La Palabra de Dios | El Reino Milenario ha llegado

La Palabra de Dios | El Reino Milenario ha llegado

Dios Todopoderoso dice: “La llegada del Reino Milenario a la tierra es la llegada de las palabras de Dios a la tierra. El descenso de la Nueva Jerusalén desde el cielo es la llegada de las palabras de Dios para vivir entre los hombres, para acompañar cada acción del hombre y todos sus pensamientos más secretos. Este también es el hecho que Dios cumplirá y la maravillosa escena del Reino Milenario. Este es el plan que estableció Dios: Sus palabras aparecerán en la tierra por mil años, y manifestarán todos Sus hechos, y completarán toda Su obra en la tierra, después de lo cual esta etapa de la humanidad llegará a su fin”.

Recomendación: La venida de Cristo

Película evangélica “Canción de victoria” Escena 4 – Señales del regreso del Señor Jesús

Película evangélica “Canción de victoria” Escena 4 – Señales del regreso del Señor Jesús

Cuando el Señor Jesús vino para llevar a cabo Su obra, Él predicó el evangelio del reino celestial por todos lados a gran escala, y éste resonó por todo el mundo religioso y la nación judía. El día en el que el Señor Jesús regresó para llevar a cabo Su obra, ésta conmocionó a las personas de todas las denominaciones y grupos y causó sensación por todo el mundo. ¿Has notado las señales del regreso del Señor? ¿Has dado la bienvenida a Su retorno?

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En medio del desastre vi la mano de Dios

Ying Xin, Pekín

15 de agosto de 2012

El 22 de julio de 2012, al día siguiente de la inundación de Pekín ocurrida el 21 de julio, me apresuré a visitar a una hermana que había aceptado la obra de Dios de los últimos días hacía dos meses. ¡En cuanto entré en su aldea la escena que vi ante mí me dejó estupefacta! Vi que las carreteras se habían derrumbado dejando al descubierto sus cimientos bajo el asfalto. Por todas partes había fragmentos de piedra caídos de la montaña, el más grande pesaría unas cuantas toneladas. El lodo se había amontonado hasta treinta centímetros de profundidad y el agua de lluvia que se deslizaba por las laderas de la montaña ya había formado un pequeño río… El pueblo entero estaba en un completo desorden, totalmente irreconocible.

Pasé por el pueblo y, a medio camino subiendo por la montaña, vi a la hermana Li (la nueva hermana). Ella me describió cómo se había desarrollado el desastre.

La noche del 21 el esposo de esta hermana estaba cocinando en un pequeño cobertizo contiguo a su casa de piedra. Ambos hablaban y reían juntos, sin jamás imaginar en lo terrible que esta tormenta se podría convertir. Cuando la hermana se dio cuenta de que el agua entraba a borbotones dentro de las botas de goma hasta la rodilla que llevaba puestas, de repente tuvo un mal presentimiento. Ella gritó: “¡Estamos en problemas! ¡Rápido, corramos hacia la cima de la montaña!”. Tan pronto como ella había dicho esto, vieron una corriente de agua descendiendo por la colina, inundando el suelo hasta un metro de profundidad. En ese instante la hermana se aterrorizó; en su urgencia, agarró a su esposo y ambos comenzaron a subir la pendiente con la ayuda de algunos algarrobos colocados detrás de la casa. Sólo un minuto después de haber alcanzado la cima, el torrente que corría por la montaña desencadenó un derrumbamiento de rocas, peñascos y escombros. El scooter eléctrico, las bicicletas y el pequeño cobertizo en el patio, e incluso una esquina de la casa de piedra, fueron abruptamente arrasados por la feroz corriente.

Después, la hermana dijo: “Mientras observaba todas esas cosas siendo arrastradas, no sentí miedo; por el contrario, en mi corazón me sentía especialmente tranquila y en paz. A pesar de que nuestras cosas se habían ido, yo todavía tenía a Dios. Debido a que la fuerza de la corriente era tan enorme cualquiera que hubiera caído en ella sin duda habría muerto, pero nosotros estábamos bien. Esto es porque Dios Todopoderoso nos salvó”. Cuando la hermana regresó a casa para ordenarla se tropezó por casualidad con su copia de Selecciones de los registros de las tres etapas de la obra de Dios, que estaba sobre la cama, completamente intacta y sin daños. El agua no había sumergido la cama ni había mojado el libro, a pesar de que todas las demás cosas en la habitación, incluyendo el escritorio y las sillas, estaban flotando. La hermana dijo emocionada: “Dios me dejó este libro deliberadamente. ¡De ahora en adelante debo hacer lo mejor posible por seguirlo!”. Ella también dijo que, usualmente, después de regresar del trabajo y cambiarse, ella dejaba tirada su ropa por todas partes, pero que ese día ella las había colgado en su lugar. Sólo más tarde, al revisar sus cosas, fue que descubrió que tenía dos mil yuanes en un bolsillo de su ropa. Todo esto fue gracias a la protección de Dios. Cuando la hermana y yo caminamos por la parte posterior de su cobertizo de siembra de champiñones un escenario aún más asombroso nos impactó: el camino que conducía desde el cobertizo a la zona de la villa estaba cubierto por treinta o cuarenta centímetros de altura de rocas y peñascos; estos habían bloqueado el acceso del torrente que se precipitaba por la montaña hacia su cobertizo de sembradío de champiñones y su casa de piedra y, en vez de ello, causó que la corriente se desviara y alejara. Parecía como si al diluvio y a las piedras les hubieran salido ojos. ¡Las acciones de Dios son realmente milagrosas!

En realidad el propósito de Dios en los desastres no es destruir completamente a la humanidad sino más bien usar la calamidad para sacudir nuestras almas, despertarnos y permitirnos a todos ver claramente la vida en medio de la catástrofe y, como consecuencia, zafarnos de la red de Satanás y regresar a Dios para recibir Su salvación y protección. Al mismo tiempo, Dios quiere usar los desastres para hacernos conocerlo genuinamente a Él, ver Sus acciones y ser ganados por Dios. Este es el amor y la misericordia de Dios para nosotros los humanos. Las letras del himno de la declaración de Dios, “Dios desciende con juicio”, se cantan así: “Hoy, Dios no sólo está descendiendo sobre la nación del gran dragón rojo, también está volviendo Su rostro hacia todo el universo, de forma que todo el empíreo tiembla. ¿Existe un solo lugar que no se someta al juicio de Dios? ¿Hay un solo lugar que no exista bajo los azotes que Dios lanza? Dondequiera que Dios va ha esparcido ‘semillas de desastre’ de todo tipo. Esta es una de las formas en que Dios trabaja, y es sin duda un acto de salvación para el hombre; lo que Dios le extiende sigue siendo un tipo de amor […]. Dios desea hacer que incluso más personas lleguen a conocerlo, puedan verlo, y de esta forma lleguen a venerar al Dios a quien no han visto durante tantos años, pero que hoy es práctico”.

Hermanos y hermanas, en este tiempo de desastres frecuentes, ¿cómo debemos elegir nuestra senda? ¿Cómo debemos cumplir fielmente con nuestro deber final mientras permanecemos atentos a la voluntad de Dios? Cuanto más grande sea la catástrofe, más ansioso se vuelve Dios. ¡Seamos todos capaces de entender Sus serios pensamientos e impacientes intenciones, para que podamos tomar activamente la iniciativa de actuar en concordancia con Dios, aceptar el llamado de Dios y Su encargo, llevar aún más almas ante Él y que en el momento final y crucial ofrezcamos nuestro ser entero a Él, difundiendo el evangelio del reino!

¿Qué es el arrebatamiento antes del desastre? ¿Qué es un vencedor que es hecho antes del desastre?

2018-06-03264

 

Las palabras relevantes de Dios:

“Ser arrebatado” no es ser tomado de un lugar bajo para ser colocado en un lugar alto, como las personas imaginan. Esto es un tremendo error. Ser arrebatado se refiere a Mi predeterminación y Mi selección. Va dirigido a todos los que Yo he predestinado y escogido. Todos los que han ganado el estatus de hijo primogénito, el estatus de los hijos o del pueblo, todos son aquellos que han sido arrebatas. Esto es sumamente incompatible con las nociones de las personas. Aquellas que tengan participación en Mi casa en el futuro son personas que han sido arrebatadas delante de Mí. Esto es absolutamente cierto, nunca cambia y nadie lo puede refutar. Este es el contraataque contra Satanás. Todo aquel a quien Yo predestiné será arrebatado delante de Mí.

de ‘Capítulo 104’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne

La iglesia de Filadelfia ha tomado forma y esto se ha debido por completo a la gracia y misericordia de Dios. Los santos han presentado su amor por Dios y nunca han vacilado de su senda espiritual. Son firmes en la creencia de que el único Dios verdadero se ha hecho carne, que Él es la Cabeza del universo que manda todas las cosas; ¡esto es confirmado por el Espíritu Santo y se corrobora mediante una prueba irrefutable! ¡Nunca puede cambiar!

