XI Palabras clásicas sobre la entrada en la realidad de la verdad

(II) Palabras sobre orar y adorar a Dios

11. La oración no es un tipo de ritual; es una verdadera comunión entre las personas y Dios y conlleva un significado profundo. A partir de las oraciones de las personas podemos ver que están sirviendo a Dios directamente; si consideras a la oración como un ritual, ciertamente no servirás bien a Dios. Si tus oraciones no son serias o sinceras, puede decirse que, desde el punto de vista de Dios, no existes como persona; si ese es el caso, ¿cómo puedes hacer que el Espíritu Santo obre en ti? El resultado será que, después de trabajar durante un tiempo, quedarás exhausto. De ahora en adelante, sin la oración, no podrás trabajar. Es la oración la que produce el trabajo y la que produce el servicio. Si eres una persona que funge como líder y sirve a Dios, pero nunca te has entregado a la oración o nunca has sido serio en tus oraciones, entonces la manera en la que sirves terminará haciéndote fracasar. […] Si puedes ir a menudo ante la presencia de Dios y puedes orarle con frecuencia, esto demuestra que tratas a Dios como Dios. Si descuidas a menudo la oración y, en cambio, haces cosas por tu cuenta y a Sus espaldas, entonces no sirves a Dios; más bien, simplemente estás haciéndote cargo de tus propios asuntos. Por tanto, ¿no serás condenado? Visto desde fuera, no parecerá que hayas hecho nada perturbador ni que hayas cometido blasfemia contra Dios, sino que estás haciéndote cargo de tus cosas. ¿Acaso no estás provocando una interrupción al hacer esto? Aunque, a primera vista, parece como si no estuvieras haciéndolo, en esencia, te estás resistiendo a Dios.

de ‘El significado y la práctica de la oración’ en “Registros de las pláticas de Cristo

12. Después de que creara a los hombres y les diera espíritus, Dios les ordenó que si no lo invocaban, no serían capaces de conectar con Su Espíritu y, por tanto, la “estación satélite” del cielo no se recibiría en la tierra. Cuando Dios ya no está en el espíritu de las personas hay un sitio libre para otras cosas, y así es como Satanás aprovecha la oportunidad de entrar. Cuando las personas contactan a Dios con el corazón, Satanás entra inmediatamente en pánico y se apresura a escapar. A través del clamor de la humanidad, Dios les da a las personas lo que necesitan, pero Él no “reside” en ellas al principio. Él les brinda ayuda de continuo a causa de su clamor, y las personas obtienen resistencia de esa fuerza interna de forma que Satanás no se atreve a venir aquí a “jugar” como se le antoje. De este modo, si las personas conectan continuamente con el Espíritu de Dios, Satanás no se atreve a venir a interrumpir. Sin la interrupción de Satanás, la vida de todas las personas es normal y Dios tiene la oportunidad de obrar en ellas sin obstrucciones. De esta manera, lo que Dios quiere hacer puede lograrse a través de los seres humanos

de ‘Capítulo 17’ de Interpretaciones de los misterios de las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

13.

(Pasaje selecto de la Palabra de Dios)

Acerca de la práctica de la oración

Vosotros no prestáis atención a la oración en vuestra vida diaria. Las personas siempre han pasado por alto la oración. En sus oraciones anteriores sólo lo estaban haciendo de una forma superficial, a manera de juego, y nadie nunca le ha dado completamente su corazón ante Dios y ha orado verdaderamente a Dios. Las personas sólo oran a Dios cuando algo les pasa. Durante todo este tiempo, ¿alguna vez has orado verdaderamente a Dios? ¿Alguna vez has derramado lágrimas de dolor delante de Dios? ¿Alguna vez has llegado a conocerte delante de Dios? ¿Alguna vez has tenido una oración íntima con Dios? La oración se practica gradualmente: si por lo general no oras en casa, entonces no vas a tener manera de orar en la iglesia, y si por lo general no oras durante las pequeñas reuniones, entonces no vas a ser capaz de orar durante las grandes reuniones. Si normalmente no te acercas a Dios ni meditas en Sus palabras, entonces no vas a tener nada que decir cuando sea hora de orar, e incluso si oras, sólo estarás orando de boca para afuera; no vas a estar orando verdaderamente.

¿Qué significa orar realmente? Quiere decir hablar con Dios las palabras que están dentro de tu corazón y tener comunión con Dios después de que comprendiste Su voluntad, basándote en Sus palabras; quiere decir sentirte particularmente cerca de Dios, sentir que Él está enfrente de ti y que tienes algo que decirle; y quiere decir estar especialmente radiante dentro de tu corazón y sentir que Dios es especialmente precioso. Te sentirás especialmente inspirado y, después de escuchar tus palabras, los hermanos y hermanas se sentirán complacidos, sentirán que las palabras que hablas son las que están dentro de sus corazones, las que quieren pronunciar, y que lo que dices representa lo que ellos quieren decir. Esto es lo que significa orar verdaderamente. Después de que has orado verdaderamente, te sentirás en paz y complacido en tu corazón; la fuerza para amar a Dios crecerá y sentirás que nada en toda tu vida es más valioso o significativo que amar a Dios, y todo esto probará que tus oraciones han sido efectivas. ¿Alguna vez has orado de esta manera?

¿Y qué hay en cuanto al contenido de las oraciones? Debes orar, paso a paso, de acuerdo a tu verdadero estado y a aquello que será hecho por el Espíritu Santo, y debes hablar con Dios de acuerdo con la voluntad de Dios y Sus exigencias para el hombre. Cuando comiences a practicar tus oraciones, primero entrégale tu corazón a Dios. No intentes entender la voluntad de Dios; sólo trata de decirle a Dios las palabras que están dentro de tu corazón. Cuando te presentes delante de Dios, habla así: “¡Oh Dios! Sólo hoy me doy cuenta de que solía desobedecerte. Soy realmente corrupto y despreciable. Antes, estaba perdiendo el tiempo; a partir de hoy, voy a vivir para Ti, voy a vivir una vida que tenga sentido y voy a satisfacer Tu voluntad. Quisiera que Tu Espíritu siempre obrara en mi interior y que siempre me iluminara y me esclareciera, para que pueda dar un testimonio fuerte y rotundo delante de Ti, permitiendo que Satanás vea Tu gloria, Tu testimonio y la prueba de Tu triunfo dentro de nosotros”. Cuando ores de esta manera, tu corazón será completamente liberado, y después de haber orado así, tu corazón estará más cerca de Dios, y al orar con frecuencia de esta manera, el Espíritu Santo inevitablemente obrará dentro de ti. Si siempre clamas a Dios de esta manera, y tomas tu determinación delante de Dios, llegará el día en que tu determinación pueda ser aceptada delante de Dios, cuando Él reciba tu corazón y todo tu ser, y finalmente Dios te hará perfecto. La oración es de suma importancia para vosotros. Cuando oras, recibes la obra del Espíritu Santo, Dios toca así tu corazón y surge la fuerza del amor por Dios dentro de ti. Si no oras con el corazón, si no abres tu corazón para tener comunión con Dios, entonces Dios no va a tener forma de obrar en ti. Si, habiendo orado, has dicho todas las palabras que están dentro de tu corazón y el Espíritu de Dios no ha obrado, si no te sientes inspirado en tu interior, entonces esto demuestra que tu corazón no es sincero, que tus palabras no son ciertas y que siguen siendo impuras. Si, habiendo orado, te sientes complacido, entonces Dios ha aceptado tus oraciones y el Espíritu de Dios ha obrado dentro de ti. Como alguien que sirve delante de Dios, no puedes estar sin orar. Si verdaderamente ves la comunión con Dios como algo significativo y valioso, ¿podrías abandonar la oración? Nadie puede estar sin comunión con Dios. Sin la oración, vives en la carne, vives en la esclavitud de Satanás; sin la oración verdadera, vives bajo la influencia de la oscuridad. Espero que los hermanos y hermanas puedan orar verdaderamente todos y cada uno de los días. Sin embargo, esto no es observancia de la doctrina, sino un efecto que se debe lograr. ¿Estás dispuesto a renunciar a un poco de sueño y gratificación haciendo oraciones matutinas al amanecer y después disfrutar de las palabras de Dios? Si oras, comes y bebes las palabras de Dios de esta manera, con un corazón puro, entonces Dios te aceptará más. Si lo haces cada día, si practicas darle tu corazón a Dios cada día y tienes comunión con Él, entonces tu conocimiento de Dios seguro aumentará y estarás mejor capacitado para captar la voluntad de Dios. Debes decir: “¡Oh Dios! Quiero cumplir mi deber. Con el fin de que Tú seas glorificado en nosotros, y de que puedas disfrutar del testimonio en nosotros, este grupo de personas, no puedo sino consagrarte todo mi ser. Te suplico que obres dentro de nosotros para que yo pueda amarte y satisfacerte verdaderamente y convertirte en el objeto de mi búsqueda”. Cuando tengas esta carga, con toda seguridad Dios te perfeccionará; no sólo oras por tu bien sino también por el bien de llevar a cabo la voluntad de Dios y por el bien de amarlo a Él. Esa es la clase de oración más verdadera. ¿Oras con el propósito de llevar a cabo la voluntad de Dios?

Antes, no sabíais cómo orar y pasabais por alto la oración; hoy, debéis hacer vuestro mejor esfuerzo por entrenaros a orar. Si no puedes reunir las fuerzas dentro de ti para amar a Dios, entonces ¿cómo puedes orar? Debes decir: “¡Oh Dios! Mi corazón es incapaz de amarte verdaderamente, quiero amarte pero me hace falta la fuerza. ¿Qué debo hacer? Quiero que Tú abras los ojos de mi espíritu, quiero que Tu Espíritu toque mi corazón para que delante de Ti sea despojado de todos los estados pasivos y que ninguna persona, cuestión o cosa me restrinja; pongo al descubierto completamente mi corazón delante de Ti para que todo mi ser se consagre delante de Ti y me puedas probar como quieras. Ahora bien, no pienso en mis perspectivas ni la muerte me limita. Usando mi corazón que te ama, quiero buscar el camino de la vida. Todas las cosas y todos los eventos están en Tus manos, mi destino está en Tus manos y, además, mi vida es controlada por Tus manos. Ahora, busco amar a Ti e, independientemente de si me dejas amarte, independientemente de cómo interfiera Satanás, estoy decidido a amarte”. Cuando te encuentras con esto, oras de esta manera. Si lo haces así todos los días, la fuerza para amar a Dios crecerá poco a poco.

¿Cómo se puede entrar en la oración verdadera?

Mientras oras, tu corazón debe estar en paz delante de Dios y debe ser sincero. Estás realmente teniendo comunión y orando con Dios; no debes engañar a Dios usando palabras elegantes. La oración se debe centrar en torno a aquello que Dios quiere completar hoy. Pídele a Dios que te ilumine y te esclarezca más, y lleva tu estado actual y tus problemas delante de Él para que ores y tomes una resolución ante Dios. Orar no es seguir un procedimiento sino buscar a Dios usando tu corazón sincero. Pide que Dios proteja tu corazón, capacitándolo para que con frecuencia esté en paz delante de Dios, capacitándote para que te conozcas y te desprecies y te abandones en el ambiente que Dios ha puesto para ti, permitiéndote así tener una relación normal con Dios y haciendo de ti alguien que verdaderamente ama a Dios.

¿Cuál es el significado de la oración?

La oración es una de las formas en las que el hombre coopera con Dios, es un modo por medio del cual el hombre invoca a Dios y es el proceso por medio del cual el Espíritu de Dios toca al hombre. Se puede decir que los que están sin oración son muertos que no tienen espíritu, lo que prueba que les hacen falta las facultades para que Dios los toque. Sin la oración, las personas no pueden alcanzar una vida espiritual normal, mucho menos seguir la obra del Espíritu Santo; sin la oración, rompen su relación con Dios y no pueden recibir la aprobación de Dios. Siendo que eres alguien que cree en Dios, entre más ores, más te toca Dios. Esas personas tienen una mayor determinación y pueden recibir más la iluminación más reciente de Dios; como resultado, el Espíritu Santo puede perfeccionar sólo a personas como estas tan pronto como sea posible.

¿Cuál es el efecto que se debe lograr por la oración?

Las personas pueden llevar a cabo la práctica de la oración y comprender el significado de la oración, pero el efecto que la oración debe lograr no es nada sencillo. La oración no es un proceso de pasar por las formalidades, de seguir un procedimiento o de recitar las palabras de Dios, es decir, la oración no implica repetir palabras como un perico y copiarles a los demás. En la oración, le debes dar tu corazón a Dios, compartiendo con Dios las palabras que están en tu corazón para que Él te pueda tocar. Si las oraciones han de ser efectivas, entonces se deben basar en la lectura de las palabras de Dios. Sólo orando en medio de las palabras de Dios se podrá recibir más esclarecimiento e iluminación. Una oración verdadera se demuestra cuando se tiene un corazón que anhela las exigencias que Dios le hace y se está dispuesto a cumplir estas exigencias; se podrá odiar todo lo que Dios odia y sobre esta base se tendrá conocimiento, se conocerá y se tendrá claras las verdades que Dios explica. Tener la determinación, la fe, el conocimiento y un camino por el cual practicar después de orar, sólo esto es orar verdaderamente y sólo la oración como esta puede ser efectiva. Sin embargo, la oración se debe construir sobre el fundamento del disfrute de las palabras de Dios y teniendo comunión con Dios en Sus palabras, y el corazón puede buscar a Dios y estar en paz ante Dios. Esa oración ya ha alcanzado el punto de la comunión verdadera con Dios.

