3. Quién conoce el corazón maternal de Dios

En el pasado, yo no entendía la obra de Dios de salvar a la humanidad. Yo pensaba que en tanto que alguien manifieste corrupción en su trabajo o cometa transgresiones que dañen la obra de la iglesia, esa persona debe enfrentar retribución, perder su deber o ser sometida a castigo. Esta es la justicia de Dios. Dado este entendimiento incorrecto, además del temor de perder mi deber por haber cometido errores en mi trabajo, yo pensé en un método “astuto”: Cada vez que hiciera algo mal, haría todo lo posible para que los líderes no se enteraran y rápidamente trataría de compensarlo yo misma y haría todo lo posible por corregirlo. ¿No me ayudaría eso a conservar mi deber? Por tanto, siempre que presentaba informes sobre mi trabajo, yo reducía los grandes problemas a pequeños y los pequeños problemas a nada. Si a veces era pasiva, yo hacía lo posible por cubrirlo frente a los líderes y pretendía estar muy activa y positiva, aterrada de que los líderes pensaran que yo era incompetente y dejaran de utilizarme. Así que simplemente de esa manera, estaría cuidadosamente protegida contra Dios y los líderes en todo lo que hacía.

Sin embargo, Dios inspecciona el corazón de las personas y mi “soberbio truco” nunca podía escapar de los ojos de Dios. Descubrí que mientras más trataba de cubrir las cosas, más me exponía Dios a la luz. Por ejemplo: siempre que trataba de presumir de mi “talento” frente a los líderes me sobrecargaba y me ponía en ridículo; siempre que trataba de cubrir mi condición pasiva, “nubes oscuras” surgían involuntariamente en mi cara y los hermanos y hermanas las descifraban; siempre que trataba de encubrir los errores y omisiones en mi trabajo, el resultado era como un espejo que lo revelaba todo. … Una y otra vez la vergüenza y el tormento de mi conciencia por ser deshonesto me hicieron caer, sin embargo, no comprendí entendía de ello las intenciones y el propósito detrás de la razón de que Dios obraba de esta manera, ni tampoco entendía cómo Dios salvaba a las personas. Simplemente esperaba pasivamente la llegada del “justo juicio de Dios” para ser tratada por la iglesia.

Pero la realidad no progresó como yo la imaginaba: en mi trabajo, aunque yo había sido podada y tratada por no cumplir adecuadamente mi deber, yo podía recibir la devota guía de hermanos y hermanas, quienes me hicieron saber lo que era superficial y lo que era cumplir lealmente con mi deber. Entendí que únicamente al actuar de acuerdo con los requerimientos de Dios uno puede cumplir adecuadamente su deber. En términos de entrar en la vida, muchas veces me encontré envuelta en pensamientos malignos de los que no podía deshacerme, lo que dejaba mi corazón en agonía. Yo quería abrir mi corazón y buscar comunicación, pero me sentía demasiado avergonzado para hablar. Al final, caí en la oscuridad y perdí la obra del Espíritu Santo. Pero después de abrirme y exponerlo todo, vi que los hermanos y hermanas, no sólo no se rieron de mí ni me menospreciaron debido a ello, sino que más bien me dieron ayuda y exhortación, lo que me permitió vivir en la luz y me dio una senda para practicar y el poder para derrotar el pecado. Más tarde, vi que cuando los hermanos y hermanas a mi alrededor hacían algo mal o revelaban corrupción, la iglesia no los envió a casa debido a ello. En cambio, la iglesia hacía todo lo posible por comunicarse con ellos y apoyarlos, dándoles una y otra oportunidad. Aun si algunas personas eran enviadas a casa al final, era sólo debido a que carecían de buena humanidad; porque estaban alterando e interfiriendo con la obra de la iglesia, fallando en desempeñar un papel positivo. Siempre salían del paso en sus deberes, no lograban ningún resultado práctico y se rehusaban a arrepentirse, incluso después de haber sido podadas, tratadas y hablado con ellas en múltiples ocasiones. Pero incluso para esas personas, la iglesia aún espera que se arrepientan y despierten. Si en realidad auto-reflexionan y cambian después de un tiempo, la iglesia todavía les dará oportunidades de practicar y preparar buenas obras. Estos hechos me hicieron ver que la actitud de Dios es como cuando los padres enfrentan el regreso de su hijo pródigo, con amor y afecto sin igual. Fue sólo entonces que me di cuenta de que, ya sea que Dios trate a las personas con misericordia y amor o que las trate con justicia, majestad e ira, todo esto es para salvar a la humanidad en la mayor medida posible. Dentro de todo esto se encuentra el amor ilimitado y la salvación de Dios para la humanidad y todo está determinado por Su esencia. Reflexionando sobre la voluntad de Dios, pensaba en aquellos que fueron expuestos, reemplazados o enviados de vuelta a casa; fue sólo dentro de ese tipo de entorno de ser expuestos y eliminados que comenzaron a reflexionar sobre sí mismos, a ver claramente la verdad de que Satanás los había corrompido, a postrarse delante de Dios y a arrepentirse verdaderamente. Sin ese tipo de fracaso, probablemente seguirían vagando a ciegas por esa senda. Resulta evidente que la obra que Dios realiza, en verdad es la de salvar a la humanidad y que contiene Su amor y Sus amables intenciones para el hombre. En el pasado, yo no entendía realmente Su obra de salvación; mi entendimiento de Dios era demasiado parcializado.