[…]

Hoy Tú has completado todas las iglesias —la iglesia de Filadelfia— que es la realización de Tu plan de gestión de 6.000 años. Los santos ahora pueden ser humildemente obedientes ante Ti; están conectados entre sí en espíritu y se acompañan los unos a los otros en amor. Están conectados al origen de la fuente. El agua viva de la vida fluye sin cesar y limpia y purga toda la inmundicia y el cieno en la iglesia, purificando una vez más Tu templo. Nosotros hemos conocido al verdadero Dios práctico, caminado dentro de Sus palabras, reconocido nuestras propias funciones y deberes y hecho todo lo posible por entregarnos a la iglesia. Debemos tomar cada momento para guardar silencio ante Ti y prestar atención a la obra del Espíritu Santo para que Tu voluntad no sea bloqueada en nosotros. Entre los santos hay un amor mutuo y las fortalezas de algunos compensarán los fracasos de otros. Pueden caminar en el espíritu en todo momento y obtener el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo; ponen la verdad en práctica inmediatamente después de entenderla; mantienen el paso con la nueva luz y siguen los pasos de Dios.

[…]

Coopera de manera activa con Dios, sirve en coordinación y conviértete en uno, satisface la voluntad de Dios Todopoderoso, apresúrate en convertirte en un cuerpo espiritual santo, pisotea a Satanás y termina su destino. La iglesia de Filadelfia ha sido arrebatada enfrente de Dios y se manifiesta en la gloria de Dios.

de ‘Capítulo 2’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne”

Cuando Él venga, las personas deberían disfrutar de Su majestad y de Su ira, pero, por muy duras que sean Sus palabras, Él viene a salvar y a perfeccionar a la humanidad. Como criaturas, las personas deberían cumplir las obligaciones que son su deber, y mantenerse como testigos de Dios en medio del refinamiento. En cada prueba deberían conservar el testimonio oportuno, y dar un testimonio resonante por Dios. Esto es un vencedor. Independientemente de cómo te refine Dios, te mantienes lleno de confianza y nunca pierdes la confianza en Él. Haz lo que el hombre debería hacer. Esto es lo que Dios exige del hombre, y su corazón debería ser capaz de regresar por completo a Él y acudir a Él en cada momento. Esto es un vencedor. Aquellos a los que Dios alude como vencedores son los que siguen siendo capaces de mantenerse como testigos, de conservar su confianza, y su devoción a Dios cuando están bajo la influencia de Satanás y bajo su asedio, es decir, cuando están entre las fuerzas de las tinieblas. Si sigues siendo capaz de mantener un corazón puro y tu amor genuino por Dios pase lo que pase, te mantienes como testigo ante Él, y esto es a lo que Él se refiere como ser un vencedor.

de ‘Debes mantener tu lealtad a Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

Como alguien que cree en Dios, debes entender que, en la actualidad, al recibir la obra de Dios en los últimos días y toda la obra del plan de Dios en ti, en verdad has recibido una inmensa exaltación y la salvación de Dios. Toda la obra de Dios en el universo entero se ha centrado en este grupo de personas. Él ha dedicado todos Sus esfuerzos a vosotros y ha sacrificado todo por vosotros; Él ha reclamado y os ha dado toda la obra del Espíritu en todo el universo. Por eso es que os digo que sois afortunados. Más aun, Él ha trasladado Su gloria de Israel, Su pueblo elegido, a vosotros, con el fin de lograr que el propósito de Su plan se manifieste completamente a través de vuestro grupo de personas. Por lo tanto, vosotros sois los que vais a recibir la herencia de Dios y, es más, vosotros sois los herederos de la gloria de Dios. Tal vez todos recordáis estas palabras: “Debido a esta leve aflicción, que sólo dura un instante, funciona para nosotros como la relevancia de la gloria cada vez más superior y eterna”. En el pasado, todos habéis oído esta sentencia, sin embargo, nadie comprendió su verdadero significado. Hoy en día, conocéis bien el verdadero significado que posee. Estas palabras reflejan lo que Dios logrará en los últimos días. Y serán cumplidas en aquellos cruelmente afligidos por el gran dragón rojo en la tierra donde este se encuentra. El gran dragón rojo persigue a Dios y es el enemigo de Dios, por lo que, en esta tierra, los que creen en Dios son sometidos a humillación y persecución. Es por ello que estas palabras se volverán ciertas en vuestro grupo de personas. A medida que la obra se lleva a cabo en una tierra que se opone a Dios, toda Su obra se encuentra con un obstáculo desmesurado, y muchas de Sus palabras no pueden cumplirse en el momento oportuno, por lo que la gente es refinada a causa de las palabras de Dios. Esto también es un elemento de sufrimiento. Es muy arduo para Dios llevar a cabo Su obra en la tierra del gran dragón rojo, pero es a través de esta dificultad que Dios realiza una etapa de Su obra para manifestar Su sabiduría y acciones maravillosas. Dios aprovecha esta oportunidad para hacer que este grupo de personas sean completadas. Debido al sufrimiento de la gente, su calibre, y todo el carácter satánico de la gente en esta tierra impura, Dios lleva a cabo Su obra de purificación y conquista, de manera que, al hacerlo así, Él pueda obtener la gloria y ganarse a los que defienden Sus obras. Este es el significado completo de todos los sacrificios que Dios ha hecho por este grupo de personas.

de ‘¿Es la obra de Dios tan sencilla como el hombre imagina?’ en “La Palabra manifestada en carne”

El hombre será hecho completamente perfecto en la Era del Reino. Después de la obra de conquista, el hombre estará sujeto al refinamiento y la tribulación. Los que puedan vencer y mantenerse el testimonio durante esta tribulación son los que al final serán hechos completos; son los vencedores. Durante esta tribulación al hombre se le exige aceptar este refinamiento y este refinamiento es la última vez de la obra de Dios. Es la última vez que el hombre será refinado antes de la consumación de toda la obra de la gestión de Dios y todos los que sigan a Dios deben aceptar esta prueba final, deben aceptar este último refinamiento. Los que son asediados por la tribulación no tienen la obra del Espíritu Santo y la guía de Dios, pero los que han sido realmente conquistados y ciertamente buscan a Dios, al final se mantienen firmes; son los que poseen una humanidad y que verdaderamente aman a Dios. No importa qué haga Dios, estos victoriosos no serán despojados de las visiones y seguirán poniendo en práctica la verdad sin fallar en su testimonio. Son los que al final emergerán de la gran tribulación.

de ‘La obra de Dios y la práctica del hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”

Ya he dicho antes que un grupo de vencedores será ganado del Este, vencedores que proceden de la gran tribulación. ¿Qué significan estas palabras? Quieren decir que estas personas que han sido ganadas sólo obedecieron de verdad después de pasar por el juicio y el castigo, de ser tratados y podados, y de todo tipo de refinamiento. La creencia de estas personas no es imprecisa ni abstracta, sino práctica. No han visto señales y prodigios ni milagros; no hablan de letras y doctrinas incomprensibles ni de percepciones profundas, sino que tienen realidad y las palabras de Dios, y un conocimiento verdadero de Su realidad.

de ‘Todo se realiza por la palabra de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

Fragmentos de sermones y comunicaciones para referencia:

A los que Dios salvará, son traídas de vuelta en grupos. El primer grupo son los de China continental; el segundo grupo son los que están en el extranjero. Los que están en el extranjero están comenzando a volverse hacia Dios. El tercer grupo son aquellos que, después de que los grandes desastres ocurran, reaccionarán y regresarán ante Dios en medio de los desastres. Serán muchos los que serán arrebatados y regresen ante Dios antes de los desastres. Actualmente, la obra de ser arrebatados antes de los grandes desastres está llegando rápidamente a su fin. ¿A qué se refiere que “está llegando rápidamente a su fin”? ¿Por qué diría yo esto? Lo digo porque los grandes desastres llegarán pronto. Si los grandes desastres llegan en dos años, los que vuelvan a Dios durante estos dos años también serán considerados como parte del grupo que será arrebatado antes de los desastres. En cuanto a aquellos que no regresen a Dios durante estos dos años, otras personas les difundieron el evangelio y les dieron testimonio de la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días, pero sin embargo lo niegan de plano: “¡Esto es incorrecto, de ninguna manera! No creeré en nada que yo no haya visto con mis propios ojos”. Sin importar los que otros digan, ellos todavía se niegan a aceptarlo. Dios colocará a estas personas justo en medio de los desastres. Él usará los desastres para refinarlas y castigarlas, para que giman y rechinen sus dientes en el centro de los desastres, dentro de la oscuridad.