Conocimiento básico acerca de la oración:

1. No digas a ciegas lo que venga a tu mente. En tu corazón debe haber una carga; es decir, debes tener un objetivo cuando ores.

2. Tus oraciones deben contener las palabras de Dios; se deben basar en las palabras de Dios.

3. Al orar, no puedes volver a lo mismo una y otra vez; no debes traer a colación cosas obsoletas. Especialmente te debes entrenar en hablar las palabras actuales del Espíritu Santo; sólo entonces podrás hacer una conexión con Dios.

4. La oración grupal se debe centrar alrededor de un núcleo, que debe ser la obra del Espíritu Santo hoy.

5. Todas las personas deben aprender cómo orar por los demás. En las palabras de Dios, deben encontrar la porción por la que quieren orar, sobre la que tengan una carga y por la cual deban orar con frecuencia. Esta es una manifestación del cuidado que se tiene de la voluntad de Dios.

La vida de oración personal se basa en entender el significado de la oración y el conocimiento básico de la oración. El hombre a menudo debe orar por sus deficiencias en su vida diaria y debe orar sobre el fundamento del conocimiento de las palabras de Dios con el propósito de lograr los cambios en su carácter de vida. Todos deben establecer su propia vida de oración, deben orar por el conocimiento que se basa en las palabras de Dios, deben orar con el fin de buscar el conocimiento de la obra de Dios. Pon tus circunstancias presentes delante de Dios y sé pragmático y no prestes atención al método; la clave es lograr un conocimiento verdadero y experimentar realmente las palabras de Dios. Cualquiera que busque la entrada a la vida espiritual debe ser capaz de orar de múltiples maneras. Orar en silencio, ponderar las palabras de Dios, llegar a conocer la obra de Dios, etc., esta obra orientada de comunión tiene el propósito de lograr la entrada a la vida espiritual normal, mejorando cada vez más tu propia condición ante Dios y produciendo un progreso cada vez mayor en tu vida. En resumen, todo lo que hagas —ya sea comer y beber las palabras de Dios u orar en silencio o declarar en voz alta— es con el fin de ver claramente las palabras de Dios y Su obra y aquello que Él desea lograr en ti. Lo que es más importante, es con el objetivo de alcanzar los estándares que Dios exige y llevar tu vida al siguiente nivel. El estándar más bajo que Dios exige de las personas es que le puedan abrir sus corazones. Si el hombre le da a Dios su corazón sincero y le dice lo que realmente hay dentro de su corazón, entonces Dios estará dispuesto a obrar en el hombre; Dios no quiere el corazón torcido del hombre sino su corazón puro y honesto. Si el hombre no le dice a Dios lo que de verdad hay en su corazón, entonces Dios no toca el corazón del hombre ni obra dentro de él. Por lo tanto, lo más crucial acerca de la oración es decirle a Dios las palabras de tu auténtico corazón, hablarle a Dios de tus defectos o de tu carácter rebelde y abrirte completamente a Él. Sólo entonces Dios estará interesado en tus oraciones; si no, Él ocultará Su rostro de ti. El criterio mínimo para la oración es que puedas guardar tu corazón en paz ante Dios y que no se aparte de Él. Tal vez, durante este periodo, no has obtenido una visión más nueva o más alta, pero debes usar la oración para mantener las cosas como están; no puedes retroceder. Esto es lo mínimo que debes alcanzar. Si no puedes lograr ni siquiera esto, entonces esto prueba que tu vida espiritual no ha entrado en la senda correcta; como resultado, no podrás aferrarte a tu visión original y serás despojado de la fe en Dios y por consiguiente tu determinación desaparecerá. Lo que marca tu entrada en la vida espiritual es si tus oraciones han entrado o no en la senda correcta. Todas las personas deben entrar en esta realidad, todas deben hacer la obra de entrenarse de manera consciente en la oración, no esperando con pasividad sino buscando conscientemente que el Espíritu Santo las toque. Sólo entonces serán personas que efectivamente buscan a Dios.

Cuando comiences a orar, debes ser realista, y no intentes hacer demasiado; no puedes hacer demandas extravagantes esperando que tan pronto como abras tu boca el Espíritu Santo te tocará, te esclarecerá, te iluminará y te concederá mucha gracia. Eso es imposible, Dios no hace cosas sobrenaturales. Dios lleva a término las oraciones de las personas en Su propio tiempo y a veces prueba tu fe para ver si eres leal delante de Él. Cuando oras, debes tener fe, perseverancia y determinación. Cuando comienzan a entrenarse en la oración, la mayoría de las personas no sienten que el Espíritu Santo las haya tocado y se desaniman. ¡Esto no puede ser! Debes ser persistente, te debes enfocar en sentir el toque del Espíritu Santo y en buscar y explorar. A veces, la senda por la que actúas es la equivocada; a veces, tus motivaciones y conceptos no pueden permanecer firmes ante Dios y por eso el Espíritu de Dios no te conmueve; también hay veces en las que Dios se fija en si eres leal o no. En resumen, debes dedicar más esfuerzo a entrenarte. Si descubres que la senda sobre la que actúas está desviada, puedes cambiar la forma en la que oras. Con tal de que verdaderamente busques y anheles recibir, entonces el Espíritu Santo con toda seguridad te llevará a esta realidad. A veces oras con un corazón sincero, pero no sientes que hayas sido tocado de manera especial. En momentos como estos, debes confiar en tu fe y en que Dios observa tus oraciones; debes perseverar en tus oraciones.

Debes ser honesto y debes orar con el fin de deshacerte de la astucia que hay en tu corazón. A medida que uses la oración para purificarte siempre que lo necesites, y la uses para que el Espíritu de Dios te toque, tu carácter cambiará gradualmente. La verdadera vida espiritual es una vida de oración y es una vida que el Espíritu Santo toca. El proceso de ser tocado por el Espíritu Santo es el proceso de cambiar el carácter del hombre. Una vida que no ha sido tocada por el Espíritu Santo no es una vida espiritual, sigue siendo un ritual religioso; sólo aquellas a quienes el Espíritu Santo toca con frecuencia, y que el Espíritu Santo ha esclarecido e iluminado, son las personas que han entrado en la vida espiritual. El carácter del hombre cambia constantemente cuando ora, y entre más es movido por el Espíritu de Dios, más proactivo y obediente será. Así también, su corazón será purificado poco a poco y después de esto su carácter cambiará gradualmente. Ese es el efecto de la oración verdadera.

de “La Palabra manifestada en carne”

14. Aunque cuando las personas se arrodillan para orar hablan a Dios en un reino intangible, debes entender claramente que sus oraciones son también una especie de conducto a través del cual pueden recibir la obra del Espíritu Santo. Cuando las personas oran y buscan mientras se encuentran en el estado correcto, el Espíritu Santo también obra al mismo tiempo. Esta es una especie de cooperación armoniosa entre Dios y la humanidad desde dos perspectivas diferentes; en otras palabras, es Dios ayudando a las personas a lidiar con ciertos asuntos. Este es un tipo de cooperación por parte de los humanos cuando van ante Dios; también es un tipo de método a través del cual Dios salva y purifica a las personas. Además, es la senda para la entrada apropiada de las personas a la vida y no es un tipo de ceremonia. La oración no consiste simplemente en estimular el entusiasmo de las personas; si eso fuera todo, bastaría con actuar por inercia y gritar algunos eslóganes y no habría necesidad de pedir nada ni de adorar, ni de tener piedad. ¡El significado de la oración es muy profundo! Si oras con frecuencia y si sabes cómo hacerlo –y oras a menudo de forma sumisa y razonable– entonces tu estado interno será siempre apropiado. Si frecuentemente expresas esos eslóganes al orar sin tener una carga y sin reflexionar sobre si lo que dices en oración es razonable, cuáles de tus palabras son inadmisibles y qué forma de hablar no es verdadera adoración, y si nunca te tomas en serio estos asuntos, entonces tus oraciones no tendrán éxito y siempre tendrás un estado interno anormal; nunca ahondarás en las lecciones de qué es la razón normal, la sumisión verdadera, la verdadera adoración, y dónde deberías estar en la oración. Todos estos asuntos son sutiles.

de ‘El significado y la práctica de la oración’ en “Registros de las pláticas de Cristo”

15. Tus oraciones a Dios carecen de razón con demasiada frecuencia; siempre oras con el siguiente tono: “¡Oh, Dios! Como me has permitido llevar a cabo este deber, debes hacer que todo lo que yo haga sea adecuado para que Tu obra no sea interrumpida y que los intereses de la familia de Dios no sufran pérdidas. Debes protegerme…”. Esta oración es verdaderamente irracional ¿no es así? […] Observa las oraciones del Señor Jesús (aunque Sus oraciones no se mencionan aquí para hacer que las personas se apropien de Su lugar o posición): en el Huerto de Getsemaní Él oró “Si es posible…”. Es decir, “si puede hacerse”. Esto se dijo en un diálogo; Él no dijo: “Te imploro”. Con un corazón sumiso y en un estado de sumisión, oró: “Si es posible, pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieres” (Mateo 26:39). Él oró así las primeras dos veces y, la tercera, oró: “Que se haga Tu voluntad”. Habiendo comprendido las intenciones de Dios Padre, dijo: “Que se haga Tu voluntad”. Él fue capaz de someterse por completo sin tomar absolutamente ninguna decisión personal. Él dijo: “Si es posible, pase de Mí esta copa”. ¿Qué significaba eso? Oró de esta forma porque pensaba en el enorme sufrimiento de desangrarse en la cruz hasta Su último hálito de vida –y esto aludía al tema de la muerte– y porque Él todavía no había comprendido por completo las intenciones de Dios Padre. Dado que pudo orar de esa forma a pesar de pensar en el sufrimiento de la crucifixión, Él fue, ciertamente, muy sumiso. Su modo de orar fue normal; no propuso ninguna condición en Su oración y tampoco dijo que la copa debía eliminarse. Más bien, su propósito era buscar las intenciones de Dios en una situación que Él no entendía. La primera vez que Él oró, Él no entendía por completo las intenciones de Dios Padre, y dijo: “Si es posible… pero sea como Tú quieras”. Él oró a Dios en un estado de sumisión. La segunda vez, oró de la misma forma. En total, oró tres veces (por supuesto, estas tres oraciones no se produjeron simplemente en tres días), y, en Su oración final, entendió completamente las intenciones de Dios, después de lo cual ya no imploró nada más. En Sus dos primeras oraciones, Él buscó en un estado de sumisión. Sin embargo, simplemente, las personas no oran así. En sus oraciones, las personas dicen: “Dios, te ruego que hagas esto y aquello, y te ruego que me guíes en esto y aquello, y te imploro que prepares condiciones para mí…”. Quizás Él no preparará condiciones adecuadas para ti y permitirá que sufras dificultades. Si las personas dijeran siempre: “Dios, te pido que hagas preparativos para mí y me des fuerzas”, ¡la oración sería verdaderamente inadmisible! Debes ser razonable cuando ores y debes hacerlo bajo la premisa de que estás sometiéndote. No limites tus oraciones. Antes de que comiences siquiera a orar, ya te estás limitando de esa manera: Debo implorar a Dios y hacer que haga tal y tal cosa. ¡Esta clase de oración es verdaderamente inadmisible!

de ‘El significado y la práctica de la oración’ en “Registros de las pláticas de Cristo”

16. A veces, cuando estás disfrutando las palabras de Dios, tu espíritu es tocado y sientes que no puedes dejar de amar a Dios, que hay una gran fuerza dentro de ti y que no hay nada que no puedas desechar. Si te sientes así, entonces el Espíritu de Dios te ha tocado y tu corazón se ha vuelto por completo a Dios y vas a orar a Dios y le vas a decir: “¡Oh Dios! Tú realmente nos has predestinado y escogido. Tu gloria me llena de orgullo y para mí es glorioso ser uno de Tu pueblo. Voy a erogar todo y dar todo para cumplir Tu voluntad y te voy a dedicar todos mis años y toda una vida de esfuerzos”. Cuando oras de esta manera, en tu corazón habrá un amor que no tiene fin y una obediencia verdadera hacia Dios. ¿Alguna vez has tenido una experiencia como esta? Si el Espíritu de Dios toca a las personas con frecuencia, entonces están especialmente dispuestas a consagrarse a Dios en sus oraciones: “¡Oh Dios! Quiero contemplar Tu día de gloria y quiero vivir para Ti, nada es más valioso o importante que vivir para Ti y no tengo el más mínimo deseo de vivir para Satanás y la carne. Me levantaste cuando me capacitaste para vivir para Ti hoy”. Cuando hayas orado de esta manera, vas a sentir que no puedes dejar de darle tu corazón a Dios, que debes ganar a Dios y que odiarías morirte sin haber ganado a Dios mientras estás vivo. Después de haber orado tal oración, habrá dentro de ti una fuerza inagotable que no sabrás de dónde proviene; dentro de ti habrá un poder sin límite y tendrás un gran sentimiento de que Dios es maravilloso y que es digno de que lo ames. Así será cuando Dios te haya tocado. Todos los que han tenido esa experiencia es porque Dios los ha tocado. Para aquellos a quienes Dios toca con frecuencia, en sus vidas ocurren los cambios, pueden tomar su resolución, están dispuestos a ganar por completo a Dios, el amor por Dios en sus corazones es más fuerte, sus corazones se han vuelto por completo a Dios, no tienen en cuenta a la familia, el mundo, las complicaciones o su futuro y están dispuestos a dedicarle a Dios una vida de esfuerzos. A todos aquellos a quienes el Espíritu de Dios ha tocado son los que están en busca de la verdad y que tienen la esperanza de que Dios los perfeccione.

