrían contemplar al Mesías? Se opusieron a Jesús porque no conocían la dirección de la obra del Espíritu Santo ni el camino de la verdad mencionado por Jesús y, además, porque no entendían al Mesías. Y como nunca le habían visto ni habían estado en Su compañía, cometieron el error de pagar un tributo vacío al nombre del Mesías mientras se oponían a Su esencia por todos los medios. Estos fariseos eran tozudos y arrogantes en esencia, y no obedecían la verdad. El principio de su creencia en Dios es: por muy profunda que sea Tu predicación, por muy alta que sea Tu autoridad, no eres Cristo a no ser que te llames el Mesías. ¿No son estas opiniones absurdas y ridículas? Os pregunto de nuevo: ¿No es extremadamente fácil para vosotros cometer los errores de los antiguos fariseos, dado que no tenéis el más mínimo entendimiento de Jesús? ¿Eres capaz de discernir el camino de la verdad? ¿Puedes garantizar realmente que no te opondrás a Cristo? ¿Eres capaz de seguir la obra del Espíritu Santo? Si no sabes si te opondrás o no a Cristo, entonces Yo digo que ya estás viviendo al filo de la muerte. Los que no conocían al Mesías fueron todos capaces de oponerse a Jesús, de rechazarlo, de difamarlo. Las personas que no entienden a Jesús son capaces de negarlo y vilipendiarlo. Además, son capaces de ver el regreso de Jesús como el engaño de Satanás, y más personas condenarán el retorno de Jesús a la carne. ¿No os asusta todo esto? Lo que afrontáis será blasfemia contra el Espíritu Santo, la ruina de Sus palabras a las iglesias y el rechazo de todo lo expresado por Jesús. ¿Qué podéis obtener de Él si estáis tan confundidos? ¿Cómo podéis entender la obra de Jesús cuando Él vuelva a la carne sobre una nube blanca, si os negáis obstinadamente a ser conscientes de vuestros errores? Os digo esto: las personas que no aceptan la verdad, pero que esperan ciegamente la llegada de Jesús sobre nubes blancas, blasfemarán sin duda contra el Espíritu Santo y pertenecen a la categoría que será destruida. Deseáis simplemente la gracia de Jesús, y sólo queréis disfrutar el gozoso reino del cielo, pero nunca habéis obedecido Sus palabras ni habéis recibido la verdad expresada por Él cuando vuelva a la carne. ¿Qué ofreceréis a cambio de la realidad del regreso de Jesús sobre una nube blanca? ¿La sinceridad con la que cometéis repetidamente pecados, y después los confesáis una y otra vez? ¿Qué ofreceréis en sacrificio a Jesús, quien vuelve sobre una nube blanca? ¿Los años de trabajo con los que os exaltáis a vosotros mismos? ¿Qué ofreceréis para hacer que el Jesús retornado confíe en vosotros? ¿Vuestra naturaleza arrogante, que no obedece ninguna verdad?

Vuestra lealtad es sólo de palabra, vuestro conocimiento es simplemente intelectual y conceptual, vuestras labores son para obtener las bendiciones del cielo y, por tanto, ¿cómo debe ser vuestra fe? Incluso hoy, seguís haciendo oídos sordos a todas y cada una de las palabras de la verdad. No sabéis qué es Dios, qué es Cristo, cómo venerar a Jehová, cómo entrar en la obra del Espíritu Santo ni cómo distinguir entre la obra de Dios mismo y los engaños del hombre. Sólo sabes condenar cualquier palabra de la verdad expresada por Dios que no se conforma a tu pensamiento. ¿Dónde está tu humildad? ¿Y tu obediencia? ¿Y tu lealtad? ¿Y tu actitud de buscar la verdad? ¿Y tu reverencia a Dios? Os digo, aquellos que creen en Dios por las señales son sin duda la categoría que sufrirá la destrucción. Los que son incapaces de aceptar las palabras de Jesús, que ha vuelto a la carne, son sin duda la progenie del infierno, los descendientes del arcángel, la categoría que será sometida a la destrucción eterna. Muchas personas pueden no preocuparse por lo que digo, pero aun así quiero decirle a cada uno de estos llamados santos que siguen a Jesús que, cuando lo veáis descendiendo del cielo sobre una nube blanca con vuestros propios ojos, esta será la aparición pública del Sol de justicia. Quizás será un momento de gran entusiasmo para ti, pero deberías saber que el momento en el que veas a Jesús descender del cielo será también el momento en el que irás al infierno a ser castigado. Ese momento anunciará el final del plan de gestión de Dios, y será cuando Él recompense a los buenos y castigue a los malos. Porque Su juicio habrá terminado antes de que el hombre vea señales, cuando sólo exista la expresión de la verdad. Aquellos que acepten la verdad y no busquen señales, y por tanto hayan sido purificados, habrán regresado ante el trono de Dios y entrado en el abrazo del Creador. Sólo aquellos que persisten en la creencia de que “El Jesús que no cabalgue sobre una nube blanca es un falso Cristo” se verán sometidos al castigo eterno, porque sólo creen en el Jesús que exhibe señales, pero no reconocen al Jesús que proclama un juicio severo y manifiesta el camino verdadero de la vida. Y por tanto, sólo puede ser que Jesús trate con ellos cuando Él vuelva abiertamente sobre una nube blanca. Son demasiado tozudos, confían demasiado en sí mismos, son demasiado arrogantes. ¿Cómo puede recompensar Jesús a semejantes degenerados? El regreso de Jesús es una gran salvación para aquellos que son capaces de aceptar la verdad, pero para los que son incapaces de hacerlo es una señal de condenación. Debéis elegir vuestro propio camino y no blasfemar contra el Espíritu Santo ni rechazar la verdad. No debéis ser personas ignorantes y arrogantes, sino alguien que obedece la dirección del Espíritu Santo, que anhela y busca la verdad; sólo así os beneficiaréis. Os aconsejo que andéis con cuidado por el camino de la creencia en Dios. No saquéis conclusiones apresuradas; más aún, no seáis despreocupados y descuidados en vuestra creencia en Dios. Deberíais saber que, como mínimo, los que creen en Dios deben ser humildes y reverenciales. Los que han oído la verdad pero la miran con desdén son insensatos e ignorantes. Los que han oído la verdad, pero sacan conclusiones precipitadas o la condenan a la ligera, están asediados por la arrogancia. Nadie que crea en Jesús es apto para maldecir o condenar a otros. Deberíais ser todos racionales y aceptar la verdad. Quizás, habiendo oído el camino de la verdad y leído la palabra de vida, creas que sólo una de cada 10.000 de estas palabras está en sintonía con tus convicciones y con la Biblia, y entonces deberías seguir buscando en esa diezmilésima parte de esas palabras. Sigo aconsejándote que seas humilde, no te confíes demasiado y no te exaltes mucho. Con esta exigua reverencia por Dios en tu corazón, obtendrás mayor luz. Si examinas detenidamente y contemplas repetidamente estas palabras, entenderás si son o no la verdad, y si son o no la vida. Quizás, habiendo leído sólo unas pocas frases, algunas personas condenarán ciegamente estas palabras, diciendo: “Esto no es nada más que algún esclarecimiento del Espíritu Santo”, o “Este es un falso Cristo que ha venido a engañar a la gente”. ¡Los que dicen tales cosas están cegados por la ignorancia! ¡Entiendes demasiado poco de la obra y de la sabiduría de Dios, y te aconsejo que empieces de nuevo desde cero! No debéis condenar ciegamente las palabras expresadas por Dios debido a la aparición de falsos Cristos durante los últimos días ni ser personas que blasfeman contra el Espíritu Santo, porque teméis al engaño. ¿No sería esto una gran lástima? Si, después de mucho examen, sigues creyendo que estas palabras no son la verdad, no son el camino ni la expresión de Dios, entonces serás castigado en última instancia y te quedarás sin bendiciones. Si no puedes aceptar esa verdad hablada de forma tan llana y clara, ¿no eres indigno entonces de la salvación de Dios? ¿No eres alguien sin la fortuna suficiente como para regresar ante el trono de Dios? ¡Piensa en ello! No seas imprudente e impetuoso, y no trates la creencia en Dios como un juego. Piensa en el bien de tu destino, en el bien de tus perspectivas, en el bien de tu vida, y no juegues contigo mismo. ¿Puedes aceptar estas palabras?