de “Sermones y comunión acerca de la entrada a la vida (serie 133)”

“¿Por qué crees en Dios Todopoderoso? ¿Cuál es el significado de creer en Dios Todopoderoso?”. Esto es importante que se entienda. Algunas personas reflexionan: “Originalmente creía en el Señor Jesús. Ahora he oído un testimonio tan diáfano de la verdad de la Biblia por parte de los evangelizadores de la Iglesia de Dios Todopoderoso. En particular, he oído las declaraciones de Dios Todopoderoso, que son toda verdad y puedo oír que son la voz de Dios. Han cumplido perfectamente lo que está escrito en el Apocalipsis: ‘El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias’ (Apocalipsis 2:7). Después de oír todas las declaraciones de Dios Todopoderoso, he confirmado una cosa: el Señor Jesús ha regresado y Él es Dios Todopoderoso”. Nosotros, los creyentes en Dios Todopoderoso, pertenecemos al grupo de personas que serán arrebatadas por el Señor. Esto ha cumplido con precisión las profecías del Señor Jesús que aparecen en la Biblia: “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’” (Mateo 25:6), y “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). “He aquí, vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus ropas, no sea que ande desnudo y vean su vergüenza” (Apocalipsis 16:15). Ya que se han cumplido las profecías del Señor, estamos ahora cenando con Él. En la Biblia, el Señor Jesús lo llamó “la cena de bodas del Cordero”. ¿Qué significa “la cena de bodas del Cordero”? ¿Por qué se llama “la cena de bodas del Cordero”? “El Cordero” es Cristo, y “las bodas del Cordero” significa que Cristo viene a hacer completo a un grupo de personas. Antes del desastre, Él transformará en vencedores a Sus ovejas, aquellos que fueron predestinados por Él; por tanto, a esto se le llama “asistir a la cena”. El “matrimonio” consiste en adquirir y, después de eso, nos convertimos en una familia. Por tanto, algunas interpretaciones de esta escritura se refieren a Cristo como el novio y a la Iglesia como la novia. A esto se le llama boda y significa adquirir algo. Hablando de adquirir, esto se relaciona con la obra del juicio y castigo de Dios en los últimos días, que es la obra de juicio que comienza por la casa de Dios. Pasar por esta obra significa, primero ser conquistado por Dios y, después, ser limpiado, perfeccionado, ganado y hecho completo; la obra de juicio que comienza desde la casa de Dios es esa obra. Después de que las personas hayan pasado por la obra de Dios en los últimos días y se hayan vuelto compatibles con Cristo, la obra de juicio que comienza desde la casa de Dios llegará a su fin. Una vez que se haya completado, el grupo de personas que han sido hechas completas es el grupo de vencedores que han sido creados antes del desastre. ¿Cuál es la posición de los vencedores en el reino de Dios? Ellos son los pilares del reino de Cristo. Estos vencedores creados por Dios antes de los desastres, se convertirán en los pilares del reino de Cristo. ¿Acaso no pensáis que esta es una enorme bendición? Esta es una enorme bendición.

de “Sermones y comunión acerca de la entrada a la vida (serie 130)”

Scripture quotations taken from LBLA Copyright by The Lockman Foundation

(III) – Ve más allá de la Biblia: asiste al banquete del reino de los cielos con el Señor

Película evangélica “Rompe las cadenas y corre” Escena 3 – Ve más allá de la Biblia: asiste al banquete del reino de los cielos con el Señor

Mucha gente que tiene fe en el Señor cree que todas las palabras y obras de Dios están en la Biblia, que ya se ha cumplido la salvación de Dios como se describe en la Biblia, que la fe en Dios debe basarse en la Biblia y que, si basamos nuestra fe en Dios en ella, ciertamente seremos arrebatados al reino de los cielos. Estas concepciones religiosas actúan como sogas invisibles que atan y limitan firmemente nuestros pensamientos, de tal modo que no buscamos la obra del Espíritu Santo y nos hacen imposible el someternos a la obra actual de Dios. Entonces, ¿cómo entendemos la relación entre la Biblia y Dios y la Biblia y la obra de Dios? El Señor Jesús dijo: “Buscad en las escrituras, porque vosotros pensáis que en ellas tenéis la vida eterna y que ellas son las que dan testimonio de Mí. Y no vendréis a Mí para tener vida” (Juan 5:39-40). Dios Todopoderoso dice, “Cristo de los últimos días trae la vida y trae el camino de la verdad, duradero y eterno. Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida, y el único camino por el cual el hombre conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará” (La Palabra Manifestada En Carne). Sólo si nos apartamos de la Biblia podemos llegar ante Dios, aceptar Su salvación y asistir con Él al banquete del reino de los cielos.

Scripture quotations taken from LBLA Copyright by The Lockman Foundation

La única manera de evitar el desastre

Por Chaotuo, provincia de Hubei

Desde el terremoto del 12 de mayo en Sichuan, siempre he tenido miedo y me ha preocupado que algún día pudiera golpearme el desastre. En particular desde que veo que los desastres van en aumento y los terremotos son cada vez más frecuentes, mi miedo a una muerte inminente se ha vuelto aún más pronunciado. Como resultado, paso días enteros sopesando las precauciones que debería tomar para protegerme si se produjera un terremoto.

Un día, durante el almuerzo, la hermana de mi familia anfitriona encendió la televisión como de costumbre, y el conductor del noticiero hablaba precisamente de medidas de seguridad frente a terremotos. En caso de terremoto, debes salir corriendo a un espacio abierto para evitar resultar herido por un edificio que se derrumbe. Si no puedes evacuar a tiempo, debes esconderte bajo una cama, una mesa o en un rincón… Después de escuchar aquello, me sentí como si hubiera encontrado una solución salvavidas y pronto memoricé aquellas medidas de precaución para poder salvar mi vida si se producía un terremoto. Después de comer volví a mi habitación y examiné cuidadosamente el interior y el exterior de la casa. Me sentí muy decepcionada por lo que vi: había un montón de trastos bajo la cama y no quedaba espacio para esconderse. Al mirar fuera de la casa, todos los edificios a cien metros de donde estaba eran de cinco o seis plantas y estaban muy juntos. Aunque consiguiera salir de mi edificio probablemente muriera aplastada. Parecía que cumplir con mis deberes allí resultaba demasiado peligroso. Tendría que esperar a que la líder del distrito fuera allí y me trasladase a una familia anfitriona en el campo. Así, si llegara a producirse un terremoto, sería más fácil salir corriendo a un espacio abierto. Pero de pronto se me ocurrió que mi trabajo corrigiendo artículos conllevaba principalmente permanecer en el interior. Incluso viviendo en el campo, mi vida seguiría en peligro. Para eso podía decirle a la líder del distrito que me trasladase a un equipo de evangelización. Así al menos podría pasar todo el día fuera y sería más seguro que quedarme en casa. Lo único que ocurría era que no sabía cuándo vendría la líder del distrito. Por el momento, todavía necesitaba preparar un refugio. Y así vivía atemorizada cada día y era incapaz de concentrarme en corregir mis artículos.