de ‘Conoce la nueva obra de Dios y sigue Sus huellas’ en “La Palabra manifestada en carne”

17. Este hombre, Pedro, era de excelente calibre, pero sus circunstancias eran diferentes a las de Pablo. Sus padres me persiguieron, pertenecían a los demonios poseídos por Satanás, y por esta razón no puede decirse que transmitieron el camino a Pedro. Pedro tenía un ingenio agudo, estaba dotado de una inteligencia innata y sus padres lo mimaban profundamente desde la infancia; cuando creció, sin embargo, se convirtió en su enemigo, porque él siempre buscó conocerme y esto lo llevó a darles la espalda. Esto se debió, en primer lugar, a que él creía que los cielos y la tierra y todas las cosas están en las manos del Todopoderoso, y que todas las cosas positivas se originan en Dios y provienen directamente de Él, sin pasar por ningún procesamiento por parte de Satanás. Gracias al ejemplo contrario de sus padres como complemento, fue capaz de reconocer Mi amor y misericordia más fácilmente, encendiendo dentro de él una pasión aún mayor por buscarme. Prestó especial atención no sólo a comer y beber Mis palabras, sino, aún más, a comprender Mis intenciones, y fue constantemente prudente y cauteloso con sus pensamientos, por lo que siempre fue muy sagaz en su espíritu y, por ende, capaz de complacerme en todo lo que hacía. En la vida cotidiana, puso especial atención a integrar las lecciones de quienes habían fracasado en el pasado con el fin de incentivarse a sí mismo a poner mayor esfuerzo, profundamente temeroso de poder caer en las redes del fracaso. También puso especial empeño en asimilar la fe y el amor de todos aquellos que a través de los tiempos habían amado a Dios. De este modo, no sólo en los aspectos negativos, sino mucho más importante, en los aspectos positivos, aceleró el progreso de su crecimiento, hasta que se convirtió, en Mi presencia, en el ser humano que mejor me conoció. Por esta razón, no es difícil imaginar cómo pudo poner en Mis manos todo lo que tenía, dejando de ser dueño de sí mismo, incluso en lo referente a qué comer, cómo vestirse, dónde dormir o dónde alojarse, e hizo de satisfacerme en todas las cosas la base sobre la cual disfrutaba de Mi riqueza. Lo puse a prueba muchas veces –lo cual, por supuesto, lo dejó medio muerto– pero aun en medio de estos cientos de pruebas, ni una sola vez perdió la fe en Mí o se sintió desilusionado de Mí. Incluso cuando dije que ya lo había hecho a un lado, no fue débil de corazón ni cayó en la desesperación, sino que continuó como siempre, cumpliendo con sus principios para amarme de una manera práctica. Cuando le dije que, a pesar de que me amaba, Yo no lo elogiaría, sino que al final lo arrojaría a las manos de Satanás. En medio de estas pruebas, que no llegaron a tocar su carne, sino que fueron pruebas por medio de palabras, él continuó orándome: “¡Oh, Dios! Entre los cielos y la tierra y todas las cosas, ¿hay algún hombre, alguna criatura o alguna cosa que no esté en Tus manos, las del Todopoderoso? Cuando deseas mostrarme Tu compasión, mi corazón se regocija a causa de Tu misericordia; cuando deseas juzgarme, aunque yo pueda ser indigno, siento mucho más aún el misterio profundo de Tus obras, porque estás lleno de autoridad y sabiduría. Aunque mi carne pueda sufrir, soy consolado en mi espíritu; ¿cómo podría yo no ensalzar Tu sabiduría y Tus obras? Incluso si muriese después de llegar a conocerte, siempre estaría listo y dispuesto. ¡Oh, Todopoderoso! ¿Acaso no es porque no deseas que yo te vea? ¿Acaso no es que soy verdaderamente indigno de recibir Tu juicio? ¿Es acaso posible que haya algo en mí que no desees ver?”. En medio de este tipo de pruebas, a pesar de que Pedro no fue capaz de captar Mis intenciones con exactitud, es evidente que él consideraba cuestión de orgullo y gloria personal ser usado por Mí (aunque fuera sólo para recibir Mi juicio para que la humanidad pudiese ver Mi majestad y Mi ira) y se sintió todo, menos abatido, a causa de haber sido sometido a juicio. Por su lealtad en Mi presencia y debido a Mis bendiciones sobre él, se ha convertido en un ejemplo y un modelo para la humanidad durante miles de años. ¿No es este precisamente el ejemplo que deberíais seguir?

de ‘Capítulo 6’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

18. Cuando Dios lo estaba castigando, Pedro oró, “¡Oh Dios! Mi carne es desobediente y Tú me castigas y me juzgas. Me gozo en Tu castigo y en Tu juicio, e incluso si no me quieres, en Tu juicio contemplo Tu justo y santo carácter. Cuando me juzgas para que los demás puedan contemplar Tu justo carácter en Tu juicio, me siento contento. Sólo deseo que Tu carácter pueda mostrarse de modo que todas las creaturas puedan ver Tu carácter justo y yo pueda amarte de una manera más pura a través de Tu juicio y lograr la semejanza de alguien que es justo. Tu juicio como este es bueno porque así es Tu voluntad misericordiosa. Sé que todavía hay mucha rebeldía en mí y que todavía no soy digno de venir delante de Ti. Quiero que me juzgues aún más, ya sea a través de un ambiente hostil o de grandes tribulaciones; no importa qué haces, para mí es precioso. Tu amor es tan profundo y estoy dispuesto a ponerme a merced Tuya sin la más mínima queja”. Este es el conocimiento que Pedro tiene después de haber experimentado la obra de Dios, y también es un testimonio de su amor por Dios.

de ‘Las experiencias de Pedro: su conocimiento del castigo y del juicio’ en “La Palabra manifestada en carne

Nota al pie:

The Bible quotation in this article are translated from AKJV.

La Palabra de Dios | “El suspiro del Todopoderoso” Las palabras del Espíritu Santo

La Palabra de Dios | “El suspiro del Todopoderoso” Las palabras del Espíritu Santo

Hay un gran secreto en tu corazón que nunca has notado, porque vives en un mundo sin luz. El malvado quita tu corazón y tu espíritu; tus ojos están cubiertos por la oscuridad, no puedes ver el sol en el cielo, no puedes ver la estrella centelleante en el cielo nocturno; tus oídos son palabras engañadas Estaba bloqueado, y no se escuchó el sonido del trueno del Señor, ni el sonido del agua que fluía desde arriba del trono. Has perdido todo lo que deberías haber perdido, todo lo que el Todopoderoso te ha dado, y entraste en el mar ilimitado de sufrimiento, sin el poder de rescatar, la esperanza de sobrevivir, pero solo luchando, corriendo … desde ese momento, Estás destinado a ser torturado por el maligno, lejos de la bendición del Todopoderoso, lejos del suministro del Todopoderoso, y emprender un camino sin retorno. Miles de voces dicen que es difícil despertar tu corazón, tu espíritu, y estás durmiendo en manos del maligno, tentado por el maligno para entrar en un estado sin fin, sin dirección, sin señales de tráfico. Desde entonces, has perdido tu inocencia e inocencia al principio, y has comenzado a evitar el cuidado del Todopoderoso. El maligno guía todo en tu corazón y se convierte en tu vida. Ya no tienes miedo de él, ya no lo esquivas o dudas, sino que lo tratas como el dios de tu corazón. Empiezas a adorarlo y adorarlo. Inseparable de él, y le prometió vida y muerte. No tienes idea de dónde vienes, por qué naciste, por qué moriste. Usted considera que el Todopoderoso es extraño, y usted no conoce su origen, ni siquiera lo que le ha hecho. Todo lo que proviene de él es considerado como algo que odias. No sabes apreciarlo, ni sabes su valor. Caminas con el maligno, comenzando el día en que recibes el suministro del Todopoderoso, miles de años de viento y lluvia, te unes con el maligno y juntos “contrarrestas” al Dios que fue la fuente de tu vida, no conozco el arrepentimiento y no me conozco a mí mismo. Es hora de perecer. Has olvidado que el maligno te ha seducido y torturado, y has olvidado tu comienzo. Así que el maligno te ha mutilado paso a paso hasta el día de hoy. Tu corazón y tu espíritu están entumecidos y podridos, y ya no te quejas de los sufrimientos del mundo. Ya no pienses en las injusticias del mundo, ni les importa la existencia del Todopoderoso, porque el maligno ha sido considerado como tu padre biológico y ya no puedes dejarlo, este es el “secreto” en tu corazón.

Cuando amaneció, una estrella de la mañana se iluminó en el este. Era una estrella nunca antes vista. Encendió el cielo estrellado silencioso y encendió las luces apagadas en los corazones de las personas. Esta luz hace que la gente ya no esté sola, te ilumina y lo ilumina a él. Pero solo tú aún duermes en esa noche oscura, no puedes escuchar el sonido, no puedes ver la luz, no puedes detectar la llegada del nuevo cielo, la nueva tierra y la nueva era, porque tu padre te dice: “Hija, no te levantes, es temprano, el clima Hace frío, no salgas, para que no te atraviese un cuchillo y una pistola. “Solo crees en el juguete de tu padre, porque crees que solo el padre tiene razón, porque el padre es mayor que tú y el padre realmente te ama”. Este tipo de ding, tal amor, hace que ya no creas que hay una leyenda brillante en el mundo, ya no te importa si hay verdad en este mundo, ya no esperas la ayuda del Todopoderoso, solo descansa en el status quo, ya no esperas la llegada de la luz, Ya no mires el advenimiento del legendario Todopoderoso. Todas las cosas que son hermosas no pueden revivirse y existir en tus ojos. El mañana humano y el futuro humano desaparecerán y caerán en tus ojos. Agarras con fuerza la camisa de tu padre y estás dispuesto a sufrir con él, temeroso de perder a tu compañero y de perder tu “dirección”. El mundo confuso te ha creado uno tras otro, tenaz, y más bien lleno de los diferentes roles de este mundo, ha creado un “guerrero” tras otro que no tiene miedo a la muerte en absoluto, y ha creado lote tras lote El que está entumecido y que no sabe lo que fue creado, está paralizado. Los ojos del Todopoderoso inspeccionaron a los seres humanos que más habían sufrido, escucharon el lamento de las personas que sufrían, vieron la desvergüenza de las víctimas y sintieron la impotencia y el miedo de los seres humanos que perdieron su salvación. Los seres humanos rechazaron su cuidado de seguir su propio curso, evitando su vista, y preferirían probar la amargura de las profundidades del mar con el enemigo. El suspiro del Todopoderoso ya no es audible, y las manos del Todopoderoso son reacias a tocar a este miserable humano. Recuperado una y otra vez, perdido una y otra vez, y solo repitiendo su trabajo. Desde ese momento, estaba cansado y cansado, y detuvo su trabajo, ya no caminaba entre la gente … Los seres humanos no son conscientes de todos estos cambios, y no son conscientes de la venida y el regreso del Todopoderoso, Él y Él.

Todo en el mundo está cambiando en las mentes del Todopoderoso y bajo los ojos. Las cosas de las que los humanos nunca han oído hablar de repente vienen, y las cosas que los humanos han tenido durante mucho tiempo desaparecerán sin saberlo. Nadie puede detectar el paradero del Todopoderoso, y nadie puede sentir la extraordinaria y grandeza del poder vital del Todopoderoso. Su carácter extraordinario radica en el hecho de que puede sentir lo que los humanos no pueden detectar, y su grandeza radica en que él es el que es rechazado por la humanidad pero salva a la humanidad. Sabía el significado de la vida y la muerte, y sabía más sobre las reglas de supervivencia de los seres humanos creados, era la base de la existencia humana y el redentor de la resurrección humana. Él convertirá el corazón alegre en tristeza, y el corazón triste en felicidad, por su trabajo y por su plan.

Los seres humanos han dejado el suministro de vida del Todopoderoso, y no saben qué es la vida, pero tienen miedo a la muerte, sin confianza ni ayuda, pero aún no están dispuestos a cerrar los ojos, sostener sus cuerpos y mantener el cuerpo inconsciente en este mundo. Estás tan desesperado, también está viviendo sin una meta. Solo el santo en la leyenda salvará a aquellos que gimen de sufrimiento y esperan que él venga. Esta fe está en el inconsciente. La vacilación no se puede realizar, pero la gente todavía lo espera. El Todopoderoso tiene compasión de aquellos que han sufrido profundamente y está cansado de aquellos que no tienen conciencia en absoluto, porque tiene que esperar mucho tiempo para obtener respuestas de la gente. Él está buscando, buscando tu corazón, buscando tu espíritu, dándote agua y comida para que despiertes, ya no tengas sed, ya no tengas hambre. Cuando te sientas cansado, cuando sientas un poco de desolación en este mundo, no te confundas, no llores, Dios Todopoderoso: el observador te abrazará en cualquier momento. Él está esperando a tu lado, esperando tu turno, esperando el día en que de repente recuperes la memoria: sabiendo que saliste de Dios, no sé cuándo te perdiste y no sabes cuándo estabas inconsciente en el camino, y No sé cuándo hay un “padre”, y sé que el Todopoderoso ha estado esperando su regreso allí durante mucho tiempo. Miró desesperado, esperando una respuesta sin una respuesta. Su espera no tiene precio para el corazón humano, para el espíritu humano. Quizás esta espera sea indefinida, o tal vez esta espera haya llegado a su fin, pero debes saber dónde están ahora tu corazón y tu espíritu.