Fuente: La Palabra manifestada en carne

El gran desastre se está acercando, ¿cuándo podemos ser arrebatados?

En la actualidad, las catástrofes son cada vez más graves en todo el mundo. Las noticias están llenas de historias de epidemias, terremotos, inundaciones y sequías. ¿Alguna vez has pensado para tus adentros por qué aún no hemos recibido al Señor si ya se han cumplido las profecías de Su regreso? Si esto sigue así, cuando llegue la gran tribulación, ¿no nos sumiremos también nosotros en el desastre? ¿Cuándo nos llevará el Señor al reino celestial?

arrebatados

Cuando seamos arrebatados, ¿de verdad seremos ascendidos al cielo?

Muchos creyentes en el Señor han leído estas palabras en la Biblia: “Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre” (1 Tesalonicenses 4:17). Anhelan ser ascendidos al cielo para reunirse con el Señor cuando venga. Sin embargo, en realidad estas palabras no fueron pronunciadas por el Señor Jesús ni son una profecía del Libro del Apocalipsis. No son sino las palabras del apóstol Pablo. ¿Es correcto fiarse de las palabras de Pablo a la hora de recibir la venida del Señor? ¿Es posible que las palabras de Pablo representen las del Señor? La manera en que el Señor viene en los últimos días y lleva a los que creen en Él al reino es obra del propio Dios. Pablo fue meramente un apóstol que difundió el mensaje del Señor; ¿cómo podía saber esas cosas? Recibir la venida del Señor es un asunto de enorme importancia en el que lo correcto es que nos fiemos de las palabras del Señor Jesús. El Señor Jesús dijo: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo” (Mateo 6:9-10). El Libro del Apocalipsis también contiene estas profecías: “Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios […]. Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos” (Apocalipsis 21:2-3). “El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo; y Él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11:15). En estas profecías, las palabras “que descendía del cielo”, “el tabernáculo de Dios está entre los hombres” y “El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo”, demuestran que Dios instaurará Su reino en la tierra y que el destino que le ha dispuesto al hombre también está en la tierra. ¿Acaso nuestro deseo permanente de que nos ascienda al cielo no proviene de nuestras nociones y fantasías? ¿Y eso no es desviarse de la senda de Dios?

La realidad es que Dios jamás ha hablado de ascender a la gente al cielo, algo que podemos reconocer a partir de los hechos de la obra de Dios. En el principio, Dios hizo al hombre del polvo y lo puso en el jardín del Edén, donde vivía y adoraba correctamente a Dios. En época de Noé, Dios tampoco ascendió a Noé y a su familia al cielo para que escaparan de las inundaciones, sino que ordenó a Noé que tomara la medida práctica de construir un arca en la tierra. A finales de la Era de la Ley, la gente corría el riesgo de ser ejecutada por infringir las leyes de Dios. Dios no la ascendió al cielo en ofrenda por sus pecados, sino que personalmente se hizo carne y vino a la tierra, donde, de hecho, fue crucificado por la humanidad, con lo que la libró del pecado. De esto podemos deducir que Dios ha obrado continuamente en la tierra en pro de la salvación del hombre, guiando a la humanidad para que viva y lo adore a Él. ¡Es evidente que nuestro constante anhelo de que nos lleve al cielo no concuerda con Su voluntad!

¿Qué es el arrebatamiento antes de la gran tribulación?

Puede que algunos no tengáis claro a qué se refiere realmente la expresión “ser arrebatado”. Para entenderlo, veamos en primer lugar lo que dicen las palabras de Dios. Dijo Dios: “‘Ser arrebatado’ no es ser tomado de un lugar bajo para ser colocado en un lugar alto, como las personas imaginan. Esto es un tremendo error. Ser arrebatado se refiere a Mi predeterminación y Mi selección. Va dirigido a todos los que Yo he predestinado y escogido. Todos los que han ganado el estatus de hijo primogénito, el estatus de los hijos o del pueblo, todos son aquellos que han sido arrebatados. Esto es sumamente incompatible con las nociones de las personas. Aquellas que tengan participación en Mi casa en el futuro son personas que han sido arrebatadas delante de Mí. Esto es absolutamente cierto, nunca cambia y nadie lo puede refutar. Este es el contraataque contra Satanás. Todo aquel a quien Yo predestiné será arrebatado delante de Mí” (‘Capítulo 104’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne”). Estas palabras nos indican que ser arrebatado no es ser ascendido al cielo para reunirse con el Señor como imaginábamos, sino ser capaz de aceptar y obedecer la nueva obra de Dios tras oír Su voz, seguir de cerca las huellas del Cordero y presentarse ante Dios cuando venga a la tierra a obrar. Este es el único arrebatamiento verdadero. Es igual que cuando el Señor Jesús vino a realizar la obra de la redención: Pedro, la samaritana, Santiago y otros reconocieron la voz del Señor al oír Sus palabras y comprobaron que era el Mesías que había de llegar. Por consiguiente, recibieron la salvación del Señor y todos fueron ascendidos ante Él en la Era de Gracia. Todos aquellos que en los últimos días reciben el regreso del Señor y aceptan la obra actual de Dios son los que siguen las huellas del Cordero ¡y los encumbrados ante el Señor!

