Satanás tienta a Job por primera vez (le roban su ganado y la calamidad cae sobre sus hijos)

a. Las palabras que Dios habló

Job 1:8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿Has considerado a Mi siervo Job? No hay ningún otro como él en la tierra, un hombre perfecto y recto, que teme a Dios y se aparta del mal.

Job 1:12 Y Jehová dijo a Satanás: Mira, todo lo que él posee está en tu poder, solo que no pongas tu mano sobre él. Entonces Satanás salió de la presencia de Jehová.

b. La respuesta de Satanás

Job 1:9-11 Entonces Satanás respondió a Jehová, y dijo: ¿Teme Job a Dios en vano? ¿No has puesto una cerca alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene por doquier? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus propiedades han crecido en la tierra. Pero estira Tu mano ahora, y toca todo lo que tiene, y él te maldecirá de frente.

Dios le permite a Satanás que tiente a Job para que su fe se perfeccione

Satanás tienta a Job por primera vez (le roban su ganado y la calamidad cae sobre sus hijos)

Job 1:8 es el primer relato que vemos en la Biblia de un diálogo entre Jehová Dios y Satanás. ¿Y qué dijo Dios? El texto original provee el siguiente relato: “Y Jehová dijo a Satanás: ¿Has considerado a Mi siervo Job? No hay ningún otro como él en la tierra, un hombre perfecto y recto, que teme a Dios y se aparta del mal”. Esta fue la valoración que Dios hizo de Job delante de Satanás; lo catalogó como hombre perfecto y recto, que temía a Dios y se apartaba del mal. Antes de estas palabras entre Dios y Satanás, el primero había decidido usar a Satanás para tentar a Job: lo entregaría en manos de Satanás. Por un lado, esto demostraría que la observación y la evaluación que Dios hizo sobre Job eran precisas y sin error, y que provocaría que Satanás fuera avergonzado por medio del testimonio de Job; por otro, perfeccionaría la fe de este en Dios y su temor de Él. Por tanto, cuando Satanás vino delante de Dios, este no fue ambiguo. Fue directamente al grano y le preguntó a Satanás: “¿Has considerado a Mi siervo Job? No hay ningún otro como él en la tierra, un hombre perfecto y recto, que teme a Dios y se aparta del mal”. La pregunta de Dios conlleva el siguiente significado: Dios sabía que Satanás había deambulado por todas partes, y había espiado con frecuencia a Job, Su siervo. Lo había tentado y atacado a menudo, tratando de encontrar una forma de traer la ruina sobre él para demostrar que su fe en Dios y su temor de Él no podrían mantenerse firmes. Satanás también buscó, flagrantemente, oportunidades para destruir a Job, para que renunciara a Dios y esto le permitiera arrebatarlo de Sus manos. Pero Dios miró dentro del corazón de Job y vio que era perfecto y recto, y que le temía y se apartaba del mal. Dios usó una pregunta para decirle a Satanás que Job era un hombre perfecto y recto que le temía y se apartaba del mal, que nunca renunciaría a Él para seguirle. Oyendo la valoración que Dios hacía de Job, se produjo en Satanás un enfurecimiento nacido de la humillación, se enojó aún más, y se impacientó más para arrebatar a Job, porque nunca creyó que alguien pudiera ser perfecto y recto, o que pudiera temer a Dios y apartarse del mal. Al mismo tiempo, Satanás también aborrecía la perfección y la rectitud en el hombre, y odiaba a las personas que podían temer a Dios y apartarse del mal. Así está escrito en Job 1:9-11: “Entonces Satanás respondió a Jehová, y dijo: ¿Teme Job a Dios en vano? ¿No has puesto una cerca alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene por doquier? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus propiedades han crecido en la tierra. Pero estira Tu mano ahora, y toca todo lo que tiene, y él te maldecirá de frente”. Dios estaba íntimamente familiarizado con la naturaleza maliciosa de Satanás, y sabía muy bien que desde hacía mucho este había planeado traer la ruina sobre Job, y por tanto Dios deseaba decirle una vez más a Satanás que Job era perfecto y recto, que temía a Dios y que se había apartado del mal, y con ello obligarlo a revelar su verdadero rostro y que atacara y tentara a Job. En otras palabras, Dios deliberadamente enfatizó que Job era perfecto y recto, que temía a Dios y que se había apartado del mal, provocando con ello que Satanás atacara a Job por el odio y la ira que sentía de que este fuera un hombre perfecto y recto, uno que temía a Dios y que se había apartado del mal. Como consecuencia, Dios traería vergüenza sobre Satanás por medio del hecho de que Job era un hombre perfecto y recto, uno que temía a Dios y que se había apartado del mal, y Satanás quedaría totalmente humillado y derrotado. Después de esto, Satanás ya no dudaría más ni haría más acusaciones respecto a Job en cuanto a su perfección, justicia, temor de Dios o alejamiento del mal. De esta forma, la prueba de Dios y la tentación de Satanás eran casi inevitables. El único capaz de resistirlas era Job. Tras el diálogo, Satanás consiguió el permiso para tentar a Job. Así comenzó su primera ronda de ataques. El objetivo de los mismos fueron las propiedades de Job, porque Satanás hizo la siguiente acusación contra él: “¿Teme Job a Dios en vano? […] Has bendecido el trabajo de sus manos y sus propiedades han crecido en la tierra”. Por tanto, Dios le permitió a Satanás que tomara todos los bienes de Job: propósito de la conversación entre Dios y Satanás. Sin embargo, Dios le exigió una cosa a Satanás: “Todo lo que él posee está en tu poder, solo que no pongas tu mano sobre él” (Job 1:12). Esta fue la condición de Dios tras permitirle a Satanás tentar a Job y dejar a este en sus manos. Fue el límite establecido: le ordenó no hacerle daño a Job. Dios reconoció que este era perfecto y recto, y tenía fe en que su perfección y rectitud estuvieran fuera de toda duda, y en que pudiera resistir la prueba. Así pues, permitió la tentación de Satanás, pero le impuso una restricción: podía tomar todas las propiedades de Job, pero no podía ponerle un dedo encima. ¿Qué quiere decir esto? Significa que Dios no entregó a Job del todo en manos de Satanás. Este podía tentarlo con los medios que quisiese, pero no podía hacerle daño, ni siquiera a un pelo de su cabeza, porque Dios controla la totalidad del hombre, decide si este vive o muere, y Satanás no tiene tal licencia. Después de que le dirigiera estas palabras a Satanás, este se sentía impaciente por empezar. Usó todos los medios para tentar a Job, y este no tardó en perder abundantes ovejas y bueyes, así como todas las propiedades que Dios le había dado… De este modo llegaron a él las pruebas de Dios.

Satanás tienta a Job por primera vez (le roban su ganado y la calamidad cae sobre sus hijos)

Aunque la Biblia nos habla de los orígenes de la tentación de Job, ¿era Job, el objeto de las mismas, consciente de lo que estaba aconteciendo? Sólo era un hombre mortal; por supuesto, no sabía nada de la historia que se desarrollaba a sus espaldas. Sin embargo, su temor de Dios, su perfección y su rectitud, hicieron que tomara consciencia de que las pruebas de Dios habían venido sobre él. Desconocía lo que sucedió en el reino espiritual y cuáles eran los propósitos de Dios subyacentes a estas. No obstante, sabía que independientemente de lo que le ocurriese, debía mantenerse en su perfección y su rectitud, permanecer en el camino del temor a Dios y apartarse del mal. Dios observó claramente la actitud y la reacción de Job ante estos asuntos. ¿Y qué vio? Vio el corazón de Job, que le temía, porque desde el principio hasta que fue probado, su corazón permaneció abierto a Dios, expuesto delante de Él, y Job no renunció a su perfección o rectitud ni desechó, ni se alejó del camino del temor a Dios ni de apartarse del mal; nada era más gratificante para Dios. Seguidamente, vamos a ver las tentaciones por las que pasó Job y cómo trató estas pruebas. Leamos las escrituras.

c. La reacción de Job

Job 1:20-21 Entonces Job se levantó y rasgó su ropa; se afeitó la cabeza y cayó al suelo en adoración diciendo: Salí desnudo del vientre de mi madre y desnudo regresaré a él; Jehová dio y Jehová quitó; bendito sea el nombre de Jehová.

Que Job se responsabilice de devolver todo lo que posee surge de su temor de Dios

Después de que Dios dijera a Satanás: “Todo lo que él posee está en tu poder, solo que no pongas tu mano sobre él”, este partió, y pronto se sucedieron ataques repentinos y feroces contra Job: primero, le robaron sus bueyes y asnos y mataron a sus siervos; después, sus ovejas y siervos se quemaron hasta la destrucción; a continuación, le robaron sus camellos y mataron a sus siervos; finalmente le quitaron la vida a sus hijos y sus hijas. Esta cadena de ataques fue el tormento sufrido por Job durante la primera tentación. Tal como Dios ordenó, durante estos ataques Satanás sólo eligió como objetivos la propiedad de Job y sus hijos y no dañó a Job mismo. Sin embargo, en un instante, Job pasó de ser un hombre poseedor de grandes riquezas a alguien que no tenía nada. Nadie podría haber resistido este asombroso golpe por sorpresa ni haber reaccionado adecuadamente frente al mismo, pero Job demostró su lado extraordinario. Las Escrituras proveen el siguiente relato: “Entonces Job se levantó y rasgó su ropa; se afeitó la cabeza y cayó al suelo en adoración”. Esta fue la primera reacción de Job tras oír que había perdido a sus hijos y todas sus propiedades. Sobre todo, no pareció sorprendido ni asustado, mucho menos expresó ira u odio. Ves, por tanto, que en su corazón ya había reconocido que estos desastres no eran un accidente ni habían surgido de la mano del hombre, mucho menos eran la llegada de la retribución o el castigo. En su lugar, las pruebas de Jehová Dios habían caído sobre él; era Jehová Dios quien quería tomar sus propiedades y sus hijos. Job estaba muy tranquilo y lúcido entonces. Su humanidad perfecta y recta le permitió emitir, de forma racional y natural, juicios y decisiones precisos sobre los desastres que le habían sucedido y, en consecuencia, se comportó con una calma inusual: “Entonces Job se levantó y rasgó su ropa; se afeitó la cabeza y cayó al suelo en adoración”. “Rasgó su ropa” significa que estaba desnudo y no tenía nada; “se afeitó la cabeza” significa que había vuelto delante de Dios como un bebé recién nacido; “cayó al suelo en adoración” significa que había venido al mundo desnudo, y todavía sin nada hoy, había regresado a Dios como un recién nacido. Ninguna criatura de Dios habría podido lograr la actitud de Job frente a todo lo que le había sucedido. Su fe en Jehová Dios fue más allá del ámbito de la creencia; este era su temor de Dios, su obediencia a Él, y no sólo fue capaz de dar gracias a Dios por darle cosas, sino también por quitárselas. Además, fue capaz de responsabilizarse de devolver todo lo que poseía, incluida su vida.

El temor que Job tenía de Dios y su obediencia a Él son un ejemplo para la humanidad, y su perfección y rectitud fueron la cúspide de la humanidad que el hombre debía poseer. Aunque no vio a Dios, se dio cuenta de que Él existía realmente y como resultado de esta comprensión temió a Dios; y debido a su temor de Dios fue capaz de obedecerlo. Dio rienda suelta a Dios para que tomase todo lo que tenía, sin quejarse, y se postró delante de Él y le dijo que, incluso si Dios tomaba su carne en ese mismo momento, él le permitiría hacerlo con alegría, sin quejarse. Toda su conducta se debió a su humanidad perfecta y recta. Es decir, como consecuencia de su inocencia, honestidad y bondad Job fue firme en su comprensión y experiencia de la existencia de Dios, y sobre este fundamento se impuso exigencias y estandarizó su pensamiento, comportamiento, conducta y principios de acción delante de Dios, según Él lo dirigiera y de acuerdo con Sus hechos, que él había visto entre todas las cosas. Con el tiempo, sus experiencias provocaron en él un temor auténtico y real de Dios y le hicieron apartarse del mal. Esta era la fuente de la integridad a la que Job se aferraba con firmeza. Job era poseedor de una humanidad sincera, inocente y amable, y tenía una experiencia real de temer a Dios, obedecerlo y de apartarse del mal, así como el conocimiento de que “Jehová dio y Jehová quitó”. Sólo por estas cosas fue capaz de mantenerse firme y dar testimonio en medio de los ataques tan despiadados de Satanás; sólo por ellas fue capaz de no decepcionar a Dios y darle una respuesta satisfactoria cuando Sus pruebas cayeron sobre él. Aunque la conducta de Job durante la primera tentación fue muy franca, las generaciones posteriores no tenían asegurado lograr esa franqueza ni siquiera después de una vida de esfuerzos, ni poseerían necesariamente la conducta de Job descrita arriba. Hoy, frente a la conducta franca de Job, y comparándola con los clamores y la determinación de “obediencia absoluta y lealtad hasta la muerte” que muestran a Dios quienes afirman creer en Él y lo siguen, ¿os sentís profundamente avergonzados o no?

Cuando lees en las escrituras todo lo que Job y su familia sufrieron, ¿cuál es tu reacción? ¿Te pierdes en tus pensamientos? ¿Estás sorprendido? ¿Podrían definirse como “horrendas” las pruebas que le sucedieron a Job? En otras palabras, es suficientemente espantoso leer de las pruebas de Job descritas en las escrituras, por no mencionar cómo habrían sido en realidad. Ves, pues, que lo que le sucedió a Job no fue un “simulacro”, sino una “batalla” real, contando con “pistolas” y “balas” reales. Pero ¿por mano de quién fue sometido a estas pruebas? Por supuesto, Satanás las ejecutó, fueron ejecutadas personalmente por él, pero fueron autorizadas por Dios. ¿Le dijo Dios a Satanás por qué medios tentar a Job? No. Dios simplemente puso una condición, tras la cual la tentación cayó sobre Job. Cuando la tentación cayó sobre Job, esto les dio a las personas un sentido de la maldad y fealdad de Satanás, de su malicia y su aborrecimiento del hombre y de su enemistad con Dios. En esto vemos que las palabras no pueden describir cuán cruel fue esta tentación. Puede decirse que la naturaleza maliciosa con la que Satanás maltrató al hombre y su feo rostro, se revelaron por completo en este momento. Satanás aprovechó esta oportunidad, la oportunidad provista con el permiso de Dios, para someter a Job a un maltrato febril y despiadado, cuyo método y nivel de crueldad son tanto inimaginables como completamente intolerables para las personas de hoy. En lugar de decir que Job fue tentado por Satanás, y que se mantuvo firme en el testimonio durante esta tentación, es mejor decir que en las pruebas establecidas por Dios para él, Job se embarcó en una lucha contra Satanás para proteger su perfección y rectitud y defender su camino de temer a Dios y apartarse del mal. En esta lucha Job perdió una montaña de ovejas y ganado, todas sus propiedades, sus hijos e hijas, pero no abandonó su perfección, su rectitud ni temor de Dios. Dicho de otro modo, en esta lucha contra Satanás prefirió verse privado de sus propiedades y de sus hijos antes que perder su perfección, rectitud y temor de Dios. Prefirió aferrarse a la raíz de lo que significa ser un hombre. Las Escrituras proveen un relato conciso de todo el proceso por el cual Job perdió sus bienes y también documentan la conducta y actitud de Job. Estos relatos concisos y breves dan la sensación de que Job estaba casi relajado cuando afrontó esta tentación; pero si se tuviese que recrear lo que ocurrió en realidad, sumado a lo que es la naturaleza maliciosa de Satanás, las cosas no serían tan simples o fáciles como se describen en estas frases. La realidad fue mucho más cruel. Así es el nivel de devastación y odio con el que Satanás trata a la humanidad y a todos los que son aprobados por Dios. Si Él no le hubiera ordenado que no le hiciera daño a Job, sin duda Satanás lo habría matado sin el menor reparo. Satanás no quiere que nadie adore a Dios ni que quienes son justos a Sus ojos y los que son perfectos y rectos puedan seguir temiendo a Dios y apartándose del mal. Que las personas teman a Dios y se aparten del mal significa que evitan y abandonan a Satanás, por lo que él se aprovechó del permiso de Dios para acumular sin misericordia toda su rabia y su odio sobre Job. Ves, pues, lo grande que fue el tormento sufrido por Job, desde la mente hasta la carne, desde fuera hasta dentro. Hoy no vemos cómo fue en aquel momento, y de los relatos de la Biblia sólo podemos obtener un breve vistazo de las emociones de Job cuando se vio sometido al tormento en su día.

La sólida integridad de Job avergüenza a Satanás y hace que huya presa del pánico

¿Y qué hizo Dios cuando Job fue sometido a este tormento? Observó, vio y esperó el desenlace. ¿Cómo se sentía mientras observaba y miraba? Apesadumbrado, por supuesto. Pero, como resultado de Su pesar, ¿podría haberse arrepentido de permitirle a Satanás que tentara a Job? La respuesta es: No, Él no hubiera podido. Y es que Él creía firmemente que Job era perfecto y recto, que temía a Dios y se apartaba del mal. Dios le había dado sencillamente a Satanás la oportunidad de verificar la justicia de Job delante de Él y de revelar su propia maldad y bajeza. Además, fue una oportunidad para que Job diese testimonio, delante de las personas del mundo, de Satanás y hasta de los que siguen a Dios, de su justicia, de su temor de Dios y de que se apartaba del mal. ¿Demostró el desenlace final que la valoración que Dios había hecho de Job fue correcta y sin error? ¿Venció realmente Job a Satanás? Aquí leemos las palabras arquetípicas habladas por Job, palabras que demuestran que lo venció. Él declaró: “Salí desnudo del vientre de mi madre y desnudo regresaré a él”. Esta es la actitud de obediencia de Job a Dios. Después, afirmó: “Jehová dio y Jehová quitó; bendito sea el nombre de Jehová”. Estas palabras pronunciadas por Job demuestran que Dios observa las profundidades del corazón del hombre, que Él puede mirar dentro de la mente del hombre, y prueban que Su aprobación de Job es inequívoca, que este hombre aprobado por Dios era justo. “Jehová dio y Jehová quitó; bendito sea el nombre de Jehová”. Estas palabras, son el testimonio de Dios por parte de Job. Fueron estas palabras comunes las que acobardaron a Satanás, las que lo avergonzaron y provocaron que huyera presa del pánico; además, lo encadenaron y dejaron sin recursos. Estas palabras también hicieron que Satanás sintiese lo maravilloso y poderoso de los hechos de Jehová Dios, y permitieron que percibiese el extraordinario carisma de alguien cuyo corazón estaba gobernado por el camino de Dios. Aún más, esas palabras le demostraron a Satanás la poderosa vitalidad mostrada por un hombre pequeño e insignificante al adherirse al camino de temer a Dios y apartarse del mal. Satanás salió así derrotado de la primera lucha. A pesar de su “percepción ganada con esfuerzo”, Satanás no tenía intención de dejar ir a Job ni se produjo cambio alguno en su naturaleza maliciosa. Satanás trató de seguir atacándole, y se presentó delante de Dios una vez más…

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

Nota al pie:

The Bible quotation in this article are translated from AKJV.

canción cristiana | La gente conoce mejor a Dios a través de la obra de las palabras

 canción cristiana  | La gente conoce mejor a Dios a través de la obra de las palabras

I

Dios de los últimos días usa la palabra para perfeccionar,

no usa señales ni prodigios que opriman o convenzan,

ya que eso no explica el poder de Dios.

Si Dios sólo mostrase señales y prodigios,

no sería posible dejar clara la realidad de Dios,

ni perfeccionar al hombre.

Dios no perfecciona con señales y prodigios.

Riega y guía al hombre con palabras,

para que obedezca y conozca a Dios.

Es el objetivo de Su obra y Sus palabras.

Dios no usa señales ni prodigios para perfeccionar.

Él usa palabras y tipos de obra,

refinamiento, trato, poda o dando palabras.

Dios habla desde perspectivas diferentes para perfeccionar al hombre,

y dar al hombre más conocimiento de la obra, maravilla y sabiduría de Dios.

II

La obra que Dios hace hoy es real,

no hay señales ni prodigios,

porque la desordenarían y no sería capaz de obrar más.

¿Podría demostrar si el hombre cree en Dios

que con la palabra lo perfeccionaría

y además le mostrase las señales y prodigios?

Por eso Dios no lo hace.

Dios no usa señales ni prodigios para perfeccionar.

Él usa palabras y tipos de obra,

refinamiento, trato, poda o dando palabras.

Dios habla desde perspectivas diferentes para perfeccionar al hombre,

y dar al hombre más conocimiento de la obra, maravilla y sabiduría de Dios.

III

Hay demasiada religión en el hombre.

Dios viene en los últimos días a expulsar nociones religiosas, e irreales,

y que el hombre conozca a Dios.

Él vino a eliminar la imagen de un Dios abstracto, imaginario y que no existe.

Por eso lo único preciado para ti es tener conocimiento de la realidad.

Buscar la verdad en nuestra fe en Dios

y la vida en vez de señales y prodigios,

esa debería ser la meta de todos los que creen en Dios.

Dios no usa señales ni prodigios para perfeccionar.

Él usa palabras y tipos de obra,

refinamiento, trato, poda o dando palabras.

Dios habla desde perspectivas diferentes para perfeccionar al hombre,

y dar al hombre más conocimiento de la obra, maravilla y sabiduría de Dios.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Himno de la palabra de Dios “El verdadero significado de la fe en Dios”

Canción Cristiana |  El verdadero significado de la fe en Dios

I

Son tantos los que creen, y tan pocos los que entienden

qué significa realmente la fe en Dios,

qué tienen que hacer para latir con Su corazón.

Muchos conocen la palabra “Dios” y frases como “la obra de Dios”,

pero no lo conocen a Él, no saben qué Él hace.

Claro está que su fe ciega es.

No se lo toman en serio porque esto les es desconocido y extraño.

Por eso no cumplen los mandatos de Dios.

Si a Él no conoces ni a Su obra, ¿acaso puedes ser apto para Él?

¿Podrás cumplir la voluntad de Dios?

Creer que Dios existe no es suficiente.

Eso es demasiado sencillo, demasiado religioso.

No es lo mismo que creer realmente en Él.

En la verdadera fe en Dios, sientes Sus palabras y Sus obras

en la creencia de que Él es soberano de todo.

Así te puedes librar de tu carácter corrupto,

cumplir los deseos de Dios y llegar a conocerlo.

Ese es el camino a la verdadera fe en Dios.

Ese es el camino a la verdadera fe en Él.

II

Muchos piensan que creer es sencillo y superficial.

Esa fe carece de sentido. ¿Cómo puede Dios aceptarla?

Por el mal camino van.

Aquellos que creen en las letras, en enseñanzas huecas

no saben que su fe es irreal, que Dios no la aprobará.

Aún rezan por gracia y paz.

Párate a pensar si tener fe es tan fácil.

¿Es sólo pedir gracia y paz?

¿Puedes satisfacer el deseo de Dios,

si aún te resistes a Él, sin conocerlo?

Creer que Dios existe no es suficiente.

Eso es demasiado sencillo, demasiado religioso.

No es lo mismo que creer realmente en Él.

En la verdadera fe en Dios, sientes Sus palabras y Sus obras

en la creencia de que Él es soberano de todo.

Así te puedes librar de tu carácter corrupto

y cumplir los deseos de Dios y llegar a conocerlo.

Ese es el camino a la verdadera fe en Dios.

Ese es el camino a la verdadera fe en Dios.

Ese es el camino a la verdadera fe en Él.

De “La Palabra Manifestada En Carne”

 

Película evangélica “La fe en Dios” Escena 6 – ¿Qué significa la verdadera fe en Dios?

Película evangélica “La fe en Dios” Escena 6 – ¿Qué significa la verdadera fe en Dios?

Muchos creen que la fe en Dios es la fe en la Biblia y que trabajar arduamente para el Señor es la realidad de creer en Dios. Nadie en el mundo religioso puede comprender a fondo lo que significa la verdadera fe en Dios. Dios Todopoderoso dice: “‘La creencia en Dios’ significa creer que hay un Dios; este es el concepto más simple de la fe en Él. Aún más, creer que hay un Dios no es lo mismo que creer verdaderamente en Él; más bien es una especie de fe simple con fuertes matices religiosos. La fe verdadera en Dios significa que la gente experimenta Sus palabras y Su obra en base a la creencia de que Él tiene soberanía sobre todas las cosas. Por tanto, se logrará desechar el carácter corrupto, se satisfará el deseo de Dios, y se llegará a conocerlo. Sólo emprendiendo ese paso se puede decir que se cree en Dios” (La Palabra manifestada en carne).

“La fe en Dios” Escena 2 – ¿El que condenan el PCCh y el mundo religioso no es el camino verdadero?

Película evangélica “La fe en Dios” Escena 2 – ¿El que condenan el PCCh y el mundo religioso no es el camino verdadero?

Muchas personas buscan e investigan el camino verdadero sin basarse en las palabras y obras de Dios. En cambio, siguen las tendencias del mundo religioso y creen que aquel que condenan el Gobierno comunista chino y el mundo religioso no es el camino verdadero; ¿es ésta la senda correcta? La Biblia dice, “…todo el mundo yace bajo el poder del maligno” (1 Juan 5:19). “Esta generación es una generación perversa” (Lucas 11:29). Por ello, podemos ver que los regímenes políticos ateos y el mundo religioso rechazarán y condenarán sin duda el camino verdadero. Cuando el Señor Jesús realizó Su obra en la Era de la Gracia, los judíos y el Gobierno romano se opusieron a Él desenfrenadamente, lo condenaron y, al final, lo crucificaron. ¿No son estos los hechos de la situación? Cuando Dios Todopoderoso viene a realizar Su obra en los últimos días, sufre la feroz oposición y condena del Gobierno chino y el mundo religioso. ¿Qué demuestra esto? ¿No merece la pena que reflexionemos al respecto?

Scripture quotations taken from LBLA Copyright by The Lockman Foundation

Himno cristiano | “Sed alguien que acepta la verdad” Cómo tratar el regreso del Señor

Escuchar música cristiana  | “Sed alguien que acepta la verdad” Cómo tratar el regreso del Señor

I
Elige tu camino, no rechaces la verdad
o blasfemes contra el Espíritu Santo.
No seas ignorante, no seas arrogante.
Obedece la dirección del Espíritu Santo.
El retorno de Jesús es una gran salvación
para todos los que pueden aceptar la verdad.
El retorno de Jesús es una condena
para todos los que no pueden aceptar la verdad.
Nadie que cree en Jesús está calificado para maldecir o condenar.
II
Anhela la verdad y busca la verdad.
Es la única forma en la que te beneficiarás.
Los que han oído la verdad y aún así la rehúyen
son tan tontos y tan ignorantes.
El retorno de Jesús es una gran salvación
para todos los que pueden aceptar la verdad.
El retorno de Jesús es una condena
para todos los que no pueden aceptar la verdad.
Deberías ser racional y aceptar la verdad.
III
Camina con cuidado por el camino de la fe en Dios.
No saques conclusiones apresuradas.
No tomes tu fe en Dios a la ligera e informal.
Los que creen en Él deben ser reverenciales y humildes.
Los que han oído la verdad, pero se apuran en sus conclusiones
o condenan la verdad son arrogantes.
El retorno de Jesús es una gran salvación
para todos los que pueden aceptar la verdad.
El retorno de Jesús es una condena
para todos los que no pueden aceptar la verdad.
Nadie que cree en Jesús está calificado para maldecir o condenar.
Nadie que cree en Jesús está calificado.
Deberías ser racional y aceptar la verdad.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”