Los desastres ocurren con frecuencia, las profecías del Apocalipsis se han cumplido, ¿cómo debemos recibir el regreso del Señor?

Hace 2000 años, los seguidores del Señor le preguntaron: “Cuál será la señal de tu venida y de la consumación de este siglo?” (Mateo 24:3). El Señor Jesús respondió: “Y habréis de oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis, porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es solo el comienzo de dolores” (Mateo 24:6-8). Hoy en día, cada vez tienen lugar más desastres en todo el planeta. Se suceden terremotos, epidemias, hambrunas, guerras e inundaciones. A finales de 2019 surgió un nuevo tipo de coronavirus en Wuhan, China. Su velocidad de transmisión es alarmante: en apenas unos meses aparecieron casos en todo el país y China se sumió inmediatamente en el caos. Multitud de provincias, municipios y aldeas están siendo puestos sucesivamente en cuarentena conforme el número de muertes continúa aumentando. Además, el virus se ha propagado a más de 20 países de todo el mundo. Para colmo, entre septiembre de 2019 y enero de 2020, los incendios forestales en Australia destruyeron más de 5900 edificios y mataron más de mil millones de animales. En enero de 2020, dicho continente se vio azotado por la mayor lluvia torrencial en un siglo, la cual provocó unas inundaciones que mataron muchos animales de agua dulce. Ese mismo mes, decenas de miles de personas se quedaron sin hogar a consecuencia de las inundaciones en Indonesia. También tuvieron lugar la erupción de un volcán en Filipinas, la peor plaga de langostas en África en 25 años y un terremoto de magnitud 6,4 en Sinkiang… La lista es interminable. Se han cumplido las profecías bíblicas de la venida del Señor. Es lógico pensar que el Señor ha regresado. Entonces, ¿por qué aún no hemos recibido Su venida? ¿No nos sumiremos en la gran tribulación si esto continúa? ¿Y qué deberíamos hacer para recibir la venida del Señor?

¿Cómo vendrá el Señor?

Muchas personas han leído estas palabras en la Biblia: “He aquí, viene con las nubes” (Apocalipsis 1:7). “Verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30). Tienen por seguro que el Señor vendrá con las nubes. Sin embargo, ¿por qué no hemos contemplado esa visión todavía? ¿Es este el único medio por el que vendrá el Señor? En realidad, hemos pasado por alto una cosa importante acerca de la venida del Señor. En las Escrituras también se profetiza una venida de Dios en secreto, como en: “He aquí, vengo como ladrón” (Apocalipsis 16:15). “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’” (Mateo 25:6). “Por eso, también vosotros estad preparados, porque a la hora que no pensáis vendrá el Hijo del Hombre” (Matthew 24:44). “Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación” (Lucas 17:24-25).

Las referencias de las Escrituras a “como ladrón” y “a medianoche se oyó un clamor” indican que, cuando el Señor regrese en los últimos días, lo hará silenciosamente, en secreto. ¿Y a qué se refiere “Hijo del Hombre”? Sin duda, un “Hijo del Hombre” nace de una persona, con una madre y un padre, y de carne y hueso. El Señor Jesús, por ejemplo, se encarnó en la imagen de una persona normal que vive entre los hombres. Por tanto, vemos que “Hijo del Hombre” alude a Dios encarnado; el Espíritu no puede denominarse Hijo del Hombre. Además, las Escrituras también dicen que “Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación”. Este pasaje de las Escrituras deja claro que, cuando el Señor regrese, soportará mucho sufrimiento y será rechazado por esta generación. Todos sabemos que Dios solamente podría ser rechazado al encarnarse en el Hijo del Hombre, ya que Dios encarnado es demasiado corriente y la gente no lo conoce; lo considera una persona corriente y, en consecuencia, Él sufre grandes penalidades. No obstante, si el Señor se apareciera al hombre como Espíritu, todos los hombres, fueran buenos o malos, creyentes o incrédulos, e incluso opositores a Dios, caerían en tierra ante Él en adoración, pues ¿quién podría rechazar a Dios entonces? ¿Y cómo habría de sufrir Dios? Esto demuestra que el Señor de los últimos días se aparece a la humanidad como Hijo encarnado del Hombre.

¿Qué obra llevará a cabo el Señor cuando regrese?

Llegados a este punto, puede que algunos hermanos y hermanas estén confundidos: si el Señor viene a obrar en secreto entre los hombres en los últimos días, ¿cómo se cumple la profecía de Su venida sobre una nube? La obra de Dios tiene unos pasos y un plan. Primero Dios se hace carne y viene en secreto para llevar a cabo Su obra de salvación del hombre y luego se aparece públicamente al hombre sobre una nube. Para entender esta cuestión debemos conocer mejor la obra que realiza el Señor a Su regreso en los últimos días. El Señor Jesús dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). “Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo” (Juan 5:22). La Biblia también afirma que “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). Estos pasajes de las Escrituras nos dicen que Dios de los últimos días viene, principalmente, a pronunciar palabras, a llevar a cabo la obra del juicio, que comienza por la casa de Dios. Por consiguiente, quienes aceptan la obra del juicio de Dios de los últimos días están recibiendo la venida del Señor ¡y son ascendidos ante Dios! En la actualidad, Dios Todopoderoso encarnado ha declarado millones de palabras, todas ellas registradas en el libro La Palabra manifestada en carne. En él, las palabras de Dios Todopoderoso revelan muchos misterios antes incomprensibles para nosotros, como la historia de la evolución de la humanidad, la forma en que Satanás la corrompe, cómo salva Dios al hombre, a qué tipos de personas ama Dios, a cuáles detesta, los resultados y destinos de varios tipos de personas, etc. Además, Dios también ha expresado palabras de juicio y castigo que dejan al descubierto nuestro carácter corrupto. Todos aquellos que acepten las palabras de juicio y castigo de Dios verán su carácter corrupto purificado y transformado; se convertirán en vencedores antes de la gran tribulación y, al final, entrarán en el reino de Dios para disfrutar la dicha eterna. A aquellos que no hagan un intento por oír la voz de Dios mientras esté encarnado y obrando en secreto, que no acepten la obra del juicio de Dios de los últimos días, que condenen a Dios encarnado y blasfemen contra Él de acuerdo con sus nociones y fantasías, Dios los dejará en evidencia y los descartará. Y así, cada cual ─el trigo y la cizaña, las ovejas y las cabras, las vírgenes prudentes y las insensatas, los siervos buenos y los malos, los que aman la verdad y los que la detestan─, quedará al descubierto y clasificado según su tipo. Después, Dios vendrá con las nubes, aparecerá públicamente ante todos los pueblos y naciones de la tierra y comenzará a premiar el bien y a castigar el mal, cumpliendo de ese modo las profecías bíblicas: “He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él” (Apocalipsis 1:7). “Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30). En ese momento, todos aquellos que se opongan, rechacen y condenen a Dios se darán golpes de pecho y se llenarán de remordimientos por sus malas acciones. ¡Con la obra de Dios vemos cuán justo, omnipotente y sabio es!

Cómo recibir el regreso del Señor

En la actualidad, Dios Todopoderoso encarnado ya ha conquistado y salvado a un grupo de personas. Del mismo modo, ha conformado a los vencedores. Pronto llegará a su fin la obra de Dios en secreto, tras la cual todo tipo de grandes tribulaciones caerán inmediatamente sobre la tierra. Tenemos una tarea urgente ante nosotros: ¿cómo debemos recibir el regreso del Señor Jesús y abrazar la obra de Dios de los últimos días? El Señor Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27). Estas profecías también aparecen en la Biblia: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7). “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Y Dios Todopoderoso dice: “La obra de Dios es como las olas que crecen con fuerza. Nadie puede detenerlo, y nadie puede parar Sus pasos. Sólo aquellos que escuchan Sus palabras con atención, y que lo buscan y tienen sed de Él, pueden seguir Sus huellas y recibir Su promesa. Aquellos que no, sufrirán un desastre abrumador y un castigo merecido” (‘Dios preside el destino de toda la humanidad’ en “La Palabra manifestada en carne”). ¿Deseas seguir las huellas del Cordero? ¿Quieres recibir al Señor? ¿Deseas ser arrebatado antes de la gran tribulación? Las palabras de Dios nos indican que, para recibir al Señor, es clave aprender a oír la voz de Dios considerando si las palabras expresadas por Dios Todopoderoso son la verdad, si son las palabras del Espíritu Santo a las iglesias. Creo que, si tenemos un corazón humilde de búsqueda y anhelo de la verdad, ¡Dios nos guiará para que pronto recibamos al Señor!

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La Palabra de Dios | El Reino Milenario ha llegado

La Palabra de Dios | El Reino Milenario ha llegado

Dios Todopoderoso dice: “La llegada del Reino Milenario a la tierra es la llegada de las palabras de Dios a la tierra. El descenso de la Nueva Jerusalén desde el cielo es la llegada de las palabras de Dios para vivir entre los hombres, para acompañar cada acción del hombre y todos sus pensamientos más secretos. Este también es el hecho que Dios cumplirá y la maravillosa escena del Reino Milenario. Este es el plan que estableció Dios: Sus palabras aparecerán en la tierra por mil años, y manifestarán todos Sus hechos, y completarán toda Su obra en la tierra, después de lo cual esta etapa de la humanidad llegará a su fin”.

Recomendación: La venida de Cristo

Jesucristo viene ya, ¿Cómo debemos recibirlo?