Cómo ser arrebatados antes de la gran tribulación

Entonces, ¿qué debemos hacer para recibir al Señor y ser arrebatados antes del desastre? Hace mucho que la Biblia lo profetizó, cuando el Señor Jesús dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). Los capítulos 2 y 3 del Libro del Apocalipsis profetizan en múltiples ocasiones: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. Además, en el capítulo 3, versículo 20: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”. Las palabras de Dios dicen: “Ya que estamos buscando las huellas de Dios, debemos buscar la voluntad de Dios, las palabras de Dios, las declaraciones de Dios, porque donde están las nuevas palabras de Dios, ahí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí está la aparición de Dios, y donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida” (‘La aparición de Dios ha traído una nueva época’ en “La Palabra manifestada en carne”). Las palabras de Dios nos indican que, para recibir al Señor, es clave buscar la obra y las palabras de Dios. No hay nada más importante que buscar dónde están las palabras del Espíritu Santo a las iglesias y dónde están la aparición y obra de Dios hoy en día. Si no nos encargamos de buscar las huellas de Dios, si no damos importancia a oír Su voz, sino que contemplamos pasivamente las nubes del cielo esperando ociosamente que el Señor venga a ascendernos, ¿no son estos pensamientos quiméricos? Y entonces, ¿no seríamos por siempre incapaces de recibir al Señor y acabaríamos por desperdiciar la oportunidad de ser arrebatados por Él?

Así pues, ¿dónde están las huellas del Señor? ¿Y dónde declara Dios Sus palabras? Hoy en día, únicamente la Iglesia de Dios Todopoderoso da público testimonio a la humanidad de que ya ha regresado el Señor: es decir, Dios encarnado de los últimos días, Dios Todopoderoso. Dios Todopoderoso ha expresado millones de palabras y revelado una serie de verdades y misterios, así como el plan de gestión de 6000 años de Dios, el misterio de la encarnación y los misterios de la Biblia. Del mismo modo, ha expresado palabras que juzgan y dejan al descubierto a la humanidad y ha revelado los hechos verídicos de nuestra corrupción a manos de Satanás y nuestras diversas actitudes satánicas. Al aceptar las palabras de juicio y castigo de Dios, llegamos a conocer nuestra corrupción y comprobamos que todo cuanto manifestamos son actitudes satánicas de arrogancia, egoísmo, bajeza, traición y astucia, y que estamos desprovistos de conciencia y razón. Las palabras de Dios nos han convencido totalmente, nos postramos ante Él abrumados por el arrepentimiento y conocemos un poco Su carácter justo y santo; nace en nosotros un corazón que venera y obedece a Dios y constatamos desde el fondo de nuestro corazón que todo lo expresado por Dios Todopoderoso es la verdad y puede purificar y transformar a la gente.

En la actualidad, las palabras de Dios Todopoderoso se están expandiendo entre la humanidad. Muchas personas de diversas denominaciones cristianas, auténticos creyentes que aman sinceramente la verdad, han oído la voz de Dios, han despertado con Sus palabras y han regresado ante Su trono. Disfrutan del riego y sustento de Sus palabras, sienten la autoridad y el poder que tienen y han comprobado que Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús. ¡Ellos son los arrebatados antes de la gran tribulación! Leamos un pasaje de las palabras de Dios Todopoderoso: “Mi voz se extenderá por toda la tierra; quiero, frente a Mi pueblo elegido, decirles más palabras. Como los poderosos truenos que sacuden las montañas y los ríos, digo Mis palabras a todo el universo y a la humanidad. Por tanto, las palabras en Mi boca se han convertido en el tesoro del hombre y todos los hombres aprecian Mis palabras. El relámpago destella desde el oriente hasta el occidente. Mis palabras son tales que el hombre se resiste a renunciar a ellas y, al mismo tiempo, las encuentra insondables, pero se regocija aún más en ellas. Al igual que un recién nacido, todos los hombres se alegran y regocijan, celebrando Mi llegada. Por medio de Mi voz, traeré a todos los hombres delante de Mí. A partir de entonces, entraré formalmente a la raza de los hombres para que ellos vengan a adorarme. Con la gloria que irradio y las palabras en Mi boca, haré que todos los hombres se presenten ante Mí y vean que el relámpago destella desde el oriente, y que Yo también he descendido al ‘Monte de los Olivos’ del oriente. Verán que llevo ya mucho tiempo en la tierra, ya no como el Hijo de los judíos, sino como el Relámpago del oriente. Porque he resucitado hace mucho tiempo, me he alejado del seno de la humanidad y reaparecido luego con gloria entre los hombres. Soy Aquel que fue adorado en eras innumerables antes de ahora y también soy el infante abandonado por los israelitas en eras innumerables antes de ahora. ¡Además, soy el todo glorioso Dios Todopoderoso de la era actual! Que todos se presenten ante Mi trono y vean Mi semblante glorioso, oigan Mi voz y contemplen Mis obras. Esta es la totalidad de Mi voluntad; es el fin y el clímax de Mi plan, así como el propósito de Mi gestión. ¡Que cada nación me adore, que cada lengua me reconozca, que todos los hombres depositen su fe en Mí y que todas las personas se sometan a Mí!” (‘Los siete truenos retumban: profetizan que el evangelio del reino se extenderá por todo el universo’ en “La Palabra manifestada en carne”).

¿Qué sientes tras leer este pasaje de las palabras de Dios? ¿No está emocionado tu corazón? ¿Las percibes como palabras del Creador a toda la humanidad? ¿Crees que actualmente Dios nos está dando testimonio de que ya ha regresado? Sea cual sea tu parecer, tenemos una tarea urgente por delante: debemos ser las vírgenes prudentes, escuchar las palabras de Dios Todopoderoso y buscar Su obra de los últimos días con mentalidad abierta. ¡No hay otra senda para ser arrebatados antes de la gran tribulación!

Scripture quotations taken from LBLA Copyright by The Lockman Foundation

Música cristiana de adoración 2020 | Dios es quien más ama al hombre (MV)

 

Música cristiana de adoración 2020 | Dios es quien más ama al hombre (MV)

I

Dios se encarna en los últimos días para al hombre salvar,

porque al hombre ama Él.

Movido por Su amor, Él realiza la obra de hoy.