En ese momento pensé en un pasaje de las palabras de Dios: “¿Qué es la esencia de Cristo? La esencia de Cristo es el amor por la humanidad; con respecto a quienes lo siguen, es amor ilimitado. Si Él no tiene amor o misericordia, las personas no serían capaces de seguirlo hasta el tiempo presente. Algunas personas dicen: ‘Entonces ¿no sigue siendo justo Dios?’. ¡Sí! Es correcto que Él sigue siendo justo, pero desde la perspectiva de Su carácter, Su justicia es odio hacia la corrupción y la maldad de la humanidad. ¿Y si Él tuviera meramente justicia y no amor? ¿Y si el amor no pudiera superar a la justicia? Se podría decirse que la humanidad estaría acabada. Por tanto, os hablo con franqueza; es decir, en la obra que Dios hace para la humanidad, durante el tiempo de Su encarnación, Su esencia más aparente y prominente es el amor, la tolerancia ilimitada. De no ser amor, sino que Dios destruyera a las personas como vosotros imagináis; al hablar destrucción, las personas serían destruidas, y al hablar de odio por las personas, serían castigadas, malditas, juzgadas, y escarmentadas, ¡sería muy grave! Si Él se enojara con las personas, ellas temerían y temblarían, y no serían capaces de mantenerse en pie ante los ojos de Dios… Esto no es más que un método para expresar el carácter de Dios y, al final, Su propósito sigue siendo la salvación. Su amor discurre por todas las revelaciones de Su carácter. Reflexionad sobre esto: durante la obra en el tiempo de la encarnación, lo que más se ha revelado para las personas es el amor. ¿Qué es la paciencia? La paciencia es tener piedad, porque contiene amor, y Su propósito sigue siendo salvar a las personas. Dios es capaz de tener piedad de las personas, porque tiene amor. Del mismo modo que si hay amor verdadero entre un marido y su esposa, ellos no miran las deficiencias y los errores del otro. Si fueras provocado a ira, seguirías siendo capaz de ser paciente. Todo se establece sobre el fundamento del amor. ¿Qué ocurre si Él fuera odioso? Su actitud, Su expresión y el resultado no serían como son. Si Dios sólo sintiera odio e ira, y sólo hubiera juicio y castigo, sin amor, la situación no sería la que veis ahora ni estaríais en buenas situaciones. ¿Os proveería Él la verdad?” (‘El verdadero amor de Dios por la humanidad’ en “Registros de las pláticas de Cristo”). Cuando en el pasado veía este pasaje, aun cuando yo dijera que lo reconocía, nunca lo comprendí realmente y todavía estaba llena de desconfianza y recelo hacia Dios. Es sólo ahora que tengo un mínimo de verdadero entendimiento de estas palabras y puedo apreciar que tienen demasiada esencia. Los espacios entre líneas están llenas del profundo afecto de Dios por la humanidad y Su bien intencionada provisión, apoyo y enseñanza para ella.

En este momento, yo no pude evitar desarrollar en mi corazón profundos sentimientos de culpa hacia Dios: ¡Oh Dios! Por todo el tiempo que Te he seguido, incluso aunque yo creía en Ti, yo no Te conocía. No sólo ciega y falsamente malinterpreté Tu corazón maternal, también te causé demasiado dolor. Realmente soy demasiado indigna de presentarme ante Ti, e incluso soy aún más indigna de Tu salvación. ¡Sólo soy digna de Tu maldición! Pero, la manera en que me tratas no se basa en mi desobediencia. En cambio, en gran medida Tú me exaltas, sientes compasión de mi y me toleras, permitiéndome disfrutar de todo Tu amor y gracia, permitiéndome ver Tu belleza y bondad, y experimentar la practicidad de Tu palabra, ¡Dios es justo y, más aún, es amor! Desde ahora deseo conocer más de Tu condición adorable a través de Tu palabra y por medio de la vida real, y esforzarme por ser una persona honesta, que Te ama, ¡y cumplir fielmente mi deber para retribuir Tu gran amor!

música cristiana | La verdad detrás de la obra de Dios en la Era del Reino

 

 música cristiana | La verdad detrás de la obra de Dios en la Era del Reino

La verdad detrás de la obra de Dios en la Era del Reino I
I
Si permaneces en la Era de la Gracia,
nunca conocerás el verdadero carácter de Dios,
ni te liberarás de tu corrupción.
Si vives tú en abundancia de gracia,
pero no sabes cómo conocer o complacer a Dios,
lástima, jamás lo conseguirás.
Después de leer la palabra de Dios,
y experimentar todas Sus obras en la Era del Reino,
tus sueños de muchos años se harán realidad,
y al fin te habrás encontrado con Dios cara a cara.
II
Y mientras lo miras, y lo escuchas hablar,
aprecias Su sabiduría, lo real que es, y todo Su poder,
y así sabrás que has visto y ganado más que aquellos antes que tú.
Sabrás de verdad lo que es creer y seguir Su corazón hasta el final.
Si te aferras al pasado
y reniegas y rechazas Su segunda encarnación,
te quedarás con las manos vacías, sin nada,
y serás culpable de oponerte a Él.
III
Obedece a la verdad, ríndete a Su obra,
ven a la segunda encarnación de Dios, el Todopoderoso,
Él te ofrecerá Su guía.
Así tendrás mucho más, verás una verdad más alta,
percibirás la vida humana real,
visiones que nunca antes se hayan visto.
Cuando Dios se hace carne, Él muestra todo Su carácter
a través del castigo y el juicio.
Con sus cimientos, Él trae verdad,
muestra más formas de practicar,
y conquista al hombre, lo salva de su corrupción.
Esto hay detrás de la obra de Dios en la Era del Reino.
Finalmente sentirás que has visto a Dios cara a cara.
De “La Palabra Manifestada En Carne