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Película cristiana completa en español | “Reeducación roja en casa” Dios es mi Salvador

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Zheng Yi es cristiano. Cuando se enteró de la brutal persecución del Gobierno del Partido Comunista de China al Relámpago Oriental y de la detención de cristianos mientras trabajaba en Estados Unidos, reflexionó lo siguiente: “El Partido Comunista de China es un partido ateo, un régimen satánico que se opone a Dios al máximo. Bajo la furibunda persecución y represión del Partido Comunista de China, el Relámpago Oriental ha seguido floreciendo cada vez más. Lo más probable es que sea el camino verdadero”. Así pues, investigó el Relámpago Oriental en la página web de la Iglesia de Dios Todopoderoso y descubrió que la palabra de Dios Todopoderoso es la verdad y la voz de Dios. Concluyó que Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús, por lo que pronto aceptó Su obra en los últimos días. Cuatro años después, Zheng Yi volvió a China y le transmitió a su hermana, la periodista Zheng Rui, la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días. El padre de Zheng Yi, Zheng Weiguo, es delegado del Departamento de Trabajo del Frente Unido en una ciudad china. Cuando supo que sus hijos creían en Dios Todopoderoso, se opuso rotundamente y empleó reiteradamente los rumores y falacias del Gobierno del Partido Comunista de China para impedirles creer en Dios. Zheng Yi y su hermana debatieron con su padre en muchas ocasiones. ¡Esta guerra espiritual en la familia terminó con el triunfo de la verdad sobre las falacias y de los hechos sobre los rumores! Temeroso del malvado poder del Partido Comunista de China y decidido a conservar su puesto oficial y su sustento, Zheng Weiguo se empeñó en alinearse con el Partido Comunista de China y obligó a sus hijos a renunciar a su fe en Dios Todopoderoso, pero fue en vano. Al final los echó de casa… Zheng Yi y su hermana tomaron la firme decisión de dejar a su familia y seguir a Cristo para predicar y dar testimonio de la aparición y la obra de Dios en los últimos días.

Música cristiana | Dios se encarna para derrotar a Satanás y salvar a la humanidad

Música cristiana | Dios se encarna para derrotar a Satanás y salvar a la humanidad

I
En esta encarnación de Dios en la tierra, Él hace Su obra entre los hombres.
Toda esta obra tiene un propósito: derrotar al diablo Satanás.
Lo derrotará conquistando al hombre, y haciéndoos completos.
Cuando deis resonante testimonio,
también será señal de la derrota de Satanás.
Dios se encarna para derrotar a Satanás y salvar a la humanidad.
Para que Satanás sea derrotado,
primero el hombre ser conquistado, luego completado.
II
Pero en esencia, al derrotarlo, Dios salva al hombre del dolor.
No importa que esta obra se realice en China o por todo el universo,
es para derrotar a Satanás, salvar al mundo,
y que el hombre entre en un lugar de reposo.
Y derrotar al diablo Satanás.
Dios se encarna para derrotar a Satanás y salvar a la humanidad.
La encarnación de Dios en la carne común es para derrotar a Satanás.
La obra del Dios de carne es salvar a los que le aman bajo el cielo.
Es para conquistar a toda la humanidad, y también para derrotar a Satanás.
III
El núcleo de esa obra está ligado a la derrota de Satanás por la salvación.
Dios se encarna para derrotar a Satanás y salvar a la humanidad.
Dios se encarna para vencer a Satanás y salvar a la humanidad,
salvar a la humanidad. Salva a toda la humanidad.
Salva a la humanidad. Salva a toda la humanidad.
De “La Palabra Manifestada En Carne

 

I Palabras clásicas sobre las tres etapas de la obra de Dios para salvar a la humanidad

Palabras de Dios |  (I) Palabras sobre revelar la obra de la Era de la Ley

16. La obra que hizo Jehová en los israelitas estableció en la humanidad el lugar de origen terrenal de Dios, así como el lugar sagrado de Su presencia. Limitó Su obra al pueblo de Israel. Al principio, no obró fuera de Israel, sino que escogió un pueblo que Él consideró apropiado para limitar el alcance de Su obra. Israel es el lugar donde Dios creó a Adán y Eva, y del polvo de aquel lugar Jehová hizo al hombre; este lugar se convirtió en la base de Su obra en la tierra. Los israelitas, descendientes de Noé y de Adán, fueron el fundamento humano de la obra de Jehová en la tierra.

La relevancia, el propósito y las etapas de la obra de Jehová en Israel en este tiempo eran el de iniciar Su obra en la tierra entera, la cual, tomando a Israel como su centro, paulatinamente se fue extendiendo entre las naciones gentiles. Este es el principio según el cual Él obra en todo el universo: el establecimiento de un modelo, seguido por su ampliación hasta que toda la gente en el universo haya recibido Su evangelio. Los primeros israelitas fueron los descendientes de Noé. A estas personas se les dotó solamente del aliento de Jehová y entendían lo suficiente como para ocuparse de las necesidades básicas de la vida, pero no sabían qué clase de Dios era Jehová, ni cuál era Su voluntad para el hombre, mucho menos sabían cómo debían reverenciar al Señor de toda la creación. En cuanto a si había normas o leyes que debían ser obedecidas, o si existía alguna obra que los seres creados debían llevar a cabo para el Creador, los descendientes de Adán nada sabían de tales cosas. Lo único que sabían era que el marido debía sudar y trabajar para mantener a su familia, y que la esposa debía someterse a su marido y perpetuar la raza humana que Jehová había creado. En otras palabras, este pueblo, que tenía solamente el aliento y la vida de Jehová, no sabía nada de cómo seguir las leyes de Dios o cómo satisfacer al Señor de toda la creación. Entendía demasiado poco. Así que aunque no había nada torcido ni deshonesto en sus corazones, y pocas veces surgían los celos o los conflictos entre ellos, no obstante carecían del conocimiento y entendimiento de Jehová, Señor de toda la creación. Estos antepasados del hombre sólo sabían comer y disfrutar las cosas de Jehová, pero no sabían reverenciarlo; no sabían que Jehová es el único a Quien debían adorar postrados. ¿Cómo, entonces, podían ser llamados Sus criaturas? Siendo esto así, las palabras: “Jehová es el Señor de toda la creación” y “Él creó al hombre para que este lo manifestara, lo glorificara y lo representara”, ¿no se habrían pronunciado en vano? ¿Cómo podría un pueblo sin reverencia hacia Jehová convertirse en un testimonio de Su gloria? ¿Cómo podría convertirse en manifestaciones de Su gloria? ¿No se convertirían entonces las palabras de Jehová —“Yo creé al hombre a Mi imagen”— en un arma en las manos de Satanás, el maligno? ¿No se convertirían estas palabras en una señal de humillación sobre la creación de Jehová del hombre? Para poder completar esa etapa de Su obra, después de crear a los hombres, Jehová no les instruyó ni les guio desde el tiempo de Adán hasta el de Noé. Antes bien, no fue hasta que el diluvio destruyó al mundo que Él comenzó a guiar formalmente a los israelitas, quienes eran los descendientes de Noé, así como de Adán. Su obra y Sus palabras en Israel dirigieron a todo el pueblo de Israel mientras transcurrían sus vidas en toda la tierra de Israel y, de esta manera, Jehová mostró a la humanidad que no sólo podía soplar aliento al hombre para que recibiera vida de Él y se levantara del polvo como un ser creado, sino que también podía incinerar a la humanidad, maldecirla y utilizar Su vara para manejarla. Así también vieron que Jehová podía guiar la vida del hombre en la tierra, y hablar y obrar entre los seres humanos conforme a las horas del día y la noche. Hizo esta obra solamente para que Sus criaturas conociesen que el hombre vino del polvo, recogido por Él, y hecho, además, por Él. No sólo eso, sino que la obra que comenzó en Israel se llevó a cabo para que otros pueblos y naciones (que de hecho no eran independientes de Israel, sino ramas de los israelitas y que seguían siendo descendientes de Adán y Eva) pudieran recibir el evangelio de Jehová desde Israel, para que todos los seres creados en el universo pudiesen reverenciar a Jehová y engrandecerlo.

de ‘La obra en la Era de la Ley’ en “La Palabra manifestada en carne”

17. Jehová creó a la humanidad, es decir, creó a los ancestros de la misma: Eva y Adán. Pero no les concedió ningún intelecto ni sabiduría adicionales. Aunque ya estaban viviendo en la tierra, no entendían casi nada. Así pues, la obra de Jehová de crear a la humanidad sólo estaba a medias. No estaba en absoluto completa. Él sólo había formado un modelo de hombre a partir del barro y le había dado Su aliento, pero no le había concedido suficiente determinación para venerarlo. Al principio, el hombre no tenía mentalidad de venerarlo, o temerlo. El hombre sólo sabía cómo escuchar Sus palabras, pero ignoraba el conocimiento básico para la vida sobre la tierra y las reglas apropiadas para la vida. Y así, aunque Jehová creó al hombre y a la mujer y terminó el proyecto de los siete días, de ninguna manera completó la creación del hombre, porque el hombre no era sino una cáscara y le faltaba la realidad de ser un humano. El hombre sólo sabía que fue Jehová quien había creado a la humanidad, pero no tenía idea de cómo guardar Sus palabras y Sus leyes. Por ello, después de la creación de la humanidad, la obra de Jehová estaba lejos de terminarse. Él aún no había guiado por completo a la humanidad para que viniera ante de Él, con el fin de que ella fuese capaz de vivir juntos en la tierra y reverenciarlo, y por consiguiente ella pudiera, con Su guía, entrar en la vía correcta de una vida humana normal en la tierra. Sólo de esta forma se completó del todo la obra que se había llevado a cabo principalmente bajo el nombre de Jehová; esto es, sólo de esta forma concluyó la obra de Jehová de crear el mundo. Y así, como creó a la humanidad, tuvo que guiar su vida en la tierra durante varios miles de años, de forma que esta fuera capaz de guardar Sus decretos y leyes, así como de participar en todas las actividades de una vida humana apropiada sobre la tierra. Sólo entonces se completó del todo la obra de Jehová.

de ‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”

18. Si Jehová no hubiera comenzado Su obra en Israel, sino que habiendo creado a los hombres, les hubiese permitido llevar vidas despreocupadas en la tierra, en ese caso, debido a la naturaleza física del hombre (una naturaleza que significa que el hombre jamás podrá conocer lo que no puede ver, cosa igual a decir que no sabría que fue Jehová quien creó a la humanidad y, aún menos, sabría por qué lo hizo), jamás conocería que fue Jehová quien creó a la humanidad y que Él es el Señor de toda la creación. Si Jehová hubiera creado al hombre y lo hubiera colocado en la tierra, y simplemente se hubiera sacudido el polvo de las manos y se hubiese ido, en lugar de quedarse entre los hombres para darles guía durante un periodo de tiempo, entonces la humanidad entera hubiese regresado a la nada; incluso el cielo y la tierra y toda la miríada de cosas que Él hizo, así como toda la humanidad, hubiesen regresado a la nada y, además, hubiese sido pisoteada por Satanás. Así, el deseo de Jehová —que “Sobre la tierra, esto es, en medio de Su creación, Él tuviese un lugar donde poner Sus pies, un lugar santo”— habría sido destrozado. Así fue que, después de crear a la humanidad, Él pudo quedarse en medio de ella para guiar sus vidas y hablarles estando entre ellos, todo para realizar Su deseo y cumplir Su plan.

de ‘La obra en la Era de la Ley’ en “La Palabra manifestada en carne”

19. Cuando Dios empezó la obra oficial de Su plan de gestión, estableció muchas regulaciones que el hombre debía seguir. El fin de estas era permitirle llevar la vida normal del ser humano sobre la tierra, una vida normal inseparable de Dios y de Su dirección. Dios le instruyó primero cómo levantar altares, cómo establecerlos. Después de esto, le señaló cómo realizar las ofrendas y estableció cómo debía vivir: a qué debía prestar atención en la vida, qué tenía que cumplir, qué debía hacer y qué no. Lo que Dios estableció para el hombre lo englobaba todo, y con estas costumbres, regulaciones y principios, Él estandarizó el comportamiento de las personas, guió sus vidas, su iniciación a las leyes de Dios, las guió hasta llegar delante del altar de Dios, a tener una vida entre todas las cosas que Él había hecho para el hombre, con orden, regularidad y moderación. En primer lugar, Dios usó estas simples normativas y estos principios para establecer límites para el hombre, de forma que este tuviera una vida normal de adoración a Dios sobre la tierra, la vida normal del hombre; ese es el contenido específico del comienzo de Su plan de gestión de seis mil años. Las regulaciones y normas cubren un contenido muy amplio; son los detalles específicos de la dirección de la humanidad por parte de Dios, durante la Era de la Ley, y tenían que ser aceptadas y honradas por las personas que vivieron antes de la Era de la Ley. Son un registro de la obra llevada a cabo por Dios durante esa época, y son la prueba real del liderazgo de Dios y Su dirección de toda la humanidad.