Este se basa en el amor.

Dios se hace carne y sufre deshonra para salvar a los corruptos y rotos.

Soporta tal dolor.

Y así, una y otra vez, muestra Su infinito amor.

No quiere Dios ningún alma perder.

El hombre no piensa cómo su futuro será.

No sabe cómo su vida valorar.

Pero Dios sí. Sólo Dios ama al hombre. Oh… oh…

II

Las palabras de Dios sanan, al hombre animan;

juzgan y maldicen, revelan y prometen.

No importa lo que Sus palabras digan, vienen de Su amor.

Esta es de Su obra la esencia.

¿Por qué tantos le siguen de cerca?

¿Por qué están tan llenos de energía?

Todos han visto el amor y la salvación de Dios.

Su hora es perfecta. Él no se retrasa jamás.

No quiere Dios ningún alma perder.

El hombre no piensa cómo su futuro será.

No sabe cómo su vida valorar.

Pero Dios sí. Oh… Sólo Dios ama al hombre.

III

El hombre cree que él se quiere más.

Pero, ¿qué clase de amor es este?

Sentirás que el amor de Dios es el más real.

Si Dios no se hubiera encarnado,

guiado y vivido con el hombre sin cesar,

le habría sido difícil conocer el amor de Dios.

No quiere Dios ningún alma perder.

El hombre no piensa cómo su futuro será.

No sabe cómo su vida valorar.

Pero Dios sí. Oh… Sólo Dios ama al hombre.

Sí, sólo Dios ama al hombre. Oh sí, lo hace.

¡Lo ama tanto! ¡Lo ama tanto!

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Música cristiana 2020 | Dios desciende con juicio

Música cristiana 2020 | Dios desciende con juicio

Hoy, Dios no sólo está descendiendo sobre la nación del gran dragón rojo,

sino que también está volviendo Su rostro hacia todo el universo,

de forma que todo el empíreo tiembla.

¿Existe un solo lugar que no se someta a Su juicio?

¿Hay un solo lugar que no exista bajo los azotes que Él lanza?

Dondequiera que va, ha esparcido semillas de todo tipo de desastre.

Esta es una de las formas en que obra y es,

sin duda, un acto de salvación para el hombre;

lo que le extiende sigue siendo un tipo de amor.

Dios desea hacer que incluso más personas lleguen a conocerle, puedan verle y,

de esta forma, lleguen a venerarlo a Él, a quien no han visto durante tantos años,

pero que hoy es práctico.

Dios desea hacer que incluso más personas lleguen a conocerle, puedan verle y,

de esta forma, lleguen a venerarlo a Él, a quien no han visto durante tantos años,

pero que hoy es práctico,

pero que hoy es práctico, es práctico.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Recomendación: Canción cristiana | Dios es el apoyo eterno del hombre

Canción cristiana 2018 | Dios espera que la humanidad pueda continuar viviendo

Canción cristiana 2018 | Dios espera que la humanidad pueda continuar viviendo

I

Cuando la humanidad se llenó de inmundicia,

desobedeciendo al extremo,

Dios tuvo que destruirlos debido a Sus principios y esencia.

Dios despreció al hombre, porque se opuso a Él.

Pero cuando los destruyó,

Su corazón no cambió, Su misericordia aún permaneció.

II

Dios se compadeció de la humanidad,

queriendo redimir de varias formas.

Pero rechazando la salvación de Dios,

el hombre siguió desobedeciendo.

Sin importar cuánto Dios llamó y advirtió,

cuánto proveyó y ayudó,

el hombre no entendió, el hombre no lo valoró.

III

Dios le dio Su gran tolerancia,

esperando con dolor que el hombre volviera.

Alcanzando Su límite, hizo lo que tenía que hacer.

Desde el momento en que Dios planeó destruir

hasta el momento en que comenzó Su plan,

era un período para que el hombre volviera.

Fue la última oportunidad que Dios le dio al hombre.

Fue la última oportunidad,

fue la última oportunidad que Dios le dio al hombre.

De “La Palabra manifestada en carne

En medio del desastre vi la mano de Dios

Ying Xin, Pekín

15 de agosto de 2012

El 22 de julio de 2012, al día siguiente de la inundación de Pekín ocurrida el 21 de julio, me apresuré a visitar a una hermana que había aceptado la obra de Dios de los últimos días hacía dos meses. ¡En cuanto entré en su aldea la escena que vi ante mí me dejó estupefacta! Vi que las carreteras se habían derrumbado dejando al descubierto sus cimientos bajo el asfalto. Por todas partes había fragmentos de piedra caídos de la montaña, el más grande pesaría unas cuantas toneladas. El lodo se había amontonado hasta treinta centímetros de profundidad y el agua de lluvia que se deslizaba por las laderas de la montaña ya había formado un pequeño río… El pueblo entero estaba en un completo desorden, totalmente irreconocible.

Pasé por el pueblo y, a medio camino subiendo por la montaña, vi a la hermana Li (la nueva hermana). Ella me describió cómo se había desarrollado el desastre.

La noche del 21 el esposo de esta hermana estaba cocinando en un pequeño cobertizo contiguo a su casa de piedra. Ambos hablaban y reían juntos, sin jamás imaginar en lo terrible que esta tormenta se podría convertir. Cuando la hermana se dio cuenta de que el agua entraba a borbotones dentro de las botas de goma hasta la rodilla que llevaba puestas, de repente tuvo un mal presentimiento. Ella gritó: “¡Estamos en problemas! ¡Rápido, corramos hacia la cima de la montaña!”. Tan pronto como ella había dicho esto, vieron una corriente de agua descendiendo por la colina, inundando el suelo hasta un metro de profundidad. En ese instante la hermana se aterrorizó; en su urgencia, agarró a su esposo y ambos comenzaron a subir la pendiente con la ayuda de algunos algarrobos colocados detrás de la casa. Sólo un minuto después de haber alcanzado la cima, el torrente que corría por la montaña desencadenó un derrumbamiento de rocas, peñascos y escombros. El scooter eléctrico, las bicicletas y el pequeño cobertizo en el patio, e incluso una esquina de la casa de piedra, fueron abruptamente arrasados por la feroz corriente.