Xiao Fei

Cuando empecé a creer en el Señor, a los hermanos y hermanas les gustaba cantar un himno titulado “Nuestro amado llama a la puerta”, que dice así: “Nuestro amado llama a la puerta con el cabello húmedo por el rocío; levantémonos rápidamente a abrir la puerta para que nuestro amado no se dé la vuelta y se marche…”. Cada vez que empezábamos a cantar este himno nuestro corazón se conmovía y agitaba profundamente. Todos queríamos pedirle a nuestro amado que se quedara a pasar la noche y, cuando viniera a llamar a la puerta, queríamos ser los primeros en oír la voz del Señor y recibirlo. Podría decirse que todos los que creemos en el Señor conservamos esa esperanza. Sin embargo, cuando venga el Señor, ¿cómo llamará a la puerta? Cuando llame el Señor, ¿qué hemos de hacer para recibirlo? Esto es algo que todo creyente en el Señor debe meditar en profundidad.

 

Cuando vino el Señor Jesús a realizar la obra de redención en la Era de la Gracia, por todo el territorio de Judea se difundieron las noticias de los milagros obrados por el Señor, así como Su palabra. Su nombre también causó una gran conmoción en todos los territorios judíos y, para la gente de la época, el Señor Jesús que guiaba a Sus discípulos para que predicaran el evangelio del reino celestial allá donde fueran era el Señor que llamaba a su puerta. El Señor Jesús manifestó: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17). El Señor espera que las personas se presenten ante Él para arrepentirse y confesar sus pecados. Con ello recibirán la absolución de sus pecados, el hombre se liberará de la maldición y condena de la ley, y Dios lo redimirá. En aquel tiempo, muchos judíos presenciaron los milagros llevados a cabo por el Señor Jesús. Asimismo, se percataron de la autoridad y el poder de la palabra del Señor, de tal envergadura que pudo alimentar a 5000 personas con cinco panes y dos peces. Con una sola palabra, el Señor Jesús también pudo calmar el viento y el mar y hacer que Lázaro se levantara de la tumba cuando llevaba cuatro días muerto… Todo cuanto decía el Señor Jesús se cumplía y realizaba, con lo cual comprobamos la autoridad y el poder de la palabra del Señor. Las palabras con las que el Señor Jesús enseñaba a la gente y las que empleaba para reprender a los fariseos eran la verdad, no unas palabras que los seres humanos seamos capaces de proferir. Las palabras del Señor Jesús y las cosas que hacía revelaban el carácter de Dios y lo que Dios tiene y es. Manifestaban la autoridad y el poder de Dios y hacían temblar el corazón del hombre. Podría afirmarse que los judíos de aquella época ya habían oído que el Señor estaba llamando, pero ¿qué consideración le dieron al Señor?

Los sacerdotes, escribas y fariseos judíos de aquel tiempo tenían claro que la totalidad de las palabras y de los milagros del Señor Jesús provenían de Dios, pero en absoluto tenían un corazón que venerara a Dios. No buscaban ni investigaban la obra del Señor Jesús; por el contrario, se limitaban a aferrarse a pies juntillas a las palabras de las profecías bíblicas, creyendo que el que habría de venir se llamaría Emmanuel o Mesías y nacería de una virgen. Al ver que María tenía un esposo, concluyeron que el Señor Jesús no era la inmaculada concepción del Espíritu Santo ni había nacido de una virgen. Asimismo, juzgando de forma arbitraria, afirmaron que el Señor Jesús era hijo de un carpintero y nada más que una persona totalmente corriente. Utilizaron estos juicios para negar y condenar al Señor Jesús. Incluso llegaron a blasfemar contra Él y a alegar que expulsaba a los demonios por Belcebú, príncipe de los demonios. Acabaron confabulándose con el Gobierno romano para crucificarlo. La mayoría de los judíos creían que el Señor Jesús debería haber nacido en un palacio, que sería su rey y los lideraría para echar al régimen romano. Cuando los fariseos difundían rumores y calumnias y condenaban al Señor Jesús, ellos obedecían ciegamente sin el menor discernimiento. Entre la salvación del Señor Jesús y las calumnias que decían los fariseos, la mayoría de los judíos optaron por hacer caso a las falsedades y rotundas mentiras de aquellos y rechazar el camino predicado por el Señor Jesús. Cuando el Señor llamó a su puerta, le bloquearon el acceso a sus corazones. Tal como expresó el Señor Jesús: “Y en ellos se cumple la profecía de Isaías que dice: ‘Al oir oireis, y no entendereis; y viendo vereis, y no percibireis; porque el corazon de este pueblo se ha vuelto insensible y con dificultad oyen con sus oidos; y sus ojos han cerrado, no sea que vean con los ojos, y oigan con los oidos, y entiendan con el corazon, y se conviertan, y yo los sane’” (Mateo 13:14–15). Como se negó a escuchar la voz del Señor y no aceptó Su obra de redención, el pueblo judío perdió la ocasión de seguir al Señor Jesús. A consecuencia de su oposición a Dios, recibió Su castigo, que le acarreó a la nación de Israel dos mil años de subyugación. Por el contrario, los discípulos que siguieron al Señor Jesús en aquel tiempo, como Pedro, Juan, Santiago y Bartolomé, tenían un corazón amante de la verdad. No se amparaban en sus nociones y fantasías en sus consideraciones sobre la palabra y la obra del Señor Jesús, sino que buscaban concienzudamente, las estudiaban con detenimiento y recibían el esclarecimiento del Espíritu Santo. Oyeron la voz de Dios y reconocieron que el Señor Jesús era el Mesías que había de venir, por lo que fueron al compás de las huellas del Señor y recibieron Su salvación. Es evidente que el fracaso de los fariseos y los judíos radicó en el hecho de que se basaron exclusivamente en el sentido literal de las profecías bíblicas para entender y reconocer la manifestación y obra de Dios. En consecuencia, eran personas que creían en Dios, pero se oponían a Él. Con ello comprobamos que si aquellos que creen en Dios consideran la nueva obra de Dios en función de sus nociones y fantasías, no sólo no podrán recibir la venida de Dios, sino que, además, se convertirán muy fácilmente en creyentes en Dios opuestos a Él. ¿Cuán lamentable sería eso? El Señor Jesús declaró: “Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos. […] Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados” (Mateo 5:3,6). En este punto entendemos que solamente podemos recibir el regreso del Señor si somos capaces de ser como por ejemplo Pedro y Juan, de tener un corazón sediento y hambriento de justicia cuando oigamos la voz del Señor y de buscarla e investigarla activamente.

En la actualidad, las profecías de la segunda venida del Señor se han cumplido en lo esencial. Cuando vuelva el Señor en los últimos días, debemos estar más vigilantes y preparados, prestar atención a la voz de Dios y tener un corazón que busque y tenga sed de justicia para aguardar la llamada del Señor a nuestra puerta, que podría llegar en cualquier momento. Esta es la única manera en que podemos recibir la segunda venida del Señor. El Señor Jesús dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad,” (Juan 16:12–13). Y en Apocalipsis, capítulos 2 y 3, se profetiza en numerosas ocasiones que: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. En la Biblia apreciamos que, cuando regrese el Señor Jesús, expresará Su palabra y realizará una nueva obra. Esta es la llamada del Señor a nuestra puerta: el Señor llama con Su palabra a la puerta de nuestro corazón. Todos los que oyen las palabras del Señor, buscan activamente y escuchan Su voz con atención son las vírgenes prudentes. En cuanto reconocen la voz del Señor son capaces de recibir Su regreso y de aceptar el riego y la provisión de la palabra de Dios. Con ello se cumple la palabra de Dios: “Y aun sobre los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en esos días” (Joel 2:29). El Señor es fiel y seguro que esta vez permitirá que oigan Su voz todos aquellos que lo anhelan y buscan. Sin embargo, es difícil que los seres humanos comprendamos la sabiduría de Dios y la manera en que el Señor llamará a la puerta a Su regreso no será como nos parece en nuestras nociones y fantasías. Quizá alguien nos avise “¡Ha regresado el Señor!”, tal como nos advirtió el Señor Jesús: “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’” (Mateo 25:6). También es posible que oigamos la voz de Dios proveniente de las iglesias que difunden el evangelio del regreso del Señor o a través de Internet, la radio, Facebook u otro medio, y que veamos que Dios habla a todas las iglesias. Pese a ello, sea cual sea la manera en que el Señor llame a nuestra puerta, de ningún modo hemos de dar a Su llamada la misma consideración que le dieron los judíos. No debemos negarnos a buscar e investigar Su llamada basándonos en nuestras nociones y fantasías; menos aún hacer caso ciegamente a las mentiras y los rumores y creérnoslos. Al hacerlo rechazaríamos la llamada del Señor y perderíamos la oportunidad de recibirlo y ser elevados al reino celestial. El Apocalipsis lo profetiza: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). El Señor Jesús señala: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mateo 7:7). La voluntad del Señor es que todos lleguemos a ser vírgenes prudentes y velemos siempre para escuchar Su voz. Cuando oigamos la voz del Señor hemos de examinarla con una mentalidad abierta y estudiarla con ahínco, y cuando reconozcamos la voz de Dios debemos salir a toda prisa a recibir al Señor. Mientras tengamos un corazón de búsqueda, no cabe duda de que Dios nos abrirá los ojos del espíritu. Así podremos ser elevados ante el trono de Dios ¡y asistir al banquete del Cordero!

¡Toda la gloria le pertenece a Dios!

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¿Qué es el arrebatamiento?

Al igual que otros muchos hermanos y hermanas cristianos, anhelo con impaciencia la segunda venida del Señor Jesús. Nos ceñimos al siguiente pasaje de la Biblia: “Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre” (1 Tesalonicenses 4:17). Por esta razón, miramos estúpidamente a los cielos anhelando el día en que Jesús vuelva y nos lleve en las nubes para que podamos estar con el Señor. Sin embargo, después de que hayan pasado tantísimos años, las cuatro lunas de sangre ya han aparecido; terremotos, hambrunas, plagas, guerra y toda clase de otros desastres están volviéndose cada vez más intensos. Las profecías de la segunda venida del Señor ya se han cumplido básicamente. Sin embargo, aún no hemos visto a un solo cristiano arrebatado al cielo. No puedo evitar pensar: “¿Por qué no viene el Señor a recibirnos? El Señor es confiable. Él prometió que nos llevaría al reino celestial en los últimos días. La promesa del Señor sin duda alguna se logrará y cumplirá. No dudo en absoluto de esto. Pero ¿cómo es que hasta ahora aún no hemos sido arrebatados al cielo por el Señor? ¿Podría ser que haya algunos problemas con nuestro anhelo?”.

Justo cuando me sentía muy desconcertada, una predicadora que había llevado a cabo obra en zonas del extranjero durante muchos años volvió y recibí alguna nueva luz de ella. La hermana contestó directamente a mi pregunta: “El pasaje de la Biblia al que te referiste fue algo que Pablo dijo. No fue algo que el Señor Jesús dijo. Pablo fue simplemente un apóstol. Aunque sus palabras fueron registradas en la Biblia, sólo algunas de ellas podrían describirse como el esclarecimiento del Espíritu Santo. Aunque sus palabras estuvieran de acuerdo con la verdad, no eran las palabras de Dios y no pueden mencionarse como si lo fueran en los mismos términos que ellas. Además, algunas de las cosas que Pablo dijo no podrían describirse como esclarecimiento del Espíritu Santo. En su lugar, derivaban de sus nociones e imaginaciones y traen consigo el significado del hombre. Estas palabras no se basan en las palabras de Dios. Por tanto, cuando se trata del asunto de dar la bienvenida a la segunda venida del Señor, no debemos usar las palabras de Pablo como fundamento. En su lugar, debemos usar las palabras del Señor como fundamento y buscar Sus intenciones porque sólo las palabras del Señor son la verdad y 100% precisas”. Al oír esto, pensé: “Sí. El Señor Jesús nunca dijo realmente ‘arrebatados al cielo’. Estas palabras fueron de Pablo. Pablo fue sólo un hombre. Sus palabras realmente no pueden igualarse con las de Dios. No debemos usar las palabras de Pablo como base para dar la bienvenida a la segunda venida del Señor. Como alguien que cree en Dios, debo usar las palabras y la obra de Dios como base. ¡Esto es lo que está de acuerdo con las intenciones de Dios!”.

La hermana siguió hablando: “Jesús dijo ‘Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo’ (Juan 3:13). En las palabras del Señor Jesús, pudimos ver que aparte del Hijo del Hombre que descendió del cielo, que es el Dios encarnado, nadie más ascendió al cielo. El cielo es el trono de Dios. Sólo Dios mismo puede ascender a este lugar elevado. Como seres humanos, no podemos ascender a ese lugar elevado para ver a Dios. En su lugar, cuando Dios creó al hombre, predestinó que la humanidad viviera en la tierra. Dios usó la tierra para crear a los antepasados de la humanidad, Adán y Eva, y les ayudó a establecerse en el Jardín del Edén. Ellos escuchaban las palabras de Dios, recibían Sus bendiciones y lo gestionaban todo dentro del jardín. Después, la humanidad también lo gestionaría todo en la tierra pero no en el cielo. Cuando la humanidad fue profundamente corrompida y la tierra se llenó de corrupción y violencia, Dios decidió usar un diluvio para destruir el mundo. Dios salvó a Noé, una persona justa que lo adoraba, pero no lo arrebató al cielo para que evitara las aguas del diluvio. En su lugar, hizo que Noé construyera el arca. Cuando llegó el diluvio, Noé y su familia de ocho personas se refugiaron en el arca. Cuando salieron del arca, Noé y su familia siguieron viviendo en la tierra y se multiplicaron. Durante la Era de la Ley, los israelitas sufrieron bajo la esclavitud a manos del Faraón de Egipto. Cuando Dios sacó a los israelitas de Egipto y les ayudó a escapar de la persecución de Faraón, Él no los arrebató al cielo. En su lugar, manifestó Su autoridad en la tierra llevando a cabo toda clase de milagros para que las personas pudieran presenciar Su omnipotencia y conocer Su sabiduría y lo maravilloso que es Él. Después, Dios promulgó Sus leyes y mandamientos por medio de Moisés y guió a los israelitas en cuanto a cómo vivir en la tierra. Durante la Era de la Gracia, cuando la humanidad no podía acatar las leyes y se enfrentaba a los peligros de la ejecución, el hombre no fue al cielo para expiar sus pecados. En su lugar, Dios se encarnó en la imagen de Jesús y descendió a la tierra. Para salvar a la humanidad, fue clavado en la cruz. Esta era la única manera de que el hombre obtuviera la salvación del Señor. Claramente, nosotros, como seres humanos, pertenecemos a la tierra. Dios nos predestinó para vivir en la tierra. Además, el Señor Jesús nos enseñó: ‘Vosotros, pues, orad de esta manera: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo”’ (Mateo 6:9-10). Las palabras que el Señor habla contienen Sus intenciones. El Señor quiere que lo adoremos en la tierra. El reino de Cristo también descenderá a la tierra. Hay una profecía en el libro de Apocalipsis que dice: ‘He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos’ (Apocalipsis 21:3). Claramente, nuestro deseo de ser arrebatados al cielo para encontrarnos con el Señor es completamente nuestra propia noción e imaginación y no es en absoluto un hecho”. Después de escuchar a la hermana comunicar, entendí muy claramente que por mucho que examinemos la obra que Dios llevó a cabo en el pasado o las profecías del Señor, Dios nunca mencionó que seríamos arrebatados al cielo. Si seguimos creyendo que Dios volverá y nos arrebatará al cielo, ¿no es esto nuestra propia noción e imaginación? ¿No es esto nuestro propio pensamiento ilusorio? Fundamentalmente, ¡esto no está de acuerdo con las palabras e intenciones de Dios! Mi corazón sintió que las cosas se habían aclarado. Sin embargo, yo aún tenía una pregunta más: aunque nuestra aceptación del arrebatamiento sea errónea, ¿a qué se refiere exactamente el arrebatamiento? Seguí preguntando a esta hermana para buscar con respecto a esta cuestión.

La hermana dijo: “Con respecto al arrebatamiento, esto es un misterio y nosotros, como seres humanos, no podemos desentrañarlo. Dios Todopoderoso, Cristo de los últimos días, ha venido y expresado millones de palabras y revelado toda clase de verdades y misterios. Yo sólo llegué a entender lo que acabo de comunicar a partir de la lectura de las palabras de Dios. Con respecto al tema del arrebatamiento, echemos un vistazo a las palabras de Dios. Dios Todopoderoso dijo: ‘“Ser arrebatado” no es ser tomado de un lugar bajo para ser colocado en un lugar alto, como las personas imaginan. Esto es un tremendo error. Ser arrebatado se refiere a Mi predeterminación y Mi selección. Va dirigido a todos los que Yo he predestinado y escogido. […] Esto es sumamente incompatible con las nociones de las personas. Todas las que tengan participación en Mi casa en el futuro son personas que han sido arrebatadas delante de Mí. Esto es absolutamente cierto, nunca cambia y nadie lo puede refutar. Este es el contraataque contra Satanás. Todo aquel a quien Yo predestiné será arrebatado delante de Mí’ (‘La centésima cuarta declaración’ en “La Palabra manifestada en carne”). A partir de las palabras de Dios pudimos ver que el arrebatamiento no era de la manera que imaginábamos. No se trataba de ascender de la tierra al cielo para ver a Dios. En su lugar, se refiere a los que Dios ha predeterminado y seleccionado. Esto incluye a los que pueden oír la voz de Dios y aceptar la obra de Dios. Ellos irán ante Dios cuando Él venga a la tierra a llevar a cabo Su obra. Estas son las personas que son llevadas ante Dios. Esto es parecido al último período de la Era de la Ley. Cuando el Señor Jesús vino a llevar a cabo Su obra, todos los que pudieron decir que las palabras del Señor Jesús eran la voz de Dios y aceptaron a Jesús como el Señor de la salvación fueron llevados ante Dios. Esto incluyó a Pedro, Juan, Mateo y los demás discípulos, los apóstoles y todos los que aceptaron la salvación de Dios. Todos ellos fueron llevados ante Dios. En cuanto a todos los que se ceñían a la Biblia del Antiguo Testamento, como los fariseos y el pueblo llano, no sólo no aceptaron la salvación de Dios, sino que condenaron, se resistieron y blasfemaron la nueva obra de Dios. No sólo no fueron llevadas esas personas ante Dios, sino que fueron totalmente reveladas, eliminadas y abandonadas por la nueva obra de Dios. Ahora, ya estamos en los últimos días y Dios Todopoderoso ha llevado a cabo una obra nueva y expresado palabras que purifican y salvan al hombre. Los que puedan ver que esto es la voz de Dios hablando las palabras de Dios, sigan los pasos del Cordero y acepten la nueva obra de los últimos días de Dios, serán llevados ante Dios. Desde que la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso se reveló, cada vez más hermanos y hermanas verdaderamente fieles, a partir de la lectura de las palabras de Dios Todopoderoso, creen firmemente que las palabras de Dios Todopoderoso son la verdad y que son las palabras que el Espíritu Santo habla a las iglesias. Uno tras otro, han regresado ante Dios Todopoderoso. Todos ellos son vírgenes prudentes y han aceptado el riego, nutrición, juicio y reprensión de las palabras de Dios. Su carácter corrupto ha sido purificado gradualmente y ellos conocen verdaderamente a Dios. Todos ellos son llevados ante Dios. En cuanto a los que esperan estúpidamente que el Señor venga y los arrebate al cielo donde se encontrarán con Dios, simplemente se ciñen a su propia noción e imaginación. No sólo no buscan ni investigan la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días, sino que juzgan, difaman y se resisten a la nueva obra de Dios. Todos ellos son vírgenes necias. No sólo no serán llevados ante Dios, sino que al final descenderán en medio del desastre y serán castigados por Dios”.

Cuando oí estas cosas de esta hermana, de repente vi la luz. Resulta que arrebatamiento se refiere a cuando nosotros aceptamos la nueva obra de Dios, seguimos los pasos del Cordero y venimos ante Dios. La forma en la que ella comunicó esto fue realmente muy iluminadora. Es mucho más realista que la forma en que creíamos originalmente que seríamos arrebatados al cielo donde nos encontraríamos con el Señor. Si no fuera porque las palabras de Dios abrieron este misterio, por mucho tiempo que creyéramos en el Señor, no podríamos entender. ¡Estaríamos viviendo en nuestra noción e imaginación y esperaríamos estúpidamente que el Señor nos arrebatara al reino de los cielos!

Cuando esta hermana se marchó, reflexioné repetidamente sobre lo que ella dijo. Reconocí que si queremos ser llevados ante Dios, la clave es que debemos buscar con la mente abierta las palabras que el Espíritu Santo habla a las iglesias. Debemos ser vírgenes prudentes y buscar e investigar proactivamente la voz del Señor. De esta manera, ¡podremos dar la bienvenida al retorno del Señor y ser llevados ante Dios! En ese momento, pensé en una de las enseñanzas del Señor Jesús: “Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos. […] Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios” (Mateo 5:3, 8). Estoy agradecida de que el esclarecimiento de Dios me haya ayudado a encontrar una senda práctica. Entendí finalmente el verdadero significado de arrebatamiento. Actualmente, toda clase de desastres se están produciendo uno tras otro en países por todo el mundo. El gran desastre está ante nuestros ojos y la búsqueda de la aparición de Dios es inminente. Hoy, sólo la Iglesia de Dios Todopoderoso da testimonio del hecho de que el Señor ya ha regresado. Además, el evangelio de la Iglesia de Dios Todopoderoso ya ha llegado a todos los rincones del globo. Sus libros, vídeos y películas están disponibles online y las personas de todo el mundo pueden acceder a ellos e investigar. En estos momentos, lo único que debo hacer es investigar inmediatamente las palabras de Dios Todopoderoso y ver si estas son o no la voz de Dios y la verdad. ¡Este es el acontecimiento importante más crucial cuando se trata de dar la bienvenida al retorno del Señor!

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Palabras de Dios | Sólo el que experimenta la obra de Dios verdaderamente cree en Dios (Fragmento 4)

Palabras de Dios | Sólo el que experimenta la obra de Dios verdaderamente cree en Dios (Fragmento 4)

Relámpago Oriental, la Iglesia de Dios Todopoderoso nació debido a la aparición y a la obra de Dios Todopoderoso, el retorno del Señor Jesús, Cristo de los últimos días. La iglesia está compuesta de todos aquellos quienes sinceramente aceptan la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso y están conquistados y salvados por la palabra de Dios. Fue completamente fundada por Dios Todopoderoso personalmente y personalmente la orienta y la pastorea y de ninguna manera fue establecida por ningún hombre. Cristo es la verdad, el camino y la vida. Las ovejas de Dios oyen la voz de Dios. En tanto leas las palabras de Dios Todopoderoso, verás que Dios ha aparecido.

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palabras de Dios | El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca” (Fragmento 3)

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Relámpago Oriental, la Iglesia de Dios Todopoderoso nació debido a la aparición y a la obra de Dios Todopoderoso, el retorno del Señor JesúsCristo de los últimos días. La iglesia está compuesta de todos aquellos quienes sinceramente aceptan la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso y están conquistados y salvados por la palabra de Dios. Fue completamente fundada por Dios Todopoderoso personalmente y personalmente la orienta y la pastorea y de ninguna manera fue establecida por ningún hombre. Cristo es la verdad, el camino y la vida. Las ovejas de Dios oyen la voz de Dios. En tanto leas las palabras de Dios Todopoderoso, verás que Dios ha aparecido.

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Conocer a Dios es el camino hacia el temer a Dios y apartarse del mal (Fragmento 2)

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Todos deberían reexaminar su vida de creer en Dios. En el proceso de seguir a Dios, ¿tienen una verdadera comprensión, una verdadera comprensión y una verdadera comprensión de Dios? ¿Saben realmente cuál es la actitud de Dios hacia todo tipo de personas? Comprende lo que Dios te hace y lo que Dios te hace. ¿Cuánto sabes y sabes acerca de este Dios que está a tu lado para guiarte, guiar tu dirección, dominar tu destino, suplir al Dios que necesitas? ¿Sabes lo que te hace todos los días? ¿Conoces el principio y el propósito de todo lo que hace? ¿Sabes cómo te guió? ¿Sabes cómo te suministra? ¿Sabes cómo te guió? ¿Sabes lo que quiere lograr en ti? ¿Conoces su actitud hacia tus diversas actuaciones? ¿Sabes si eres su persona favorita? ¿Conoces el origen de su ira y tristeza, los pensamientos, pensamientos y esencia detrás de él? ¿Sabes en qué clase de dios crees? Espera, ¿son estas preguntas que nunca supiste y en las que nunca pensaste? En el proceso de creer en Dios, ¿alguna vez has eliminado el malentendido de Dios con tu propia experiencia real y la experiencia de la Palabra de Dios? ¿Alguna vez has aceptado la disciplina y la reprimenda de Dios para tener verdadera obediencia y consideración con Dios? ¿Alguna vez has conocido la santidad de Dios en los juicios de Dios, la rebelión del hombre y la naturaleza de Satanás? ¿Has comenzado una nueva perspectiva de la vida bajo la guía y apertura de la Palabra de Dios? ¿Sintió la indulgencia de Dios en las pruebas de Dios contra usted y su salvación? Si no sabe qué es un malentendido de Dios y cómo eliminarlo, se puede decir que nunca ha tenido una relación verdadera con Dios, nunca ha entendido a Dios, al menos nunca ha querido Entiende a Dios. Si no sabes cuál es la disciplina y el castigo de Dios, entonces ciertamente no sabes qué es la obediencia y la consideración, al menos nunca tienes verdadera obediencia y consideración hacia Dios. Si no has experimentado el castigo y el juicio de Dios, entonces no debes saber qué es la santidad de Dios y, lo que es más, qué es la rebelión humana. Si nunca ha tenido una visión verdaderamente correcta de la vida, no tiene objetivos de vida correctos y todavía está confundido, avergonzado o incluso estancado para el camino de la vida futura, entonces nunca debe haber sido abierto y guiado por Dios. Realmente nunca obtienes el suministro y el suministro de la Palabra de Dios. Si no ha sido probado por Dios, no hace falta decir que ciertamente no sabrá cuál es la intolerancia de Dios, o cuáles son los requisitos de Dios para usted, y mucho menos lo que Dios hace para salvar a las personas. ¿Qué es exactamente el trabajo? No importa cuántos años una persona ha creído en Dios, si no tiene experiencia o comprensión en la Palabra de Dios, entonces no debe haber tomado el camino de la salvación. Su fe en Dios no debe tener un contenido real, y su conocimiento de Dios también debe ser cero. No hace falta decir que no entendió lo que era temer a Dios.

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Dios te habla | Dios mismo, el único (III) La autoridad de Dios (II) Parte 6

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Las palabras de Dios del vídeo son del libro “La Palabra manifestada en carne”. El contenido del vídeo: 4.

Ven bajo el dominio del Creador y afronta la muerte con tranquilidad 5.

Las búsquedas y los logros de Job en la vida le permiten afrontar la muerte con calma 6.

Sólo aceptando la soberanía del Creador puede uno regresar a Su lado No pierdas la oportunidad de conocer la soberanía del Creador

También pasamos al tema del único Dios. Sobre este tema, hablé dos veces dos veces: la primera es sobre la autoridad de Dios y la segunda es sobre la justicia de Dios. Después de escuchar estas dos partes, ¿tiene alguna nueva comprensión de la identidad de Dios, el estado de Dios y la esencia de Dios? ¿Esta comprensión te ayuda a tener una comprensión y autenticidad más sustanciales de la verdadera existencia de Dios? Hoy estoy aquí sobre el tema de la “autoridad de Dios”.

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XI Palabras clásicas sobre la entrada en la realidad de la verdad

(II) Palabras sobre orar y adorar a Dios

11. La oración no es un tipo de ritual; es una verdadera comunión entre las personas y Dios y conlleva un significado profundo. A partir de las oraciones de las personas podemos ver que están sirviendo a Dios directamente; si consideras a la oración como un ritual, ciertamente no servirás bien a Dios. Si tus oraciones no son serias o sinceras, puede decirse que, desde el punto de vista de Dios, no existes como persona; si ese es el caso, ¿cómo puedes hacer que el Espíritu Santo obre en ti? El resultado será que, después de trabajar durante un tiempo, quedarás exhausto. De ahora en adelante, sin la oración, no podrás trabajar. Es la oración la que produce el trabajo y la que produce el servicio. Si eres una persona que funge como líder y sirve a Dios, pero nunca te has entregado a la oración o nunca has sido serio en tus oraciones, entonces la manera en la que sirves terminará haciéndote fracasar. […] Si puedes ir a menudo ante la presencia de Dios y puedes orarle con frecuencia, esto demuestra que tratas a Dios como Dios. Si descuidas a menudo la oración y, en cambio, haces cosas por tu cuenta y a Sus espaldas, entonces no sirves a Dios; más bien, simplemente estás haciéndote cargo de tus propios asuntos. Por tanto, ¿no serás condenado? Visto desde fuera, no parecerá que hayas hecho nada perturbador ni que hayas cometido blasfemia contra Dios, sino que estás haciéndote cargo de tus cosas. ¿Acaso no estás provocando una interrupción al hacer esto? Aunque, a primera vista, parece como si no estuvieras haciéndolo, en esencia, te estás resistiendo a Dios.

de ‘El significado y la práctica de la oración’ en “Registros de las pláticas de Cristo

12. Después de que creara a los hombres y les diera espíritus, Dios les ordenó que si no lo invocaban, no serían capaces de conectar con Su Espíritu y, por tanto, la “estación satélite” del cielo no se recibiría en la tierra. Cuando Dios ya no está en el espíritu de las personas hay un sitio libre para otras cosas, y así es como Satanás aprovecha la oportunidad de entrar. Cuando las personas contactan a Dios con el corazón, Satanás entra inmediatamente en pánico y se apresura a escapar. A través del clamor de la humanidad, Dios les da a las personas lo que necesitan, pero Él no “reside” en ellas al principio. Él les brinda ayuda de continuo a causa de su clamor, y las personas obtienen resistencia de esa fuerza interna de forma que Satanás no se atreve a venir aquí a “jugar” como se le antoje. De este modo, si las personas conectan continuamente con el Espíritu de Dios, Satanás no se atreve a venir a interrumpir. Sin la interrupción de Satanás, la vida de todas las personas es normal y Dios tiene la oportunidad de obrar en ellas sin obstrucciones. De esta manera, lo que Dios quiere hacer puede lograrse a través de los seres humanos

de ‘Capítulo 17’ de Interpretaciones de los misterios de las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

13.

(Pasaje selecto de la Palabra de Dios)

Acerca de la práctica de la oración

Vosotros no prestáis atención a la oración en vuestra vida diaria. Las personas siempre han pasado por alto la oración. En sus oraciones anteriores sólo lo estaban haciendo de una forma superficial, a manera de juego, y nadie nunca le ha dado completamente su corazón ante Dios y ha orado verdaderamente a Dios. Las personas sólo oran a Dios cuando algo les pasa. Durante todo este tiempo, ¿alguna vez has orado verdaderamente a Dios? ¿Alguna vez has derramado lágrimas de dolor delante de Dios? ¿Alguna vez has llegado a conocerte delante de Dios? ¿Alguna vez has tenido una oración íntima con Dios? La oración se practica gradualmente: si por lo general no oras en casa, entonces no vas a tener manera de orar en la iglesia, y si por lo general no oras durante las pequeñas reuniones, entonces no vas a ser capaz de orar durante las grandes reuniones. Si normalmente no te acercas a Dios ni meditas en Sus palabras, entonces no vas a tener nada que decir cuando sea hora de orar, e incluso si oras, sólo estarás orando de boca para afuera; no vas a estar orando verdaderamente.

¿Qué significa orar realmente? Quiere decir hablar con Dios las palabras que están dentro de tu corazón y tener comunión con Dios después de que comprendiste Su voluntad, basándote en Sus palabras; quiere decir sentirte particularmente cerca de Dios, sentir que Él está enfrente de ti y que tienes algo que decirle; y quiere decir estar especialmente radiante dentro de tu corazón y sentir que Dios es especialmente precioso. Te sentirás especialmente inspirado y, después de escuchar tus palabras, los hermanos y hermanas se sentirán complacidos, sentirán que las palabras que hablas son las que están dentro de sus corazones, las que quieren pronunciar, y que lo que dices representa lo que ellos quieren decir. Esto es lo que significa orar verdaderamente. Después de que has orado verdaderamente, te sentirás en paz y complacido en tu corazón; la fuerza para amar a Dios crecerá y sentirás que nada en toda tu vida es más valioso o significativo que amar a Dios, y todo esto probará que tus oraciones han sido efectivas. ¿Alguna vez has orado de esta manera?

¿Y qué hay en cuanto al contenido de las oraciones? Debes orar, paso a paso, de acuerdo a tu verdadero estado y a aquello que será hecho por el Espíritu Santo, y debes hablar con Dios de acuerdo con la voluntad de Dios y Sus exigencias para el hombre. Cuando comiences a practicar tus oraciones, primero entrégale tu corazón a Dios. No intentes entender la voluntad de Dios; sólo trata de decirle a Dios las palabras que están dentro de tu corazón. Cuando te presentes delante de Dios, habla así: “¡Oh Dios! Sólo hoy me doy cuenta de que solía desobedecerte. Soy realmente corrupto y despreciable. Antes, estaba perdiendo el tiempo; a partir de hoy, voy a vivir para Ti, voy a vivir una vida que tenga sentido y voy a satisfacer Tu voluntad. Quisiera que Tu Espíritu siempre obrara en mi interior y que siempre me iluminara y me esclareciera, para que pueda dar un testimonio fuerte y rotundo delante de Ti, permitiendo que Satanás vea Tu gloria, Tu testimonio y la prueba de Tu triunfo dentro de nosotros”. Cuando ores de esta manera, tu corazón será completamente liberado, y después de haber orado así, tu corazón estará más cerca de Dios, y al orar con frecuencia de esta manera, el Espíritu Santo inevitablemente obrará dentro de ti. Si siempre clamas a Dios de esta manera, y tomas tu determinación delante de Dios, llegará el día en que tu determinación pueda ser aceptada delante de Dios, cuando Él reciba tu corazón y todo tu ser, y finalmente Dios te hará perfecto. La oración es de suma importancia para vosotros. Cuando oras, recibes la obra del Espíritu Santo, Dios toca así tu corazón y surge la fuerza del amor por Dios dentro de ti. Si no oras con el corazón, si no abres tu corazón para tener comunión con Dios, entonces Dios no va a tener forma de obrar en ti. Si, habiendo orado, has dicho todas las palabras que están dentro de tu corazón y el Espíritu de Dios no ha obrado, si no te sientes inspirado en tu interior, entonces esto demuestra que tu corazón no es sincero, que tus palabras no son ciertas y que siguen siendo impuras. Si, habiendo orado, te sientes complacido, entonces Dios ha aceptado tus oraciones y el Espíritu de Dios ha obrado dentro de ti. Como alguien que sirve delante de Dios, no puedes estar sin orar. Si verdaderamente ves la comunión con Dios como algo significativo y valioso, ¿podrías abandonar la oración? Nadie puede estar sin comunión con Dios. Sin la oración, vives en la carne, vives en la esclavitud de Satanás; sin la oración verdadera, vives bajo la influencia de la oscuridad. Espero que los hermanos y hermanas puedan orar verdaderamente todos y cada uno de los días. Sin embargo, esto no es observancia de la doctrina, sino un efecto que se debe lograr. ¿Estás dispuesto a renunciar a un poco de sueño y gratificación haciendo oraciones matutinas al amanecer y después disfrutar de las palabras de Dios? Si oras, comes y bebes las palabras de Dios de esta manera, con un corazón puro, entonces Dios te aceptará más. Si lo haces cada día, si practicas darle tu corazón a Dios cada día y tienes comunión con Él, entonces tu conocimiento de Dios seguro aumentará y estarás mejor capacitado para captar la voluntad de Dios. Debes decir: “¡Oh Dios! Quiero cumplir mi deber. Con el fin de que Tú seas glorificado en nosotros, y de que puedas disfrutar del testimonio en nosotros, este grupo de personas, no puedo sino consagrarte todo mi ser. Te suplico que obres dentro de nosotros para que yo pueda amarte y satisfacerte verdaderamente y convertirte en el objeto de mi búsqueda”. Cuando tengas esta carga, con toda seguridad Dios te perfeccionará; no sólo oras por tu bien sino también por el bien de llevar a cabo la voluntad de Dios y por el bien de amarlo a Él. Esa es la clase de oración más verdadera. ¿Oras con el propósito de llevar a cabo la voluntad de Dios?

Antes, no sabíais cómo orar y pasabais por alto la oración; hoy, debéis hacer vuestro mejor esfuerzo por entrenaros a orar. Si no puedes reunir las fuerzas dentro de ti para amar a Dios, entonces ¿cómo puedes orar? Debes decir: “¡Oh Dios! Mi corazón es incapaz de amarte verdaderamente, quiero amarte pero me hace falta la fuerza. ¿Qué debo hacer? Quiero que Tú abras los ojos de mi espíritu, quiero que Tu Espíritu toque mi corazón para que delante de Ti sea despojado de todos los estados pasivos y que ninguna persona, cuestión o cosa me restrinja; pongo al descubierto completamente mi corazón delante de Ti para que todo mi ser se consagre delante de Ti y me puedas probar como quieras. Ahora bien, no pienso en mis perspectivas ni la muerte me limita. Usando mi corazón que te ama, quiero buscar el camino de la vida. Todas las cosas y todos los eventos están en Tus manos, mi destino está en Tus manos y, además, mi vida es controlada por Tus manos. Ahora, busco amar a Ti e, independientemente de si me dejas amarte, independientemente de cómo interfiera Satanás, estoy decidido a amarte”. Cuando te encuentras con esto, oras de esta manera. Si lo haces así todos los días, la fuerza para amar a Dios crecerá poco a poco.

¿Cómo se puede entrar en la oración verdadera?

Mientras oras, tu corazón debe estar en paz delante de Dios y debe ser sincero. Estás realmente teniendo comunión y orando con Dios; no debes engañar a Dios usando palabras elegantes. La oración se debe centrar en torno a aquello que Dios quiere completar hoy. Pídele a Dios que te ilumine y te esclarezca más, y lleva tu estado actual y tus problemas delante de Él para que ores y tomes una resolución ante Dios. Orar no es seguir un procedimiento sino buscar a Dios usando tu corazón sincero. Pide que Dios proteja tu corazón, capacitándolo para que con frecuencia esté en paz delante de Dios, capacitándote para que te conozcas y te desprecies y te abandones en el ambiente que Dios ha puesto para ti, permitiéndote así tener una relación normal con Dios y haciendo de ti alguien que verdaderamente ama a Dios.

¿Cuál es el significado de la oración?

La oración es una de las formas en las que el hombre coopera con Dios, es un modo por medio del cual el hombre invoca a Dios y es el proceso por medio del cual el Espíritu de Dios toca al hombre. Se puede decir que los que están sin oración son muertos que no tienen espíritu, lo que prueba que les hacen falta las facultades para que Dios los toque. Sin la oración, las personas no pueden alcanzar una vida espiritual normal, mucho menos seguir la obra del Espíritu Santo; sin la oración, rompen su relación con Dios y no pueden recibir la aprobación de Dios. Siendo que eres alguien que cree en Dios, entre más ores, más te toca Dios. Esas personas tienen una mayor determinación y pueden recibir más la iluminación más reciente de Dios; como resultado, el Espíritu Santo puede perfeccionar sólo a personas como estas tan pronto como sea posible.

¿Cuál es el efecto que se debe lograr por la oración?

Las personas pueden llevar a cabo la práctica de la oración y comprender el significado de la oración, pero el efecto que la oración debe lograr no es nada sencillo. La oración no es un proceso de pasar por las formalidades, de seguir un procedimiento o de recitar las palabras de Dios, es decir, la oración no implica repetir palabras como un perico y copiarles a los demás. En la oración, le debes dar tu corazón a Dios, compartiendo con Dios las palabras que están en tu corazón para que Él te pueda tocar. Si las oraciones han de ser efectivas, entonces se deben basar en la lectura de las palabras de Dios. Sólo orando en medio de las palabras de Dios se podrá recibir más esclarecimiento e iluminación. Una oración verdadera se demuestra cuando se tiene un corazón que anhela las exigencias que Dios le hace y se está dispuesto a cumplir estas exigencias; se podrá odiar todo lo que Dios odia y sobre esta base se tendrá conocimiento, se conocerá y se tendrá claras las verdades que Dios explica. Tener la determinación, la fe, el conocimiento y un camino por el cual practicar después de orar, sólo esto es orar verdaderamente y sólo la oración como esta puede ser efectiva. Sin embargo, la oración se debe construir sobre el fundamento del disfrute de las palabras de Dios y teniendo comunión con Dios en Sus palabras, y el corazón puede buscar a Dios y estar en paz ante Dios. Esa oración ya ha alcanzado el punto de la comunión verdadera con Dios.

Conocimiento básico acerca de la oración:

1. No digas a ciegas lo que venga a tu mente. En tu corazón debe haber una carga; es decir, debes tener un objetivo cuando ores.

2. Tus oraciones deben contener las palabras de Dios; se deben basar en las palabras de Dios.

3. Al orar, no puedes volver a lo mismo una y otra vez; no debes traer a colación cosas obsoletas. Especialmente te debes entrenar en hablar las palabras actuales del Espíritu Santo; sólo entonces podrás hacer una conexión con Dios.

4. La oración grupal se debe centrar alrededor de un núcleo, que debe ser la obra del Espíritu Santo hoy.

5. Todas las personas deben aprender cómo orar por los demás. En las palabras de Dios, deben encontrar la porción por la que quieren orar, sobre la que tengan una carga y por la cual deban orar con frecuencia. Esta es una manifestación del cuidado que se tiene de la voluntad de Dios.

La vida de oración personal se basa en entender el significado de la oración y el conocimiento básico de la oración. El hombre a menudo debe orar por sus deficiencias en su vida diaria y debe orar sobre el fundamento del conocimiento de las palabras de Dios con el propósito de lograr los cambios en su carácter de vida. Todos deben establecer su propia vida de oración, deben orar por el conocimiento que se basa en las palabras de Dios, deben orar con el fin de buscar el conocimiento de la obra de Dios. Pon tus circunstancias presentes delante de Dios y sé pragmático y no prestes atención al método; la clave es lograr un conocimiento verdadero y experimentar realmente las palabras de Dios. Cualquiera que busque la entrada a la vida espiritual debe ser capaz de orar de múltiples maneras. Orar en silencio, ponderar las palabras de Dios, llegar a conocer la obra de Dios, etc., esta obra orientada de comunión tiene el propósito de lograr la entrada a la vida espiritual normal, mejorando cada vez más tu propia condición ante Dios y produciendo un progreso cada vez mayor en tu vida. En resumen, todo lo que hagas —ya sea comer y beber las palabras de Dios u orar en silencio o declarar en voz alta— es con el fin de ver claramente las palabras de Dios y Su obra y aquello que Él desea lograr en ti. Lo que es más importante, es con el objetivo de alcanzar los estándares que Dios exige y llevar tu vida al siguiente nivel. El estándar más bajo que Dios exige de las personas es que le puedan abrir sus corazones. Si el hombre le da a Dios su corazón sincero y le dice lo que realmente hay dentro de su corazón, entonces Dios estará dispuesto a obrar en el hombre; Dios no quiere el corazón torcido del hombre sino su corazón puro y honesto. Si el hombre no le dice a Dios lo que de verdad hay en su corazón, entonces Dios no toca el corazón del hombre ni obra dentro de él. Por lo tanto, lo más crucial acerca de la oración es decirle a Dios las palabras de tu auténtico corazón, hablarle a Dios de tus defectos o de tu carácter rebelde y abrirte completamente a Él. Sólo entonces Dios estará interesado en tus oraciones; si no, Él ocultará Su rostro de ti. El criterio mínimo para la oración es que puedas guardar tu corazón en paz ante Dios y que no se aparte de Él. Tal vez, durante este periodo, no has obtenido una visión más nueva o más alta, pero debes usar la oración para mantener las cosas como están; no puedes retroceder. Esto es lo mínimo que debes alcanzar. Si no puedes lograr ni siquiera esto, entonces esto prueba que tu vida espiritual no ha entrado en la senda correcta; como resultado, no podrás aferrarte a tu visión original y serás despojado de la fe en Dios y por consiguiente tu determinación desaparecerá. Lo que marca tu entrada en la vida espiritual es si tus oraciones han entrado o no en la senda correcta. Todas las personas deben entrar en esta realidad, todas deben hacer la obra de entrenarse de manera consciente en la oración, no esperando con pasividad sino buscando conscientemente que el Espíritu Santo las toque. Sólo entonces serán personas que efectivamente buscan a Dios.

Cuando comiences a orar, debes ser realista, y no intentes hacer demasiado; no puedes hacer demandas extravagantes esperando que tan pronto como abras tu boca el Espíritu Santo te tocará, te esclarecerá, te iluminará y te concederá mucha gracia. Eso es imposible, Dios no hace cosas sobrenaturales. Dios lleva a término las oraciones de las personas en Su propio tiempo y a veces prueba tu fe para ver si eres leal delante de Él. Cuando oras, debes tener fe, perseverancia y determinación. Cuando comienzan a entrenarse en la oración, la mayoría de las personas no sienten que el Espíritu Santo las haya tocado y se desaniman. ¡Esto no puede ser! Debes ser persistente, te debes enfocar en sentir el toque del Espíritu Santo y en buscar y explorar. A veces, la senda por la que actúas es la equivocada; a veces, tus motivaciones y conceptos no pueden permanecer firmes ante Dios y por eso el Espíritu de Dios no te conmueve; también hay veces en las que Dios se fija en si eres leal o no. En resumen, debes dedicar más esfuerzo a entrenarte. Si descubres que la senda sobre la que actúas está desviada, puedes cambiar la forma en la que oras. Con tal de que verdaderamente busques y anheles recibir, entonces el Espíritu Santo con toda seguridad te llevará a esta realidad. A veces oras con un corazón sincero, pero no sientes que hayas sido tocado de manera especial. En momentos como estos, debes confiar en tu fe y en que Dios observa tus oraciones; debes perseverar en tus oraciones.

Debes ser honesto y debes orar con el fin de deshacerte de la astucia que hay en tu corazón. A medida que uses la oración para purificarte siempre que lo necesites, y la uses para que el Espíritu de Dios te toque, tu carácter cambiará gradualmente. La verdadera vida espiritual es una vida de oración y es una vida que el Espíritu Santo toca. El proceso de ser tocado por el Espíritu Santo es el proceso de cambiar el carácter del hombre. Una vida que no ha sido tocada por el Espíritu Santo no es una vida espiritual, sigue siendo un ritual religioso; sólo aquellas a quienes el Espíritu Santo toca con frecuencia, y que el Espíritu Santo ha esclarecido e iluminado, son las personas que han entrado en la vida espiritual. El carácter del hombre cambia constantemente cuando ora, y entre más es movido por el Espíritu de Dios, más proactivo y obediente será. Así también, su corazón será purificado poco a poco y después de esto su carácter cambiará gradualmente. Ese es el efecto de la oración verdadera.

de “La Palabra manifestada en carne”

14. Aunque cuando las personas se arrodillan para orar hablan a Dios en un reino intangible, debes entender claramente que sus oraciones son también una especie de conducto a través del cual pueden recibir la obra del Espíritu Santo. Cuando las personas oran y buscan mientras se encuentran en el estado correcto, el Espíritu Santo también obra al mismo tiempo. Esta es una especie de cooperación armoniosa entre Dios y la humanidad desde dos perspectivas diferentes; en otras palabras, es Dios ayudando a las personas a lidiar con ciertos asuntos. Este es un tipo de cooperación por parte de los humanos cuando van ante Dios; también es un tipo de método a través del cual Dios salva y purifica a las personas. Además, es la senda para la entrada apropiada de las personas a la vida y no es un tipo de ceremonia. La oración no consiste simplemente en estimular el entusiasmo de las personas; si eso fuera todo, bastaría con actuar por inercia y gritar algunos eslóganes y no habría necesidad de pedir nada ni de adorar, ni de tener piedad. ¡El significado de la oración es muy profundo! Si oras con frecuencia y si sabes cómo hacerlo –y oras a menudo de forma sumisa y razonable– entonces tu estado interno será siempre apropiado. Si frecuentemente expresas esos eslóganes al orar sin tener una carga y sin reflexionar sobre si lo que dices en oración es razonable, cuáles de tus palabras son inadmisibles y qué forma de hablar no es verdadera adoración, y si nunca te tomas en serio estos asuntos, entonces tus oraciones no tendrán éxito y siempre tendrás un estado interno anormal; nunca ahondarás en las lecciones de qué es la razón normal, la sumisión verdadera, la verdadera adoración, y dónde deberías estar en la oración. Todos estos asuntos son sutiles.

de ‘El significado y la práctica de la oración’ en “Registros de las pláticas de Cristo”

15. Tus oraciones a Dios carecen de razón con demasiada frecuencia; siempre oras con el siguiente tono: “¡Oh, Dios! Como me has permitido llevar a cabo este deber, debes hacer que todo lo que yo haga sea adecuado para que Tu obra no sea interrumpida y que los intereses de la familia de Dios no sufran pérdidas. Debes protegerme…”. Esta oración es verdaderamente irracional ¿no es así? […] Observa las oraciones del Señor Jesús (aunque Sus oraciones no se mencionan aquí para hacer que las personas se apropien de Su lugar o posición): en el Huerto de Getsemaní Él oró “Si es posible…”. Es decir, “si puede hacerse”. Esto se dijo en un diálogo; Él no dijo: “Te imploro”. Con un corazón sumiso y en un estado de sumisión, oró: “Si es posible, pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieres” (Mateo 26:39). Él oró así las primeras dos veces y, la tercera, oró: “Que se haga Tu voluntad”. Habiendo comprendido las intenciones de Dios Padre, dijo: “Que se haga Tu voluntad”. Él fue capaz de someterse por completo sin tomar absolutamente ninguna decisión personal. Él dijo: “Si es posible, pase de Mí esta copa”. ¿Qué significaba eso? Oró de esta forma porque pensaba en el enorme sufrimiento de desangrarse en la cruz hasta Su último hálito de vida –y esto aludía al tema de la muerte– y porque Él todavía no había comprendido por completo las intenciones de Dios Padre. Dado que pudo orar de esa forma a pesar de pensar en el sufrimiento de la crucifixión, Él fue, ciertamente, muy sumiso. Su modo de orar fue normal; no propuso ninguna condición en Su oración y tampoco dijo que la copa debía eliminarse. Más bien, su propósito era buscar las intenciones de Dios en una situación que Él no entendía. La primera vez que Él oró, Él no entendía por completo las intenciones de Dios Padre, y dijo: “Si es posible… pero sea como Tú quieras”. Él oró a Dios en un estado de sumisión. La segunda vez, oró de la misma forma. En total, oró tres veces (por supuesto, estas tres oraciones no se produjeron simplemente en tres días), y, en Su oración final, entendió completamente las intenciones de Dios, después de lo cual ya no imploró nada más. En Sus dos primeras oraciones, Él buscó en un estado de sumisión. Sin embargo, simplemente, las personas no oran así. En sus oraciones, las personas dicen: “Dios, te ruego que hagas esto y aquello, y te ruego que me guíes en esto y aquello, y te imploro que prepares condiciones para mí…”. Quizás Él no preparará condiciones adecuadas para ti y permitirá que sufras dificultades. Si las personas dijeran siempre: “Dios, te pido que hagas preparativos para mí y me des fuerzas”, ¡la oración sería verdaderamente inadmisible! Debes ser razonable cuando ores y debes hacerlo bajo la premisa de que estás sometiéndote. No limites tus oraciones. Antes de que comiences siquiera a orar, ya te estás limitando de esa manera: Debo implorar a Dios y hacer que haga tal y tal cosa. ¡Esta clase de oración es verdaderamente inadmisible!

de ‘El significado y la práctica de la oración’ en “Registros de las pláticas de Cristo”

16. A veces, cuando estás disfrutando las palabras de Dios, tu espíritu es tocado y sientes que no puedes dejar de amar a Dios, que hay una gran fuerza dentro de ti y que no hay nada que no puedas desechar. Si te sientes así, entonces el Espíritu de Dios te ha tocado y tu corazón se ha vuelto por completo a Dios y vas a orar a Dios y le vas a decir: “¡Oh Dios! Tú realmente nos has predestinado y escogido. Tu gloria me llena de orgullo y para mí es glorioso ser uno de Tu pueblo. Voy a erogar todo y dar todo para cumplir Tu voluntad y te voy a dedicar todos mis años y toda una vida de esfuerzos”. Cuando oras de esta manera, en tu corazón habrá un amor que no tiene fin y una obediencia verdadera hacia Dios. ¿Alguna vez has tenido una experiencia como esta? Si el Espíritu de Dios toca a las personas con frecuencia, entonces están especialmente dispuestas a consagrarse a Dios en sus oraciones: “¡Oh Dios! Quiero contemplar Tu día de gloria y quiero vivir para Ti, nada es más valioso o importante que vivir para Ti y no tengo el más mínimo deseo de vivir para Satanás y la carne. Me levantaste cuando me capacitaste para vivir para Ti hoy”. Cuando hayas orado de esta manera, vas a sentir que no puedes dejar de darle tu corazón a Dios, que debes ganar a Dios y que odiarías morirte sin haber ganado a Dios mientras estás vivo. Después de haber orado tal oración, habrá dentro de ti una fuerza inagotable que no sabrás de dónde proviene; dentro de ti habrá un poder sin límite y tendrás un gran sentimiento de que Dios es maravilloso y que es digno de que lo ames. Así será cuando Dios te haya tocado. Todos los que han tenido esa experiencia es porque Dios los ha tocado. Para aquellos a quienes Dios toca con frecuencia, en sus vidas ocurren los cambios, pueden tomar su resolución, están dispuestos a ganar por completo a Dios, el amor por Dios en sus corazones es más fuerte, sus corazones se han vuelto por completo a Dios, no tienen en cuenta a la familia, el mundo, las complicaciones o su futuro y están dispuestos a dedicarle a Dios una vida de esfuerzos. A todos aquellos a quienes el Espíritu de Dios ha tocado son los que están en busca de la verdad y que tienen la esperanza de que Dios los perfeccione.

de ‘Conoce la nueva obra de Dios y sigue Sus huellas’ en “La Palabra manifestada en carne”

17. Este hombre, Pedro, era de excelente calibre, pero sus circunstancias eran diferentes a las de Pablo. Sus padres me persiguieron, pertenecían a los demonios poseídos por Satanás, y por esta razón no puede decirse que transmitieron el camino a Pedro. Pedro tenía un ingenio agudo, estaba dotado de una inteligencia innata y sus padres lo mimaban profundamente desde la infancia; cuando creció, sin embargo, se convirtió en su enemigo, porque él siempre buscó conocerme y esto lo llevó a darles la espalda. Esto se debió, en primer lugar, a que él creía que los cielos y la tierra y todas las cosas están en las manos del Todopoderoso, y que todas las cosas positivas se originan en Dios y provienen directamente de Él, sin pasar por ningún procesamiento por parte de Satanás. Gracias al ejemplo contrario de sus padres como complemento, fue capaz de reconocer Mi amor y misericordia más fácilmente, encendiendo dentro de él una pasión aún mayor por buscarme. Prestó especial atención no sólo a comer y beber Mis palabras, sino, aún más, a comprender Mis intenciones, y fue constantemente prudente y cauteloso con sus pensamientos, por lo que siempre fue muy sagaz en su espíritu y, por ende, capaz de complacerme en todo lo que hacía. En la vida cotidiana, puso especial atención a integrar las lecciones de quienes habían fracasado en el pasado con el fin de incentivarse a sí mismo a poner mayor esfuerzo, profundamente temeroso de poder caer en las redes del fracaso. También puso especial empeño en asimilar la fe y el amor de todos aquellos que a través de los tiempos habían amado a Dios. De este modo, no sólo en los aspectos negativos, sino mucho más importante, en los aspectos positivos, aceleró el progreso de su crecimiento, hasta que se convirtió, en Mi presencia, en el ser humano que mejor me conoció. Por esta razón, no es difícil imaginar cómo pudo poner en Mis manos todo lo que tenía, dejando de ser dueño de sí mismo, incluso en lo referente a qué comer, cómo vestirse, dónde dormir o dónde alojarse, e hizo de satisfacerme en todas las cosas la base sobre la cual disfrutaba de Mi riqueza. Lo puse a prueba muchas veces –lo cual, por supuesto, lo dejó medio muerto– pero aun en medio de estos cientos de pruebas, ni una sola vez perdió la fe en Mí o se sintió desilusionado de Mí. Incluso cuando dije que ya lo había hecho a un lado, no fue débil de corazón ni cayó en la desesperación, sino que continuó como siempre, cumpliendo con sus principios para amarme de una manera práctica. Cuando le dije que, a pesar de que me amaba, Yo no lo elogiaría, sino que al final lo arrojaría a las manos de Satanás. En medio de estas pruebas, que no llegaron a tocar su carne, sino que fueron pruebas por medio de palabras, él continuó orándome: “¡Oh, Dios! Entre los cielos y la tierra y todas las cosas, ¿hay algún hombre, alguna criatura o alguna cosa que no esté en Tus manos, las del Todopoderoso? Cuando deseas mostrarme Tu compasión, mi corazón se regocija a causa de Tu misericordia; cuando deseas juzgarme, aunque yo pueda ser indigno, siento mucho más aún el misterio profundo de Tus obras, porque estás lleno de autoridad y sabiduría. Aunque mi carne pueda sufrir, soy consolado en mi espíritu; ¿cómo podría yo no ensalzar Tu sabiduría y Tus obras? Incluso si muriese después de llegar a conocerte, siempre estaría listo y dispuesto. ¡Oh, Todopoderoso! ¿Acaso no es porque no deseas que yo te vea? ¿Acaso no es que soy verdaderamente indigno de recibir Tu juicio? ¿Es acaso posible que haya algo en mí que no desees ver?”. En medio de este tipo de pruebas, a pesar de que Pedro no fue capaz de captar Mis intenciones con exactitud, es evidente que él consideraba cuestión de orgullo y gloria personal ser usado por Mí (aunque fuera sólo para recibir Mi juicio para que la humanidad pudiese ver Mi majestad y Mi ira) y se sintió todo, menos abatido, a causa de haber sido sometido a juicio. Por su lealtad en Mi presencia y debido a Mis bendiciones sobre él, se ha convertido en un ejemplo y un modelo para la humanidad durante miles de años. ¿No es este precisamente el ejemplo que deberíais seguir?

de ‘Capítulo 6’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

18. Cuando Dios lo estaba castigando, Pedro oró, “¡Oh Dios! Mi carne es desobediente y Tú me castigas y me juzgas. Me gozo en Tu castigo y en Tu juicio, e incluso si no me quieres, en Tu juicio contemplo Tu justo y santo carácter. Cuando me juzgas para que los demás puedan contemplar Tu justo carácter en Tu juicio, me siento contento. Sólo deseo que Tu carácter pueda mostrarse de modo que todas las creaturas puedan ver Tu carácter justo y yo pueda amarte de una manera más pura a través de Tu juicio y lograr la semejanza de alguien que es justo. Tu juicio como este es bueno porque así es Tu voluntad misericordiosa. Sé que todavía hay mucha rebeldía en mí y que todavía no soy digno de venir delante de Ti. Quiero que me juzgues aún más, ya sea a través de un ambiente hostil o de grandes tribulaciones; no importa qué haces, para mí es precioso. Tu amor es tan profundo y estoy dispuesto a ponerme a merced Tuya sin la más mínima queja”. Este es el conocimiento que Pedro tiene después de haber experimentado la obra de Dios, y también es un testimonio de su amor por Dios.

de ‘Las experiencias de Pedro: su conocimiento del castigo y del juicio’ en “La Palabra manifestada en carne

Nota al pie:

The Bible quotation in this article are translated from AKJV.

La Palabra de Dios | “El suspiro del Todopoderoso” Las palabras del Espíritu Santo

La Palabra de Dios | “El suspiro del Todopoderoso” Las palabras del Espíritu Santo

Hay un gran secreto en tu corazón que nunca has notado, porque vives en un mundo sin luz. El malvado quita tu corazón y tu espíritu; tus ojos están cubiertos por la oscuridad, no puedes ver el sol en el cielo, no puedes ver la estrella centelleante en el cielo nocturno; tus oídos son palabras engañadas Estaba bloqueado, y no se escuchó el sonido del trueno del Señor, ni el sonido del agua que fluía desde arriba del trono. Has perdido todo lo que deberías haber perdido, todo lo que el Todopoderoso te ha dado, y entraste en el mar ilimitado de sufrimiento, sin el poder de rescatar, la esperanza de sobrevivir, pero solo luchando, corriendo … desde ese momento, Estás destinado a ser torturado por el maligno, lejos de la bendición del Todopoderoso, lejos del suministro del Todopoderoso, y emprender un camino sin retorno. Miles de voces dicen que es difícil despertar tu corazón, tu espíritu, y estás durmiendo en manos del maligno, tentado por el maligno para entrar en un estado sin fin, sin dirección, sin señales de tráfico. Desde entonces, has perdido tu inocencia e inocencia al principio, y has comenzado a evitar el cuidado del Todopoderoso. El maligno guía todo en tu corazón y se convierte en tu vida. Ya no tienes miedo de él, ya no lo esquivas o dudas, sino que lo tratas como el dios de tu corazón. Empiezas a adorarlo y adorarlo. Inseparable de él, y le prometió vida y muerte. No tienes idea de dónde vienes, por qué naciste, por qué moriste. Usted considera que el Todopoderoso es extraño, y usted no conoce su origen, ni siquiera lo que le ha hecho. Todo lo que proviene de él es considerado como algo que odias. No sabes apreciarlo, ni sabes su valor. Caminas con el maligno, comenzando el día en que recibes el suministro del Todopoderoso, miles de años de viento y lluvia, te unes con el maligno y juntos “contrarrestas” al Dios que fue la fuente de tu vida, no conozco el arrepentimiento y no me conozco a mí mismo. Es hora de perecer. Has olvidado que el maligno te ha seducido y torturado, y has olvidado tu comienzo. Así que el maligno te ha mutilado paso a paso hasta el día de hoy. Tu corazón y tu espíritu están entumecidos y podridos, y ya no te quejas de los sufrimientos del mundo. Ya no pienses en las injusticias del mundo, ni les importa la existencia del Todopoderoso, porque el maligno ha sido considerado como tu padre biológico y ya no puedes dejarlo, este es el “secreto” en tu corazón.

Cuando amaneció, una estrella de la mañana se iluminó en el este. Era una estrella nunca antes vista. Encendió el cielo estrellado silencioso y encendió las luces apagadas en los corazones de las personas. Esta luz hace que la gente ya no esté sola, te ilumina y lo ilumina a él. Pero solo tú aún duermes en esa noche oscura, no puedes escuchar el sonido, no puedes ver la luz, no puedes detectar la llegada del nuevo cielo, la nueva tierra y la nueva era, porque tu padre te dice: “Hija, no te levantes, es temprano, el clima Hace frío, no salgas, para que no te atraviese un cuchillo y una pistola. “Solo crees en el juguete de tu padre, porque crees que solo el padre tiene razón, porque el padre es mayor que tú y el padre realmente te ama”. Este tipo de ding, tal amor, hace que ya no creas que hay una leyenda brillante en el mundo, ya no te importa si hay verdad en este mundo, ya no esperas la ayuda del Todopoderoso, solo descansa en el status quo, ya no esperas la llegada de la luz, Ya no mires el advenimiento del legendario Todopoderoso. Todas las cosas que son hermosas no pueden revivirse y existir en tus ojos. El mañana humano y el futuro humano desaparecerán y caerán en tus ojos. Agarras con fuerza la camisa de tu padre y estás dispuesto a sufrir con él, temeroso de perder a tu compañero y de perder tu “dirección”. El mundo confuso te ha creado uno tras otro, tenaz, y más bien lleno de los diferentes roles de este mundo, ha creado un “guerrero” tras otro que no tiene miedo a la muerte en absoluto, y ha creado lote tras lote El que está entumecido y que no sabe lo que fue creado, está paralizado. Los ojos del Todopoderoso inspeccionaron a los seres humanos que más habían sufrido, escucharon el lamento de las personas que sufrían, vieron la desvergüenza de las víctimas y sintieron la impotencia y el miedo de los seres humanos que perdieron su salvación. Los seres humanos rechazaron su cuidado de seguir su propio curso, evitando su vista, y preferirían probar la amargura de las profundidades del mar con el enemigo. El suspiro del Todopoderoso ya no es audible, y las manos del Todopoderoso son reacias a tocar a este miserable humano. Recuperado una y otra vez, perdido una y otra vez, y solo repitiendo su trabajo. Desde ese momento, estaba cansado y cansado, y detuvo su trabajo, ya no caminaba entre la gente … Los seres humanos no son conscientes de todos estos cambios, y no son conscientes de la venida y el regreso del Todopoderoso, Él y Él.

Todo en el mundo está cambiando en las mentes del Todopoderoso y bajo los ojos. Las cosas de las que los humanos nunca han oído hablar de repente vienen, y las cosas que los humanos han tenido durante mucho tiempo desaparecerán sin saberlo. Nadie puede detectar el paradero del Todopoderoso, y nadie puede sentir la extraordinaria y grandeza del poder vital del Todopoderoso. Su carácter extraordinario radica en el hecho de que puede sentir lo que los humanos no pueden detectar, y su grandeza radica en que él es el que es rechazado por la humanidad pero salva a la humanidad. Sabía el significado de la vida y la muerte, y sabía más sobre las reglas de supervivencia de los seres humanos creados, era la base de la existencia humana y el redentor de la resurrección humana. Él convertirá el corazón alegre en tristeza, y el corazón triste en felicidad, por su trabajo y por su plan.

Los seres humanos han dejado el suministro de vida del Todopoderoso, y no saben qué es la vida, pero tienen miedo a la muerte, sin confianza ni ayuda, pero aún no están dispuestos a cerrar los ojos, sostener sus cuerpos y mantener el cuerpo inconsciente en este mundo. Estás tan desesperado, también está viviendo sin una meta. Solo el santo en la leyenda salvará a aquellos que gimen de sufrimiento y esperan que él venga. Esta fe está en el inconsciente. La vacilación no se puede realizar, pero la gente todavía lo espera. El Todopoderoso tiene compasión de aquellos que han sufrido profundamente y está cansado de aquellos que no tienen conciencia en absoluto, porque tiene que esperar mucho tiempo para obtener respuestas de la gente. Él está buscando, buscando tu corazón, buscando tu espíritu, dándote agua y comida para que despiertes, ya no tengas sed, ya no tengas hambre. Cuando te sientas cansado, cuando sientas un poco de desolación en este mundo, no te confundas, no llores, Dios Todopoderoso: el observador te abrazará en cualquier momento. Él está esperando a tu lado, esperando tu turno, esperando el día en que de repente recuperes la memoria: sabiendo que saliste de Dios, no sé cuándo te perdiste y no sabes cuándo estabas inconsciente en el camino, y No sé cuándo hay un “padre”, y sé que el Todopoderoso ha estado esperando su regreso allí durante mucho tiempo. Miró desesperado, esperando una respuesta sin una respuesta. Su espera no tiene precio para el corazón humano, para el espíritu humano. Quizás esta espera sea indefinida, o tal vez esta espera haya llegado a su fin, pero debes saber dónde están ahora tu corazón y tu espíritu.

Recomendación: La segunda venida de Cristo