de ‘La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II’ en “La Palabra manifestada en carne”

20. Durante la Era de la Ley, Jehová estableció muchos mandamientos para que Moisés los promulgase a los israelitas que lo seguían para salir de Egipto. Estos mandamientos fueron dados por Jehová a los israelitas y no guardaban ninguna relación con los egipcios; tenían el propósito de refrenar a los israelitas. Él usó los mandamientos para exigirles. Bien sea que guardaran el día de reposo, que respetaran a sus padres, que no adoraran ídolos y demás, estos eran los principios por los que se les juzgaba como pecaminosos o justos. Entre ellos hubo algunos que fueron consumidos por el fuego de Jehová, otros que fueron apedreados, y algunos que recibieron la bendición de Jehová, todo esto determinado conforme a si obedecían o no estos mandamientos. Quienes no guardasen el día de reposo serían apedreados. Los sacerdotes que no guardasen el día de reposo serían consumidos por el fuego de Jehová. Quienes no mostrasen respeto a sus padres también serían apedreados. Todo esto fue encomendado por Jehová. Él estableció Sus mandamientos y leyes para que, al ser guiado por Él durante su vida, el pueblo escuchara y obedeciera Su palabra, y no se rebelara contra Él. Empleó estas leyes para mantener bajo control a la raza humana recién nacida, para crear las bases para Su obra futura. Así, con base en la obra que hizo Jehová, la primera era fue llamada la Era de la Ley.

de ‘La obra en la Era de la Ley’ en “La Palabra manifestada en carne”

21. Aunque Jehová hizo muchas declaraciones y llevó a cabo mucha obra, Él sólo guio al pueblo de manera positiva, enseñando a esta gente ignorante cómo ser humana, cómo vivir y cómo entender el camino de Jehová. En la mayor parte, la obra que Él llevó a cabo fue provocar que el pueblo observara Su camino y siguiera Sus leyes. Esta obra se llevó a cabo en gente someramente corrompida; no se extendió al punto de transformar su carácter o progreso en la vida. Su único interés era usar leyes para restringir y controlar al pueblo. Para los israelitas de aquel tiempo, Jehová era solamente un Dios en el templo, un Dios en los cielos. Era una columna de nube, una columna de fuego. Lo único que les exigía Jehová era obedecer lo que la gente hoy día conoce como Sus leyes y mandamientos —que incluso se podrían llamar normas— porque lo que Jehová hizo no tenía el propósito de transformarlos, sino de darles más de lo que merecía tener el hombre, e instruirles con Su propia boca, pues después de haber sido creados, los hombres no tenían nada de lo que debían poseer. Así que Jehová le dio al pueblo lo que necesitaba para su vida en la tierra, haciendo que este pueblo que Él había guiado superara a sus antepasados, Adán y Eva, porque lo que Jehová le dio superaba lo que Él había dado a Adán y Eva en el principio. A pesar de eso, la obra que hizo Jehová en Israel fue sólo para guiar a la humanidad y hacer que esta reconociera a su Creador. No la conquistó ni la transformó; simplemente la guio. Este es el resumen de la obra de Jehová en la Era de la Ley. Es el trasfondo, la verdadera historia, la esencia de Su obra en la tierra entera de Israel y el comienzo de Su obra de seis mil años, para mantener a la humanidad bajo el control de la mano de Jehová. De esto nació más obra en Su plan de gestión de seis mil años.

de ‘La obra en la Era de la Ley’ en “La Palabra manifestada en carne

Palabras de Dios | Tener un carácter inalterable es estar en enemistad con Dios

Palabras de Dios | Tener un carácter inalterable es estar en enemistad con Dios

Dios Todopoderoso dice: “El carácter del hombre debe ser cambiado comenzando por el conocimiento de su esencia, y a través de cambios en su pensamiento, su naturaleza y su perspectiva mental, por medio de cambios fundamentales. Sólo así se lograrían cambios verdaderos en el carácter del hombre. El carácter corrupto del hombre proviene de haber sido envenenado y pisoteado por Satanás, del daño atroz que Satanás ha infligido a su pensamiento, su moral, su percepción y su sentido. Es precisamente debido a que estas cosas fundamentales del hombre han sido corrompidas por Satanás, y que son diametralmente distintas a cómo Dios las creó originalmente, que el hombre se opone a Dios y no entiende la verdad. Por ende, los cambios en el carácter del hombre deben comenzar con cambios en su pensamiento, percepción y sentido que cambien su conocimiento de Dios y su conocimiento de la verdad”.

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Canción cristiana | Todos los hombres, venid a alabar a Dios

Canción cristiana | Todos los hombres, venid a alabar a Dios

I

Un relámpago de Este a Oeste,

el Cristo de los últimos días, ha aparecido trabajando en China.

Su luz verdadera brilla más, la gente va a buscarlo.

Oh, ¡Dios Todopoderoso! Lleno de poder y de gloria.

Sus elegidos acuden a Su trono.

Dios aparece en el mundo para realizar Su obra.

Toda la humanidad, venid a alabarlo, oh reverenciarlo.

II

Escuchad Su voz, ved Su glorioso rostro, presenciad Sus actos.

Venid y adorad a Dios.

La palabra de Dios lo conquista y purifica todo.

Todo el mundo se inclina ante Dios Todopoderoso.

Sus elegidos acuden a Su trono.

Dios aparece en el mundo para realizar Su obra.

Toda la humanidad, venid a alabarlo, oh reverenciarlo.

Reverenciadlo. En toda Su gloria.

Enaltecedlo, porque Él lo merece.

Reverenciadlo. Siempre está para nosotros. Glorificadlo ahora.

III

Sed testigos de Sus obras. Su poder lo domina todo.

Alabad Su justicia, Su santidad y Su amor.

Nadie desea apartarse de la palabra de Dios.

La palabra de Dios difícil es de comprender,

pero trae alegría y luz.

Sus elegidos acuden a Su trono.

Dios aparece en el mundo para realizar Su obra.

Toda la humanidad, venid a alabarlo, oh, y a revernciarlo.

Dios aparece en el mundo para realizar Su obra.

Toda la humanidad, venid a alabarlo, oh, y a revernciarlo.

IV

¡Venid a adorar a Dios! ¡Venid a adorar a Dios!

¡Venid a adorar a Dios! ¡Venid a adorar a Dios!

¡Venid a adorar a Dios! ¡Venid a adorar a Dios!

¡Venid a adorar a Dios! ¡Venid a adorar a Dios!

¡Aleluya!

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

 

 

XIV Palabras sobre profetizar la belleza del reino, el destino de la humanidad y las promesas y bendiciones de Dios

1. Como Mis palabras están consumadas, el reino se forma poco a poco en la tierra y el hombre regresa gradualmente a la normalidad, y por ende se establece en la tierra el reino que yace en Mi corazón. En el reino, todo el pueblo de Dios recupera la vida del hombre normal. Se ha ido el invierno helado, reemplazado por un mundo de ciudades primaverales, donde la primavera perdura todo el año. Ya la gente no se enfrenta con el mundo sombrío y miserable del hombre, ya no sufre el frío escalofriante del mundo del hombre. La gente ya no pelea entre sí, los países ya no se enfrentan en guerras, ya no hay más matanza y la sangre que fluye de la matanza; todas las tierras están llenas de felicidad, y en todas partes rebosa el calor entre los hombres. Me muevo por todo el mundo, lo disfruto desde lo alto de Mi trono, vivo entre las estrellas. Y los ángeles me ofrecen nuevas canciones y nuevos bailes. Ya su fragilidad no causa que lágrimas corran por sus rostros. Ya no escucho en Mi presencia el sonido de los llantos de los ángeles, y ya nadie me presenta quejas de adversidades. Hoy en día, todos vosotros vivís en Mi presencia; mañana, todos vosotros existiréis en Mi reino. ¿No es esta la mayor bendición que pueda conferir sobre el hombre?

de ‘Capítulo 20’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

2. Bajo la luz del relámpago, cada animal es revelado en su verdadera forma. Así también, iluminados por Mi luz, los seres humanos han recuperado la santidad que una vez poseyeron. ¡Oh, que el mundo pervertido del pasado al fin se haya volcado dentro del agua asquerosa, hundiéndose bajo la superficie, disolviéndose en el lodo! ¡Oh, que toda la humanidad que he creado al fin haya vuelto a la vida una vez más en la luz, haya encontrado el fundamento para existir y haya dejado de luchar en el lodo! ¡Oh, la infinidad de cosas de la creación que sostengo en Mi mano! ¿Cómo no van a ser renovados a través de Mi palabra? ¿Cómo no pueden poner en juego sus funciones en la luz? La tierra ya no está quieta ni en silencio, el cielo ya no está desolado y triste. El cielo y la tierra, ya no separados por un vacío, están unidos como uno, para nunca más ser separados. En esta ocasión jubilosa, en este momento de exultación, Mi justicia y Mi santidad han viajado por todo el universo y toda la humanidad las alaba sin cesar. Las ciudades de los cielos están riendo de alegría y los reinos de la tierra bailan de contento. ¿Quién en este momento no se está regocijando? ¿Y quién en este instante no está llorando? El estado primario de la tierra pertenece al cielo y el cielo se une con la tierra. El hombre es el cordón que une el cielo y la tierra y gracias a su santidad, gracias a su renovación, el cielo ya no se encuentra oculto a la tierra y la tierra ya no está en silencio hacia el cielo. Los rostros de la humanidad están envueltos en sonrisas de complacencia, y oculta en sus corazones una dulzura que no conoce límites. El hombre no se pelea con el hombre ni los hombres se van a las manos unos contra otros. ¿Hay alguien que, en Mi luz, no viva en paz con los demás? ¿Hay quién, en Mi día, deshonre Mi nombre? Todos los seres humanos dirigen su mirada reverencial hacia Mí, y en sus corazones, en secreto, claman por Mí. He observado cada acción de la humanidad: entre los seres humanos quienes han sido purificados, no hay uno que sea desobediente a Mí, ninguno que emita un juicio sobre Mí. Toda la humanidad está impregnada con Mi carácter. Todo el mundo está llegando a conocerme, se están acercando a Mí y me están adorando. Permanezco firme en el espíritu del hombre, soy exaltado a la cima más alta en los ojos del hombre, y fluyo en la sangre por sus venas. La exaltación de alegría en los corazones de los hombres llena cada lugar sobre la faz de la tierra, el aire es ligero y fresco, las nieblas densas ya no cubren el suelo y el sol brilla resplandeciente.

de ‘Capítulo 18’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

3. Mi sabiduría está en todas partes de la tierra y en todo el universo. Entre todas las cosas están los frutos de Mi sabiduría; entre todas las personas pululan las obras maestras de Mi sabiduría; todo es como todas las cosas en Mi reino y todas las personas habitan en reposo bajo Mis cielos como las ovejas sobre Mis pastos. Me muevo por encima de todos los hombres, y estoy observando por todas partes. Nada jamás se ve viejo, y ninguna persona es como solía ser. Yo descanso sobre el trono, me reclino a través de todo el universo y estoy totalmente satisfecho, porque todas las cosas han recuperado su santidad y puedo vivir en paz dentro de Sion una vez más, y las personas en la tierra pueden llevar vidas contentas y serenas bajo Mi dirección. Todos los pueblos están manejando todo en Mi mano; todas las personas han recuperado su antigua inteligencia y apariencia original; ya no están cubiertos de polvo, sino que, en Mi reino, son tan puros como el jade, cada uno con el rostro como el del santo dentro del corazón del hombre, porque Mi reino ha sido establecido entre los hombres.

de ‘Capítulo 16’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

4. En Mi luz, la gente vuelve a ver la luz. En Mi palabra, la gente encuentra las cosas para el disfrute. He venido del Este y salgo desde allí. Cuando Mi gloria resplandece todas las naciones se iluminan, todo es traído a la luz y no queda nada en tinieblas. En el reino, la vida del pueblo de Dios, con Dios, es incomparablemente feliz. Las aguas bailan por las vidas benditas de los pueblos, las montañas disfrutan Mi abundancia con los pueblos. Todos los hombres se esfuerzan, trabajan duro, muestran su lealtad a Mi reino. En el reino, ya no hay rebelión, no más resistencia; los cielos y la tierra dependen el uno del otro, el hombre y Yo somos cercanos y sentimos profundamente, a través de las felicidades de la vida, que nos confundimos en uno… En este momento, comienzo formalmente la vida celestial. Ya no existe la interferencia de Satanás y los pueblos entran en reposo. En todo el universo, Mi pueblo escogido vive en Mi gloria, bendecido más allá de toda comparación, no como personas que viven entre personas, sino como personas que viven con Dios. Todo el mundo ha experimentado la corrupción de Satanás, ha probado la amargura y la dulzura de la vida. Ahora, viviendo en Mi luz, ¿cómo pueden no alegrarse? ¿Cómo puede alguien simplemente renunciar a un momento tan hermoso y dejarlo pasar? ¡Pueblos todos! ¡Cantad ahora las canciones en vuestros corazones y bailad para Mí! ¡Levantad ahora vuestros corazones sinceros y ofrecedlos a Mí! ¡Retumben ahora vuestros tambores y tocad para Mí! ¡Hago brillar la alegría sobre todo el universo! ¡Muestro a los pueblos Mi rostro glorioso! ¡Tronaré! ¡Trascenderé el universo! ¡Ya reino entre los pueblos! ¡Soy exaltado por los pueblos! Me desplazo en el cielo azul y los pueblos se mueven conmigo. ¡Camino entre los pueblos y Mi pueblo me rodea! ¡Los corazones de los pueblos están alegres, sus canciones sacuden el universo y agrietan los cielos! El universo ya no está envuelto en niebla; no hay más lodo, no hay más recolección de aguas residuales. ¡Pueblo santo del universo! Bajo Mi inspección se revela vuestro verdadero rostro. No sois hombres cubiertos de inmundicia, sino santos puros como el jade, todos Mis amados, todos Mis deleites. ¡Todas las cosas vuelven a la vida! Todos los santos han regresado a los cielos, sirviéndome, entrando en Mi cálido abrazo, ya no lloran ni siguen ansiosos, ofreciéndose a Mí, regresando a Mi hogar y, en su tierra, Me amarán sin cesar. ¡Inmutables! ¿Dónde está la tristeza? ¿Dónde están las lágrimas? ¿Dónde está la carne? La tierra ya no existe; los cielos son eternos. Aparezco a todos los pueblos y todos los pueblos me alaban. Esta vida, esta belleza, desde tiempos inmemoriales y para siempre, no cambiará. Esta es la vida en el reino.