Entonces, un día, leí el siguiente pasaje en “Deberías preparar suficientes buenas obras para tu destino”: “Cuando llegue el desastre, el hambre y la peste caerán sobre todos aquellos que se oponen a Mí y llorarán. Quienes hayan cometido toda clase de maldades pero que me hayan seguido durante muchos años no escaparán a la acusación; ellos también vivirán en un constante estado de pánico y miedo en medio de la catástrofe que apenas se ha visto a lo largo de las épocas. Y todos Mis seguidores que han sido leales a Mí y a ningún otro, se regocijarán y aplaudirán Mi grandeza. Ellos experimentarán una alegría inefable y vivirán en un júbilo que Yo nunca antes he otorgado a la humanidad”. “En cualquier caso, espero que preparéis suficientes buenas obras para vuestro propio destino. Entonces Yo me sentiré satisfecho; de lo contrario, ninguno de vosotros escaparéis del desastre. El desastre se origina en Mí y, por supuesto, Yo lo orquesto. Si no podéis parecer buenos a Mis ojos, entonces no escaparéis de sufrir el desastre” (“La Palabra manifestada en carne”). Las palabras de Dios me hicieron despertar. Resulta que Dios provoca los desastres, que emanan de Él. Dios quiere utilizar los desastres para destruir esta raza humana malvada y corrupta. Esto es lo que Dios desea hacer en los últimos días. Los gentiles no lo saben y creen que son desastres naturales. Por eso utilizan métodos humanos y esfuerzos humanos para salvarse cuando se enfrentan al desastre. Creen que pueden evitar la devastación que provocan los diversos desastres haciendo esto. Y yo, que era ignorante, creía en Dios pero no conocía Su obra en absoluto. Pensaba que todo lo que tenía que hacer era seguir las medidas de precaución de los gentiles y que escaparía del sufrimiento que acarrean los desastres y sobreviviría. En verdad, ¡era absurdo que sostuviera el mismo punto de vista que los gentiles! ¿No debería haber sabido que si las personas no cumplen con sus obligaciones fielmente y no realizan buenas obras, no serán consideradas buenas a los ojos de Dios? Independientemente de lo fuertes que puedan ser los humanos y de lo avanzadas que puedan ser sus medidas de precaución o de lo perfectos que sean sus planes de rescate, al final no hay escapatoria a los desastres que Dios arroja sobre el hombre. Basándose en mis variadas respuestas a la amenaza del desastre, resultaba evidente que no tenía fe real en Dios. No comprendía realmente Su obra en los últimos días ni Su omnipotencia y soberanía. No tenía ni idea de a quién tiene intención de destruir Dios en los desastres ni de a quién desea salvar. Tampoco me percataba de que en los desastres, sólo quienes son fieles a Dios y han preparado suficientes buenas obras son aquellos que se salvan en la calamidad. Por tanto, cuando la amenaza del desastre se cernía sobre mí, en lugar de reflexionar sobre si había preparado buenas obras y de si era fiel a Dios, buscaba la verdad y había recibido Su salvación, pasaba todo mi tiempo sopesando maneras de salvarme. ¡Sin la verdad, nos volvemos así de patéticos!

Durante el tiempo de Noé, cuando Dios destruyó la tierra con el diluvio, porque Noé era temeroso de Dios y se mantenía alejado del mal, construyó el arca de acuerdo con la voluntad de Dios, se lo gastó todo a petición suya y demostró su lealtad absoluta. Dios lo consideró bueno. Por lo tanto, cuando llegó el desastre, los ocho miembros de su familia fueron salvados. En ese momento recordé aquello de lo que habla “Comunicar y predicar acera de la entrada a la vida”: “Si no preparas buenas acciones, cuando acaezca el desastre, tu corazón vivirá en el pánico todo el día. Sin buenas acciones, el corazón del hombre no siente consuelo y este no tiene autoconfianza ni paz de espíritu. Porque no ha preparado buenas obras, no hay verdadera paz ni gozo en su corazón. Los malhechores tienen remordimientos de conciencia y son malvados de corazón. Cuantas más maldades llevan a cabo, más culpables se sienten y más temerosos se vuelven. Si quieres reconfortar tu corazón y darle paz cuando llegue el gran desastre, tienes que hacer más el bien y preparar más buenas acciones ahora. Sólo entonces sentirás paz y consuelo en tu corazón cuando acaezca el desastre” (‘El significado importante detrás de preparar buenas obras’ en “Sermones y enseñanzas sobre la entrada en la vida II”). Al pensar en lo intranquila y nerviosa que me había sentido todo el día, temerosa de mi propia muerte en un desastre, me di cuenta de que se debía a que no había cumplido fielmente con mi deber y a que no había preparado ninguna buena acción. Al cumplir con mi deber, nunca había asumido verdaderamente la carga de las tareas que me habían sido encomendadas por la iglesia. Nunca había cumplido con mis obligaciones con el corazón fiel a Dios. En lugar de ello, había engañado a Dios y había tratado con Él desde la indulgencia de la carne. No hacía mucho con los artículos que me enviaban, sino que los corregía de forma descuidada y únicamente buscaba completar mi tarea. Cuando veía lo desorganizados que estaban los artículos escritos por mis hermanos y hermanas, no los guiaba ni los ayudaba diligentemente, sino que escribía unos cuantos comentarios sin importarme si los entendían o si les servirían de ayuda. En lugar de eso, les devolvía los artículos a toda prisa y, después recibía cada vez menos artículos para editar. Como resultado, el trabajo editorial prácticamente se detuvo. Aun así, yo no reflexioné acerca de mis acciones ni intenté identificar y rectificar la causa del problema, sino que culpé a la líder afirmando que los problemas surgieron porque ella no le daba importancia al trabajo editorial. ¿Cómo pretendía satisfacer a Dios con semejantes actos y así sentir consuelo en mi corazón? De esta manera, ¿cómo podía Dios considerarme buena? Si sigo por ese camino y no busco la verdad como es debido, si no soy fiel a aquello que me ha confiado la iglesia y no preparo las buenas acciones suficientes, seguro que seré incapaz de escapar a la ira del castigo de Dios a los malvados, aunque siga esas precauciones establecidas por las personas mundanas para cuando acontece el desastre.

Gracias a Dios por guiarme y abrirme la mente para permitirme comprender que sólo cumpliendo con mi obligación debidamente y realizando suficientes buenas acciones podré ganarme la salvación del sufrimiento que acarrean los desastres y escapar con vida. Esta es la única manera. En el futuro, deseo buscar la verdad correctamente, ser tan fiel como pueda al cumplir con mis obligaciones y preparar suficientes buenas acciones para satisfacer a Dios.

Danza cristiana | “Dios ha consumado Su gran obra” Alabamos que Dios ha obtenido la gloria completa

Danza cristiana “Dios ha consumado Su gran obra” Alabamos que Dios ha obtenido la gloria completa

 

Quienes seguimos a Cristo de los últimos días damos testimonio al universo entero:

Dios ha consumado Su gran obra.

I

Dios Todopoderoso ha aparecido en la carne y expresa verdades para salvar a la humanidad.

Hemos oído la voz del novio, hemos sido elevados ante Dios.

Por fin hemos asistido al banquete del Cordero, hemos empezado a prepararnos para el reino.

El juicio ha comenzado por la casa de Dios, Su carácter se ha revelado del todo.

La verdad de las palabras de Dios nos conquista, nos postramos y lo adoramos.

Las palabras de Dios han dejado completamente al descubierto nuestro corazón y nuestra mente.

Nuestro carácter corrupto se purifica al someternos a las pruebas y la refinación de Dios.

Por medio del juicio de Dios descubrimos Su justicia y santidad.

El pueblo de Dios es obediente ante Él y fiel a Él hasta la muerte.

Dios ha derrotado totalmente a Satanás y formado un grupo de vencedores.

Quienes seguimos a Cristo de los últimos días damos testimonio al universo entero:

Dios ha consumado Su gran obra y recibido toda la gloria.

II

Dios Todopoderoso ha desplegado el juicio de los últimos días,

con el que inicia la Era del Reino.

Todas las denominaciones padecen una dura hambruna,

todos los pueblos están obligados a buscar el camino verdadero.

Las vírgenes prudentes oyen la voz de Dios y son elevadas ante Él antes del desastre.

Todos aquellos que se nieguen a aceptar a Cristo de los últimos días caerán en el desastre.

Dios es omnipotente y sabio al obrar, clasifica a todas las personas según su tipo.

Todos los pueblos y naciones van hacia la luz y se someten ante el trono de Dios.

Las expectativas del reino son infinitamente prometedoras, muestran un escenario de fervor.

El desastre arrasará a la malvada humanidad, lo que revelará la justicia y majestad de Dios.

Se está cumpliendo cada palabra de Dios, Sus palabras consumarán todas las cosas.

El reino de Cristo ha aparecido en la tierra, Dios vive junto con Su pueblo.

Quienes seguimos a Cristo de los últimos días damos testimonio al universo entero:

Dios ha consumado Su gran obra y recibido toda la gloria.

Quienes seguimos a Cristo de los últimos días damos testimonio al universo entero:

Dios ha consumado Su gran obra y recibido toda la gloria.

Ha recibido toda la gloria.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

 

¿Por qué se ha encarnado Dios como una mujer en los últimos días? ¿Cuál es el significado de esto?