Después, la hermana dijo: “Mientras observaba todas esas cosas siendo arrastradas, no sentí miedo; por el contrario, en mi corazón me sentía especialmente tranquila y en paz. A pesar de que nuestras cosas se habían ido, yo todavía tenía a Dios. Debido a que la fuerza de la corriente era tan enorme cualquiera que hubiera caído en ella sin duda habría muerto, pero nosotros estábamos bien. Esto es porque Dios Todopoderoso nos salvó”. Cuando la hermana regresó a casa para ordenarla se tropezó por casualidad con su copia de Selecciones de los registros de las tres etapas de la obra de Dios, que estaba sobre la cama, completamente intacta y sin daños. El agua no había sumergido la cama ni había mojado el libro, a pesar de que todas las demás cosas en la habitación, incluyendo el escritorio y las sillas, estaban flotando. La hermana dijo emocionada: “Dios me dejó este libro deliberadamente. ¡De ahora en adelante debo hacer lo mejor posible por seguirlo!”. Ella también dijo que, usualmente, después de regresar del trabajo y cambiarse, ella dejaba tirada su ropa por todas partes, pero que ese día ella las había colgado en su lugar. Sólo más tarde, al revisar sus cosas, fue que descubrió que tenía dos mil yuanes en un bolsillo de su ropa. Todo esto fue gracias a la protección de Dios. Cuando la hermana y yo caminamos por la parte posterior de su cobertizo de siembra de champiñones un escenario aún más asombroso nos impactó: el camino que conducía desde el cobertizo a la zona de la villa estaba cubierto por treinta o cuarenta centímetros de altura de rocas y peñascos; estos habían bloqueado el acceso del torrente que se precipitaba por la montaña hacia su cobertizo de sembradío de champiñones y su casa de piedra y, en vez de ello, causó que la corriente se desviara y alejara. Parecía como si al diluvio y a las piedras les hubieran salido ojos. ¡Las acciones de Dios son realmente milagrosas!

En realidad el propósito de Dios en los desastres no es destruir completamente a la humanidad sino más bien usar la calamidad para sacudir nuestras almas, despertarnos y permitirnos a todos ver claramente la vida en medio de la catástrofe y, como consecuencia, zafarnos de la red de Satanás y regresar a Dios para recibir Su salvación y protección. Al mismo tiempo, Dios quiere usar los desastres para hacernos conocerlo genuinamente a Él, ver Sus acciones y ser ganados por Dios. Este es el amor y la misericordia de Dios para nosotros los humanos. Las letras del himno de la declaración de Dios, “Dios desciende con juicio”, se cantan así: “Hoy, Dios no sólo está descendiendo sobre la nación del gran dragón rojo, también está volviendo Su rostro hacia todo el universo, de forma que todo el empíreo tiembla. ¿Existe un solo lugar que no se someta al juicio de Dios? ¿Hay un solo lugar que no exista bajo los azotes que Dios lanza? Dondequiera que Dios va ha esparcido ‘semillas de desastre’ de todo tipo. Esta es una de las formas en que Dios trabaja, y es sin duda un acto de salvación para el hombre; lo que Dios le extiende sigue siendo un tipo de amor […]. Dios desea hacer que incluso más personas lleguen a conocerlo, puedan verlo, y de esta forma lleguen a venerar al Dios a quien no han visto durante tantos años, pero que hoy es práctico”.

Hermanos y hermanas, en este tiempo de desastres frecuentes, ¿cómo debemos elegir nuestra senda? ¿Cómo debemos cumplir fielmente con nuestro deber final mientras permanecemos atentos a la voluntad de Dios? Cuanto más grande sea la catástrofe, más ansioso se vuelve Dios. ¡Seamos todos capaces de entender Sus serios pensamientos e impacientes intenciones, para que podamos tomar activamente la iniciativa de actuar en concordancia con Dios, aceptar el llamado de Dios y Su encargo, llevar aún más almas ante Él y que en el momento final y crucial ofrezcamos nuestro ser entero a Él, difundiendo el evangelio del reino!

La única manera de evitar el desastre

Por Chaotuo, provincia de Hubei

Desde el terremoto del 12 de mayo en Sichuan, siempre he tenido miedo y me ha preocupado que algún día pudiera golpearme el desastre. En particular desde que veo que los desastres van en aumento y los terremotos son cada vez más frecuentes, mi miedo a una muerte inminente se ha vuelto aún más pronunciado. Como resultado, paso días enteros sopesando las precauciones que debería tomar para protegerme si se produjera un terremoto.

Un día, durante el almuerzo, la hermana de mi familia anfitriona encendió la televisión como de costumbre, y el conductor del noticiero hablaba precisamente de medidas de seguridad frente a terremotos. En caso de terremoto, debes salir corriendo a un espacio abierto para evitar resultar herido por un edificio que se derrumbe. Si no puedes evacuar a tiempo, debes esconderte bajo una cama, una mesa o en un rincón… Después de escuchar aquello, me sentí como si hubiera encontrado una solución salvavidas y pronto memoricé aquellas medidas de precaución para poder salvar mi vida si se producía un terremoto. Después de comer volví a mi habitación y examiné cuidadosamente el interior y el exterior de la casa. Me sentí muy decepcionada por lo que vi: había un montón de trastos bajo la cama y no quedaba espacio para esconderse. Al mirar fuera de la casa, todos los edificios a cien metros de donde estaba eran de cinco o seis plantas y estaban muy juntos. Aunque consiguiera salir de mi edificio probablemente muriera aplastada. Parecía que cumplir con mis deberes allí resultaba demasiado peligroso. Tendría que esperar a que la líder del distrito fuera allí y me trasladase a una familia anfitriona en el campo. Así, si llegara a producirse un terremoto, sería más fácil salir corriendo a un espacio abierto. Pero de pronto se me ocurrió que mi trabajo corrigiendo artículos conllevaba principalmente permanecer en el interior. Incluso viviendo en el campo, mi vida seguiría en peligro. Para eso podía decirle a la líder del distrito que me trasladase a un equipo de evangelización. Así al menos podría pasar todo el día fuera y sería más seguro que quedarme en casa. Lo único que ocurría era que no sabía cuándo vendría la líder del distrito. Por el momento, todavía necesitaba preparar un refugio. Y así vivía atemorizada cada día y era incapaz de concentrarme en corregir mis artículos.