de ‘¡Pueblos todos! ¡Alegraos!’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

5. “Me muevo por encima de todos los hombres, y estoy observando por todas partes. Nada jamás se ve viejo, y ninguna persona es como solía ser. Yo descanso sobre el trono, me reclino a través de todo el universo […]”. Este es el resultado de la obra presente de Dios. Todo el pueblo escogido de Dios regresa a su forma original por lo cual los ángeles, que han sufrido por tantos años, son liberados, tal como Dios dice, “el rostro como el del santo dentro del corazón del hombre”. Porque los ángeles trabajan en la tierra y sirven a Dios en la tierra, y la gloria de Dios se esparce por todo el mundo, el cielo es traído a la tierra y la tierra es alzada al cielo. Por lo tanto, el hombre es el enlace que conecta el cielo y la tierra; el cielo y la tierra ya no están apartados, ya no están separados sino conectados como uno. Por todo el mundo sólo existen Dios y el hombre. No hay polvo ni suciedad y todas las cosas son renovadas, como un corderito echado en una pradera verde bajo el cielo, disfrutando de toda la gracia de Dios. Y es por la llegada de este verdor que el aliento de vida brilla, porque Dios viene al mundo a vivir junto al hombre por toda la eternidad, tal como se dijo en la boca de Dios que “puedo vivir en paz dentro de Sion una vez más”. Este es el símbolo de la derrota de Satanás, es el día del reposo de Dios y este día será ensalzado y proclamado por todas las personas y conmemorado por todas las personas. Cuando Dios está en paz en el trono también es cuando Dios concluye Su obra en la tierra y es el mismo momento en que todos los misterios de Dios son mostrados al hombre; Dios y el hombre estarán para siempre en armonía, nunca separados, ¡estas son las hermosas escenas del reino!

de ‘Capítulo 16’ de Interpretaciones de los misterios de las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

6. Cuando el reino descienda del todo a la tierra, todas las personas recuperarán su semejanza original. Así pues, Dios dice: “Lo disfruto desde lo alto de Mi trono, vivo entre las estrellas. Y los ángeles me ofrecen nuevas canciones y nuevos bailes. Ya su fragilidad no causa que lágrimas corran por sus rostros. Ya no escucho en Mi presencia el sonido de los llantos de los ángeles, y ya nadie me presenta quejas de adversidades”. Esto muestra plenamente que el día en que Dios obtiene la gloria completa es el día en que el hombre disfruta su reposo; las personas ya no se apresuran como consecuencia de la perturbación de Satanás; el mundo deja de progresar hacia adelante; las personas viven en el reposo, porque la miríada de estrellas del firmamento se renueva, y el sol, la luna, las estrellas, etc., todas las montañas y los ríos en el cielo y debajo de la tierra, cambian. Y como el hombre ha cambiado y Dios también, así también cambiarán todas las cosas. Este es el objetivo definitivo del plan de gestión de Dios, y lo que se logrará finalmente.

de ‘Capítulo 20’ de Interpretaciones de los misterios de las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

7. Mi obra tiene una duración de apenas seis mil años y prometí que, de igual manera, el control del maligno sobre toda la humanidad no duraría más de seis mil años. Así que ya se cumplió el tiempo. No voy a seguir ni voy a retrasarme por más tiempo: durante los últimos días, venceré a Satanás, recobraré toda Mi gloria y recuperaré todas las almas que me pertenecen en la tierra, de manera que estas almas afligidas puedan escapar del mar de sufrimiento y, así, se concluirá toda Mi obra en la tierra. A partir de este día, nunca más me haré carne en la tierra y nunca más Mi Espíritu, que lo controla todo, obrará sobre la tierra. Sólo haré una cosa en la tierra: voy a rehacer la humanidad, una humanidad que sea santa y que sea Mi ciudad fiel en la tierra. Pero debéis saber que Yo no voy a aniquilar al mundo entero ni a toda la humanidad. Mantendré ese tercio restante, el tercio que me ama y que ha sido conquistado completamente por Mí, y haré que este tercio sea fructífero y se multiplique en la tierra, al igual que hicieron los israelitas bajo la ley, alimentándolos con abundancia de ovejas y ganado y todas las riquezas de la tierra. Esta humanidad permanecerá conmigo para siempre; sin embargo, no es la raza humana deplorablemente sucia de hoy, sino una raza humana que es una asamblea de todos los que han sido ganados por Mí. Una humanidad como esta no será dañada, perturbada ni asediada por Satanás y será la única raza humana que exista sobre la tierra después de que Yo haya triunfado sobre Satanás. Es la humanidad que hoy ha sido conquistada por Mí y que ha obtenido Mi promesa. Por lo que la raza humana que ha sido conquistada en los últimos días será también la humanidad que permanecerá y obtendrá Mis bendiciones eternas. Será la única evidencia de Mi triunfo sobre Satanás y el único botín de la batalla contra Satanás. Yo salvo este botín de guerra del campo de acción de Satanás y es la única cristalización y fruto de Mi plan de gestión de seis mil años. Ellos provienen de todas las naciones y denominaciones, y de cada lugar y país en todo el universo. Ellos son de diferentes razas y tienen diferentes idiomas, costumbres y colores de piel, y están extendidos a lo largo de todas las naciones y denominaciones del globo e incluso de cada rincón del mundo. Finalmente, ellos se reunirán para formar una raza humana completa, una asamblea de hombres inalcanzable por las fuerzas de Satanás.

de ‘Nadie que sea de la carne puede escapar del día de la ira’ en “La Palabra manifestada en carne”

8. Basados en sus diferentes funciones y testimonios, los vencedores dentro del reino servirán como sacerdotes o seguidores, y todos los que sean victoriosos en medio de la tribulación se convertirán en el cuerpo de sacerdotes dentro del reino. El cuerpo de sacerdotes se formará cuando la obra del evangelio a través del universo llegue a su fin. Cuando ese tiempo llegue, eso que el hombre debe hacer será el desempeño de su deber dentro del reino de Dios y su vida junto con Dios dentro del reino. En el cuerpo de sacerdotes habrá sumos sacerdotes y sacerdotes y los demás serán los hijos y el pueblo de Dios. Todo esto lo determinarán sus testimonios para Dios durante la tribulación; no son títulos que se den a capricho. Una vez que se haya establecido el estatus del hombre, la obra de Dios cesará porque cada uno será clasificado de acuerdo a su especie y regresará a su posición original, y esto es la marca de la consecución de la obra de Dios, este es el resultado final de la obra de Dios y la práctica del hombre, y es la cristalización de las visiones de la obra de Dios y la cooperación del hombre. Al final, el hombre encontrará reposo en el reino de Dios y Dios también regresará a Su morada para reposar. Este es el resultado final de 6.000 años de cooperación entre Dios y el hombre.

de ‘La obra de Dios y la práctica del hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”

9. Una vida en el reposo es una vida sin guerra, sin inmundicia, sin una persistente injusticia. Es decir, sin el acoso de Satanás (aquí “Satanás” se refiere a las fuerzas hostiles), ni la corrupción de Satanás, así como la invasión de cualquier fuerza que se oponga a Dios. Todos siguen a los de su propia especie y adoran al Señor de la creación. El cielo y la tierra están completamente tranquilos. Esta es la vida apacible de la humanidad. Cuando Dios entre en el reposo, ya no seguirá más la injusticia sobre la tierra y ya no habrá más invasión de ninguna fuerza hostil. La humanidad también entrará en un nuevo reino; no será más una humanidad corrompida por Satanás, sino una humanidad que ha sido salvada después de haber sido corrompida por Satanás. El día de reposo de la humanidad también es el día de reposo de Dios. Dios perdió Su reposo debido a la incapacidad de la humanidad de entrar en el reposo; no fue que al principio Dios fuese incapaz de reposar. Entrar en el reposo no quiere decir que todas las cosas dejarán de moverse o que todas las cosas dejarán de desarrollarse, tampoco significa que Dios dejará de obrar o que el hombre dejará de vivir. La señal de entrar en el reposo es semejante a esto: Satanás ha sido destruido; esa gente malvada que se unió a Satanás en su maldad ha sido castigada y eliminada; todas las fuerzas hostiles a Dios dejan de existir. Que Dios entre en el reposo quiere decir que ya no llevará a cabo Su obra de salvación de la humanidad. Que la humanidad entre en el reposo quiere decir que toda la humanidad va a vivir dentro de la luz de Dios y bajo Sus bendiciones; no habrá nada de la corrupción de Satanás ni tampoco ocurrirán cosas injustas. La humanidad vivirá normalmente sobre la tierra y vivirá bajo el cuidado de Dios. Cuando Dios y el hombre entren juntos en el reposo, querrá decir que la humanidad ha sido salvada y que Satanás ha sido destruido, que la obra de Dios entre los hombres se ha terminado por completo. Dios ya no continuará obrando entre los hombres y el hombre ya no vivirá bajo el campo de acción de Satanás. Por lo tanto, Dios ya no va a estar ocupado y el hombre ya no correrá de aquí para allá; Dios y el hombre entrarán al mismo tiempo en el reposo. Dios regresará a Su posición original y cada persona regresará al lugar que le corresponde. Estos son los destinos en los que Dios y el hombre, respectivamente, residirán después del fin de toda la gestión de Dios. Dios tiene el destino de Dios y el hombre tiene el destino del hombre. Mientras reposa, Dios seguirá guiando a toda la humanidad en sus vidas sobre la tierra. Mientras está en la luz de Dios, el hombre adorará al único Dios verdadero que está en el cielo. Dios ya no vivirá entre la humanidad y tampoco el hombre podrá vivir con Dios en el destino de Dios. Dios y el hombre no pueden vivir dentro del mismo reino; en vez de esto, ambos tienen sus respectivas maneras de vivir. Dios es el que guía a toda la humanidad, mientras que toda la humanidad es la cristalización de la obra de gestión de Dios. La humanidad es la que es guiada; en cuanto a la esencia, la humanidad no es similar a Dios. Reposar quiere decir regresar a su lugar original. Por lo tanto, cuando Dios entra en el reposo, esto quiere decir que Dios regresa a Su lugar original. Dios ya no va a vivir sobre la tierra ni compartirá el gozo y el sufrimiento de la humanidad mientras esté entre la humanidad. Cuando la humanidad entre en el reposo, esto querrá decir que el hombre se ha convertido en una verdadera creación; la humanidad adorará a Dios desde la tierra y tendrá vidas humanas normales. La gente ya no será desobediente a Dios o resistirá a Dios; regresará a la vida original de Adán y Eva. Estas son las respectivas vidas y destinos de Dios y la humanidad después de que entren en el reposo. La derrota de Satanás es una tendencia inevitable en la guerra entre Dios y Satanás. De esta manera, la entrada de Dios en el reposo después que se complete Su obra de gestión y la salvación completa del hombre y su entrada en el reposo se vuelven igualmente tendencias inevitables. El lugar de reposo del hombre está en la tierra y el lugar de reposo de Dios está en el cielo. Mientras el hombre adora a Dios en reposo vivirá sobre la tierra, y mientras Dios guía a la porción restante de la humanidad que está en reposo, los guiará desde el cielo, no desde la tierra. Dios todavía será el Espíritu mientras que el hombre todavía será carne. Dios y el hombre, ambos, cada uno tiene su diferente manera de reposar. Mientras Dios reposa, Él vendrá y aparecerá entre los hombres; mientras el hombre reposa, Dios lo guiará a visitar el cielo y a gozar también la vida en el cielo.

de ‘Dios y el hombre entrarán juntos en el reposo’ en “La Palabra manifestada en carne”

10. Cuando el hombre entre en el destino eterno, adorará al Creador y, por haber ganado la salvación y entrado en la eternidad, no perseguirá objetivo alguno y, además, tampoco necesitará preocuparse por que Satanás lo asedie. Esta vez, el hombre conocerá su lugar y llevará a cabo su deber, e incluso aunque no sean castigados o juzgados, cada persona realizará su deber. Entonces, el hombre será una criatura tanto en identidad como en estatus. Ya no existirá la distinción de alto y bajo; cada persona llevará sencillamente a cabo una función diferente. Con todo, el hombre seguirá viviendo en un destino ordenado, adecuado para la humanidad, realizará su deber para la adoración del Creador, y una humanidad así será la humanidad de la eternidad. En ese tiempo, el hombre habrá ganado una vida iluminada por Dios, una vida bajo el cuidado y la protección de Dios, y una vida junto con Dios. La humanidad llevará una vida normal sobre la tierra, y toda ella entrará en la senda correcta. El plan de gestión de 6.000 años habrá derrotado por completo a Satanás, lo que significa que Dios habrá recuperado la imagen original que el hombre tenía después de ser creado y, como tal, se habrá cumplido Su intención primera.