 

¿Cómo aparecerá y obrará realmente el Señor Jesús cuando regrese?

Versículos bíblicos relevantes

Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que El padezca mucho y sea rechazado por esta generación” (Lucas 17:24-25).

Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’” (Mateo 25:6).

He aquí, vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus ropas, no sea que ande desnudo y vean su vergüenza” (Apocalipsis 16:15).

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).

Palabras relevantes de Dios

La aparición de Dios se refiere a Su llegada personal a la tierra para hacer Su obra. Con Su propia identidad y carácter, y con Su método inherente, Él desciende entre los hombres para llevar a cabo la obra de comenzar una época y terminar otra. Esta clase de aparición no es una especie de ceremonia. No es una señal, un cuadro, un milagro o una gran visión y mucho menos una clase de proceso religioso. Es un hecho real y verdadero que se puede tocar y contemplar. Esta clase de aparición no es en aras de seguir un proceso o en aras de un trabajo a corto plazo; es, para ser más precisos, en aras de una etapa en la obra de Su plan de gestión. La aparición de Dios siempre es significativa y siempre se conecta con Su plan de gestión. La aparición a la que se refiere aquí es completamente diferente a la aparición de la guía, dirección y esclarecimiento de Dios para el hombre. Cada vez que Él se revela, Él lleva a cabo una etapa de la gran obra. Esta obra es diferente de la de cualquier otra época. Para el hombre es inimaginable y él nunca la ha experimentado. Es una obra que da inicio a una nueva época y termina con la vieja época, y es una forma nueva y mejorada de obrar para la salvación de la humanidad; más aún, es una obra para llevar a la humanidad a una nueva época. Esta es la trascendencia de la aparición de Dios.

de “La aparición de Dios ha traído una nueva época”

Jesús dijo que Él llegaría tal como se fue, pero ¿conoces el verdadero significado de Sus palabras? ¿Pudo realmente habéroslo dicho? Sólo sabes que Él llegará tal como se fue en una nube, pero ¿sabes exactamente cómo hace Su obra Dios mismo? Si fueras verdaderamente capaz de ver, ¿cómo deben explicarse las palabras de Jesús? Él dijo: “Cuando el Hijo del Hombre venga en los últimos días, Él mismo no sabrá, los ángeles no sabrán, los mensajeros en el cielo no sabrán, y las personas no sabrán. Sólo el Padre sabrá, esto es, sólo el Espíritu sabrá”. Si eres capaz de saber y ver, ¿no son entonces vacías estas palabras? Ni siquiera el propio Hijo del Hombre sabe, ¿y tú eres capaz de ver y saber? Si tú has visto con tus propios ojos, ¿no se dijeron en vano esas palabras? ¿Y qué dijo Jesús en ese momento? “Pero ningún hombre sabe la hora ni el día, ni los ángeles del cielo, sino sólo Mi Padre. Pero como fue en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. […] Entonces, vosotros también debéis estar listos porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que menos lo penséis”. Cuando llegue ese día, el Hijo del Hombre no lo sabrá. El Hijo del Hombre se refiere a la carne encarnada de Dios, que será una persona normal y ordinaria. Incluso Él mismo no lo sabrá, ¿cómo podrías saberlo tú entonces?

de “La visión de la obra de Dios (3)”

“El que puede oír, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” […] Hay muchos hombres absurdos que creen que las palabras del Espíritu Santo deberían descender de los cielos a los oídos del hombre. Cualquiera que piense de esta forma no conoce la obra de Dios. En verdad, las declaraciones habladas por el Espíritu Santo son las habladas por Dios hecho carne. El Espíritu Santo no puede hablar directamente al hombre, y Jehová tampoco habló directamente a todo el pueblo, ni siquiera en la Era de la Ley. ¿No sería bastante menos probable que lo hiciera en esta era actual? Para que Dios haga declaraciones para llevar a cabo la obra, debe hacerse carne, o de lo contrario Su obra no conseguirá Su objetivo. Los que rechazan a Dios hecho carne son los que no conocen el Espíritu ni los principios por los que Dios obra.

de “¿Cómo puede el hombre que ha definido a Dios en sus conceptos recibir Sus revelaciones?”

Dios guarda silencio y nunca se nos ha aparecido, sin embargo, Su obra nunca se ha detenido. Ve todas las tierras y manda a todas las cosas y contempla todas las palabras y obras del hombre. Su gestión es conducida por pasos, y de acuerdo a Su plan. Este avanza en silencio, sin un efecto dramático, pero Sus pisadas avanzan cada vez más cerca de la humanidad, y Su tribunal se despliega en el universo a la velocidad de la luz, inmediatamente seguido por el descenso de Su trono entre nosotros. ¡Qué escena tan majestuosa es esta; qué cuadro tan imponente y solemne! Como una paloma, como un león rugiente, el Espíritu llega entre todos nosotros. Es sabio, es justo y majestuoso; Él llega entre nosotros en silencio, dueño de la autoridad y lleno de amor y compasión. Nadie está consciente de Su llegada, nadie acoge Su llegada y, más aún, nadie sabe todo lo que va a hacer. La vida del hombre sigue sin cambios; su corazón no es diferente y los días transcurren como siempre. Dios vive entre nosotros como una persona ordinaria, como un seguidor tremendamente insignificante y un creyente ordinario. Él tiene Sus propias búsquedas, Sus propias metas y, además, tiene una divinidad que ningún hombre ordinario posee. Nadie se ha dado cuenta de la existencia de Su divinidad, ni nadie ha percibido la diferencia entre Su esencia y la del hombre. Vivimos junto con Él, sin restricciones y sin temor, porque lo vemos como nada más que un creyente insignificante.

de “Contemplando la aparición de Dios en Su juicio y Su castigo”

Una vez se me conoció como Jehová. También se me llamó el Mesías, y las personas me llamaron una vez Jesús el Salvador porque me amaban y respetaban. Pero hoy no soy el Jehová o el Jesús que las personas conocieron en tiempos pasados; soy el Dios que ha vuelto en los últimos días, el que pondrá fin a la era. Soy el Dios mismo que se levanta en los extremos de la tierra, repleto con todo Mi carácter, y lleno de autoridad, honor y gloria. Las personas nunca han tenido contacto conmigo, nunca me han conocido, y siempre han ignorado Mi carácter. Desde la creación del mundo hasta hoy, ni una persona me ha visto. Este es el Dios que se aparece al hombre durante los últimos días pero que está oculto en medio de él. Reside entre los hombres, verdadero y real, como el sol ardiente y el fuego llameante, lleno de poder y rebosante de autoridad. No hay una sola persona o cosa que no ha de ser juzgada por Mis palabras, y ni una sola persona o cosa que no ha de ser purificada ardiendo en el fuego. Finalmente, todas las naciones serán benditas por Mis palabras, y también hechas pedazos por ellas. De esta forma, todas las personas durante los últimos días verán que soy el Salvador que ha vuelto, que soy el Dios Todopoderoso que conquista toda la humanidad, que una vez fui la ofrenda por el pecado para el hombre, pero en los últimos días también me convertiré en las llamas del sol que quema todas las cosas, así como el Sol de justicia que revela todas las cosas. Esa es Mi obra de los últimos días. Adopté este nombre y poseo este carácter de forma que todas las personas puedan ver que soy un Dios justo, el sol ardiente, y el fuego llameante. Es así para que todos puedan adorarme, el único Dios verdadero, y para que puedan ver Mi verdadero rostro: no soy sólo el Dios de los israelitas, y no soy sólo el Redentor, soy el Dios de todas las criaturas a través de los cielos, la tierra y los mares.

de “El Salvador ya ha regresado en una ‘nube blanca’”

Cuando Jesús vino al mundo del hombre, trajo la Era de la Gracia y terminó la de la Ley. Durante los últimos días, Dios se hizo carne una vez más y, esta vez acabó la Era de la Gracia y trajo la del Reino. Todos aquellos que acepten la segunda encarnación de Dios serán conducidos a la Era del Reino, y podrán aceptar personalmente Su dirección. Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo completó la redención de toda la humanidad, se convirtió en la ofrenda por el pecado del hombre, pero no lo libró de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió a Jesús cargar con los pecados del hombre como la ofrenda por el pecado, sino también que Dios realizara una obra mayor para librar completamente al hombre de su carácter, que ha sido corrompido por Satanás. Y así, después de que los pecados del hombre fueron perdonados, Dios volvió a la carne para guiar al hombre a la nueva era, y comenzó la obra de castigo y juicio, que llevó al hombre a una esfera más elevada. Todos los que se someten bajo Su dominio disfrutarán una verdad más elevada y recibirán mayores bendiciones. Vivirán realmente en la luz, y obtendrán la verdad, el camino y la vida.

de “Sólo el que experimenta la obra de Dios verdaderamente cree en Dios”

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

¿Podemos recibir la segunda venida del Señor Jesús guardándonos obcecadamente de los falsos Cristos y negándonos a buscar y estudiar la aparición y obra del Señor?

ersículos bíblicos relevantes

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2-3).

Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3).

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados” (Mateo 5:6).

Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios” (Mateo 5:8).

Palabras relevantes de Dios

Investigar algo así no es difícil, pero requiere que cada uno de nosotros conozca esta verdad: Aquel que es la encarnación de Dios tendrá Su esencia, y Aquel que es la encarnación de Dios tendrá Su expresión. Haciéndose carne, Dios traerá la obra que debe hacer, y haciéndose carne expresará lo que Él es; será, asimismo, capaz de traer la verdad al hombre, de concederle la vida, y de mostrarle el camino. La carne que no contiene la esencia de Dios seguramente no es el Dios encarnado; de esto no hay duda. Para investigar si es la carne encarnada de Dios, el hombre debe determinarlo a partir del carácter que Él expresa y de las palabras que Él habla. Es decir, si es o no la carne encarnada de Dios, y si es o no el camino verdadero, debe discernirse a partir de Su esencia. Y así, para determinar[a] si es o no la carne de Dios encarnado, la clave está en prestar atención a Su esencia (Su obra, Sus palabras, Su carácter, y mucho más), en lugar de fijarse en Su apariencia exterior. Si el hombre sólo ve Su apariencia exterior, y pasa por alto Su esencia, demostrará la ignorancia y la ingenuidad del hombre.

de ‘Sólo el que experimenta la obra de Dios verdaderamente cree en Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

El Dios que se hizo carne se llama Cristo, y así el Cristo que les puede dar a las personas la verdad se llama Dios. No hay nada excesivo en esto porque Él posee la esencia de Dios, y posee el carácter de Dios, y posee la sabiduría en Su obra, que el hombre no puede alcanzar. Los que así mismos se llaman Cristo, pero que no pueden hacer la obra de Dios, son fraudes. Cristo no es sólo la manifestación de Dios en la tierra, sino que es la carne particular asumida por Dios a medida que cumple y completa Su obra entre los hombres. Esta carne no es una que cualquier hombre pueda reemplazar, sino una que pueda adecuadamente llevar la obra de Dios en la tierra y expresar el carácter de Dios y representar bien a Dios y proveer al hombre con la vida. Tarde o temprano, todos esos cristos falsos caerán porque, aunque afirmen ser Cristo, no poseen nada de la esencia de Cristo. Y así digo que la autenticidad de Cristo, el hombre no la puede definir, sino que Dios mismo la contesta y la decide.

de ‘Sólo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna’ en “La Palabra manifestada en carne”

En cuanto a cómo Dios se hizo carne para ser un hombre, cómo el Espíritu dio las revelaciones en aquel momento, y cómo el Espíritu descendió sobre un hombre para hacer la obra, estos son asuntos que el hombre no puede ver o tocar. Es completamente imposible que estas verdades sirvan como una prueba de que Él es el Dios encarnado. Como tal, sólo se puede hacer disinción en las palabras y la obra de Dios, que son tangibles para el hombre. Sólo esto es real. Esto es así porque los asuntos del Espíritu no son visibles para ti y sólo Dios mismo los sabe con claridad, y ni siquiera la carne encarnada de Dios lo sabe todo; sólo puedes verificar si Él es Dios[a] por la obra que ha hecho. De Su obra se puede ver que, en primer lugar, Él puede abrir una nueva era; segundo, puede suplir la vida del hombre y mostrarle al hombre el camino a seguir. Esto es suficiente para establecer que Él es Dios mismo. Por lo menos, la obra que Él hace puede representar completamente al Espíritu de Dios, y de tal obra se puede ver que el Espíritu de Dios está dentro de Él. Ya que la obra que hizo el Dios encarnado fue principalmente para marcar el comienzo de una nueva era, guiar una nueva obra, inaugurar nuevas circunstancias, estas cuantas condiciones por sí solas son suficientes para establecer que Él es Dios mismo.

de ‘La diferencia entre el ministerio del Dios encarnado y el deber del hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”

Si durante el día presente, emerge una persona capaz de exhibir señales y maravillas, y puede echar fuera demonios, sanar a los enfermos, y llevar a cabo muchos milagros, y si esta persona declara ser Jesús que ha venido, sería una falsificación de espíritus malos, y su imitación de Jesús. ¡Recuerda esto! Dios no repite la misma obra. La etapa de la obra de Jesús ya ha sido completada, y Dios nunca más la acometerá. La obra de Dios es irreconciliable con los conceptos del hombre; por ejemplo, el Antiguo Testamento predijo la venida de un Mesías, pero resultó que vino Jesús, por lo que sería erróneo que viniera otro Mesías de nuevo. Jesús ya ha venido una vez, y sería incorrecto que Él viniera de nuevo en esta ocasión. Hay un nombre para cada era, y cada nombre se caracteriza por una era. En los conceptos del hombre, Dios siempre debe hacer señales y maravillas, siempre debe sanar a los enfermos y echar fuera demonios, y siempre debe ser como Jesús, pero esta vez Dios no es así en absoluto. Si durante los últimos días, Dios siguiera exhibiendo señales y maravillas, echara fuera demonios y sanara a los enfermos —si hiciera exactamente lo mismo que Jesús—, Dios estaría repitiendo la misma obra, y la de Jesús no tendría significado ni valor. Así pues, Dios lleva a cabo una etapa de la obra en cada era. Una vez completada cada etapa de la obra, los espíritus malignos la imitan pronto, y después de que Satanás empiece a pisarle los talones a Dios, este cambia a un método diferente; una vez que Dios ha completado una etapa de Su obra, los espíritus malignos la imitan. Debéis tener claras estas cosas.

de ‘Conocer la obra de Dios hoy’ en “La Palabra manifestada en carne”

Algunos están poseídos por espíritus malignos y claman persistentemente “¡Soy Dios!”. Pero al final, no pueden mantenerse firmes, porque actúan en nombre del ser incorrecto. Representan a Satanás y el Espíritu Santo no les presta atención. Por muy alto que te exaltes o por muy fuerte que clames, sigues siendo un ser creado, que pertenece a Satanás. Yo nunca clamo: “!Soy Dios, soy el amado Hijo de Dios!”. Pero la obra que hago es la de Dios. ¿Debo gritar? No hay necesidad de exaltación. Dios hace Su obra por sí mismo y no necesita que el hombre le conceda un estatus o un título honorífico, y Su obra es suficiente para representar Su identidad y estatus. Antes de Su bautismo, ¿no era Jesús Dios mismo? ¿No era la carne encarnada de Dios? ¿Es acaso cierto que pueda decirse que Él sólo se convirtió en el único Hijo de Dios después de que se dio testimonio de Él? ¿Acaso no había un hombre llamado Jesús mucho antes de que Él comenzase Su obra? No puedes traer nuevos caminos o representar al Espíritu. No puedes expresar la obra del Espíritu o las palabras que Él habla. No puedes realizar la obra de Dios mismo ni la del Espíritu. No puedes expresar la sabiduría, la maravilla y lo insondable de Dios ni todo el carácter por medio del cual Él castiga al hombre. Así pues, tus repetidas reivindicaciones de ser Dios no importan; sólo tienes el nombre y nada de la esencia. Dios mismo ha venido, pero nadie lo reconoce, y aun así Él sigue en Su obra y lo hace en representación del Espíritu. Independientemente de que lo llames hombre o Dios, Señor o Cristo, o hermana, todo está bien. Pero la obra que Él hace es la del Espíritu y representa la de Dios mismo. No le importa el nombre con el que el hombre lo denomine. ¿Puede ese nombre determinar Su obra? Independientemente de cómo lo llames, desde la perspectiva de Dios, Él es la forma encarnada del Espíritu de Dios; representa a este y este lo aprueba. No puedes dejar paso a una nueva era ni finalizar la antigua, ni iniciar la nueva, ni hacer una nueva obra. Por tanto, ¡no se te puede llamar Dios!

de ‘El misterio de la encarnación (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”

El regreso de Jesús es una gran salvación para aquellos que son capaces de aceptar la verdad, pero para los que son incapaces de hacerlo es una señal de condenación. Debéis elegir vuestra propia senda, y no blasfemar contra el Espíritu Santo y rechazar la verdad. No debéis ser personas ignorantes y arrogantes, sino alguien que obedece la dirección del Espíritu Santo, anhela y busca la verdad; sólo así os beneficiaréis. Os aconsejo que andéis con cuidado por la senda de la creencia en Dios. No saquéis conclusiones apresuradas; más aún, no seáis despreocupados y descuidados en vuestra creencia en Dios. Deberíais saber que, como mínimo, los que creen en Dios deben ser humildes y reverenciales. Los que han oído la verdad, pero fruncen el entrecejo son insensatos e ignorantes. Los que han oído la verdad, pero sacan conclusiones precipitadas descuidadamente o la condenan están cercados por la arrogancia. Nadie que crea en Jesús es apto para maldecir o condenar a otros. Deberíais ser todos racionales y aceptar la verdad. Quizás, habiendo oído el camino de la verdad y leído la palabra de vida, creas que sólo una de cada 10.000 de estas palabras está en sintonía con tus convicciones y con la Biblia, y después deberías seguir buscando en esa palabra 10.000 de las mismas. Sigo aconsejándote que seas humilde, no te confíes demasiado y no te exaltes mucho. Con tu corazón mostrando una reverencia tan exigua por Dios, obtendrás mayor luz. Si examinas detenidamente y contemplas repetidamente estas palabras, entenderás si son o no la verdad, y si son o no la vida. Quizás, habiendo leído sólo unas pocas frases, algunas personas condenarán ciegamente estas palabras, diciendo: “Esto no es nada más que algún esclarecimiento del Espíritu Santo”, o “Este es un falso Cristo que ha venido a engañar a la gente”. ¡Los que dicen tales cosas están cegados por la ignorancia! ¡Entiendes demasiado poco de la obra y de la sabiduría de Dios, y te aconsejo que empieces de nuevo desde cero! No debéis condenar ciegamente las palabras expresadas por Dios por causa de la aparición de falsos Cristos durante los últimos días ni ser personas que blasfeman contra el Espíritu Santo, porque teméis al engaño. ¿No sería esto una gran lástima? Si, después de mucho examen, sigues creyendo que estas palabras no son la verdad, no son el camino y no son la expresión de Dios, serás castigado en última instancia, y te quedarás sin bendiciones. Si no puedes aceptar esa verdad hablada de forma tan llana y clara, ¿no eres inadecuado para la salvación de Dios? ¿No eres alguien sin la fortuna suficiente como para volver delante del trono de Dios? ¡Piensa en ello! No seas imprudente e impetuoso, y no trates la creencia en Dios como un juego. Piensa en el bien de tu destino, en el bien de tus perspectivas, en el bien de tu vida, y no juegues contigo mismo. ¿Puedes aceptar estas palabras?

de ‘Cuando veas el cuerpo espiritual de Jesús será cuando Dios haya hecho de nuevo el cielo y la tierra’ en “La Palabra manifestada en carne

¿De qué manera debemos permanecer alerta esperando para poder recibir la aparición del Señor?

Versículos bíblicos relevantes

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mateo 7:7).

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7).

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).

Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va” (Apocalipsis 14:4).

Palabras relevantes de Dios

Ya que el hombre cree en Dios, debe seguir muy de cerca las pisadas de Dios, paso a paso, debe “seguir al Cordero donde quiera que vaya”. Sólo estas son las personas que buscan el camino verdadero, sólo ellas son las que conocen la obra del Espíritu Santo. Las personas que de un modo servil siguen las cartas y las doctrinas son las que la obra del Espíritu Santo ha eliminado. En cada periodo de tiempo, Dios comenzará una nueva obra, y en cada periodo habrá un nuevo comienzo entre los hombres. Si el hombre sólo acata las verdades de que “Jehová es Dios” y “Jesús es Cristo”, que son verdades que sólo se aplican a una era, entonces el hombre nunca mantendrá el paso con la obra del Espíritu Santo y nunca podrá obtener la obra del Espíritu Santo. Independientemente de qué haga Dios, el hombre lo sigue sin la más mínima duda, y lo sigue de cerca. De esta manera, ¿cómo puede el hombre ser eliminado por el Espíritu Santo? Independientemente de lo que haga Dios, en tanto que el hombre esté seguro que es la obra del Espíritu Santo, y coopere con la obra del Espíritu Santo sin recelo, y trate de cumplir con las exigencias de Dios, entonces, ¿cómo podría ser castigado?

de “La obra de Dios y la práctica del hombre”

Ya que estamos buscando las huellas de Dios, debemos buscar la voluntad de Dios, las palabras de Dios, las declaraciones de Dios, porque donde están las nuevas palabras de Dios, ahí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí está la aparición de Dios, y donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Mientras buscabais las huellas de Dios, ignorasteis las palabras que dicen que “Dios es la verdad, el camino y la vida”. Y es que, cuando muchas personas reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave es ese! La aparición de Dios no se puede reconciliar con las nociones del hombre; mucho menos puede Dios aparecer por orden del hombre. Dios hace Sus propias elecciones y tiene Sus propios planes cuando hace Su obra; más aún, Él tiene Sus propios objetivos y Sus propios métodos. No es necesario que Él discuta con el hombre la obra que Él hace, ni que busque el consejo del hombre, ni mucho menos que les notifique de Su obra a cada una de las personas. Este es el carácter de Dios y, además, todos lo deben reconocer. Si queréis presenciar la aparición de Dios, si queréis seguir las huellas de Dios, entonces debéis primero trascender vuestras propias nociones. No debes demandar que Dios haga esto o aquello; mucho menos debes colocarlo dentro de tus propios confines y limitarlo a tus propias nociones. En cambio, debéis preguntar cómo debéis buscar las huellas de Dios, cómo debéis aceptar la aparición de Dios, y cómo os debéis someter a la nueva obra de Dios; eso es lo que el hombre debe hacer. Siendo que el hombre no es la verdad, y que no posee la verdad, el hombre debe buscarla, aceptarla y obedecerla.

Independientemente de si eres norteamericano, británico o de cualquier otra nacionalidad, debes ir más allá de tus propios límites, debes superarte, y debes ver la obra de Dios como una criatura de Dios. De esta manera, no pondrás restricciones a las huellas de Dios. Porque en el día de hoy, mucha gente considera que es imposible que Dios aparezca en cierto país o nación. ¡Qué profundo es el significado de la obra de Dios y qué importante es la aparición de Dios! ¿Cómo podrán medirlos la noción y el pensamiento del hombre? Y por eso digo que debes romper tus nociones de la nacionalidad o etnicidad para buscar la aparición de Dios. De esta manera, no estarás restringido por tus nociones; de esta manera, estarás calificado para darle la bienvenida a la aparición de Dios. De otro modo, siempre vas a estar en la oscuridad y nunca vas a obtener la aprobación de Dios.

[…] Donde Dios aparece, ahí está la expresión de la verdad y ahí está la voz de Dios. Sólo los que pueden aceptar la verdad pueden escuchar la voz de Dios y están calificados para presenciar la aparición de Dios. ¡Haz a un lado tus nociones! Tranquilízate y lee con cuidado estas palabras. Si anhelas la verdad, Dios te esclarecerá para entender Su voluntad y Sus palabras. ¡Haced a un lado vuestras opiniones de lo que es “imposible”! Cuanto más crea la gente que algo es imposible, es más factible que ocurra, porque la sabiduría de Dios se eleva más alto que los cielos, los pensamientos de Dios son más altos que los pensamientos del hombre, y la obra de Dios trasciende los límites del pensamiento y la noción del hombre. Cuanto más imposible sea algo, más se debe buscar la verdad; cuanto más allá de la noción y la imaginación del hombre esté algo, más contiene la voluntad de Dios. Porque no importa dónde se revele Dios, Dios sigue siendo Dios y Su esencia nunca cambiará, no importa la ubicación o forma de Su aparición. El carácter de Dios permanece igual independientemente de en dónde estén Sus huellas. No importa dónde estén las huellas de Dios, Él es el Dios de toda la humanidad. Por ejemplo, el Señor Jesús no es sólo el Dios de los israelitas, sino que también es el Dios de toda la gente de Asia, Europa y América y, más aún, el único Dios en todo el universo. ¡Así que busquemos la voluntad de Dios y descubramos Su aparición por Sus declaraciones, y sigamos Sus huellas! Dios es la verdad, el camino y la vida. Sus palabras y Su aparición existen simultáneamente y Su carácter y Sus huellas siempre van a estar accesibles a la humanidad. Queridos hermanos y hermanas, espero que podáis ver la aparición de Dios en estas palabras, y que comencéis a seguir Sus huellas hacia la nueva época y hacia un hermoso nuevo cielo y una hermosa nueva tierra preparados para los que esperan la aparición de Dios.

de “La aparición de Dios ha traído una nueva época”

Todos los que pueden obedecer las declaraciones actuales del Espíritu Santo son benditos. No importa cómo solían ser o cómo el Espíritu Santo solía obrar en ellos, los que han obtenido la última obra son los más bendecidos y los que no pueden seguir la última obra hoy son eliminados. Dios quiere a los que son capaces de aceptar la nueva luz y Él quiere a los que aceptan y conocen Su última obra. ¿Por qué se dice que debéis ser una virgen casta? Una virgen casta puede buscar la obra del Espíritu Santo y entender las cosas nuevas y, además, puede desechar las antiguas concepciones y obedecer la obra de Dios hoy. Este grupo de personas que aceptan la nueva obra de la actualidad, Dios las predestinó antes de todos los siglos y son las más benditas de las personas. Vosotros oís la voz de Dios directamente y contempláis la aparición de Dios y así, en todo el cielo y la tierra y a lo largo de las eras, nadie ha sido más bendecido que vosotros, este grupo de personas.

de “Conoce la nueva obra de Dios y sigue Sus huellas”

Película cristiana completa | “La luz del amanecer” Encontrar una iglesia con la obra del Espíritu

Película cristiana completa | “La luz del amanecer” Encontrar una iglesia con la obra del Espíritu

De niña, Yangwang siguió a sus padres en su fe en el Señor, y en edad adulta, sirvió al Señor en la iglesia. En 2013, su iglesia se unió al Consejo Mundial de Iglesias, que aboga por la unificación de la iglesia universal y el pluralismo religioso. Creyendo que la insistencia de sus pastores y ancianos en unirse al Consejo era una desviación del camino del Señor y no conforme al corazón del Señor, acabó dejando su denominación y comenzó a buscar una iglesia con la obra del Espíritu Santo. Sin embargo, después de visitar varias, descubrió que todas las denominaciones eran desoladas y que no había luz en la predicación de sus pastores y ancianos. No encontraba ningún suministro de vida y su espíritu se estaba marchitando y se encaminaba hacia la oscuridad. En su dolor, a menudo llamaba al Señor y le pedía que regresara rápidamente. Un día, se conectó en línea para buscar información sobre el regreso del Señor y vio un vídeo en el que se leían las palabras de Dios Todopoderoso. Las palabras de Dios Todopoderoso le sacudieron el alma. Sintió que aquellas palabras tenían autoridad y poder y que parecían la voz de Dios. Para decidir si Dios Todopoderoso era el Señor Jesús regresado, comenzó a buscar y a examinar la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días. Al leer la palabra de Dios Todopoderoso y escuchar las comunicaciones de testigos, resolvió su confusión. Descubrió que la palabra de Dios Todopoderoso es totalmente la verdad, que en verdad es la voz de Dios, y que Dios Todopoderoso es el Señor Jesús, cuyo regreso había estado anhelando durante años. Desde entonces, Yangwang ha leído la palabra de Dios todos los días, nutriendo así su alma sedienta y recibiendo verdaderamente el agua de vida que fluye del trono

Película evangélica “Ser arrebatado en el peligro” Escena 7 – ¿Pueden representar la verdad las palabras en línea con la verdad pronunciadas por el hombre?

Película evangélica “Ser arrebatado en el peligro” Escena 7 – ¿Pueden representar la verdad las palabras en línea con la verdad pronunciadas por el hombre?

Dios es la verdad, el camino y la vida. Sólo Dios posee la esencia de la verdad. Dios mismo es la verdad. Sin embargo, en el mundo religioso hay muchas personas que consideran como la verdad las palabras pronunciadas por las personas usadas por Dios o que tienen la obra del Espíritu Santo y que están en línea con la verdad. Incluso consideran como la verdad las enseñanzas y falacias malvadas explicadas por personajes espirituales importantes y famosos basándose en sus nociones e imaginaciones. Como resultado, son engañadas y atrapadas por personas y se convierten en personas que se resisten a Dios y que lo traicionan. Por lo tanto, ¿qué es realmente la verdad? ¿Cuál es la forma correcta de tratar las palabras que están en línea con la verdad y que son pronunciadas por personas usadas por Dios y personas que tienen la obra del Espíritu Santo?

Recomendación:¿Qué es el arrebatamiento?