La respuesta de la palabra de Dios:

Cada etapa de la obra realizada por Dios tiene un sentido real. Cuando Jesús llegó, era varón, y en este momento es mujer. A partir de esto, puedes ver que Dios creó al varón y a la mujer para Su obra y que con Él no hay distinción de género. Cuando Su Espíritu llega, Él puede adoptar cualquier carne a voluntad y esta lo representa. Sea varón o mujer, ambos representan a Dios mientras sean Su carne encarnada. Si Jesús hubiera llegado y aparecido como una mujer, en otras palabras, si una niña recién nacida, no un niño, habría de ser concebido por el Espíritu Santo, esa etapa de la obra se habría completado de todas formas. Igualmente, si un varón tuviera que completar esta etapa de la obra, la misma se completaría también. La obra llevada a cabo en ambas etapas es significativa; ninguna de las dos obras se repite ni ellas entran en conflicto entre sí. En el momento de Su obra, a Jesús se le llamaba el único Hijo, lo que indica género masculino. ¿Por qué no se menciona, entonces, al único Hijo en esta etapa? Esto se debe a que las necesidades de la obra han exigido un cambio de género diferente al de Jesús. Con Dios no hay distinción de género. Su obra se realiza como Él desea y no está sujeta a ninguna restricción; es particularmente libre, pero cada etapa tiene un significado práctico. Dios se hizo carne dos veces, y sobra decir que Su encarnación en los últimos días es la última vez. Él ha venido a revelar todos Sus hechos. Si Él no se hubiera hecho carne en esta etapa para realizar personalmente una obra de la que el hombre fuera testigo, este tendría siempre la noción de que Dios es sólo varón, no mujer. Antes de esto, todos creían que Dios sólo podía ser varón y que una mujer no podía ser llamada Dios, porque todos consideraban que el hombre tenía autoridad sobre la mujer. Creían que esta no podía asumir la autoridad, sino sólo el hombre. Incluso decían que el hombre era la cabeza de la mujer y que la mujer debía obedecer al hombre y no podría sobrepasarlo. Cuando se dijo en el pasado que el hombre era la cabeza de la mujer, se dijo con respecto a Adán y a Eva, a quienes la serpiente había engañado, y no al hombre y a la mujer creados por Jehová en el principio. Por supuesto, una mujer debe obedecer y amar a su marido, así como el hombre debe aprender a sustentar a su familia. Estos son las leyes y los decretos establecidos por Jehová que la humanidad debe cumplir durante su vida en la tierra. Jehová dijo a la mujer: “Tu deseo será para tu marido y él tendrá autoridad sobre ti”. Esto sólo se dijo para que la humanidad (es decir, tanto el hombre como la mujer) pudiera vivir una vida normal bajo el dominio de Jehová, para que su vida tuviera una estructura y no perdiera el orden. Por tanto, Jehová hizo normas apropiadas para delimitar cómo deberían actuar el hombre y la mujer, pero estas sólo se referían a toda la creación que vivía sobre la tierra y no a la carne encarnada de Dios. ¿Cómo podría ser Dios lo mismo que Su creación? Sus palabras sólo iban dirigidas a la humanidad de Su creación; eran normas establecidas para el hombre y la mujer con el fin de que la humanidad pudiera vivir una vida normal. En el principio, cuando Jehová creó a la humanidad, hizo tanto al varón como a la mujer; por tanto, Su carne encarnada también se diferenció entre varón o mujer. Él no decidió Su obra en base a las palabras que habló a Adán y a Eva. Las dos veces que se hizo carne se determinaron totalmente en línea con Su pensamiento cuando creó por primera vez a la humanidad. Es decir, Él completó la obra de Sus dos encarnaciones en base al varón y a la mujer que no habían sido corrompidos. Si el hombre aplica las palabras habladas por Jehová a Adán y a Eva, quienes habían sido engañados por la serpiente, a la obra de la encarnación de Dios, ¿no tendría que amar Jesús también a Su esposa como debería? ¿Sigue Dios siendo Dios entonces? Si lo es, ¿puede Él completar Su obra? Si es incorrecto que la carne encarnada de Dios sea mujer, ¿no habría sido también un gran error que Dios creara a la mujer? Si el hombre sigue creyendo que es incorrecto que Dios se encarne en una mujer, ¿no sería entonces un error similar a la presente encarnación, la de Jesús, quien no se casó y por tanto no pudo amar a Su esposa? Ya que usas las palabras habladas por Jehová a Eva para medir la verdad de la encarnación de Dios en el presente, debes usar las palabras de Dios a Adán para juzgar al Señor Jesús que se hizo carne en la Era de la Gracia. ¿No son lo mismo estas dos cosas? Si juzgas al Señor Jesús por el varón a quien la serpiente no había engañado, no puedes juzgar la verdad de la encarnación hoy por la mujer a quien la serpiente engañó. ¡Eso es injusto! Si emites ese juicio, eso muestra tu falta de racionalidad. Cuando Jehová se hizo carne dos veces, el género de Su carne estaba relacionado con el varón y la mujer que no habían sido engañados por la serpiente. En dos ocasiones Él se hizo carne conforme a aquel varón y a aquella hembra no seducidos por la serpiente. No pienses que la masculinidad de Jesús era la misma que la del Adán engañado por la serpiente. Jesús no tiene ninguna relación con él y son dos varones de diferentes naturalezas. ¿Seguro que la masculinidad de Jesús no demuestra que Él sólo es la cabeza de todas las mujeres, pero no de todos los hombres? ¿No es Él el Rey de todos los judíos (incluidos hombres y mujeres)? Él es Dios mismo, no sólo la cabeza de la mujer, sino del hombre también. Él es el Señor de todas las criaturas y la cabeza de todas ellas. ¿Cómo podrías determinar que la masculinidad de Jesús es el símbolo de la cabeza de la mujer? ¿No es esto blasfemia? Jesús es un varón que no ha sido corrompido. Él es Dios; Él es Cristo; Él es el Señor. ¿Cómo podría ser Él un varón como Adán, que había sido corrompido? Jesús es la carne vestida por el santísimo Espíritu de Dios. ¿Cómo podrías decir que Él es un Dios que posee la masculinidad de Adán? ¿No sería entonces errónea toda la obra de Dios? ¿Podía incorporar Jehová en Jesús la masculinidad de Adán, que había sido engañado? ¿No es la encarnación presente otra obra del Dios encarnado, diferente en género de la de Jesús, pero de igual naturaleza? ¿Todavía te atreves a decir que Dios encarnado no podría ser una mujer, ya que fue una mujer la primera que fue engañada por la serpiente? ¿Todavía te atreves a decir que al ser la mujer la más impura y el origen de la corrupción de la humanidad, Dios no podía en absoluto encarnarse como una mujer? ¿Todavía te atreves a decir que “la mujer siempre obedecerá al hombre y nunca podrá manifestar o representar directamente a Dios”? […]

Si sólo se hubiera hecho la obra de Jesús sin el complemento de esta etapa en los últimos días, el hombre se habría aferrado para siempre a la noción de que sólo Jesús es el único Hijo de Dios; es decir, Dios sólo tiene un hijo y que cualquiera que venga después con otro nombre no será el único Hijo de Dios, mucho menos Dios mismo. El hombre tiene la noción de que aquél que sirve como ofrenda por el pecado o que asume el poder de Dios y redime a toda la humanidad es el único Hijo de Dios. Hay algunos que creen que mientras el que venga sea un varón, se le puede considerar el único Hijo de Dios y representante de Dios. Y están incluso los que dicen que Jesús es el Hijo de Jehová, Su único Hijo. ¿No es esta una noción grave? Si esta etapa de la obra no tuviera lugar en la era final, toda la humanidad estaría envuelta en una sombra cuando se trata de Dios. Así, el hombre pensaría que tiene un estatus más alto que la mujer y las mujeres nunca podrían levantar la cabeza. De ser ese el caso, ninguna mujer recibiría la salvación. Las personas siempre creen que Dios es un varón y que Él siempre aborrece a la mujer y no le dará la salvación. De ser así, ¿no es cierto que todas las mujeres creadas por Jehová y también corrompidas nunca tendrían la oportunidad de ser salvadas? ¿No habría sido entonces inútil que Jehová creara a la mujer, es decir, a Eva? ¿Y no perecería la mujer por toda la eternidad? Por tanto, esta etapa de la obra en los últimos días es para salvar a toda la humanidad, no sólo a la mujer sino a toda la humanidad. Esta obra es por el bien de toda la humanidad, no sólo por la mujer. Si alguien piensa de otra forma, ¡es de lo más insensato!