de ‘Restaurar la vida adecuada del hombre y llevarlo a un destino maravilloso’ en “La Palabra manifestada en carne”

11. ¡Levántate y coopera conmigo! Con toda seguridad no trataré muy mal a aquellos que sinceramente se entregan por Mí. Aquellos que sinceramente se consagran a Mí, te otorgaré todas Mis bendiciones. ¡Ofrécete completamente a Mí! Lo que comes, lo que usas y tu futuro, todo está en Mis manos, lo arreglaré todo adecuadamente, para tu gozo sin fin, inagotable, porque he dicho: “A aquellos que sinceramente se entregan por Mí, con toda seguridad te bendeciré grandemente”. Todas las bendiciones vienen a todas las personas que sinceramente se entregan por Mí.

de ‘Capítulo 70’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne”

12. Bendición quiere decir que las cosas que odiáis ya no os sucederán en el futuro; es decir, que estas cosas ya no estarán presentes en vuestra vida real y serán quitadas por completo ante vuestros ojos. Familia, trabajo, esposa, esposo, hijos, amigos y parientes –incluso las tres comidas al día que detestáis todos los días– se irán. (Esto quiere decir no estar restringido por el tiempo y abandonar la carne por completo. Tu cuerpo sólo se puede mantener por tu estar saciado en el espíritu. Es tu cuerpo, no la carne, a lo que se está refiriendo. Serás completamente libre y transcendente. Este es el milagro más grande y más evidente que Dios ha manifestado desde la creación del mundo). Todos los elementos de barro en vuestro cuerpo serán quitados y seréis completamente cuerpos espirituales que son santos y sin mancha y viajaréis hasta lo último del universo. A partir de entonces todo ese lavado y fregado problemáticos también serán quitados y simplemente disfrutaréis al máximo. De aquel momento en adelante, ya no abrazaréis el concepto de matrimonio (porque estoy terminado una era, no creando al mundo), y ya no habrá dolores de parto que son demasiado torturadores para las mujeres. Ni trabajaréis ni laboraréis más en el futuro. Os sumergiréis completamente en Mi abrazo de amor y disfrutaréis las bendiciones que os he dado. Esto es absoluto.

de ‘Capítulo 84’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne”

13. Lo que he preparado para vosotros, es decir, tesoros raros y preciosos de todas partes del mundo, todo se os dará. No podéis concebir ni podéis imaginar todo esto en el presente y ningún hombre ha disfrutado esto antes. Cuando estas bendiciones vengan sobre vosotros, estaréis extáticos sin fin, pero no olvidéis que todo esto es Mi poder, Mis acciones, Mi justicia y, más aún, Mi majestad. (Seré clemente con quienes escoja ser clemente y seré misericordioso con quienes escoja ser misericordioso.) En ese momento no tendréis padres y no habrá relaciones de sangre. Vosotros sois todas las personas a las que amo, Mis hijos amados. Nadie se atreverá a oprimiros a partir de ese entonces. ¡Será tiempo para que os convirtáis en adultos y tiempo para que gobernéis las naciones con vara de hierro! ¿Quién se atreve a obstruir a Mis hijos amados? ¿Quién se atreve a atacar a Mis hijos amados? Todos venerarán a Mis hijos amados porque el Padre ha sido glorificado. Todas las cosas que nadie podría jamás imaginar aparecerán delante de vuestros ojos. Serán ilimitadas, inagotables, interminables. En poco tiempo, seguramente ya no necesitaréis ser quemados por el sol ni soportar el calor torturador. Ni tampoco tendréis que sufrir el frío, ni la lluvia, la nieve ni el viento os alcanzarán. Esto es porque os amo y será por completo el mundo de Mi amor. Os daré todo lo que queráis y preparé para vosotros todo lo que necesitéis. ¿Quién se atreve a decir que Yo no soy justo? Te mataré de inmediato, porque he dicho antes que Mi ira (contra los malvados) durará hasta la eternidad y no cederé ni siquiera un poco. Sin embargo, Mi amor (por Mis hijos amados) también durará hasta la eternidad; no lo reprimiré ni un poco.

de ‘Capítulo 84’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne”

14. Ahora estoy caminando por todas partes, entre Mi pueblo; Yo vivo entre Mi pueblo. Hoy en día, quienes alberguen un amor genuino hacia Mí, gente así está bendecida; bienaventurados quienes se someten a Mí, con seguridad permanecerán en Mi reino; bienaventurados quienes me conocen, con seguridad ejercerán poder en Mi reino; bienaventurados quienes me buscan, con seguridad escaparán de las ataduras de Satanás y disfrutarán de la bendición en Mí; bienaventurados quienes son capaces de renunciar a sí mismos, con seguridad entrarán en Mi posesión y heredarán la abundancia de Mi reino. Recordaré a los que corren por Mi causa, abrazaré con alegría a los que hagan gastos por Mi causa, daré disfrute a los que me presenten ofrendas. Bendeciré a los que encuentren disfrute en Mis palabras; con seguridad serán los pilares que sostendrán la viga maestra de Mi reino, con seguridad gozarán de abundancia incomparable en Mi casa, y nadie se puede comparar con ellos. ¿Alguna vez habéis aceptado las bendiciones que os han sido dadas? ¿Alguna vez habéis buscado las promesas que se hicieron por vosotros? Con toda seguridad, bajo la guía de Mi luz, atravesaréis por los dominios de las fuerzas de la oscuridad. Con seguridad, en medio de la oscuridad, no perderéis la luz que os guía. Con seguridad seréis el maestro de toda la creación. Con seguridad seréis un vencedor ante Satanás. Con seguridad, a la caída del reino del gran dragón rojo, os erguiréis en medio de la infinidad de multitudes para ser testigo de Mi victoria. Con seguridad estaréis resueltos y firmes en la tierra de Sinim. A través de los sufrimientos que soportéis, heredaréis la bendición que proviene de Mí, y con seguridad irradiaréis Mi gloria por todos los rincones del universo.

de ‘Capítulo 19’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

15. Aquellos que serán perfeccionados por Dios son los que recibirán las bendiciones de Dios y Su herencia. Es decir, ellos asimilan lo que Dios es y posee para que se convierta en lo que ellos llevan dentro. Tienen todas las palabras de Dios forjadas dentro de ellos; cualquiera que sea lo que Dios es, vosotros tenéis la capacidad de asimilarlo todo tal y como es, y así vivir la verdad. Este es el tipo de hombre perfeccionado por Dios y obtenido por Dios. Sólo este tipo de hombre es elegible para heredar las siguientes bendiciones otorgadas por Dios:

1) Recibir todo el amor de Dios.

2) Actuar de acuerdo con la voluntad de Dios en todas las cosas.

3) Recibir la guía de Dios, vivir bajo la luz de Dios y ser esclarecido por Dios.

4) Vivir la imagen amada por Dios en la tierra, amando a Dios verdaderamente como hizo Pedro, crucificado por Dios y digno de morir en recompensa del amor de Dios, teniendo la misma gloria que Pedro.

5) Ser amado, respetado y admirado por todos en la tierra.

6) Vencer todas las cadenas de la muerte y el infierno, sin dar oportunidad alguna a las obras de Satanás, siendo poseído por Dios, viviendo dentro de un espíritu fresco y alegre sin ningún sentimiento de cansancio.

7) Poseer un indescriptible sentido de júbilo y emoción en todos los momentos a lo largo de la vida como si se vislumbrara el día de la venida de la gloria de Dios.

8) Recibir gloria con Dios y tener un semblante parecido a los amados santos de Dios.

9) Convertirse en lo que Dios ama en la tierra, esto es, el amado hijo de Dios.

10) Cambiar la forma y ascender con Dios al tercer cielo trascendiendo la carne.

de ‘Promesas a aquellos que han sido perfeccionados’ en “La Palabra manifestada en carne

La descendencia: la quinta coyuntura

Palabras diarias de Dios |  La descendencia: la quinta coyuntura

Después de casarse, uno comienza a criar a la siguiente generación. Uno no tiene nada que decir en cuanto al número o al tipo de hijos que tiene; esto también viene determinado por el destino de una persona, predestinado por el Creador. Esta es la quinta coyuntura por la que debe pasar una persona.

Si uno nace con el fin de desempeñar la función del hijo de otro, cría a la siguiente generación con el fin de desempeñar la función del padre de otro. Este cambio de papeles hace que uno experimente fases diferentes de la vida desde perspectivas distintas. También le proporciona a uno diferentes series de experiencias vitales, en las que llega a conocer la misma soberanía del Creador, así como el hecho de que nadie puede sobrepasar o alterar la predestinación del Creador.

1. Uno no tiene control sobre lo que pasa con sus hijos

El nacimiento, el crecimiento y el matrimonio producen diversos tipos y diferentes grados de decepción. Algunas personas no están satisfechas con sus familias o sus aspectos físicos; a algunos no les gustan sus padres; otros están resentidos o tienen muchas cuentas pendientes con el entorno en el que crecieron. Y, para la mayoría de las personas, entre todas estas decepciones, el matrimonio es la más insatisfactoria. Independientemente de lo insatisfecho que uno esté con su nacimiento, su crecimiento o su matrimonio, todo el que ha pasado por ellos sabe que uno no puede elegir dónde y cuándo nace, qué aspecto tiene, quiénes son sus padres ni quién es su cónyuge, sino que debe solamente aceptar la voluntad del cielo. Pero cuando llegue el momento de que las personas críen a la siguiente generación, proyectarán todos sus deseos no realizados en la primera mitad de sus vidas sobre sus descendientes, esperando que ellos compensen todas las decepciones que experimentaron en la primera mitad de sus vidas. Así, las personas se permiten toda clase de fantasías sobre sus hijos: que sus hijas crecerán hasta ser asombrosas bellezas y, sus hijos elegantes caballeros; que sus hijas serán cultas y talentosas, y sus hijos, brillantes estudiantes y atletas estrella; que sus hijas serán amables, virtuosas y sensibles y, sus hijos, inteligentes, capaces y sensibles. Esperan que, ya sean hijas o hijos, respetarán a sus mayores, serán considerados con sus padres, serán amados y alabados por todos… En este punto, las esperanzas de la vida brotan de nuevo, y se encienden nuevas pasiones en los corazones de las personas. Estas saben que están indefensas y desesperanzadas en esta vida, que no tendrán otra oportunidad, otra esperanza, de destacar sobre los demás, y que no tienen elección sino aceptar sus destinos. Y, por tanto, proyectan todas sus esperanzas, sus deseos e ideales no realizados en la siguiente generación, esperando que sus descendientes puedan ayudarles a lograr sus sueños y materializar sus deseos; que sus hijas e hijos traigan gloria al apellido, sean importantes, ricos o famosos; en resumen, quieren ver aumentar las fortunas de sus hijos. Los planes y las fantasías de las personas son perfectos; ¿no saben que el número de hijos que tienen, el aspecto de sus hijos, sus capacidades, etc., no es algo que ellos puedan decidir, que los destinos de sus hijos no descansan en absoluto en las palmas de sus manos? Los humanos no son señores de su propio destino, pero esperan cambiar los destinos de la generación más joven; no tienen poder para escapar de sus propios destinos, pero intentan controlar los de sus hijos e hijas. ¿No están sobrevalorándose? ¿No es esto insensatez e ignorancia humanas? Las personas llegan hasta donde sea por el bien de sus hijos, pero al final, cuántos tenga uno, y cómo sean estos, no responde a sus planes y deseos. Algunas personas son pobres, pero engendran muchos hijos; algunas son ricas, pero no tienen ninguno. Algunos quieren una hija, pero se les niega ese deseo; algunos quieren un niño, pero son incapaces de tener un varón. Para algunos, los hijos son una bendición; para otros, una maldición. Algunas parejas son brillantes, pero dan a luz hijos torpes; algunos padres son trabajadores y honestos, pero los hijos que crían son indolentes. Algunos padres son amables y justos, pero tienen hijos que resultan ser astutos y despiadados. Algunos padres están sanos de mente y cuerpo, pero dan a luz hijos discapacitados. Algunos padres son ordinarios y fracasados, pero tienen hijos que consiguen grandes éxitos. Algunos padres son de un estatus bajo, pero tienen hijos que llegan a ser eminencias.