Entonces, un día, leí el siguiente pasaje en “Deberías preparar suficientes buenas obras para tu destino”: “Cuando llegue el desastre, el hambre y la peste caerán sobre todos aquellos que se oponen a Mí y llorarán. Quienes hayan cometido toda clase de maldades pero que me hayan seguido durante muchos años no escaparán a la acusación; ellos también vivirán en un constante estado de pánico y miedo en medio de la catástrofe que apenas se ha visto a lo largo de las épocas. Y todos Mis seguidores que han sido leales a Mí y a ningún otro, se regocijarán y aplaudirán Mi grandeza. Ellos experimentarán una alegría inefable y vivirán en un júbilo que Yo nunca antes he otorgado a la humanidad”. “En cualquier caso, espero que preparéis suficientes buenas obras para vuestro propio destino. Entonces Yo me sentiré satisfecho; de lo contrario, ninguno de vosotros escaparéis del desastre. El desastre se origina en Mí y, por supuesto, Yo lo orquesto. Si no podéis parecer buenos a Mis ojos, entonces no escaparéis de sufrir el desastre” (“La Palabra manifestada en carne”). Las palabras de Dios me hicieron despertar. Resulta que Dios provoca los desastres, que emanan de Él. Dios quiere utilizar los desastres para destruir esta raza humana malvada y corrupta. Esto es lo que Dios desea hacer en los últimos días. Los gentiles no lo saben y creen que son desastres naturales. Por eso utilizan métodos humanos y esfuerzos humanos para salvarse cuando se enfrentan al desastre. Creen que pueden evitar la devastación que provocan los diversos desastres haciendo esto. Y yo, que era ignorante, creía en Dios pero no conocía Su obra en absoluto. Pensaba que todo lo que tenía que hacer era seguir las medidas de precaución de los gentiles y que escaparía del sufrimiento que acarrean los desastres y sobreviviría. En verdad, ¡era absurdo que sostuviera el mismo punto de vista que los gentiles! ¿No debería haber sabido que si las personas no cumplen con sus obligaciones fielmente y no realizan buenas obras, no serán consideradas buenas a los ojos de Dios? Independientemente de lo fuertes que puedan ser los humanos y de lo avanzadas que puedan ser sus medidas de precaución o de lo perfectos que sean sus planes de rescate, al final no hay escapatoria a los desastres que Dios arroja sobre el hombre. Basándose en mis variadas respuestas a la amenaza del desastre, resultaba evidente que no tenía fe real en Dios. No comprendía realmente Su obra en los últimos días ni Su omnipotencia y soberanía. No tenía ni idea de a quién tiene intención de destruir Dios en los desastres ni de a quién desea salvar. Tampoco me percataba de que en los desastres, sólo quienes son fieles a Dios y han preparado suficientes buenas obras son aquellos que se salvan en la calamidad. Por tanto, cuando la amenaza del desastre se cernía sobre mí, en lugar de reflexionar sobre si había preparado buenas obras y de si era fiel a Dios, buscaba la verdad y había recibido Su salvación, pasaba todo mi tiempo sopesando maneras de salvarme. ¡Sin la verdad, nos volvemos así de patéticos!

Durante el tiempo de Noé, cuando Dios destruyó la tierra con el diluvio, porque Noé era temeroso de Dios y se mantenía alejado del mal, construyó el arca de acuerdo con la voluntad de Dios, se lo gastó todo a petición suya y demostró su lealtad absoluta. Dios lo consideró bueno. Por lo tanto, cuando llegó el desastre, los ocho miembros de su familia fueron salvados. En ese momento recordé aquello de lo que habla “Comunicar y predicar acera de la entrada a la vida”: “Si no preparas buenas acciones, cuando acaezca el desastre, tu corazón vivirá en el pánico todo el día. Sin buenas acciones, el corazón del hombre no siente consuelo y este no tiene autoconfianza ni paz de espíritu. Porque no ha preparado buenas obras, no hay verdadera paz ni gozo en su corazón. Los malhechores tienen remordimientos de conciencia y son malvados de corazón. Cuantas más maldades llevan a cabo, más culpables se sienten y más temerosos se vuelven. Si quieres reconfortar tu corazón y darle paz cuando llegue el gran desastre, tienes que hacer más el bien y preparar más buenas acciones ahora. Sólo entonces sentirás paz y consuelo en tu corazón cuando acaezca el desastre” (‘El significado importante detrás de preparar buenas obras’ en “Sermones y enseñanzas sobre la entrada en la vida II”). Al pensar en lo intranquila y nerviosa que me había sentido todo el día, temerosa de mi propia muerte en un desastre, me di cuenta de que se debía a que no había cumplido fielmente con mi deber y a que no había preparado ninguna buena acción. Al cumplir con mi deber, nunca había asumido verdaderamente la carga de las tareas que me habían sido encomendadas por la iglesia. Nunca había cumplido con mis obligaciones con el corazón fiel a Dios. En lugar de ello, había engañado a Dios y había tratado con Él desde la indulgencia de la carne. No hacía mucho con los artículos que me enviaban, sino que los corregía de forma descuidada y únicamente buscaba completar mi tarea. Cuando veía lo desorganizados que estaban los artículos escritos por mis hermanos y hermanas, no los guiaba ni los ayudaba diligentemente, sino que escribía unos cuantos comentarios sin importarme si los entendían o si les servirían de ayuda. En lugar de eso, les devolvía los artículos a toda prisa y, después recibía cada vez menos artículos para editar. Como resultado, el trabajo editorial prácticamente se detuvo. Aun así, yo no reflexioné acerca de mis acciones ni intenté identificar y rectificar la causa del problema, sino que culpé a la líder afirmando que los problemas surgieron porque ella no le daba importancia al trabajo editorial. ¿Cómo pretendía satisfacer a Dios con semejantes actos y así sentir consuelo en mi corazón? De esta manera, ¿cómo podía Dios considerarme buena? Si sigo por ese camino y no busco la verdad como es debido, si no soy fiel a aquello que me ha confiado la iglesia y no preparo las buenas acciones suficientes, seguro que seré incapaz de escapar a la ira del castigo de Dios a los malvados, aunque siga esas precauciones establecidas por las personas mundanas para cuando acontece el desastre.

Gracias a Dios por guiarme y abrirme la mente para permitirme comprender que sólo cumpliendo con mi obligación debidamente y realizando suficientes buenas acciones podré ganarme la salvación del sufrimiento que acarrean los desastres y escapar con vida. Esta es la única manera. En el futuro, deseo buscar la verdad correctamente, ser tan fiel como pueda al cumplir con mis obligaciones y preparar suficientes buenas acciones para satisfacer a Dios.

El misterio de la “resurrección de un hombre muerto”

Li Cheng

Hermanos y hermanas, ¡paz a vosotros! Gracias al Señor por Sus preparativos que nos han permitido comunicar las verdades de las Escrituras aquí. Que el Señor nos guíe. Hoy, quiero hablaros a todos sobre el tema de la “resurrección de un hombre muerto”.