[…] Jesús y Yo venimos del mismo Espíritu. Aunque nuestras carnes no tienen relación, nuestros Espíritus son uno; aunque lo que hacemos y la obra que llevamos no sean lo mismo, somos iguales en esencia; nuestras carnes adoptan distintas formas, y esto es debido al cambio en la era y la necesidad de nuestra obra; nuestros ministerios no son iguales, por lo que la obra que traemos y el carácter que revelamos al hombre también son diferentes. Esa es la razón por la que lo que el hombre ve y recibe hoy en día es diferente a lo del pasado; esto es así por el cambio en la era. Aunque el género y la forma de Sus carnes son diferentes, y aunque Ellos no nacieron de la misma familia, mucho menos en la misma época, Sus Espíritus son uno. Aunque Sus carnes no comparten la misma sangre ni una relación física de ninguna forma, esto no niega que Ellos sean las carnes encarnadas de Dios en dos períodos de tiempo diferentes. Es una verdad innegable que son las carnes encarnadas de Dios, aunque no compartan el mismo linaje o un lenguaje humano común (uno fue un varón que hablaba el lenguaje de los judíos y el otro es una mujer que sólo habla chino). Es por estas razones que Ellos realizan la obra que deben en diferentes países y en períodos de tiempo distintos también. A pesar del hecho de que son el mismo Espíritu y poseen la misma esencia, no hay ninguna similitud en absoluto entre los armazones externos de Sus carnes. Simplemente comparten la misma humanidad, pero la apariencia y el nacimiento de Sus carnes no son parecidos. Esto no ejerce ningún impacto en Sus respectivas obras o en el conocimiento que el hombre tiene de Ellos, porque, después de todo, son el mismo Espíritu y nadie puede separarlos. Aunque no tienen parentesco alguno, Sus seres por entero están dirigidos por Sus Espíritus, de forma que Ellos emprenden una obra diferente en distintos períodos de tiempo, con Sus carnes que no comparten un linaje. De manera similar, el Espíritu de Jehová no es el padre del Espíritu de Jesús, al igual que el Espíritu de Jesús no es el hijo del Espíritu de Jehová. Ambos son el mismo Espíritu, al igual que el Dios encarnado de hoy en día y Jesús. Aunque no tienen relación de sangre, son uno; esto se debe a que Sus Espíritus son uno. Él puede realizar la obra de compasión y misericordia, así como la de juicio justo y castigo del hombre y la de traer maldiciones sobre el hombre. Al final, Él puede realizar la obra de destruir el mundo y castigar a los malvados. ¿Acaso no hace todo esto Él mismo? ¿No es esto la omnipotencia de Dios?

de ‘Las dos encarnaciones completan el sentido de la encarnación’ en “La Palabra manifestada en carne”

La sabiduría, lo maravilloso, la justicia, y la majestad de Dios nunca cambiarán. Su esencia y lo que Él tiene y es nunca cambiarán. Sin embargo, Su obra siempre está progresando hacia adelante, y siempre va profundizando, porque Él siempre es nuevo y nunca viejo. En cada era Dios adopta un nuevo nombre, hace una obra nueva, y permite a Sus criaturas ver Su nueva voluntad y nuevo carácter. Si las personas no ven la expresión del nuevo carácter de Dios en la nueva era, ¿no lo clavarían eternamente en la cruz? Y al hacerlo, ¿no lo definirían? Si Dios sólo se encarnó como varón, las personas lo definirían como tal, como el Dios de los hombres, y nunca creerían que es el Dios de las mujeres. Entonces, los hombres creerían que Dios es del mismo género que los hombres, que Él es la cabeza de los hombres; ¿y qué hay de las mujeres? Esto es injusto; ¿no es un trato preferencial? Si fuera el caso, todos aquellos a quienes Dios salvó serían hombres como Él, y no habría salvación para las mujeres. Cuando Dios creó a la humanidad, creó a Adán y a Eva. No sólo creó a Adán, sino que hizo tanto al varón como a la mujer a Su imagen. Dios no es sólo el Dios de los hombres, también lo es de las mujeres. Él está haciendo una nueva obra en los últimos días. Él revelará más de Su carácter, y no serán la compasión y el amor de la época de Jesús. Como tiene una obra nueva, esta irá acompañada por un nuevo carácter. Por tanto, si esta obra fue realizada por el Espíritu, si Dios no se hizo carne, sino que el Espíritu habló directamente por medio del trueno, de forma que el hombre no tuviera contacto alguno con Él, ¿conocería el hombre Su carácter? Si sólo el Espíritu hizo la obra, el hombre no tendría forma de conocer Su carácter. Las personas sólo pueden ver el carácter de Dios con sus propios ojos cuando Él se hace carne, cuando la Palabra aparece en la carne, y Él expresa todo Su carácter por medio de la carne. Dios vive de verdad en medio del hombre. Él es de imagen y forma; el hombre puede tener contacto realmente con Su carácter y lo que Él tiene y es; sólo de esta forma puede el hombre conocerlo en realidad. Al mismo tiempo, Dios también ha completado Su obra de ser el Dios de hombres y mujeres, y ha cumplido la totalidad de Su obra en la carne.

de ‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”

(II) – ¿Tiene alguna base bíblica el regreso del Señor por medio de la encarnación?

(II) – ¿Tiene alguna base bíblica el regreso del Señor por medio de la encarnación?

En lo que se refiere a la segunda venida del Señor, muchos sólo dan importancia a la profecía de las Escrituras en la que el Señor regresa descendiendo de las nubes, mientras hacen caso omiso de la profecía que dice que la segunda venida del Señor será por medio de la encarnación. Declaran falso cualquier camino que dé testimonio de la segunda venida del Señor como Dios hecho carne. ¿Son coherentes su comprensión y su práctica con las Escrituras? En cuanto al regreso del Señor por medio de la encarnación, ¿cómo lo profetizan realmente las Escrituras?

Recomendación: Películas cristianas

Satanás tienta a Job por primera vez (le roban su ganado y la calamidad cae sobre sus hijos)

a. Las palabras que Dios habló

Job 1:8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿Has considerado a Mi siervo Job? No hay ningún otro como él en la tierra, un hombre perfecto y recto, que teme a Dios y se aparta del mal.

Job 1:12 Y Jehová dijo a Satanás: Mira, todo lo que él posee está en tu poder, solo que no pongas tu mano sobre él. Entonces Satanás salió de la presencia de Jehová.

b. La respuesta de Satanás

Job 1:9-11 Entonces Satanás respondió a Jehová, y dijo: ¿Teme Job a Dios en vano? ¿No has puesto una cerca alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene por doquier? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus propiedades han crecido en la tierra. Pero estira Tu mano ahora, y toca todo lo que tiene, y él te maldecirá de frente.

Dios le permite a Satanás que tiente a Job para que su fe se perfeccione

Satanás tienta a Job por primera vez (le roban su ganado y la calamidad cae sobre sus hijos)