2. Después de criar a la siguiente generación, las personas obtienen un nuevo entendimiento del destino

La mayoría de las personas que se casan lo hacen alrededor de los treinta años de edad, y en este punto de la vida uno no tiene ningún entendimiento del destino humano. Pero cuando las personas empiezan a criar a sus hijos, conforme sus descendientes crecen, ven a la nueva generación repetir la vida y todas las experiencias de la anterior, y ven sus propios pasados reflejados en ellos y se dan cuenta de que el camino recorrido por la generación más joven, como la suya, no puede planearse ni escogerse. Frente a esta realidad, no tienen elección sino admitir que el destino de cada persona está predestinado; y sin darse cuenta de ello dejan gradualmente de lado sus propios deseos, y las pasiones en sus corazones se consumen y mueren… Durante este período de tiempo, uno ha pasado en su mayor parte los hitos importantes de la vida y ha obtenido un nuevo entendimiento de la vida, ha adoptado una nueva actitud. ¿Cuánto puede esperar del futuro una persona de esta edad y qué perspectivas tiene? ¿Qué mujer de cincuenta años de edad sigue soñando con el Príncipe Azul? ¿Qué hombre de cincuenta años de edad sigue buscando a su Blancanieves? ¿Qué mujer de mediana edad sigue esperando pasar de ser un patito feo a ser un cisne? ¿Tienen la mayoría de los hombres mayores la misma energía en su profesión que los jóvenes? En resumen, independientemente de si uno es un hombre o una mujer, cualquiera que viva hasta esta edad probablemente tenga una actitud relativamente racional y práctica hacia el matrimonio, la familia y los hijos. A esa persona no le quedan básicamente elecciones ni deseos de desafiar el destino. Hasta donde llega la experiencia humana, tan pronto como uno alcanza esta edad desarrolla naturalmente una actitud de “uno debe aceptar el destino; los hijos corren sus propias suertes; el destino humano es ordenado por el cielo”. La mayoría de las personas que no entienden la verdad, después de haber aguantado todas las vicisitudes, frustraciones y dificultades de este mundo, resumirán sus perspectivas de la vida humana con tres palabras: “¡Es el destino!”. Aunque esta frase sintetiza la conclusión y la comprensión de las personas mundanas acerca del destino humano, aunque expresa la impotencia de la humanidad y podría decirse que es penetrante y precisa, no tiene mucho que ver con un entendimiento de la soberanía del Creador, y simplemente no sustituye el conocimiento de Su autoridad.

3. Creer en el destino no sustituye el conocimiento de la soberanía del Creador

Después de haber sido seguidores de Dios durante tantos años, ¿existe una diferencia sustancial entre vuestro conocimiento del destino y el de las personas mundanas? ¿Habéis entendido realmente la predestinación del Creador, y habéis llegado verdaderamente a conocer Su soberanía? Algunas personas tienen un entendimiento profundo y muy sentido de la frase “es el destino”, pero no creen en absoluto en la soberanía de Dios, no creen que Dios organiza y orquesta el destino humano, y no están dispuestas a someterse a Su soberanía. Esas personas están como a la deriva en el océano, lanzadas por las olas, llevadas por la corriente, sin otra elección que esperar pasivamente y resignarse al destino. Sin embargo, no reconocen que el destino humano está sujeto a la soberanía de Dios; no pueden llegar a conocerla por su propia iniciativa y, de ese modo, lograr el reconocimiento de la autoridad de Dios, someterse a Sus orquestaciones y arreglos, dejar de resistirse al destino y vivir bajo el cuidado, la protección y la dirección de Dios. En otras palabras, aceptar el destino no es lo mismo que someterse a la soberanía del Creador; creer en el destino no significa que uno acepte, reconozca y conozca la soberanía del Creador; creer en el destino es sólo el reconocimiento de este hecho y de este fenómeno externo, que es diferente de conocer cómo gobierna el Creador el destino de la humanidad, de reconocer que el Creador es la fuente de dominio sobre los destinos de todas las cosas e, incluso más, de someterse a Sus orquestaciones y arreglos para el destino de la humanidad. Si una persona sólo cree en el destino, aun teniendo una profunda convicción del mismo, pero no es capaz aún de conocer, reconocer, someterse a la soberanía del Creador sobre el destino de la humanidad, y aceptarla, su vida no será más que una tragedia, una vida vivida en vano, un vacío; seguirá siendo incapaz de someterse al dominio del Creador, de convertirse en un ser humano creado en el sentido estricto de la frase, y de disfrutar de Su aprobación. Una persona que conoce y experimenta verdaderamente la soberanía del Creador debería estar en un estado activo, no pasivo ni impotente, sino aceptando al mismo tiempo que todas las cosas están destinadas, debería poseer una definición precisa de la vida y el destino: que toda vida está sujeta a la soberanía del Creador. Cuando uno mira atrás el camino que ha recorrido, cuando uno rememora cada fase de su viaje, ve que, en cada paso, ya fuera el camino arduo o liso, Dios estaba dirigiendo su senda y planificándola. Fueron los arreglos meticulosos de Dios, Su planificación cuidadosa, los que llevaron a uno, inconscientemente, hasta hoy. Poder aceptar la soberanía del Creador, recibir Su salvación, ¡qué gran suerte! Si la actitud de una persona hacia el destino es pasiva, demuestra que se está resistiendo a todo lo que Dios ha organizado para ella, que no tiene una actitud sumisa. Si la actitud de uno hacia la soberanía de Dios sobre el destino humano es activa, cuando uno mira atrás a su viaje, cuando llega a comprender verdaderamente la soberanía de Dios, deseará con más empeño someterse a todo lo que Dios ha organizado, tendrá más determinación y confianza para dejar que Dios orqueste su destino, para dejar de rebelarse contra Dios. Porque uno ve que cuando no comprende el destino, cuando no entiende la soberanía de Dios, cuando anda a tientas voluntariamente, tambaleándose y cayendo, a través de la niebla, el viaje es demasiado difícil, demasiado descorazonador. Por tanto, cuando las personas reconocen la soberanía de Dios sobre el destino humano, los inteligentes escogen conocerla y aceptarla, decir adiós a los dolorosos días en los que intentaban construir una buena vida con sus propias manos, en lugar de seguir luchando contra el destino y perseguir a su manera los así llamados objetivos de la vida. Cuando uno no tiene a Dios, cuando no puede verlo, cuando no puede reconocer claramente la soberanía de Dios, cada día carece de sentido, es vano, miserable. Allí donde uno esté, cualquiera que sea su trabajo, sus medios de vida y la persecución de sus objetivos no le traen otra cosa que una angustia infinita y un sufrimiento que no se pueden aliviar, de forma que uno no puede soportar mirar atrás. Sólo cuando uno acepta la soberanía del Creador, se somete a Sus orquestaciones y arreglos, y busca la verdadera vida humana, se librará gradualmente de toda angustia y sufrimiento, se deshará de todo el vacío de la vida.

4. Sólo aquellos que se someten a la soberanía del Creador pueden alcanzar la verdadera libertad

Como las personas no reconocen las orquestaciones y la soberanía de Dios, siempre afrontan el destino desafiantemente, con una actitud rebelde, y siempre quieren desechar la autoridad y la soberanía de Dios y las cosas que el destino les tiene guardadas, esperando en vano cambiar sus circunstancias actuales y alterar su destino. Pero nunca pueden tener éxito; se ven frustrados a cada paso. Esta lucha, que tiene lugar en lo profundo del alma de uno, es dolorosa; el dolor es inolvidable; y, al mismo tiempo, uno está desperdiciando su vida. ¿Cuál es la causa de este dolor? ¿Es debido a la soberanía de Dios, o porque una persona nació sin suerte? Obviamente ninguna de las dos es cierta. En última instancia, es debido a las sendas que las personas toman, los caminos que eligen para vivir sus vidas. Algunas personas pueden no haberse dado cuenta de estas cosas. Pero cuando conoces realmente, cuando verdaderamente llegas a reconocer que Dios tiene soberanía sobre el destino humano, cuando entiendes realmente que todo lo que Dios ha planeado y decidido para ti es un gran beneficio, y es una gran protección, sientes que tu dolor se reduce gradualmente, y todo tu ser se queda relajado, libre, liberado. A juzgar por los estados de la mayoría de las personas, aunque en un nivel subjetivo no quieren seguir viviendo como lo hacían antes, aunque quieren alivio de su dolor, objetivamente no pueden comprender realmente el valor y el significado prácticos de la soberanía del Creador sobre el destino humano; no pueden reconocer ni someterse realmente a la misma, y mucho menos saber cómo buscar y aceptar las orquestaciones y los arreglos del Creador. Así, si las personas no pueden reconocer realmente el hecho de que el Creador tiene soberanía sobre el destino humano y sobre todas las cosas de los hombres, si no pueden someterse realmente a Su dominio, entonces será difícil para ellas no verse impulsadas y coartadas por la noción de que “el destino de uno está en sus propias manos”, será difícil para ellas deshacerse del dolor de su intensa lucha contra el destino y la autoridad del Creador, y no hace falta decir que también será difícil para ellas estar verdaderamente liberadas y libres, convertirse en personas que adoran a Dios. Existe una forma muy simple de liberarse de este estado: decir adiós a la antigua forma de vida de uno, a los anteriores objetivos en la vida, resumir y analizar el estilo de la vida, visión de la vida, las búsquedas, los deseos y los ideales, y compararlos después con la voluntad y las exigencias de Dios para el hombre, y ver si todos ellos son acordes con estas, si todos ellos transmiten los valores correctos de la vida, llevan a uno a un mayor entendimiento de la verdad, y le permiten vivir con humanidad y semejanza humana. Cuando investigas repetidamente y analizas cuidadosamente los diversos objetivos de la vida que las personas persiguen y sus diversas formas diferentes de vivir, verás que ninguno de ellos encaja con el propósito original del Creador cuando creó a la humanidad. Todos ellos apartan a las personas de Su soberanía y Su cuidado; son todos pozos en los que la humanidad cae, y que la llevan al infierno. Después de que reconozcas esto, tu tarea es dejar de lado tu antigua visión de la vida, mantenerte alejado de diversas trampas, dejar a Dios que se haga cargo de tu vida y haga arreglos para ti, intentar someterte solamente a las orquestaciones y la dirección de Dios, no tener elección y convertirte en una persona que lo adora a Él. Esto suena fácil, pero es difícil de hacer. Algunos pueden soportar el dolor que ello conlleva, otros no. Algunos están dispuestos a obedecer, otros no. Los que no están dispuestos carecen del deseo y la determinación para hacerlo; son claramente conscientes de la soberanía de Dios, saben perfectamente bien que es Él quien planea y organiza el destino humano, pero siguen pateando y luchando, siguen sin reconciliarse con la idea de dejar sus destinos en las manos de Dios y someterse a Su soberanía y, además, están resentidos con Sus orquestaciones y Sus disposiciones. Así, habrá siempre algunas personas que quieran ver por sí mismas de lo que son capaces; quieren cambiar sus destinos con sus propias manos, o conseguir la felicidad con sus propias fuerzas, ver si pueden sobrepasar los límites de la autoridad de Dios y subir por encima de Su soberanía. Lo triste del hombre no es que busque una vida feliz ni que persiga fama y fortuna o luche contra su propio destino a través de la niebla, sino que después de haber visto la existencia del Creador, después de haber conocido la realidad de que Él tiene soberanía sobre el destino humano, siga sin enmendar sus caminos, sin poder sacar los pies del fango, y endurezca su corazón persistiendo en sus errores. Preferiría quedarse revolcándose en el barro, compitiendo obstinadamente contra la soberanía del Creador, resistiéndose a ella hasta el amargo final, sin la más mínima pizca de remordimiento, y sólo cuando yace quebrantado y sangrando decide finalmente rendirse y darse la vuelta. Esto es lo realmente triste del ser humano. Así pues, digo que aquellos que deciden someterse son sabios, y aquellos que deciden escapar son testarudos.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne

Himno cristiano 2019 | Abandona tus nociones religiosas para que Dios te perfeccione

Himno cristiano 2019 | Abandona tus nociones religiosas para que Dios te perfeccione

I
Si aceptas el juicio y el castigo de la palabra de Dios,
dejas los medios religiosos,
no usas viejas nociones para ponderar Sus nuevas palabras,
y así tendrás un futuro.
Pero si te aferras al pasado y lo atesoras,
no tendrás forma de salvarte, Dios nunca se fijará en ti.
En Su obra y en Su palabra, Él no se refiere
a las viejas formas de la historia y a lo anterior.
Si quieres perfeccionarte, debes dejar ir lo que pasó.
Lo que era justo o hizo Dios también lo debes dejar a un lado.
Incluso si fue la obra del Espíritu, debes dejarla a un lado.
Esto es lo que Dios requiere. Todo se debe renovar.
II
Dios siempre es nuevo y nunca es viejo.
Él no se aferra a Sus antiguas palabras ni sigue reglas.
Como ser humano, te aferras al pasado,
lo aplicas con rigidez como una fórmula.
Pero todo este tiempo, Dios no obra igual que obraba antes,
¿acaso no son tus palabras y actos perturbadores?
Si te aferras al pasado, ¿no te enemistas con Dios?
¿Estás dispuesto a dejar que el pasado arruine tu vida?
Si quieres perfeccionarte, debes dejar ir lo que pasó.
Lo que era justo o hizo Dios también lo debes dejar a un lado.
Incluso si fue la obra del Espíritu, debes dejarla a un lado.
Esto es lo que Dios requiere. Todo se debe renovar.
III
Con el pasado serás alguien que obstruye la obra de Dios.
¿Esa clase de persona quieres ser?
Si de verdad no quieres eso, gira y empieza de nuevo,
Dios no recordará tu servicio pasado.
Si quieres perfeccionarte, debes dejar ir lo que pasó.
Lo que era justo o hizo Dios también lo debes dejar a un lado.
Incluso si fue la obra del Espíritu, debes dejarla a un lado.
Esto es lo que Dios requiere. Todo se debe renovar.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”