Como saben todas las personas que creen en el Señor, la “resurrección de un hombre muerto” se refiere al tiempo en el que el Señor Jesús regresa. Es también una situación que nosotros como cristianos esperamos ver con impaciencia. Ahora bien, ¿cómo puede resucitar un “hombre muerto”? Muchas personas pensarían en el capítulo 37, versículos 5-6 del libro de Ezequiel: “Así dijo el Señor Jehová a estos huesos: Mirad, haré que entre el aliento en vosotros y viviréis. Y Yo pondré tendones sobre vosotros y haré crecer carne sobre vosotros, y os cubriré con piel, y pondré aliento en vosotros y viviréis; y sabréis que Yo soy Jehová”.* En el Evangelio de Juan capítulo 6, versículo 39, el Señor Jesús dijo: “Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que Él me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final”. En el capítulo 15 del libro de 1 Corintios, los versículos 52-53 dicen: “En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final; pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad”. Además, si las personas leen el significado literal de la Biblia, creerán: en los últimos días, cuando el Señor esté a punto de descender, ocurrirán muchas cosas grandes y milagrosas. Con Su omnipotencia, Él resucitará los cuerpos de los santos que han estado durmiendo durante generaciones. Él los resucitará de sus tumbas, de debajo de la tierra o del mar. Se dará nueva vida inmediatamente a los miles de esqueletos que ya se han descompuesto debajo de la tierra o del mar. La descomposición desaparecerá mágicamente y ellos entrarán en la gloria. ¡Qué espectacular sería esta escena! […] Estas son también nuestras perspectivas e imaginaciones sobre la “resurrección de un hombre muerto”. ¿Cómo se cumplirá esta profecía? ¿Va a ser realmente tan milagrosa como imaginamos que va a ser? ¿Cumplirá el Señor este asunto conforme a nuestras imaginaciones?

Todos sabemos que la sabiduría de Dios es más alta que los cielos. Lo que Dios hace sobrepasa nuestros pensamientos e imaginaciones. En la Biblia, se ha registrado: “Ya que Mis pensamientos no son los de vosotros, ni vuestros caminos son los míos, dijo Jehová. Ya que los cielos son más altos que la tierra y Mis caminos más altos que los de vosotros y Mis pensamientos que los de vosotros” (Isaías 55:8-9).* Como creaciones delante de Dios, somos insignificantes e inferiores como el polvo. Nunca podremos comprender la obra de Dios. Esto es parecido a los registros en la Biblia del Señor Jesús hablando con Nicodemo sobre la verdad del nuevo nacimiento: “El que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). Nicodemo entendió las palabras del Señor Jesús en un sentido literal. Creyó que “nuevo nacimiento” significaba salir de nuevo del vientre de la madre. Al usar su cerebro e imaginación, entendió un asunto espiritual como si fuera un asunto del mundo material. Esta clase de aceptación es muy errónea. Además, cuando el Señor Jesús habló con una mujer samaritana, le dijo: “Pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás” (Juan 4:14). En ese momento, la mujer samaritana no entendió lo que el Señor Jesús estaba diciendo. Ella pensó que el agua que el Señor estaba ofreciendo era la misma que los hombres bebían. Como consecuencia, ella dijo: “Señor, dame esa agua, para que no tenga sed ni venga hasta aquí a sacarla” (Juan 4:15). Realmente, el “agua” a la que el Señor Jesús estaba refiriéndose era la palabra del Señor. Él se estaba refiriendo al agua de vida. La mujer samaritana sólo entendió el significado literal de lo que el Señor Jesús dijo y de esta forma, malinterpretó el significado. A partir de esto podemos ver que la palabra de Dios es la verdad. Esta oculta el misterio de la obra de Dios. Si Dios no revelara estos misterios, nuestro entendimiento sería muy limitado. De igual manera, si sólo entendemos el significado literal de la profecía de la “resurrección de un hombre muerto”, ¿no estaríamos cometiendo el mismo error que Nicodemo y la mujer samaritana? Por tanto, cuando se trata de profecías, debemos mantener la reverencia, buscar más, no interpretar el texto literalmente, no apoyarnos en nuestras imaginaciones y nociones para decidir y además, no apoyarnos en nuestro propio significado personal para explicarlas.

Ahora bien, ¿a qué se refiere la “resurrección de los muertos”? ¿A qué se refieren “hombre muerto” y “hombre vivo”? Durante miles de años, ni una sola persona ha podido responder claramente a esta pregunta. Sólo Dios puede abrir estos misterios. Ahora, Dios ya ha regresado en la forma de Dios Todopoderoso encarnado. Él ha expresado millones de palabras y revelado todos los misterios que están dentro de la Biblia. Echemos un vistazo juntos a las palabras de Dios Todopoderoso. Él dice: “Dios creó al hombre, después de esto Satanás lo corrompió, y esta corrupción ha convertido a las personas en ‘cuerpos muertos’, y así, después de que hayas cambiado, serás diferente a esos cuerpos muertos. Son las palabras de Dios las que dan vida a los espíritus de las personas y hacen que vuelvan a nacer, y cuando los espíritus de las personas vuelvan a nacer habrán cobrado vida. La mención a ‘muertos’ se refiere a los cadáveres que no tienen espíritu, a personas en quienes su espíritu ha muerto. Cuando a los espíritus de las personas se les da vida, ellas cobran vida. Los santos de los que antes se hablaba se refieren a las personas que han cobrado vida, aquellas que estuvieron bajo la influencia de Satanás pero que lo derrotaron. […] Originalmente el hombre que Dios hizo estaba vivo, pero debido a la corrupción de Satanás, el hombre vive en medio de la muerte, y vive bajo la influencia de Satanás, y así estas personas se han convertido en los muertos que no tienen espíritu, se han convertido en enemigos que se oponen a Dios, se han convertido en las herramientas de Satanás, y se han convertido en los cautivos de Satanás. […] Los muertos son los que no tienen espíritu, que son insensibles en extremo y que se oponen a Dios. Además, son los que no conocen a Dios. Estas personas no tienen la más mínima intención de obedecer a Dios, sólo se rebelan contra Él y se oponen a Él y no tienen la más mínima lealtad. Los vivos son aquellos cuyos espíritus han vuelto a nacer, que saben obedecer a Dios y que son leales a Dios. Poseen la verdad y el testimonio y sólo estas personas son agradables a Dios en Su casa. Dios salva a los que pueden cobrar vida, que pueden ver la salvación de Dios, que pueden ser leales a Dios y que están dispuestos a buscar a Dios. Él salva a los que creen en la encarnación de Dios y creen en Su aparición” (‘¿Eres alguien que ha cobrado vida?’ en “La Palabra manifestada en carne”).