Job 1:8 es el primer relato que vemos en la Biblia de un diálogo entre Jehová Dios y Satanás. ¿Y qué dijo Dios? El texto original provee el siguiente relato: “Y Jehová dijo a Satanás: ¿Has considerado a Mi siervo Job? No hay ningún otro como él en la tierra, un hombre perfecto y recto, que teme a Dios y se aparta del mal”. Esta fue la valoración que Dios hizo de Job delante de Satanás; lo catalogó como hombre perfecto y recto, que temía a Dios y se apartaba del mal. Antes de estas palabras entre Dios y Satanás, el primero había decidido usar a Satanás para tentar a Job: lo entregaría en manos de Satanás. Por un lado, esto demostraría que la observación y la evaluación que Dios hizo sobre Job eran precisas y sin error, y que provocaría que Satanás fuera avergonzado por medio del testimonio de Job; por otro, perfeccionaría la fe de este en Dios y su temor de Él. Por tanto, cuando Satanás vino delante de Dios, este no fue ambiguo. Fue directamente al grano y le preguntó a Satanás: “¿Has considerado a Mi siervo Job? No hay ningún otro como él en la tierra, un hombre perfecto y recto, que teme a Dios y se aparta del mal”. La pregunta de Dios conlleva el siguiente significado: Dios sabía que Satanás había deambulado por todas partes, y había espiado con frecuencia a Job, Su siervo. Lo había tentado y atacado a menudo, tratando de encontrar una forma de traer la ruina sobre él para demostrar que su fe en Dios y su temor de Él no podrían mantenerse firmes. Satanás también buscó, flagrantemente, oportunidades para destruir a Job, para que renunciara a Dios y esto le permitiera arrebatarlo de Sus manos. Pero Dios miró dentro del corazón de Job y vio que era perfecto y recto, y que le temía y se apartaba del mal. Dios usó una pregunta para decirle a Satanás que Job era un hombre perfecto y recto que le temía y se apartaba del mal, que nunca renunciaría a Él para seguirle. Oyendo la valoración que Dios hacía de Job, se produjo en Satanás un enfurecimiento nacido de la humillación, se enojó aún más, y se impacientó más para arrebatar a Job, porque nunca creyó que alguien pudiera ser perfecto y recto, o que pudiera temer a Dios y apartarse del mal. Al mismo tiempo, Satanás también aborrecía la perfección y la rectitud en el hombre, y odiaba a las personas que podían temer a Dios y apartarse del mal. Así está escrito en Job 1:9-11: “Entonces Satanás respondió a Jehová, y dijo: ¿Teme Job a Dios en vano? ¿No has puesto una cerca alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene por doquier? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus propiedades han crecido en la tierra. Pero estira Tu mano ahora, y toca todo lo que tiene, y él te maldecirá de frente”. Dios estaba íntimamente familiarizado con la naturaleza maliciosa de Satanás, y sabía muy bien que desde hacía mucho este había planeado traer la ruina sobre Job, y por tanto Dios deseaba decirle una vez más a Satanás que Job era perfecto y recto, que temía a Dios y que se había apartado del mal, y con ello obligarlo a revelar su verdadero rostro y que atacara y tentara a Job. En otras palabras, Dios deliberadamente enfatizó que Job era perfecto y recto, que temía a Dios y que se había apartado del mal, provocando con ello que Satanás atacara a Job por el odio y la ira que sentía de que este fuera un hombre perfecto y recto, uno que temía a Dios y que se había apartado del mal. Como consecuencia, Dios traería vergüenza sobre Satanás por medio del hecho de que Job era un hombre perfecto y recto, uno que temía a Dios y que se había apartado del mal, y Satanás quedaría totalmente humillado y derrotado. Después de esto, Satanás ya no dudaría más ni haría más acusaciones respecto a Job en cuanto a su perfección, justicia, temor de Dios o alejamiento del mal. De esta forma, la prueba de Dios y la tentación de Satanás eran casi inevitables. El único capaz de resistirlas era Job. Tras el diálogo, Satanás consiguió el permiso para tentar a Job. Así comenzó su primera ronda de ataques. El objetivo de los mismos fueron las propiedades de Job, porque Satanás hizo la siguiente acusación contra él: “¿Teme Job a Dios en vano? […] Has bendecido el trabajo de sus manos y sus propiedades han crecido en la tierra”. Por tanto, Dios le permitió a Satanás que tomara todos los bienes de Job: propósito de la conversación entre Dios y Satanás. Sin embargo, Dios le exigió una cosa a Satanás: “Todo lo que él posee está en tu poder, solo que no pongas tu mano sobre él” (Job 1:12). Esta fue la condición de Dios tras permitirle a Satanás tentar a Job y dejar a este en sus manos. Fue el límite establecido: le ordenó no hacerle daño a Job. Dios reconoció que este era perfecto y recto, y tenía fe en que su perfección y rectitud estuvieran fuera de toda duda, y en que pudiera resistir la prueba. Así pues, permitió la tentación de Satanás, pero le impuso una restricción: podía tomar todas las propiedades de Job, pero no podía ponerle un dedo encima. ¿Qué quiere decir esto? Significa que Dios no entregó a Job del todo en manos de Satanás. Este podía tentarlo con los medios que quisiese, pero no podía hacerle daño, ni siquiera a un pelo de su cabeza, porque Dios controla la totalidad del hombre, decide si este vive o muere, y Satanás no tiene tal licencia. Después de que le dirigiera estas palabras a Satanás, este se sentía impaciente por empezar. Usó todos los medios para tentar a Job, y este no tardó en perder abundantes ovejas y bueyes, así como todas las propiedades que Dios le había dado… De este modo llegaron a él las pruebas de Dios.

Satanás tienta a Job por primera vez (le roban su ganado y la calamidad cae sobre sus hijos)

Aunque la Biblia nos habla de los orígenes de la tentación de Job, ¿era Job, el objeto de las mismas, consciente de lo que estaba aconteciendo? Sólo era un hombre mortal; por supuesto, no sabía nada de la historia que se desarrollaba a sus espaldas. Sin embargo, su temor de Dios, su perfección y su rectitud, hicieron que tomara consciencia de que las pruebas de Dios habían venido sobre él. Desconocía lo que sucedió en el reino espiritual y cuáles eran los propósitos de Dios subyacentes a estas. No obstante, sabía que independientemente de lo que le ocurriese, debía mantenerse en su perfección y su rectitud, permanecer en el camino del temor a Dios y apartarse del mal. Dios observó claramente la actitud y la reacción de Job ante estos asuntos. ¿Y qué vio? Vio el corazón de Job, que le temía, porque desde el principio hasta que fue probado, su corazón permaneció abierto a Dios, expuesto delante de Él, y Job no renunció a su perfección o rectitud ni desechó, ni se alejó del camino del temor a Dios ni de apartarse del mal; nada era más gratificante para Dios. Seguidamente, vamos a ver las tentaciones por las que pasó Job y cómo trató estas pruebas. Leamos las escrituras.

c. La reacción de Job

Job 1:20-21 Entonces Job se levantó y rasgó su ropa; se afeitó la cabeza y cayó al suelo en adoración diciendo: Salí desnudo del vientre de mi madre y desnudo regresaré a él; Jehová dio y Jehová quitó; bendito sea el nombre de Jehová.

Que Job se responsabilice de devolver todo lo que posee surge de su temor de Dios

Después de que Dios dijera a Satanás: “Todo lo que él posee está en tu poder, solo que no pongas tu mano sobre él”, este partió, y pronto se sucedieron ataques repentinos y feroces contra Job: primero, le robaron sus bueyes y asnos y mataron a sus siervos; después, sus ovejas y siervos se quemaron hasta la destrucción; a continuación, le robaron sus camellos y mataron a sus siervos; finalmente le quitaron la vida a sus hijos y sus hijas. Esta cadena de ataques fue el tormento sufrido por Job durante la primera tentación. Tal como Dios ordenó, durante estos ataques Satanás sólo eligió como objetivos la propiedad de Job y sus hijos y no dañó a Job mismo. Sin embargo, en un instante, Job pasó de ser un hombre poseedor de grandes riquezas a alguien que no tenía nada. Nadie podría haber resistido este asombroso golpe por sorpresa ni haber reaccionado adecuadamente frente al mismo, pero Job demostró su lado extraordinario. Las Escrituras proveen el siguiente relato: “Entonces Job se levantó y rasgó su ropa; se afeitó la cabeza y cayó al suelo en adoración”. Esta fue la primera reacción de Job tras oír que había perdido a sus hijos y todas sus propiedades. Sobre todo, no pareció sorprendido ni asustado, mucho menos expresó ira u odio. Ves, por tanto, que en su corazón ya había reconocido que estos desastres no eran un accidente ni habían surgido de la mano del hombre, mucho menos eran la llegada de la retribución o el castigo. En su lugar, las pruebas de Jehová Dios habían caído sobre él; era Jehová Dios quien quería tomar sus propiedades y sus hijos. Job estaba muy tranquilo y lúcido entonces. Su humanidad perfecta y recta le permitió emitir, de forma racional y natural, juicios y decisiones precisos sobre los desastres que le habían sucedido y, en consecuencia, se comportó con una calma inusual: “Entonces Job se levantó y rasgó su ropa; se afeitó la cabeza y cayó al suelo en adoración”. “Rasgó su ropa” significa que estaba desnudo y no tenía nada; “se afeitó la cabeza” significa que había vuelto delante de Dios como un bebé recién nacido; “cayó al suelo en adoración” significa que había venido al mundo desnudo, y todavía sin nada hoy, había regresado a Dios como un recién nacido. Ninguna criatura de Dios habría podido lograr la actitud de Job frente a todo lo que le había sucedido. Su fe en Jehová Dios fue más allá del ámbito de la creencia; este era su temor de Dios, su obediencia a Él, y no sólo fue capaz de dar gracias a Dios por darle cosas, sino también por quitárselas. Además, fue capaz de responsabilizarse de devolver todo lo que poseía, incluida su vida.

El temor que Job tenía de Dios y su obediencia a Él son un ejemplo para la humanidad, y su perfección y rectitud fueron la cúspide de la humanidad que el hombre debía poseer. Aunque no vio a Dios, se dio cuenta de que Él existía realmente y como resultado de esta comprensión temió a Dios; y debido a su temor de Dios fue capaz de obedecerlo. Dio rienda suelta a Dios para que tomase todo lo que tenía, sin quejarse, y se postró delante de Él y le dijo que, incluso si Dios tomaba su carne en ese mismo momento, él le permitiría hacerlo con alegría, sin quejarse. Toda su conducta se debió a su humanidad perfecta y recta. Es decir, como consecuencia de su inocencia, honestidad y bondad Job fue firme en su comprensión y experiencia de la existencia de Dios, y sobre este fundamento se impuso exigencias y estandarizó su pensamiento, comportamiento, conducta y principios de acción delante de Dios, según Él lo dirigiera y de acuerdo con Sus hechos, que él había visto entre todas las cosas. Con el tiempo, sus experiencias provocaron en él un temor auténtico y real de Dios y le hicieron apartarse del mal. Esta era la fuente de la integridad a la que Job se aferraba con firmeza. Job era poseedor de una humanidad sincera, inocente y amable, y tenía una experiencia real de temer a Dios, obedecerlo y de apartarse del mal, así como el conocimiento de que “Jehová dio y Jehová quitó”. Sólo por estas cosas fue capaz de mantenerse firme y dar testimonio en medio de los ataques tan despiadados de Satanás; sólo por ellas fue capaz de no decepcionar a Dios y darle una respuesta satisfactoria cuando Sus pruebas cayeron sobre él. Aunque la conducta de Job durante la primera tentación fue muy franca, las generaciones posteriores no tenían asegurado lograr esa franqueza ni siquiera después de una vida de esfuerzos, ni poseerían necesariamente la conducta de Job descrita arriba. Hoy, frente a la conducta franca de Job, y comparándola con los clamores y la determinación de “obediencia absoluta y lealtad hasta la muerte” que muestran a Dios quienes afirman creer en Él y lo siguen, ¿os sentís profundamente avergonzados o no?

Cuando lees en las escrituras todo lo que Job y su familia sufrieron, ¿cuál es tu reacción? ¿Te pierdes en tus pensamientos? ¿Estás sorprendido? ¿Podrían definirse como “horrendas” las pruebas que le sucedieron a Job? En otras palabras, es suficientemente espantoso leer de las pruebas de Job descritas en las escrituras, por no mencionar cómo habrían sido en realidad. Ves, pues, que lo que le sucedió a Job no fue un “simulacro”, sino una “batalla” real, contando con “pistolas” y “balas” reales. Pero ¿por mano de quién fue sometido a estas pruebas? Por supuesto, Satanás las ejecutó, fueron ejecutadas personalmente por él, pero fueron autorizadas por Dios. ¿Le dijo Dios a Satanás por qué medios tentar a Job? No. Dios simplemente puso una condición, tras la cual la tentación cayó sobre Job. Cuando la tentación cayó sobre Job, esto les dio a las personas un sentido de la maldad y fealdad de Satanás, de su malicia y su aborrecimiento del hombre y de su enemistad con Dios. En esto vemos que las palabras no pueden describir cuán cruel fue esta tentación. Puede decirse que la naturaleza maliciosa con la que Satanás maltrató al hombre y su feo rostro, se revelaron por completo en este momento. Satanás aprovechó esta oportunidad, la oportunidad provista con el permiso de Dios, para someter a Job a un maltrato febril y despiadado, cuyo método y nivel de crueldad son tanto inimaginables como completamente intolerables para las personas de hoy. En lugar de decir que Job fue tentado por Satanás, y que se mantuvo firme en el testimonio durante esta tentación, es mejor decir que en las pruebas establecidas por Dios para él, Job se embarcó en una lucha contra Satanás para proteger su perfección y rectitud y defender su camino de temer a Dios y apartarse del mal. En esta lucha Job perdió una montaña de ovejas y ganado, todas sus propiedades, sus hijos e hijas, pero no abandonó su perfección, su rectitud ni temor de Dios. Dicho de otro modo, en esta lucha contra Satanás prefirió verse privado de sus propiedades y de sus hijos antes que perder su perfección, rectitud y temor de Dios. Prefirió aferrarse a la raíz de lo que significa ser un hombre. Las Escrituras proveen un relato conciso de todo el proceso por el cual Job perdió sus bienes y también documentan la conducta y actitud de Job. Estos relatos concisos y breves dan la sensación de que Job estaba casi relajado cuando afrontó esta tentación; pero si se tuviese que recrear lo que ocurrió en realidad, sumado a lo que es la naturaleza maliciosa de Satanás, las cosas no serían tan simples o fáciles como se describen en estas frases. La realidad fue mucho más cruel. Así es el nivel de devastación y odio con el que Satanás trata a la humanidad y a todos los que son aprobados por Dios. Si Él no le hubiera ordenado que no le hiciera daño a Job, sin duda Satanás lo habría matado sin el menor reparo. Satanás no quiere que nadie adore a Dios ni que quienes son justos a Sus ojos y los que son perfectos y rectos puedan seguir temiendo a Dios y apartándose del mal. Que las personas teman a Dios y se aparten del mal significa que evitan y abandonan a Satanás, por lo que él se aprovechó del permiso de Dios para acumular sin misericordia toda su rabia y su odio sobre Job. Ves, pues, lo grande que fue el tormento sufrido por Job, desde la mente hasta la carne, desde fuera hasta dentro. Hoy no vemos cómo fue en aquel momento, y de los relatos de la Biblia sólo podemos obtener un breve vistazo de las emociones de Job cuando se vio sometido al tormento en su día.

La sólida integridad de Job avergüenza a Satanás y hace que huya presa del pánico

¿Y qué hizo Dios cuando Job fue sometido a este tormento? Observó, vio y esperó el desenlace. ¿Cómo se sentía mientras observaba y miraba? Apesadumbrado, por supuesto. Pero, como resultado de Su pesar, ¿podría haberse arrepentido de permitirle a Satanás que tentara a Job? La respuesta es: No, Él no hubiera podido. Y es que Él creía firmemente que Job era perfecto y recto, que temía a Dios y se apartaba del mal. Dios le había dado sencillamente a Satanás la oportunidad de verificar la justicia de Job delante de Él y de revelar su propia maldad y bajeza. Además, fue una oportunidad para que Job diese testimonio, delante de las personas del mundo, de Satanás y hasta de los que siguen a Dios, de su justicia, de su temor de Dios y de que se apartaba del mal. ¿Demostró el desenlace final que la valoración que Dios había hecho de Job fue correcta y sin error? ¿Venció realmente Job a Satanás? Aquí leemos las palabras arquetípicas habladas por Job, palabras que demuestran que lo venció. Él declaró: “Salí desnudo del vientre de mi madre y desnudo regresaré a él”. Esta es la actitud de obediencia de Job a Dios. Después, afirmó: “Jehová dio y Jehová quitó; bendito sea el nombre de Jehová”. Estas palabras pronunciadas por Job demuestran que Dios observa las profundidades del corazón del hombre, que Él puede mirar dentro de la mente del hombre, y prueban que Su aprobación de Job es inequívoca, que este hombre aprobado por Dios era justo. “Jehová dio y Jehová quitó; bendito sea el nombre de Jehová”. Estas palabras, son el testimonio de Dios por parte de Job. Fueron estas palabras comunes las que acobardaron a Satanás, las que lo avergonzaron y provocaron que huyera presa del pánico; además, lo encadenaron y dejaron sin recursos. Estas palabras también hicieron que Satanás sintiese lo maravilloso y poderoso de los hechos de Jehová Dios, y permitieron que percibiese el extraordinario carisma de alguien cuyo corazón estaba gobernado por el camino de Dios. Aún más, esas palabras le demostraron a Satanás la poderosa vitalidad mostrada por un hombre pequeño e insignificante al adherirse al camino de temer a Dios y apartarse del mal. Satanás salió así derrotado de la primera lucha. A pesar de su “percepción ganada con esfuerzo”, Satanás no tenía intención de dejar ir a Job ni se produjo cambio alguno en su naturaleza maliciosa. Satanás trató de seguir atacándole, y se presentó delante de Dios una vez más…

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

Nota al pie:

The Bible quotation in this article are translated from AKJV.