Las palabras de Dios Todopoderoso nos han explicado qué significan “persona muerta” y “persona viva”. En el principio, Dios creó a los antepasados de la humanidad, Adán y Eva. Ellos eran seres humanos con espíritu. Eran personas meticulosas e inteligentes y podían manifestar a Dios y honrarlo. Después, fueron tentados por Satanás para que comieran del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Como consecuencia, se llenaron del veneno de Satanás. Ya no se dedicaron a Dios ni le obedecieron. Habían perdido la imagen del hombre que Dios había creado en el principio. Aunque sus cuerpos seguían vivos, a ojos de Dios, ellos ya se habían convertido en personas muertas sin espíritu. Actualmente, estamos siendo corrompidos de una forma cada vez más profunda por Satanás. Estamos llenos de caracteres corruptos satánicos como arrogancia, egoísmo, traición, malicia y avaricia. Se ha llegado al punto en el que nos enfrentamos a algo que no es conforme a nuestras nociones, nos quejamos a Dios, lo juzgamos, nos resistimos a Él y lo traicionamos a Dios. A ojos de Dios, somos personas muertas sin espíritu. A partir de esto, podemos ver que “persona muerta” se refiere a los que están viviendo bajo la influencia de Satanás, a los que tienen naturalezas corruptas que se resisten a Dios y a los que son enemigos de Dios. Alternativamente, “persona viva” se refiere a los que se han desprendido del carácter satánico corrupto, los que han restaurado su conciencia y sentido, los que entienden a Dios, los que obedecen a Dios y los que aman a Dios. Estas personas tienen un lugar para Dios en su corazón. En todos los asuntos, pueden buscar la verdad, comprender las intenciones de Dios, poner en práctica la verdad de las palabras de Dios y no confiar más en las reglas de vida de Satanás. Son personas que han triunfado sobre la influencia de Satanás y han regresado a Dios. Son personas vivas con espíritu y que han sido verdaderamente resucitadas de los muertos.

Después de entender la diferencia entre “persona muerta” y “persona viva”, algunos hermanos y hermanas pueden preguntar: ¿cómo se cumplirá la profecía de la “resurrección de un hombre muerto”? Antes de responder a esta pregunta, echemos un vistazo a un ejemplo. Aunque nuestros pecados hayan sido expiados y perdonados por el Señor Jesús, la raíz de nuestro pecado aún no ha sido resuelta. Seguimos viviendo dentro de un carácter corrupto satánico. Cometemos pecados y los admitimos un día sí y otro también. Por ejemplo: somos incapaces de acatar los mandamientos de Dios y de poner en acción las palabras de Dios. Somos como esas personas en el mundo secular que siguen las tendencias del mundo, deseando riqueza y placer carnal. Somos arrogantes y engreídos, deshonestos y traicioneros, y egoístas y vulgares. Estamos controlados por nuestra naturaleza satánica. Frecuentemente contradecimos a Dios y nos resistimos a Él. Nos gusta revelarnos a nosotros mismos en medio de las multitudes. Damos testimonio de nosotros mismos de forma que los demás nos consideren muy bien y competimos por estatus con Dios. Para nuestro beneficio personal, podemos hacer cosas traicioneras, mentir para engañar a las personas y luchar abiertamente y manipular encubiertamente con otros. Incluso podemos jurar en falso y hacer promesas vacías delante del Señor. Aunque nuestra boca dice que amamos al Señor, esencialmente, estamos negociando con el Señor. Externamente, estamos trabajando duro, desechando y gastando, pero estamos haciendo estas cosas con la esperanza de negociar el otorgamiento y la bendición de Dios. Creemos en Dios, pero no lo honramos como grande. No tenemos un lugar para el Señor en nuestro corazón. En su lugar, adoramos a las celebridades, a grandes personas, pastores y ancianos, etc. Si no podemos purificar nuestro carácter corrupto, ¿cómo podemos convertirnos en personas vivas y cómo podemos alcanzar la aprobación de Dios y entrar en el reino de los cielos? Como consecuencia, seguimos requiriendo que Dios represente un paso más de la salvación.

El Señor Jesús dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). Claramente, Dios regresará en los últimos días para expresar la verdad y llevar a cabo la etapa final de Su obra de conceder vida al hombre. Las palabras de Dios Todopoderoso dicen: “Si las personas quieren convertirse en seres vivientes, y dar testimonio de Dios, y que Dios los apruebe, deben aceptar la salvación de Dios, se deben someter gustosamente a Su juicio y castigo y deben aceptar gustosamente la poda y el trato de Dios. Sólo entonces podrán poner en práctica todas las verdades que Dios exige, y sólo entonces obtendrán la salvación de Dios y verdaderamente se convertirán en seres vivientes” (‘¿Eres alguien que ha cobrado vida?’ en “La Palabra manifestada en carne”). En los últimos días, con el fin de salvarnos de la influencia de Satanás, Dios se ha encarnado de nuevo. Él usa el nombre de Dios Todopoderoso para desarrollar Su obra de juicio que empieza desde Su casa. Nosotros hemos experimentado el juicio y la reprensión, el trato y la poda, y las pruebas y el refinamiento de las palabras de Dios. Entendemos verdaderamente el hecho de nuestra propia resistencia y contradicción de Dios y nuestra naturaleza y esencia satánicas. Al mismo tiempo, tenemos un poco de entendimiento del carácter justo y santo de Dios. Vemos que la salvación de Dios es muy práctica. Además, odiamos y traicionamos nuestro propio carácter corrupto. Estamos dispuestos a poner la verdad en acción, confiar en las palabras de Dios para vivir como seres humanos, desechar nuestro carácter corrupto y satisfacer las intenciones de Dios. Hemos recibido las verdades que Dios expresa y las hemos convertido en nuestra vida. Hemos alcanzado la verdadera obediencia a Dios, el amor por Dios y vivimos una forma verdaderamente humana. Así es como una “persona muerta” puede cambiar en una “persona viva”. Esta es la resurrección de los muertos. Esto también cumple las palabras del Señor Jesús: “Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que Él me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final” (Juan 6:39). Claramente, la “resurrección” se cumple mediante la obra de juicio de Dios Todopoderoso en los últimos días y no es tan sobrenatural como las personas imaginan que es. Hermanos y hermanas, lo que Dios quiere son personas vivas y no muertas. Sólo las personas vivas pueden honrar a Dios y dar testimonio de Él. Sólo las personas vivas son aptas para heredar la promesa de Dios –entrar en el reino de los cielos–. ¡Siempre que aceptemos la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días, experimentemos las palabras de juicio y reprensión de Dios y aceptemos la verdad como nuestras vidas, podemos ser resucitados de los muertos!

¡Gracias a Dios! ¡Toda la gloria pertenece a Dios!

Some Scriptures taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation