Película cristiana en español | “La honestidad no tiene precio” Dios bendice a los que son honestos

Película cristiana en español | “La honestidad no tiene precio” Dios bendice a los que son honestos

Zhen Cheng era el dueño de un taller de reparación de electrodomésticos. Era amable, honesto y llevaba su negocio siguiendo las reglas. Nunca trataba de engañar a nadie, pero apenas ganaba lo suficiente para mantener a su familia. Pasado un tiempo, un miembro de su familia y un colega le instaron a practicar las reglas no escritas del negocio, y Zhen Cheng comenzó a creer en dichos que representan una filosofía satánica, tales como:”El dinero no es omnipotente, pero sin él no se puede hacer absolutamente nada”. “Los valientes mueren satisfechos; los tímidos mueren de hambre”.y “El dinero es lo primero”.Zhen Cheng perdió la buena conciencia que le había guiado hasta entonces y empezó a usar métodos maliciosos para ganar más dinero. Aunque ganaba más que antes y su nivel de vida había mejorado, Zhen Cheng, sin embargo, se sentía infeliz y le asolaba un sentimiento de vacío; su existencia era hueca y estaba cargada de sufrimiento.

Recomendación: Valor de la honestidad

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

Dios Todopoderoso me guio hacia el camino de obtener la purificación

Por Gangqiang, Estados Unidos

Fui a Singapur yo solo en 2007 para tratar de ganarme la vida. En ese país hace mucho calor durante todo el año, así que todos los días sudaba a mares en el trabajo. Me sentía muy desdichado, y además estaba en un lugar completamente desconocido, sin familia ni amigos. La vida me parecía muy aburrida y tediosa. Un día de agosto, de vuelta a casa del trabajo, me dieron un folleto del evangelio que decía: “Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, Él mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá” (1 Pedro 5:10). Sentí calidez en el corazón al leer estas palabras. Después de aquello, acudí a la iglesia con un hermano y allí, el entusiasta recibimiento de los hermanos y hermanas, que se interesaron por mi bienestar, me hizo sentir el calor familiar que no había experimentado en mucho tiempo. De repente, mis ojos se llenaron de lágrimas, era como si hubiera vuelto a casa. Desde entonces, todos los domingos visitaba sin falta la iglesia.

Me bauticé en diciembre, entrando así oficialmente en el camino de la fe. En un servicio de la iglesia, oí al predicador leer el capítulo 18, versos 21-22 de San Mateo: “Entonces se le acercó Pedro, y le dijo: Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces? Jesús le dijo: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”. Al oír esto, pensé para mis adentros: “¿Cómo puede ser tan grande el perdón y la paciencia del Señor Jesús? Perdona a la gente setenta veces siete. Si los hombres pudieran hacer lo mismo, no habría peleas, solo amor y ternura”. Me conmovieron mucho las palabras del Señor, y decidí actuar de acuerdo con Sus enseñanzas.

Dos o tres años después, mi jefe me puso a cargo de la gestión de una obra de construcción, así que dediqué toda mi energía al trabajo y dejé de asistir a las reuniones con la misma regularidad. Más tarde, un amigo me presentó al señor Li, un hombre de negocios, y fundamos una empresa de construcción juntos. Estaba muy contento, decidido a lanzarme de cabeza al asunto. Entonces, entré de lleno en la espiral del dinero y dejé de ir a las reuniones de la iglesia. Quería hacer bien los proyectos para ganarme el elogio de los demás por mis aptitudes, así que me volví cada vez más exigente con los trabajadores. Los regañaba cuando notaba que no hacían algo bien o que no estaba a la altura de mis necesidades. El jefe de equipo lloraba a menudo a causa de mi maltrato. Los trabajadores sentían miedo al verme y hasta se escondían de mí. Incluso los que solían ser buenos amigos míos se volvieron fríos conmigo y ya no querían confiar en mí. Darme cuenta de aquello me resultó muy angustioso. El Señor Jesús nos enseña a perdonar a los demás setenta veces siete y a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Sin embargo, no lo había puesto en práctica en absoluto, ni siquiera una vez. ¿Qué tenía eso de cristiano? Yo sabía que estaba pecando y a menudo oraba al Señor, me confesaba y me arrepentía. Decidí cambiar. Pero cada vez que surgía algo, seguía pecando aunque no quisiera. Estaba muy molesto.

En agosto de 2015, suspendimos las operaciones comerciales porque la empresa no estaba funcionando bien, y volví a casa. Deprimido y triste, bebía y jugaba todo el día. Cuando mi esposa me pedía que dejara de beber, le gritaba: “Es mi dinero, lo gané yo y lo gasto como quiero…”. No podía hacer nada, así que se sentaba a llorar. Cada vez que daba rienda suelta a mi ira, sentía remordimientos y me odiaba a mí mismo, pero no podía contenerme. Para entonces había perdido completamente toda decencia cristiana; mi comportamiento y conducta eran completamente iguales a los de un incrédulo.

En mi dolor e impotencia, volví a la iglesia para acudir de nuevo a las reuniones. Durante ese período, oré constantemente al Señor Jesús: “¡Oh, Señor! He hecho tantas cosas que no quería, he dicho tantas cosas que hicieron daño a otros. He vivido en pecado y rebelándome contra Ti. Cada vez que peco, me arrepiento y me odio con todas mis fuerzas, ¡pero nunca puedo controlarme! Confieso mis pecados de noche, pero de día vuelvo a caer en lo mismo y peco de nuevo. ¡Oh, Señor! Te suplico que me salves, ¿qué puedo hacer para liberarme del pecado?”.

El día de Año Nuevo de 2016, pisé suelo estadounidense cuando me mudé a Nueva York para hacer algo de dinero. Seguía yendo a la iglesia en mi tiempo libre y también me uní a un grupo de oración, donde leía la Biblia y oraba con otros hermanos y hermanas. Allí conocí a una hermana llamada Qinglian. Un día, la hermana Qinglian me llamó para decirme que tenía una buena noticia que quería compartir conmigo. Le pregunté: “¿Cuál es la buena noticia?”. Me contestó: “Hay una misionera de visita. ¿Quieres ir a escucharla hablar?”. “¡Genial! ¿Dónde está?”, dije yo. Entonces arreglamos el momento en el que iría a su casa.

Fui a casa de la hermana Qinglian el día acordado. Varios otros hermanos y hermanas estaban allí, y después de conocernos e intercambiar saludos, comenzamos a debatir sobre la Biblia. La comunicación de la hermana Zhao fue muy esclarecedora y realmente edificante para mí. Entonces le hablé de mis constantes pecados y confesiones, del dolor de no poder librarme del pecado, y busqué su ayuda. En comunicación, ella me dijo que aún después de comenzar a creer en el Señor, seguimos pecando todo el tiempo, no podemos librarnos de vivir la vida en el ciclo interminable de pecar de día y confesar de noche; no era algo que solo me preocupara a mí. Por el contrario, era un problema compartido por todos los creyentes. La hermana Zhao nos puso un vídeo con algunas recitaciones de las palabras de Dios. Eran estas: “El carácter del hombre debe ser cambiado comenzando por el conocimiento de su esencia, y a través de cambios en su pensamiento, su naturaleza y su perspectiva mental, por medio de cambios fundamentales. Sólo así se lograrían cambios verdaderos en el carácter del hombre. El carácter corrupto del hombre proviene de haber sido envenenado y pisoteado por Satanás, del daño atroz que Satanás ha infligido a su pensamiento, su moral, su percepción y su sentido. Es precisamente debido a que estas cosas fundamentales del hombre han sido corrompidas por Satanás, y que son diametralmente distintas a cómo Dios las creó originalmente, que el hombre se opone a Dios y no entiende la verdad. Por ende, los cambios en el carácter del hombre deben comenzar con cambios en su pensamiento, percepción y sentido que cambien su conocimiento de Dios y su conocimiento de la verdad” (‘Tener un carácter inalterable es estar en enemistad con Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”).

Me conmovió mucho, pensé: “¿Acaso no hablan de mí? Siempre desprecio a los demás, los regaño por esto o les grito por aquello. Carezco de moral y de razón, y no me queda rastro de santo decoro”. Todas estas palabras me calaron hasta lo más profundo de mi ser. Nunca había leído algo así ni había oído a ningún predicador pronunciar esa clase de sermón. Me angustiaba pecar constantemente, pero aún no había sido capaz de liberarme de las restricciones del pecado. Estas palabras me mostraron el camino para dejar el pecado atrás, y me maravillaron. Está muy bien planteado. ¿Quién las habría escrito?

La hermana Zhao me dijo que esta era la palabra de Dios, que el Señor Jesús ya había regresado en la carne y que Él estaba haciendo la obra de juzgar y purificar a la gente a través de Su palabra en los últimos días. Simplemente no daba crédito a mis oídos. ¿Qué creyente no anhela Su regreso? De repente, al escuchar la noticia del regreso del Señor, estaba tan emocionado que me sentí un poco perdido: ¿Había regresado realmente el Señor? Ansioso, le pedí que continuara con su comunicación. La hermana Zhao dijo: “El Señor Jesús ha regresado de verdad, y Él es Dios Todopoderoso, Cristo encarnado en los últimos días. Él ha expresado todas las verdades para purificar y salvar a la humanidad, y ha comenzado a hacer la obra de juicio comenzando por la casa de Dios. Él nos salvará completamente del campo de acción de Satanás, de las ataduras de nuestra naturaleza satánica y de la vida de pecado de la que nos resulta imposible escapar. Al final, alcanzaremos la completa salvación y seremos ganados por Dios. En la Era de la Gracia, el Señor Jesús solo realizó la obra de redención; Él nos redimió y absolvió nuestros pecados para que la ley ya no nos condenara. Aunque el Señor absolvió nuestros pecados, no perdonó nuestra naturaleza satánica ni nuestro carácter satánico. La arrogancia, la astucia, el egoísmo, la codicia, la malicia y el carácter corrupto aún perduran dentro del hombre. Son cosas que van más allá, más tercas que el pecado. Precisamente porque este carácter y naturaleza satánicos no han sido resueltos, continuamos pecando en contra de nuestra voluntad, e incluso cometemos pecados más serios que infringir la ley. En cuanto a los fariseos de entonces, ¿acaso el hecho de que su naturaleza pecaminosa no fuera resuelta no fue la razón por la que se opusieron y condenaron al Señor, hasta el punto de crucificarlo? De hecho, todos tenemos un profundo conocimiento sobre esto porque nosotros mismos estamos controlados por este carácter corrupto. Así que, a menudo decimos mentiras, actuamos mediante engaños, somos arrogantes y engreídos, y reprendemos a otros condescendientemente. Sabemos claramente que el Señor exige que perdonemos a los demás y amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y sin embargo no ponemos esto en práctica. La gente se confabula entre sí, luchan por la fama y la ganancia, y son incapaces de llevarse bien, armoniosamente. Durante los momentos de enfermedad, desastres naturales o sucesos provocados por el hombre, seguimos culpando a Dios, e incluso lo negamos o traicionamos. Estos hechos muestran que si no resolvemos nuestra naturaleza y carácter satánico, entonces nunca podremos escapar de esta vida circular de pecar y confesar, confesar y pecar. Por lo tanto, para salvar completamente al hombre del pecado, es necesario que Dios realice una etapa de Su obra de juicio y purificación para resolver nuestra naturaleza pecaminosa. Es la única manera en que podemos ser purificados, completamente salvados por Dios y obtenidos por Él. Leamos algunos fragmentos más de las palabras de Dios Todopoderoso y lo entenderás”.

La hermana Zhao abrió el libro de la palabra de Dios y comenzó a leer: “Aunque el hombre ha sido redimido y se le han perdonado sus pecados, sólo se considera que Dios no recuerda sus transgresiones y no lo trata de acuerdo con estas. Sin embargo, cuando el hombre vive en la carne y no ha sido liberado del pecado, sólo puede continuar pecando, revelando interminablemente el carácter satánico corrupto. Esta es la vida que el hombre lleva, un ciclo sin fin de pecado y perdón. La mayoría de los hombres pecan durante el día y se confiesan por la noche. Así, aunque la ofrenda por el pecado siempre sea efectiva para ellos, no podría salvarlos del pecado. Sólo se ha completado la mitad de la obra de salvación, porque el hombre sigue teniendo un carácter corrupto” (‘El misterio de la encarnación (4)’ en “La Palabra manifestada en carne”). “Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo completó la redención de toda la humanidad, se convirtió en la ofrenda por el pecado del hombre, pero no lo libró de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió a Jesús cargar con los pecados del hombre como la ofrenda por el pecado, sino también que Dios realizara una obra mayor para librar completamente al hombre de su carácter, que ha sido corrompido por Satanás” (‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”). “Los pecados del hombre fueron perdonados gracias a la obra de la crucifixión de Dios, pero el hombre siguió viviendo en el viejo carácter satánico y corrupto. Así pues, el hombre debe ser completamente salvo de este carácter satánico corrupto para que la naturaleza pecadora del hombre sea del todo desechada y no se desarrolle más, permitiendo así que el carácter del hombre cambie. Esto requiere que el hombre entienda la senda del crecimiento en la vida, el camino de la vida, y el camino del cambio de su carácter. También necesita que el hombre actúe de acuerdo con esa senda, de forma que su carácter pueda ser cambiado gradualmente y él pueda vivir bajo el brillo de la luz y que pueda hacer todas las cosas de acuerdo con la voluntad de Dios, desechar el carácter satánico corrupto, y liberarse de la influencia satánica de las tinieblas, aflorando de este modo totalmente del pecado. Sólo entonces recibirá el hombre la salvación completa” (‘El misterio de la encarnación (4)’ en “La Palabra manifestada en carne”). La hermana Zhao dijo en la comunicación: “Ahora que hemos leído estas palabras de Dios, entendemos por qué siempre estamos atados por nuestra naturaleza satánica y somos incapaces de librarnos del pecado, ¿verdad? Durante la Era de la Gracia, Dios solo realizó la obra de redención, no la obra de juzgar al fin de los tiempos, purificar y salvar completamente a las personas. Así que nada importa que confesemos nuestros pecados y nos arrepintamos, que tratemos de conquistarnos a nosotros mismos, que ayunemos y oremos, no seremos capaces de lograr librarnos del pecado. Esto significa que si queremos liberarnos de la esclavitud y el control de nuestra naturaleza pecaminosa, no basta con someternos a la obra de redención del Señor Jesús. Debemos aceptar la obra de juicio realizada por el Señor Jesús regresado. Esto se debe a que al hacer Su obra de juicio de los últimos días, Dios expresa muchos aspectos de la verdad para juzgar y exponer la naturaleza satánica del hombre de oponerse y traicionar a Dios. Él revela el carácter justo, santo y que no tolera ofensa de Dios, permitiendo a la humanidad ver claramente la verdad de Su profunda corrupción por parte de Satanás a través del juicio y castigo de las palabras de Dios, con el fin de conocer realmente Su carácter justo, que no tolera la ofensa del hombre, para desarrollar un corazón temeroso de Dios, transformando y purificando así el carácter satánico del hombre y salvándolo de la influencia de Satanás. En el majestuoso e iracundo juicio y castigo de Dios, lo vemos cara a cara. Como una espada de doble filo, la palabra de Dios atraviesa nuestros corazones, revela nuestra naturaleza satánica de oposición y traición a Dios, además de ese carácter corrupto que no somos capaces de descubrir en lo más profundo de nuestros corazones. Nos hace ver que la esencia de nuestra naturaleza está llena de caracteres satánicos tales como la arrogancia, la vanidad, el egoísmo, la bajeza, la evasividad y la astucia, que sencillamente no poseemos ni una pizca de semejanza humana, y que somos completamente la encarnación de Satanás. Es solo entonces cuando nos postramos ante Dios, comenzamos a odiarnos y a maldecirnos. Al mismo tiempo, también sentimos profundamente que toda la palabra de Dios es la verdad, todo es la revelación de Su carácter, además de lo que es la vida de Dios. Somos conscientes de que el carácter justo de Dios no tolera ofensa, y que Su esencia santa no será manchada. El resultado es desarrollar un corazón de reverencia a Dios; comenzamos a buscar la verdad con todas nuestras fuerzas y a comportarnos de acuerdo a la palabra de Dios. A medida que gradualmente lleguemos a entender la verdad, tendremos cada vez más entendimiento de nuestra propia naturaleza y carácter satánico e iremos ganando más discernimiento. Nuestro conocimiento de Dios también aumentará. Nuestro carácter corrupto interno se purificará lentamente y seremos liberados de los lazos del pecado. Obtendremos una verdadera liberación y viviremos en libertad ante Dios. Este es precisamente el resultado que logra en la humanidad la obra de juicio de Dios en los últimos días. Por lo tanto, se puede ver que la obra de “redención” en la Era de la Gracia y la obra de “librar al hombre del pecado” en los últimos días son dos etapas diferentes de la obra. La ‘Redención’ consistía en que el Señor Jesús cargara con los pecados del hombre y le permitiera escapar del castigo que debería sufrir por esos pecados. Pero eso no significaba que la gente estuviera libre de pecado, menos áun que nunca volvieran a pecar o estuvieran totalmente purificados. Mientras que ‘librar al hombre del pecado’ es exponer completamente la naturaleza pecaminosa de la humanidad para que podamos vivir sin depender de nuestra naturaleza corrupta, lograr un cambio en nuestro carácter de vida y purificarnos totalmente. Por lo tanto, solo aceptando la obra de juicio de Dios en los últimos días podemos resolver completamente nuestro carácter corrupto, librarnos de la influencia de Satanás y ser salvados y guiados al reino de Dios para alcanzar las promesas y bendiciones de Dios”.

Al oír la palabra de Dios y la comunicación de las hermanas, sentí que se ceñía por completo a la realidad y era muy práctica. Pensé en mis muchos años como hombre de fe: no solo mentía y engañaba a menudo, además era arrogante y estaba descontrolado, era grosero e irracional, malintencionado. La gente que trabajaba para mí me tenía miedo y se mantenía a distancia, e incluso en mi propia casa mi esposa y mi hija también me tenían un poco de miedo. Nadie quería abrirse a mí y ni siquiera tenía un amigo íntimo en quien confiar. Era doloroso y me sentía impotente. Aunque a menudo leía la Biblia, oraba, confesaba mis pecados al Señor e incluso me despreciaba a mí mismo, seguía haciendo las mismas cosas terribles. No podía cambiar nada. Alguien como yo que está constantemente pecando y oponiéndose al Señor, ¡está muy necesitado de la obra de juicio de Dios en los últimos días! Ahora, el Señor Jesús ha regresado: Él es el Dios Todopoderoso encarnado. Ahora tenemos la oportunidad de escuchar la voz de Dios y de aprender que el Señor Jesús ha venido de nuevo para mostrarnos la verdad y emprender la obra de juzgar, purificar y salvar al hombre, ¡sin duda soy extremadamente afortunado! La hermana notó que rebosaba de anhelo, así que me dio una copia de un libro de la palabra de Dios: Las ovejas de Dios oyen la voz de Dios. ¡Lo acepté con alegría y decidí practicar mi fe en Dios Todopoderoso!

Leí muchas de las palabras de Dios después de aceptar la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días. Leí acerca de las tres etapas de Su obra, el misterio de la encarnación, el significado del nombre de Dios y la historia interior de la Santa Biblia, sobre cómo se crean los vencedores, cómo se hace realidad el reino de Cristo, cómo se determina el desenlace y el destino de cada clase de persona, y otros aspectos de la verdad, de los que poco a poco obtuve cierta comprensión. También gané más fe en Dios.

Al principio, cuando leía las palabras de Dios que juzgan y exponen al hombre con tanta dureza, me sentía angustiado e incómodo y tenía algunas nociones sobre ellas; me parecía que las palabras de Dios eran demasiado severas. ¿No podía ser un poco más amable? Si Dios juzga al hombre de esta manera, ¿acaso no está condenado? ¿Cómo puede entonces ser verdaderamente salvado? Más adelante, leí en la palabra de Dios: “En los últimos días Cristo usa una variedad de verdades para enseñar al hombre, para exponer la esencia del hombre y para analizar minuciosamente sus palabras y acciones. Estas palabras comprenden verdades diversas tal como: el deber del hombre, cómo el hombre debe obedecer a Dios, cómo debe ser leal a Dios, cómo debe vivir una humanidad normal, así como también la sabiduría y el carácter de Dios, y así sucesivamente. Todas estas palabras son dirigidas a la esencia del hombre y a su carácter corrupto. En particular, las palabras que exponen cómo el hombre desdeña a Dios con relación a cómo el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Al emprender Su obra de juicio, Dios no deja simplemente en claro la naturaleza del hombre con sólo unas pocas palabras; la expone, la trata y la poda a largo plazo. Estos métodos de exposición, de trato y poda, no pueden ser sustituidos con palabras ordinarias, sino con la verdad que el hombre no posee en absoluto. Sólo los métodos de este tipo se consideran juicio; sólo a través de este tipo de juicio puede el hombre ser doblegado y completamente convencido de la sumisión a Dios y, además, obtener un conocimiento verdadero de Dios” (‘Cristo hace la obra de juicio con la verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”). “¿A través de qué se alcanza la perfección que Dios tiene para el hombre? A través de Su justo carácter. El carácter de Dios consiste principalmente de la justicia, la ira, la majestad, el juicio y la maldición y Su perfección para el hombre es principalmente por medio del juicio. Algunas personas no entienden y preguntan por qué es que Dios sólo puede perfeccionar al hombre por medio del juicio y la maldición. Dicen: ‘Si Dios maldijera al hombre, ¿no moriría el hombre? Si Dios juzgara al hombre, ¿el hombre no sería condenado? Entonces, ¿cómo puede todavía ser perfeccionado?’. Esas son las palabras de la gente que no conoce la obra de Dios. Lo que Dios maldice es la desobediencia del hombre y lo que Él juzga son los pecados del hombre. Aunque Él habla severamente y sin la menor sensibilidad, Él revela todo lo que hay dentro del hombre y a través de estas palabras severas revela lo que es esencial dentro del hombre pero a través de ese juicio le da al hombre un conocimiento profundo de la esencia de la carne y, por lo tanto, el hombre se somete a la obediencia frente a Dios. La carne del hombre es de pecado y de Satanás, es desobediente y el objeto del castigo de Dios, en consecuencia, para permitirle al hombre que se conozca, las palabras del juicio de Dios le deben suceder y todo tipo de refinamiento se debe emplear; sólo entonces puede ser efectiva la obra de Dios” (‘Sólo al experimentar pruebas dolorosas puedes conocer el encanto de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”). A partir de las palabras de Dios me di cuenta de que Dios realiza Su obra de juicio en los últimos días al expresar la verdad, y que juzga, expone y condena severamente el carácter corrupto del hombre, la naturaleza satánica y las malas obras que se oponen a Dios. Él hace esto para que veamos claramente la verdad de nuestra propia corrupción, entendamos completamente la esencia de nuestro carácter corrupto, y conozcamos nuestra propia naturaleza satánica y el origen de nuestra corrupción. Esta es la única manera en que podemos despreciarnos a nosotros mismos y abandonar la carne. Además, como Dios muestra Su carácter justo, majestuoso e iracundo a través de Su juicio y castigo, somos capaces de ver Su justicia y santidad, además de percibir claramente nuestra propia inmundicia, fealdad y maldad. Dios también hace esto para que podamos conocer nuestra propia naturaleza satánica y la verdad de nuestra corrupción. Si Dios no juzgara al hombre tan severamente, si Dios no expusiera la corrupción del hombre dando justo en el clavo, ni revelara Su carácter justo y majestuoso, entonces nosotros los humanos, que hemos sido corrompidos tan profundamente por Satanás, seríamos incapaces de reflexionar sobre nosotros mismos o de conocernos. Seríamos incapaces de conocer la verdad de nuestra propia corrupción o de nuestra naturaleza satánica. Si ese fuera el caso, entonces ¿cómo nos libraríamos de nuestra naturaleza pecaminosa y seríamos purificados? De los resultados obtenidos a partir de las palabras severas de Dios, nos damos cuenta de que en ellas se esconde Su verdadero amor hacia el hombre y el esfuerzo que Él hace para salvarlo. Cuanto más leo las palabras de Dios, más siento lo maravillosa que es Su obra de juicio. ¡Es tan práctica! Solo el juicio severo de Dios puede purificar, transformar y salvar al hombre. ¡La obra de juicio de Dios en los últimos días es justo lo que necesitamos!

Debido a mi naturaleza arrogante y extremadamente santurrona, cuando hablaba con otros, a menudo les daba lecciones de una manera condescendiente, y para mí mis actos eran mi propia ley. Siempre me gustó que los demás me escucharan y era propenso a alardear. Comuniqué varias veces en las reuniones sobre cómo había gestionado los problemas de mi equipo de trabajo, cómo había reprendido y sometido al personal que no había seguido las instrucciones y cómo mi esposa y mi hija habían hecho lo que yo les decía. En concreto, cuando compartía la comunicación de las palabras de Dios, decía cosas como: “Creo que este pasaje de las palabras de Dios significa esto”, y “esto es lo que pienso”. Un hermano se dio cuenta de que siempre revelaba un carácter arrogante y santurrón sin ser consciente de ello. Señaló el asunto en una reunión, me comentó que hablar y actuar de esta manera era una expresión de arrogancia, santurronería y ser poco razonable. Si alguien me hubiera expuesto de esa manera en el pasado, y delante de tanta gente, sin duda habría contraargumentado y le habría refutado de inmediato. Pero en ese momento, elegí guardar silencio sin discutir ni justificarme, porque las palabras de un sermón me vinieron a la mente: “Si ante cualquier asunto siempre dices ‘creo que’, entonces más te vale renunciar a tus opiniones. Te insto a que renuncies a tus opiniones y busques la verdad. Mira lo que dicen las palabras de Dios. ¡Tu ‘opinión’ no es la verdad! […] ¡Eres demasiado arrogante y santurrón! Ante la verdad, ni siquiera eres capaz de renunciar o renegar de tus nociones e imaginaciones. ¡No quieres obedecer a Dios en lo más mínimo! Entre aquellos que realmente buscan la verdad y veneran sinceramente a Dios de corazón, ¿quién sigue diciendo ‘creo que’? Ya han eliminado esta palabra, pues al pronunciarla se revela el propio carácter satánico”. (‘Comunicación y predicación sobre la Palabra de Dios “Es muy importante establecer una relación normal con Dios” (III)’ en “Sermones y enseñanzas sobre la entrada a la vida XIV”) Esta comunicación me recordó que, cada vez que me topaba con un problema, las palabras “pienso”, “mantengo” y “creo” estaban generalmente en mi boca, siempre empezaba con un “yo” y tenía la última palabra para todo. Me creía capaz de ver más allá de las cosas y que podía lidiar yo solo con los problemas. Siempre obligaba a otros a hacer lo que yo decía, a que obedecieran. Al considerarme a mí mismo tan importante, ¿acaso no revelaba eso un carácter arrogante? El hermano tenía razón al señalar aquello sobre mi carácter, y debía aceptarlo. Las cosas que yo creía emanaban de mis nociones e imaginaciones, provenían de Satanás, y desde luego no eran la verdad. Ya fuera en casa, en el trabajo o entre colegas, siempre me comportaba como si fuera el número uno. Si alguien no me escuchaba o hacía algo contrario a mis puntos de vista, me enfadaba y le regañaba. El hecho de que fuera capaz de revelar estas cosas significaba que no había lugar para Dios en mi corazón, que no honraba la grandeza de Dios, sino la mía propia. Así era cómo hablaba y me comportaba todo el tiempo, demostrando tener un carácter increíblemente arrogante.

Más tarde leí estas palabras de Dios: “Si realmente posees la verdad en ti, la senda por la que transitas será, de forma natural, la senda correcta. Sin la verdad es fácil hacer el mal, y no podrás evitar hacerlo. Por ejemplo, si albergaras arrogancia y engreimiento, te resultaría imposible evitar desafiar a Dios; sentirías la necesidad de desafiarlo. No lo haces intencionalmente, sino que esto lo dirige tu naturaleza arrogante y engreída. Tu arrogancia y engreimiento te harían despreciar a Dios y verlo como algo insignificante; causarían que hagas alarde de ti mismo en todas las cosas, que te exhibas constantemente y que al final te sentaras en el lugar de Dios y dieras testimonio de ti mismo. Finalmente, considerarías tus propias ideas, pensamientos y nociones como si fueran la verdad a adorar. ¡Ve cuántas cosas malas te lleva a hacer esta naturaleza arrogante y engreída! Para resolver los actos de su maldad, primero deben resolver el problema de su naturaleza. Sin un cambio de carácter, no sería posible obtener una resolución fundamental a este problema” (‘Sólo puedes obtener cambios en tu carácter buscando la verdad’ en “Registros de las pláticas de Cristo”). Cada palabra pronunciada por Dios es la verdad: estaba totalmente convencido. Pensé en cómo solía sermonear condescendientemente a otros en las obras de construcción, entre mis colegas y cuando estaba en casa. El motivo era que estaba dominado por mi naturaleza satánica y arrogante; no porque fuera una persona malcarada, tuviera mal genio o careciera de autocontrol. Creía que tenía calibre, talento y buen poder adquisitivo, lo que alimentaba mi arrogancia y se convirtió en la moneda de mi vida, de tal modo que me consideraba mejor que los demás. Miraba por encima del hombro al resto, pensaba que era mejor que ellos y siempre me imponía a todo el mundo. Había encontrado el origen de mi pecado y había visto las peligrosas consecuencias de dejar sin resolver mi carácter satánico y corrupto. Así que hice un esfuerzo por buscar y leer muchas palabras de Dios que juzgaban y exponían la naturaleza arrogante del hombre, y reflexioné sobre mí mismo de manera comparativa. A través de las palabras de juicio y revelación de Dios, así como de la comunicación de los hermanos y hermanas en las reuniones, empecé a obtener un entendimiento superficial de mi propia naturaleza arrogante. Me di cuenta de que en realidad no era mejor que los demás, y que mis aptitudes y riquezas habían sido otorgadas por Dios, así que no tenía nada de qué jactarme. Si Dios no me hubiera concedido sabiduría e inteligencia, si Dios no me hubiera bendecido, ¿qué hubiera conseguido solo confiando en mí mismo? Hay tantas personas con talento en el mundo; ¿por qué se esfuerzan y viven toda la vida con prisa para terminar con las manos vacías? También encontré el camino para resolver mi naturaleza arrogante dentro de las palabras de Dios, que consistía en aceptar más de la poda y el trato de los hermanos y hermanas, aceptar más del juicio, el castigo, las pruebas y el refinamiento de Dios, reflexionar sobre mí mismo a la luz de Sus palabras, lograr un verdadero conocimiento de mí mismo, odiarme y no actuar de acuerdo a mi carácter satánico sino a las palabras de Dios. Posteriormente, experimenté muchos casos en los que fui juzgado y castigado, podado y tratado, y sufrí muchos reveses y fracasos. Mi conocimiento de mi naturaleza satánica y esencia corrupta se fue profundizando poco a poco, y también obtuve un entendimiento superficial de la grandeza, justicia y santidad de Dios. Cuanto más las conocía, más era consciente de mi propia inmundicia, bajeza, insignificancia e infamia. Cosas que antes me parecían importantes o de las que me había jactado, ahora sentía que ni siquiera valía la pena mencionarlas. Antes de darme cuenta, mi carácter arrogante comenzó a cambiar. Aceptaba cualquier cosa correcta que dijeran los hermanos y hermanas, mis colegas o mi familia. Ya no hablaba a los demás con condescendencia, sino que actuaba con humildad y no consideraba mi palabra como ley. Cada vez que surgía un problema, lo discutía con los demás y tenía en consideración sus sugerencias y actuaba en consecuencia. Poco a poco, mi relación con los que me rodeaba comenzó a normalizarse. Tenía paz y alegría en mi corazón, y sentía que al fin vivía un poco a semejanza humana.

Al leer constantemente la palabra de Dios y vivir la vida de la iglesia, sentía cada vez más cuán verdaderamente grande fue el haber podido aceptar la obra de juicio de Dios en los últimos días. Experimenté realmente que no tendría forma de resolver mi carácter corrupto por mí cuenta. Solo a través del juicio y castigo de las palabras de Dios, poco a poco he sido cambiado y purificado. En la Iglesia de Dios Todopoderoso, veo a muchos hermanos y hermanas obrando duro en la búsqueda de la verdad, y aceptando el juicio y castigo de las palabras de Dios Todopoderoso. Siempre que alguien revela corrupción, otros lo señalan y todos se ayudan mutuamente. Reflexionamos sobre nosotros mismos, nos conocemos a la luz de las palabras de Dios y buscamos la verdad para resolver nuestra corrupción. Todos practicamos ser gente honesta, ser puros y abiertos; aceptamos y nos sometemos a cualquier comunicación que esté de acuerdo con la verdad y nuestro carácter corrupto cambia cada vez más. Las palabras de Dios Todopoderoso pueden purificar y cambiar a la gente. Dios encarnado ha venido entre nosotros, expresa personalmente Sus palabras para juzgarnos y purificarnos, y nos conduce a desechar el pecado y ser plenamente salvados; ¡somos tan afortunados! Al pensar en todos esos verdaderos creyentes que están esperando impacientes Su regreso, que anhelan deshacerse de las ataduras del pecado y ser purificados, pero que viven con dolor sin un camino que seguir, oré a Dios y tomé una determinación: “Deseo predicar el evangelio de Tu reino a otras personas para que puedan ser como yo, que sigan Tus pasos y se embarquen en el camino de la purificación y la completa salvación”.

Recomendación:  Un corazón errante vuelve a casa

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

Música cristiana | Hace mucho tiempo que Dios determinó el destino del hombre

Música cristiana | Hace mucho tiempo que Dios determinó el destino del hombre

I

En relación al destino, todos son independientes,

y tienen el suyo propio.

Y ningún padre puede impedirlo en la vida

ni ejercer la más mínima influencia sobre el rol que uno juega.

Nada excepto lo predestinado por el Creador

influye sobre el destino de alguien.

Nadie puede controlar qué futuro tendrá;

hace tiempo que fue decidido;

ni los padres lo pueden cambiar.

II

La familia en la que uno nace

es una condición previa para cumplir con su misión.

El ambiente en el que uno crece

también es una condición previa.

Y de ninguna manera determinan el tipo de destino

en el que se cumple su misión.

Por eso los padres no pueden

ayudar a nadie a cumplir con su misión.

Ningún familiar puede ayudar a nadie a asumir su rol.

El destino dicta cómo uno logra su misión

y el ambiente de su rol;

nadie lo puede controlar.

Nada excepto lo predestinado por el Creador

influye sobre el destino de alguien.

Nadie puede controlar qué futuro tendrá;

hace tiempo que fue decidido;

ni los padres lo pueden cambiar.

III

No hay condición objetiva que pueda

influenciar la misión que

le predestinó a uno el Creador.

Toda la gente madura en ambientes únicos,

en sus propios caminos, todos por sí mismos.

Nada excepto lo predestinado por el Creador

influye sobre el destino de alguien.

Nadie puede controlar qué futuro tendrá;

hace tiempo que fue decidido;

ni los padres lo pueden cambiar.

IV

Paso a paso, toman sus propios caminos.

Paso a paso, cumplen sus destinos predestinados.

Paso a paso, entran en el vasto mar de gente.

Paso a paso, toman sus posiciones en la vida.

Paso a paso, toman sus responsabilidades

por el bien de lo que el Creador predestinó.

Paso a paso, hacen todo involuntariamente

por el bien de la soberanía del Creador.

Dios hace tiempo que decidió el destino del hombre.

Nada excepto lo predestinado por el Creador

influye sobre el destino de alguien.

Nadie puede controlar qué futuro tendrá;

hace tiempo que fue decidido;

ni los padres lo pueden cambiar.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Recomendación: Música cristiana | Dios se encarna para salvar a la humanidad

Película cristiana completa en español 2018 | “Salir de la Biblia” Revelar el misterio de la Biblia

Película cristiana completa en español 2018 | “Salir de la Biblia” Revelar el misterio de la Biblia

Wang Yue era predicadora en una iglesia casera de China. Predicaba y pastoreaba a la iglesia para el Señor con toda su alma y corazón. Pero cuando su iglesia se fue vaciando cada vez más, no pudo evitar que la invadiera la ansiedad. Sumida en el sufrimiento y el desconcierto, por suerte llegó a aceptar el evangelio del reino de Dios Todopoderoso. Mientras disfrutaba de la abundante provisión de la Palabra de Dios, era profundamente consciente de la inmensidad de la salvación de Dios. Esto hizo que la miseria y la impotencia de perder la provisión de Dios y caer en la oscuridad fuera aún más real para ella. Entonces decidió difundir el evangelio del reino de Dios. Cuando Wang Yue difundió el evangelio a sus hermanos y hermanas en su ciudad natal, el pastor y el anciano del mundo religioso hicieron todo lo posible para impedírselo y ponerle dificultades. Propagaron el concepto religioso de que “creer en Dios es creer en la Biblia y creer en la Biblia es creer en Dios. ¡Desviarse de la Biblia significa no creer en Dios!” Al igual que los antiguos fariseos que se resistieron y condenaron al Señor Jesús, delimitaron a Dios a la Biblia y con esto engañaron y pusieron dificultades a los creyentes para que no exploraran el verdadero camino. Ante tal situación, se desarrolló un intenso debate entre las dos partes. ¿Cómo utiliza Wang Yue la palabra de Dios Todopoderoso para corregir los conceptos de esas personas religiosas?

¡Escucha! ¿Quién es el que habla?

Por Zhou Li, China

Para alguien que predica en la iglesia, no hay nada más doloroso que el empobrecimiento espiritual y no tener nada que predicar. Me sentía impotente al ver que cada vez menos hermanos y hermanas venían a las reuniones, y acudí al Señor muchas veces para orar con fervor y pedirle que fortaleciera la fe de los hermanos y hermanas. Pero la desolación de la iglesia no mejoró en absoluto y hasta yo misma estaba sumida en la debilidad y la negatividad…

Un día estaba trabajando en casa, cuando aparecieron de repente el hermano Wang y el hermano Lin y, encantada, los invité a entrar. Después de las cortesías, el hermano Wang me preguntó: “Hermana Zhou, ¿cómo se encuentra ahora tu espíritu?”. Yo suspiré y dije: “Ni me lo menciones. Me siento débil de espíritu y no tengo nada que predicar en mis sermones. Los hermanos y hermanas también están negativos y débiles. Casi no hay nadie en la iglesia”. El hermano Lin preguntó: “Hermana Zhou, ¿sabes por qué no tienes nada que predicar en los sermones y no hay nadie en la iglesia?”. En cuanto lo dijo, pensé que eso era exactamente lo que quería saber. ¿De verdad conocían ellos la razón? Enseguida le pregunté: “¿Por qué?”. El hermano Wang dijo: “Porque el Señor ya ha regresado. Él se ha encarnado por segunda vez y está declarando sus palabras y realizando una nueva obra. Muchos hermanos y hermanas ya han aceptado la obra de Dios en la Era del Reino y viven en la corriente de la obra actual del Espíritu Santo. Sus condiciones son cada vez mejores. Aquellos que no han seguido el ritmo de la nueva obra de Dios han perdido la obra del Espíritu Santo, y por lo tanto carecen de palabras que predicar y se sienten negativos y débiles. Debemos apresurarnos a seguir las huellas de Dios”. Al oír aquello, de repente recordé las palabras de mi colaborador en la obra: “Si alguien dice que Dios ha venido a hacer una nueva obra y ha pronunciado palabras nuevas, eso supone desviarse de la Biblia, y por tanto no creer en el Señor; es apostasía”. Con eso en mente, dije muy seria: “¿No nos dicen a menudo los colaboradores más antiguos que desviarse de la Biblia es no creer en el Señor? Vosotros deberíais saberlo, desviarse de la Biblia es lo mismo que desviarse del camino del Señor. ¡Cómo te atreves a tratar de predicarme este camino!”. Me levanté enfadada al tiempo que decía aquello. El hermano Lin replicó: “Hermana Zhou, no te alteres. Sabemos que crees sinceramente en Dios y eres fervorosa, por eso te estamos hablando de la nueva obra de Dios. Llevamos muchos años creyendo en el Señor. ¿Acaso no hemos esperado siempre Su regreso? Ahora el Señor ha regresado y está realizando la obra de juicio de los últimos días. Es una gran noticia. Debemos buscar y estudiar con diligencia y no perder la oportunidad de darle la bienvenida al Señor”. No esperé a que el hermano Lin terminara, levanté una mano y le interrumpí, alzando la voz: “¡Para, para, para! No digas nada más. No voy a creer en nada que se aparte de la Biblia. Tú no sigues el camino del Señor, pero yo sí debo hacerlo”. Se dieron cuenta de que en realidad no les estaba escuchando y no tuvieron más remedio que marcharse. Más tarde, volvieron unas cuantas veces más, pero yo simplemente los ignoré.

Más adelante, el hermano Wang y el hermano Lin vinieron a mi casa acompañados de dos hermanas para predicarme el evangelio. Ese día, yo estaba picando judías en la cocina mientras mi esposo trabajaba. Al verlos llegar, los invitó a entrar en la casa. En cuanto me di cuenta, se me aceleró el corazón: ¿Por qué volvían a venir y encima traían dos refuerzos? Los cuatro entraron en casa, me saludaron y luego comenzaron a compartir la comunicación con mi marido. Sentí aún más ansiedad y pensé: “Lo que están predicando se desvía de la Biblia, así que tengo que estar atenta a mi marido para impedir que asimile nada”. Quería echarlos, pero me preocupaba que mi marido se enfadara conmigo. Lo único que podía hacer era guardar silencio, si bien no acepté ni una palabra de lo que dijeron. Sin embargo, mi marido les escuchaba, asentía y no paraba de decir: “¡Sí! ¡Es cierto! ¡Si! Así es. ¡Lo explicáis muy bien!”. Al ver a mi esposo tan convencido, de repente me puse nerviosa y, furiosa, le señalé con el dedo: “¿Cómo que es cierto? ¿Cuánto has leído de la Biblia? ¿Desde cuándo crees en Dios? ¿Le has orado al Señor? Dices: ‘Cierto, cierto, cierto’, pero ¿cuánto entiendes de todo eso?”. Armé tanto alboroto que de repente la habitación se quedó en silencio y todos se miraron unos a otros. Enseguida, mi marido me dijo: “No grites. Escucha primero. Es bueno para nosotros. Si no escuchas, ¿cómo puedes saber si tienen razón o no?”. Como no podía impedir que los escuchara, lo pagué con las judías y las moví de un lado a otro con ambas manos, mientras hacía ruido a propósito. Pensé: “¿Que te deje escuchar? No te vas a enterar de nada. ¡Esto se va a terminar!”. Pero hacer mucho ruido con las judías no impidió que mi esposo escuchara su comunicación. Al contrario, hablaba y se reía con los cuatro y su comunicación era muy armoniosa. Al cabo de un rato, mi marido me dijo con alegría: “¡Oh, Li! El Señor realmente ha regresado. ¡Las palabras de este libro son las declaraciones personales de Dios! ¡Es genial! Li, cocina algo para nosotros”. Le miré, pero no respondí. Luego, el hermano Lin le dejó a mi marido algunas cintas, un libro de himnos y una copia de La Palabra manifestada en carne antes de marcharse. No podía soportarlo más y le dije a mi esposo: “¿Cuántas veces nos han dicho los colaboradores más antiguos de la obra que para creer en Dios no podemos desviarnos de la Biblia, que eso es lo mismo que no creer en Dios? ¿Lo has olvidado? ¿Por qué no te posicionas en este asunto?”. Sin dudar, mi marido dijo: “Lo que están diciendo no se desvía de la Biblia, al contrario, es más alto y profundo. Además, la nueva obra de Dios que están difundiendo cumple la palabra del Señor y las profecías del Apocalipsis. Después de escuchar su comunicación, ahora entiendo y tengo claras muchas cosas de la Biblia. El evangelio de Dios Todopoderoso del que ellos dan testimonio es el verdadero camino. Abre los ojos y mira. Sólo quedan unas cuantas personas en nuestra iglesia. Está desolada. Sin embargo, todavía te aferras a las palabras de los colaboradores más antiguos de la obra. ¿No es eso una enorme idiotez? Será mejor que te des prisa y estudies esto”. Al oírle decir aquello, enfadada, le dije: “¿Qué sabes tú? Desviarse de la Biblia es traicionar al Señor. Si tú no cumples con la Biblia, lo haré yo”.

Después de aquello, mi marido sacaba tiempo todos los días para leer el libro que le había dejado el hermano Lin, La Palabra manifestada en carne. Un día, mi marido se levantó antes del amanecer para leer el libro. Adormilada, oí a mi marido leer: “¿Puede ser que hayas olvidado […]? ¿Realmente has olvidado […]?” (“Cómo Pedro llegó a conocer a Jesús”). Al oírle leer en voz alta, me enfadé un poco y pensé: ¡Tan temprano y no me deja dormir! Pasado un rato, muy bajito, oí: “Porque antes de que Jesús fuera crucificado, Él le había dicho: ‘No soy de este mundo y tú tampoco eres de este mundo’” (“Cómo Pedro llegó a conocer a Jesús”). ¡Qué extraño! ¿Por qué se menciona al Señor Jesús en ese libro? ¿Habré oído mal? Entonces lo oí claramente: “¿Puede ser que hayas olvidado […]? ¿Realmente has olvidado […]?” Al oír aquello, me dio un pequeño vuelco el corazón y ya no me volví a dormir. Me dije: “¿Quién dijo esas palabras? ¡Oh, Dios! ¿Eres Tú quien me está haciendo esta pregunta? Es como si Tú me estuvieras diciendo estas palabras. ¡Son tan amables! Tengo que levantarme enseguida para hacer el desayuno. Luego, a pesar de todo, veré lo que dice en el libro, así averiguaré si se desvía o no de la Biblia y si son o no las palabras de Dios”.

Después de desayunar, mi marido continuó leyendo el libro. Pensé para mis adentros: ¿Por qué no me ha dicho que lo lea con él? Pasé bastante rato junto a la puerta, pero mi esposo estaba tan concentrado en la lectura que no se fijó en mí. Así que caminé de un lado a otro de la cocina. Estaba muy preocupada. Tenía ganas de leer lo que ponía en el libro. Entonces me asomé a la habitación y vi que mi marido seguía con la cabeza enterrada en él. Yo también quería leerlo, pero pensé en las muchas veces que los hermanos y hermanas habían venido a predicar y yo siempre me había negado, y me pregunté si mi esposo me criticaría si tomaba la iniciativa de querer leerlo. Si me criticaba, me sentiría muy avergonzada. Con eso en mente, retrocedí. Mientras caminaba de un lado a otro, recordé las palabras que mi esposo había leído en voz alta esa mañana y me sentí aún más ansiosa. Pensé: esto no va a funcionar. Tengo que entrar y ver de qué trata ese libro. Pero volví a retroceder cuando llegué a la puerta. No sabía qué hacer, era como si caminara sobre unas brasas calientes. Me decidí por fin: ¡Oh! ¡Dios quiere que alce la voz! ¿Quién me dijo que hablara así y no escuchara los consejos de mi marido? Así que me preparé y entré en la habitación y, echándole coraje, dije con torpeza: “¿Puedo leerlo contigo?”. Cuando levantó la vista parecía muy sorprendido y, entonces, respondió encantado: “¡Ven, ven! Leamos juntos”. Ese momento me dejó muy conmovida. ¡Mi marido no me había criticado, como pensé que haría! La ansiedad de mi corazón se calmó al fin y, encantada, leí el libro con mi esposo. Sin embargo, las palabras que leí no eran lo que había oído a primera hora de la mañana. En cierto momento, mi esposo tuvo que salir y yo hojeé apresuradamente el libro. De repente, encontré lo que estaba buscando y lo leí en voz alta: “Las palabras de Jesús alentaron mucho a Pedro, porque antes de que Jesús fuera crucificado, Él le había dicho: ‘No soy de este mundo y tú tampoco eres de este mundo’. Después, cuando Pedro llegó a un punto de gran dolor, Jesús le recordó: ‘Pedro, ¿lo has olvidado? Yo no soy del mundo y sólo fue por Mi obra que me fui antes. Tú tampoco eres del mundo, ¿lo has olvidado? Te lo he dicho dos veces, ¿no lo recuerdas?’. Pedro lo escuchó y dijo: ‘¡No lo he olvidado!’. Entonces Jesús le dijo: ‘Una vez pasaste un tiempo feliz junto a Mí en el cielo y un periodo de tiempo a Mi lado. Me extrañas y Yo te extraño. Aunque las criaturas no son dignas de mencionarse a Mis ojos, ¿cómo puedo no amar a uno que es inocente y encantador? ¿Has olvidado Mi promesa? Debes aceptar Mi comisión en la tierra; debes cumplir la tarea que te encomendé. Un día sin duda te llevaré para que estés a Mi lado’” (‘Cómo Pedro llegó a conocer a Jesús’ en “La Palabra manifestada en carne”). Lo leí varias veces y cuanto más lo hacía más me parecía que esas palabras no se desviaban de la Biblia. Eran más claras y transparentes. Pero mis colaboradores de obra habían dicho: “Cualquiera que difunda el mensaje de que Dios ha venido a hacer una nueva obra y está declarando nuevas palabras se está desviando de la Biblia, y hacer eso es desviarse del camino del Señor”. Pero lo que decían no concuerda con los hechos, ¿verdad? Oré en mi corazón: “¡Oh, Dios! ¿Qué significa todo esto? Esclaréceme y guíame para poder comprender Tu voluntad”.

Luego, vi que las palabras de Dios Todopoderoso decían: “Durante muchos años, la forma de creencia tradicional de las personas (la del cristianismo, una de las tres religiones principales del mundo) ha sido leer la Biblia; apartarse de la Biblia no es creer en el Señor, es una heterodoxia y herejía, e incluso cuando las personas leen otros libros, el fundamento de estos debe ser la explicación de la Biblia. Es decir, si dices que crees en el Señor, debes leer la Biblia, debes comerla y beberla, y fuera de ella no debes adorar a ningún libro que no la implique. Si lo haces, estás traicionando a Dios. Desde el momento en que la Biblia estuvo, la creencia de las personas en el Señor ha sido la creencia en la Biblia. En lugar de decir a las personas que crean en el Señor, es mejor decir que lo hagan en la Biblia; en lugar de decir que han comenzado a leer la Biblia, es mejor decir que han empezado a creer en ella; y en lugar de decir que han vuelto a la presencia del Señor, es mejor decir que han regresado ante la Biblia. De esta forma, las personas adoran la Biblia como si fuera Dios, como si fuera su vida, y perderla sería lo mismo que perder su vida. Las personas consideran la Biblia como algo tan elevado como Dios, y están incluso aquellos que la ven como algo más alto que Dios. Si las personas no tienen la obra del Espíritu Santo, si no pueden sentir a Dios, pueden seguir viviendo; pero tan pronto como pierden la Biblia, sus capítulos o sus dichos célebres, es como si hubieran perdido su vida” (‘Relativo a la Biblia (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”). Las palabras de Dios conmovieron realmente mi corazón. ¿Acaso no hablaban de mí? Al rememorar cuando empecé a creer en el Señor, era así cómo sostenía mi fe. Trataba a la Biblia como mi sangre vital. Tenía que guardarla en un sitio alto después de leerla, por miedo a que los niños la tocaran. Consideraba que la Biblia estaba por encima de todo e incluso creía que desviarse de la Biblia era una traición al Señor. ¿Me había equivocado al hacerlo? Con el corazón en búsqueda, continué leyendo desde “Relativo a la Biblia (1)” hasta “Relativo a la Biblia (4)”. Cuanto más leía, más esclarecida me sentía. Las palabras de Dios Todopoderoso me guiaron a la plena comprensión. Resulta que la Biblia era solo un registro histórico de la obra de Dios y un testimonio de las dos primeras etapas de Su obra. Así como el Antiguo Testamento registra la obra hecha por Jehová Dios desde la creación del mundo hasta el fin de la Era de la Ley, el Nuevo Testamento registra la obra del Señor Jesús en la Era de la Gracia. La obra de Dios es siempre nueva, nunca vieja, y siempre avanza. Ahora Dios ha realizado una nueva obra fuera de la Biblia: la obra de la Era del Reino. Esta etapa es la última de la obra de salvación de Dios para la humanidad. Desde la Era de la Ley a la Era de la Gracia, y luego a la Era del Reino en los últimos días, las tres etapas las realiza un único Dios. Leer las palabras de Dios Todopoderoso me abrió los ojos, ¡y me alegré la vista con ellas! Sí, Dios es tan todopoderoso y sabio, ¿cómo iba solo a limitarse a hacer la obra registrada en la Biblia? Y a partir de las palabras de Dios Todopoderoso, de verdad me di cuenta de que las palabras y la obra de Dios de los últimos días no repudiaban la Biblia. En cambio, elevaban y profundizaban en la obra de la Era de la Ley y la Era de la Gracia, tal como están registradas en la Biblia, y todo lo que Dios hace ahora concuerda más con las necesidades actuales de la gente. Un pasaje de las palabras de Dios dice: “Debes entender por qué hoy se te pide que no leas la Biblia, por qué hay otra obra independiente de ella, por qué Dios no busca una práctica más nueva y detallada en ella, por qué hay en su lugar una obra más poderosa fuera de ella. Esto es todo lo que deberíais entender. Debes conocer la diferencia entre la obra antigua y la nueva, y aunque no leas la Biblia, tienes que ser capaz de diseccionarla; si no, seguirás adorándola, y te será difícil entrar en la nueva obra y pasar por nuevos cambios. Si hay un camino más elevado, ¿por qué estudiar ese más bajo y obsoleto? Si hay declaraciones y una obra más nuevas, ¿por qué vivir entre viejos relatos históricos? Las nuevas declaraciones pueden proveer para ti, lo que demuestra que esta es la nueva obra; los viejos relatos no pueden saciarte ni satisfacer tus necesidades actuales, y esto significa que son historia, y no la obra del aquí y ahora. El camino más elevado es la obra más nueva, y con ella, por muy alto que fuera el camino del pasado, sigue siendo la historia de las reflexiones de las personas; independientemente de su valor como referencia, sigue siendo el camino antiguo. Aunque se registra en el ‘libro sagrado’, el camino antiguo es historia; aunque no hay constancia del mismo en el ‘libro sagrado’, el nuevo camino es del aquí y el ahora. Este puede salvarte y cambiarte, porque es la obra del Espíritu Santo” (‘Relativo a la Biblia (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”). En aquel momento, de repente vi la luz, y me di cuenta de por qué había defendido siempre la Biblia y aun así mi espíritu se había vuelto cada vez más negativo, hasta el punto de que me había quedado sin nada que predicar. Me daba cuenta de que los hermanos y hermanas también se debilitaban cada vez más, hasta el punto de que ni siquiera asistían a las reuniones, mientras que aquellos que habían aceptado el evangelio del reino de Dios Todopoderoso estaban rebosantes de fe. Daba igual cómo los tratara, nunca eran negativos ni se desanimaban, seguían viniendo a predicarme el evangelio. El motivo de todo esto era que me estaba aferrando a la obra pasada de Dios. Era el viejo camino, que había perdido hace mucho la obra del Espíritu Santo. Sin embargo, los hermanos y hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso habían aceptado el liderazgo de la nueva obra de Dios, habían recibido el suministro de Sus palabras actuales y habían obtenido la obra del Espíritu Santo. ¡Esa era la diferencia entre el camino nuevo y el viejo! Esa era la causa primigenia de que el mundo religioso estuviera decayendo y que la Iglesia de Dios Todopoderoso fuera cada vez más próspera. “Señor”, oré. “Ahora por fin entiendo que Tú has regresado y nos has proporcionado un nuevo camino, un nuevo suministro de vida. ¡Te doy gracias!”.

En ese momento, mis emociones se bifurcaban entre la felicidad y una mala sensación. Estaba contenta porque Dios no me había abandonado, a pesar de haber sido tan rebelde y desobediente, e hizo uso de este método tan especial de recurrir a que mi esposo leyera las palabras de Dios para hacerme escuchar Su voz. ¡Así era realmente el amor de Dios y Su salvación para mí! Me sentía mal porque había esperado el regreso del Señor muchos años, pero nunca había considerado la posibilidad de que rechazaría al Señor cuando Él regresara y llamara a mi puerta. Aquellos hermanos y hermanas vinieron en repetidas ocasiones hasta aquí para difundirme el evangelio, pero lo único que hice fue ignorarlos. Compartieron la comunicación con mi esposo y sin embargo yo me burlaba e interfería deliberadamente… Al pensar en ello, sentí dolor en el corazón y no pude detener las lágrimas que brotaron de mis ojos. Me arrodillé ante Dios y oré: “¡Dios Todopoderoso! Estaba equivocada. Todos estos años siempre he defendido la Biblia y he considerado que desviarse de ella era igual a no creer en Dios. Trataba a la Biblia como a Dios y rechacé una y otra vez Tu nueva obra y Tu venida. ¡Estaba tan ciega! Ahora estoy dispuesta a dejar de lado la Biblia, seguir Tu nueva obra y escuchar Tus palabras de la nueva era. No volveré a mostrarme hostil hacia Ti y de ninguna manera voy a arruinarme la vida entera a causa de mis nociones e imaginaciones. ¡Oh, Dios! Anhelo tomar la determinación de cooperar contigo y, para reparar lo que Te debo, llevar de vuelta a Tu familia a aquellos en la iglesia que realmente creen en Ti”.

Un corazón errante vuelve a casa

Por Novo, Filipinas

Me llamo Novo y soy de Filipinas. He compartido la fe en Dios de mi madre desde que era niño y solía ir a la iglesia a escuchar sermones con mis hermanos. Aunque había creído en el Señor durante muchos años, sentía que yo no había cambiado y era un incrédulo. En el fondo de mi corazón, pensaba en todo momento en la manera de hacer más dinero, cómo pasar mis días cómodamente y disfrutar la buena vida. Además, salía a beber con mis amigos y siempre que me sobraba dinero, lo jugaba. Sabía que esas cosas iban en contra de la voluntad del Señor. Solía rezarle para confesarle mis pecados y ante Él decidía con firmeza que a partir de ese día renunciaría a las malas costumbres y no volvería a pecar. Pero con el engatusamiento y la tentación de mis amigos, simplemente no podía controlarme. Así fue como me volví cada vez más degenerado y mi corazón se alejó más y más de Dios, ya no era sincero en mis oraciones. Cada semana decía unas cuantas plegarias sencillas para cumplir. A veces me sentía muy desesperado porque sabía que a la venida del Señor, Él juzgaría a todas y cada una de las personas según sus actos y su comportamiento, y así decidiría si subirían al cielo o bajarían al infierno. Sentía que era tan degenerado que Dios no me perdonaría de nuevo. Tiempo después me casé, tuve hijos y ellos y mi esposa ocupaban todos mis pensamientos. Había dejado olvidada mi fe en el fondo de mi mente mucho antes. Como deseaba brindar un futuro mejor a mis hijos y cumplir mi deseo de aumentar mi fortuna, decidí ir a trabajar al extranjero, por eso llegué a Taiwán. Encontré un empleo, pero todavía no había cambiado mi estilo de vida. En mi tiempo libre iba con mis compañeros de trabajo a beber y cantar en el karaoke, llevaba una vida de fiesta. Hacía tiempo que había enterrado mi fe en Dios en mi mente.

En 2011, empecé a trabajar como soldador en una fábrica en Taiwán. Un día de 2012, le dije a una compañera que yo era católico y me invitó a asistir a un servicio en su iglesia. Un domingo por la mañana me recogió en la fábrica y me llevó a la casa de su amigo. Allí conocí al hermano Joseph, quien me preguntó: “Hermano, ¿crees en la segunda venida del Señor Jesús?”. Le dije que sí creía. Entonces me preguntó: “¿Sabes qué obra hará Él cuando vuelva?”. Yo le respondí: “Creo que cuando el Señor Jesús vuelva, se sentará en un gran trono blanco y juzgará a la humanidad. Cada uno responderá por sus pecados, arrodillándose ante el asiento del juicio, y entonces Él decidirá si subirán al cielo o bajarán al infierno según sus acciones y obras”. El hermano Joseph continuó y me preguntó: “Si te dijéramos que el Señor Jesús ya ha venido y está haciendo Su obra de juicio de los últimos días, cumpliendo así la profecía de que ‘El juicio comience por la casa de Dios’, ¿lo creerías?”. Me sorprendió mucho oír esas palabras y pensé: “¿El Señor Jesús ya ha vuelto? ¿Cómo es posible eso? No he visto el gran trono blanco aparecer en el cielo ni al Señor descender en una nube blanca. Sin embargo, el hermano dice que Él ha vuelto para hacer Su obra de juicio, cumpliendo así la profecía de que ‘El juicio comience por la casa de Dios’. Tiene sentido. La sabiduría de Dios es insondable para el hombre, así que mejor sigo con la búsqueda”. Entonces le respondí: “Hermano, no me atrevería a afirmar si el Señor Jesús ha vuelto o no, así que por favor, comparte esto conmigo”. Encontraron varios pasajes de la Biblia que hablan de las profecías de la venida del Señor y de la realización de Su obra de juicio y me los leyeron. Por ejemplo, el capítulo 4, versículo 17 de la Primera Epístola de Pedro que dice: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios”. Y también el capítulo 16, versículos 12-13 del Evangelio según Juan: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir”. El hermano Joseph dijo que este “Espíritu de verdad” se refiere a la venida del Señor, Su expresión de la verdad y Su obra de juicio. Dios de los últimos días ha vuelto hecho carne como el Hijo del hombre. Sobre la base de Su obra de redención en la Era de la Gracia, Él expresa la verdad y realiza la etapa de Su obra de juicio comenzando por la casa de Dios. En realidad, la obra de juicio es una obra para purificar y salvar al hombre por completo. Esto cumple con precisión las profecías del Señor Jesús: “Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:47-48). “Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo […]. Y le dio autoridad para ejecutar juicio, porque es el Hijo del Hombre” (Juan 5:22-27). Escuché con avidez la enseñanza del hermano y creí que todos estos mensajes que estaba compartiendo conmigo eran verdad porque creo que todas las profecías del Señor tienen que cumplirse y llevarse a cabo.

Después, el hermano Joseph me leyó otros dos pasajes de la palabra de Dios Todopoderoso de “Cristo hace la obra de juicio con la verdad”: “La obra de juicio es la propia obra de Dios, por lo que, naturalmente, debe ser hecha por Dios mismo; no puede ser hecha por el hombre en Su lugar. Puesto que el juicio es la conquista de la raza humana por medio de la verdad, es incuestionable que Dios todavía aparezca como la imagen encarnada para hacer esta obra entre los hombres. Es decir, en los últimos días Cristo usará la verdad para enseñar a los hombres alrededor de la tierra y hacer que todas las verdades sean conocidas por ellos. Esta es la obra de juicio de Dios”. “En los últimos días Cristo usa una variedad de verdades para enseñar al hombre, para exponer la esencia del hombre y para analizar minuciosamente sus palabras y acciones. Estas palabras comprenden verdades diversas tal como: el deber del hombre, cómo el hombre debe obedecer a Dios, cómo debe ser leal a Dios, cómo debe vivir una humanidad normal, así como también la sabiduría y el carácter de Dios, y así sucesivamente. Todas estas palabras son dirigidas a la esencia del hombre y a su carácter corrupto. En particular, las palabras que exponen cómo el hombre desdeña a Dios con relación a cómo el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Al emprender Su obra de juicio, Dios no deja simplemente en claro la naturaleza del hombre con sólo unas pocas palabras; la expone, la trata y la poda a largo plazo. Estos métodos de exposición, de trato y poda, no pueden ser sustituidos con palabras ordinarias, sino con la verdad que el hombre no posee en absoluto. Sólo los métodos de este tipo se consideran juicio; sólo a través de este tipo de juicio puede el hombre ser doblegado y completamente convencido de la sumisión a Dios y, además, obtener un conocimiento verdadero de Dios. Lo que la obra de juicio propicia es el entendimiento del hombre sobre el verdadero rostro de Dios y la verdad sobre su propia rebeldía. La obra de juicio le permite al hombre obtener mucho entendimiento de la voluntad de Dios, del propósito de la obra de Dios y de los misterios que le son incomprensibles. También le permite al hombre reconocer y conocer su esencia corrupta y las raíces de su corrupción, así como descubrir su fealdad. Estos efectos son todos propiciados por la obra de juicio, porque la esencia de esta obra es, en realidad, la obra de abrir la verdad, el camino y la vida de Dios a todos aquellos que tengan fe en Él. Esta obra es la obra de juicio realizada por Dios” (“La Palabra manifestada en carne”).

Después de leer estas palabras, el hermano Joseph compartió conmigo muchas verdades sobre la obra de juicio de Dios de los últimos días. Llegué a comprender que Su obra es muy práctica y que no es sobrenatural en absoluto. La obra de juicio de Dios de los últimos días no era como la había supuesto. Había imaginado que Dios colocaba una mesa gigantesca en el aire, a Él sentado en un gran trono blanco y a toda la humanidad arrodillada ante Su presencia. Entonces Dios enumeraría nuestros pecados uno por uno para determinar si hemos sido buenos o malos, y decidiría si subíamos al cielo o bajábamos al infierno. En cambio, Él ha encarnado y ha venido al mundo para expresar la verdad de manera práctica, para juzgar los pecados del hombre, para exponer la verdad de la corrupción del hombre, así como su naturaleza y esencia. El hermano Joseph continuó comunicando que nuestras actitudes satánicas, como nuestra arrogancia y soberbia, nuestra corrupción y astucia, y nuestro egoísmo y mezquindad, deben ser sometidas al juicio de Dios para que podamos ser purificados. El resultado final de la obra de juicio de Dios es para que podamos ver nuestra inmundicia y corrupción, nuestra fealdad y maldad, para que veamos nuestra esencia que desafía y traiciona a Dios, para que sepamos que hemos sido corrompidos en lo más profundo por Satanás, que estamos llenos de carácter satánico, que somos la encarnación de Satanás y que deberíamos perecer. Solo de esta manera podemos llegar a odiarnos y maldecirnos a nosotros mismos y renunciar a Satanás de una vez por todas. Además, es de tal forma que dentro del juicio y el castigo de las palabras de Dios, podemos llegar a conocer Su carácter justo y santo que no admite ofensa. Así creamos inconscientemente un corazón temeroso de Dios, ya no nos atrevemos a desobedecerlo y desafiarlo de manera imprudente nunca más, y somos capaces de renunciar a nuestra carne y practicar la verdad. Una vez que nuestro carácter vital haya cambiado, seremos capaces de obedecer y adorar a Dios realmente. Y cuando hayamos entendido varios aspectos de la verdad expresada por Dios en los últimos días, seremos completamente purificados y salvados por Él, y estaremos calificados para que nos lleve a Su reino. Aquellos que rehúsan aceptar la obra de juicio de Dios de los últimos días son incapaces de obtener Su purificación, al final sólo pueden ser eliminados por la obra de Dios y habrán perdido la oportunidad de ser salvados y entrar en el reino de los cielos. Al escuchar la comunicación del hermano Joseph, sentí que la obra de Dios para salvar al hombre era muy cierta y práctica.

Pensé en cómo había creído en el Señor durante tantos años y aunque a menudo le confesaba mis pecados y me arrepentía, continuaba pecando, mintiendo, engañando, siendo deshonesto y astuto, e incluso con frecuencia revelaba mi carácter satánico salvajemente soberbio, arrogante y santurrón. Vivía en un constate ciclo de pecado y confesión, y sufría muchísimo. Dios ha venido ahora a hacer Su obra de juicio y purificación de los últimos días, y esto es muy necesario para la humanidad corrupta. Aquellos que creen en el Señor y han sido absueltos de sus pecados, todavía necesitan la purificación de la obra de juicio de Dios de los últimos días. La Biblia dice: “La santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14). El Señor es santo. Si sólo nos absuelven los pecados, pero nuestra naturaleza pecaminosa y nuestro carácter satánico no son purificados, entonces en cualquier momento seguiríamos siendo capaces de pecar y desafiar a Dios, de quejarnos con frecuencia o incluso de traicionarlo. ¿Cómo podríamos nosotros, llenos de tanta corrupción e inmundicia, estar calificados para mirar al Señor a la cara? ¡Justo entonces sentí en mi corazón lo necesaria que es la obra de juicio de Dios de los últimos días! ¡Sería poco realista y muy poco práctico si el Señor viniera y ascendiera a todos en el aire para encontrarse con Él, según las nociones e imaginaciones de la gente! Entonces el hermano Joseph compartió conmigo sus experiencias y su testimonio sobre cómo aceptó el juicio y castigo de Dios. Realmente sentí que su comunicación contenía la iluminación y el esclarecimiento del Espíritu Santo. Al escucharla, me sentí edificado y creí que el Señor Jesús realmente había vuelto. Así que decidí buscar y estudiar la obra de Dios de los últimos días para no perder la oportunidad de recibir la venida del Señor.

Después, el hermano Joseph me dio un ejemplar de La Palabra manifestada en carne y quedé muy entusiasmado. Cuando volví a mi dormitorio ese día, empecé a leer las palabras de Dios y lo hice durante toda la noche. Leí estas palabras de Dios Todopoderoso: “Vuestras bocas están llenas de palabras de engaño y suciedad, de traición y arrogancia. Nunca me habéis dirigido palabras de sinceridad, ni palabras santas, ni palabras de sumisión ante Mí después de experimentar Mi palabra. ¿Cómo es vuestra fe al fin y al cabo? Vuestros corazones están llenos de deseos y de riquezas, vuestras mentes de cosas materiales. A diario calculáis cómo conseguir algo de Mí, cuánta riqueza y cuántas cosas materiales habéis recibido de Mí. Cada día esperáis que desciendan más bendiciones sobre vosotros para poder disfrutar más y mejor las cosas que se pueden disfrutar. Lo que hay en vuestros pensamientos en todo momento no soy Yo, ni la verdad que proviene de Mí, sino vuestros maridos (o esposas), hijos, hijas, o lo que coméis o vestís, y cómo disfrutar más y mejor. Aun cuando llenéis vuestros estómagos hasta reventar, ¿acaso no sois poco más que cadáveres? Aunque os adornéis por fuera con esplendor, ¿acaso no seguís siendo cadáveres ambulantes sin vida? Trabajáis para llenar el estómago hasta que tenéis los cabellos salpicados de blanco, pero ninguno de vosotros sacrifica ni un solo pelo por Mi obra. Estáis constantemente caminando de un lado a otro, agotando el cuerpo y devanándoos los sesos por el bien de vuestra carne, y por vuestros hijos e hijas, pero ninguno de vosotros muestra ninguna preocupación o interés por Mi voluntad. ¿Qué es lo que todavía esperáis obtener de Mí?” (‘Muchos son llamados, pero pocos son escogidos’ en “La Palabra manifestada en carne”).

Lo que estas palabras revelaban era exactamente la situación de mi vida, lo que en realidad sentía en mi corazón. Fueron como una espada de doble filo que atravesaba mi corazón insensible. Sabía que sólo Dios podía examinar la profundidad del corazón del hombre y que nada más Él podía revelar la verdad de la corrupción de la humanidad y de lo que está escondido en lo profundo del hombre. Sentí que estas palabras eran las declaraciones expresadas por el Espíritu Santo y que eran la voz de Dios. De Sus palabras, llegué a saber que aunque había creído en el Señor durante muchos años y a menudo confesaba y me arrepentía ante Él, mi naturaleza pecadora y mi carácter satánico no habían sido purificados y no habían cambiado en absoluto. Sólo estaba reconociendo el nombre del Señor, pero no había lugar para Él en mi corazón, ni me gastaba ni obraba para el Señor. Únicamente me ocupaba en hacer más dinero, disfrutar más de mi carne y lograr que mi familia viviera de manera más próspera, sin preocuparme jamás por la voluntad de Dios. Incluso sabía que mentía y pecaba a menudo, pero no me importaba. Siempre había creído que Dios era el Dios eternamente amoroso y misericordioso y que, incluso si pecaba, Él absolvería mis pecados, sería misericordioso conmigo y me bendeciría. Sólo después de leer esas declaraciones expresadas por Dios en los últimos días, vi el carácter justo y santo de Dios y supe que Su carácter es algo que nadie puede ofender. El juicio y castigo de las palabras de Dios provocaron que surgiera en mí una veneración por Él y lamenté mi pasado. Me postré ante Dios y lloré amargamente: “Oh Dios, me he rebelado contra Ti, te he engañado y te he desafiado en muchas cosas, y no soy digno de ir ante Ti. Sólo debería ser castigado por todo lo que he hecho. Oh Dios, gracias por darme la oportunidad de arrepentirme y ser salvado. De ahora en adelante, haré todo lo que esté en mis manos para buscar la verdad, desempeñar bien mi deber y compensar Tu amor”. Después de orar, tomé una decisión firme: Debo aceptar el juicio de Dios y cambiar mi vida de pecado y confesión, debo leer más Sus palabras y reflexionar sobre ellas con más asiduidad para que pueda entender mejor la verdad y tener fuerzas para renunciar a mi carne, practicar la verdad y cumplir la voluntad de Dios.

A partir de ese momento, llevé La Palabra manifestada en carne conmigo al trabajo para poder leer y reflexionar sobre las palabras de Dios durante los descansos. En las palabras de Dios Todopoderoso, vi que mi comportamiento y mi pensamiento eran muy corruptos y rebeldes. Más tarde, leí estas palabras de Dios que dicen: “Debes orar, paso a paso, de acuerdo a tu verdadero estado y a aquello que será hecho por el Espíritu Santo, y debes hablar con Dios de acuerdo con la voluntad de Dios y Sus exigencias para el hombre. Cuando comiences a practicar tus oraciones, primero entrégale tu corazón a Dios. No intentes entender la voluntad de Dios; sólo trata de decirle a Dios las palabras que están dentro de tu corazón. Cuando te presentes delante de Dios, habla así: ‘¡Oh Dios! Sólo hoy me doy cuenta de que solía desobedecerte. Soy realmente corrupto y despreciable. Antes, estaba perdiendo el tiempo; a partir de hoy, voy a vivir para Ti, voy a vivir una vida que tenga sentido y voy a satisfacer Tu voluntad. Quisiera que Tu Espíritu siempre obrara en mi interior y que siempre me iluminara y me esclareciera, para que pueda dar un testimonio fuerte y rotundo delante de Ti, permitiendo que Satanás vea Tu gloria, Tu testimonio y la prueba de Tu triunfo dentro de nosotros’. Cuando ores de esta manera, tu corazón será completamente liberado, y después de haber orado así, tu corazón estará más cerca de Dios, y al orar con frecuencia de esta manera, el Espíritu Santo inevitablemente obrará dentro de ti” (‘Acerca de la práctica de la oración’ en “La Palabra manifestada en carne”). En las palabras de Dios encontré la manera de practicar para resolver mi carácter corrupto, y comencé a orar honestamente a Dios con un corazón sincero, abrí mi carácter corrupto a Él y le dije que esperaba alcanzar lo que estaba en mi corazón. Le pedí que me guiara para poder vivir según Sus palabras. Cuando oraba así, solía sentir que Dios me guiaba y esclarecía y que mi corazón se llenaba de fe y fortaleza. Nunca más volví a vivir como antes y dejé de actuar según los pensamientos e ideas corruptos que tenía en mi corazón. Mi vida había cambiado, ya no era la vida degenerada de pecado y confesión de antes, ahora vivía verdaderamente en la presencia de Dios, tenía Su cuidado y protección.

En julio de 2014, volví a Filipinas y sólo entonces me di cuenta de que Dios también había elegido a muchos hermanos y hermanas filipinos. Eso me puso muy feliz. Ahora comparto las palabras de Dios con mis hermanos y hermanas en la iglesia, vivimos una vida de iglesia y nos ayudamos y apoyamos unos a otros. Todos buscamos la verdad, cambiar nuestros caracteres y ser salvados por Dios. También damos testimonio de la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días a la gente de nuestro país y a la de otros países para que sepan que el Señor Jesús ya ha vuelto y puedan, como nosotros, ganarse la salvación de Dios de los últimos días. ¡Gracias a Dios Todopoderoso! Ahora vivo una vida muy rica y feliz. Me he librado por completo de la clase de vida degenerada y decadente que llevaba antes. Dios Todopoderoso es quien me ha guiado para encontrar mi meta y mi sendero. ¡Siento que esta es la única manera de vivir una vida significativa!

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

La Palabra de Dios | Dios mismo, el único (V) La santidad de Dios (II) Parte 3

La Palabra de Dios | Dios mismo, el único (V) La santidad de Dios (II) Parte 3

¿Cuánto hay en la cultura tradicional? (Múltiple.) ¿Qué significa esta cultura tradicional? Algunas personas dicen que se transmitió de los antepasados, y este es un aspecto. Una familia, una nación e incluso un ser humano, una forma de vida o reglas, dichos y reglamentos transmitidos desde el principio hasta el presente, estas cosas están inculcadas en los pensamientos de las personas, y las personas lo consideran esencial en la vida. Las cosas, como regla, como la vida del adulto para proteger, incluso nunca quieren cambiar, se rinden, porque esto se transmite de los antepasados. También hay algunas culturas tradicionales, como las transmitidas por Confucio y Mencio. Algunas cosas enseñadas por el taoísmo y el confucianismo en China están en los huesos de todos, ¿no? (Sí.) ¿Qué incluye la cultura tradicional? El paquete no incluye estos festivales. Por ejemplo, el Festival de Primavera, el Festival de los Faroles, el Festival de Qingming, el Festival del Bote del Dragón, así como el Festival del Medio Otoño, el Festival del Medio Otoño, e incluso las familias de algunas personas tienen cumpleaños de ancianos. La luna llena y los centenarios de los niños son festivales tradicionales. . ¿Existe una cultura tradicional detrás de los festivales tradicionales? ¿Cuál es el núcleo de la cultura tradicional? ¿Hay algo para adorar a Dios? ¿Hay algo que permita a las personas practicar la verdad? ¿Hay un festival donde la gente va a sacrificarse por Dios y viene al altar de Dios para recibir las instrucciones de Dios? ¿Hay algún festival de ese tipo? (No.) ¿Para qué son todos estos festivales? La gente moderna lo toma por diversión. ¿Cuál es el origen de estas culturas tradicionales? ¿De quién son estas culturas tradicionales? (Satanás.) De Satanás. Satanás ha inculcado algo detrás de estos festivales tradicionales ¿Qué son estas cosas? No te olvides del antepasado, ¿es este? Por ejemplo, al sacrificar ancestros durante el Festival Qingming, no olvide a los ancestros. Por ejemplo, no olvides el patriotismo del Festival del Bote del Dragón. ¿Qué hay del 15 de agosto? (Reunión familiar.) ¿Cuál es el trasfondo de la reunión familiar? ¿Por qué reunirse? Comunicación emocional y conexión. Por supuesto, hay muchos dichos después de la víspera de Año Nuevo y después del 15. Todas estas declaraciones son una especie de filosofía de Satanás y el adoctrinamiento de Satanás inculcado en las personas, inculcando a las personas lejos de Dios, dejando que las personas no sepan que Dios es bueno, haciendo que las personas adoren a los antepasados o adoren Satanás ya no come ni bebe por el bien de la carne humana. A medida que las personas conmemoran varios festivales, sin saberlo, han plantado estas ideas satánicas en sus corazones. Cuando las personas viven hasta los cuarenta o cincuenta años o cuando son mayores, estos pensamientos, Las opiniones se han plantado en los corazones de las personas y están profundamente enraizadas, y las personas no han escatimado esfuerzos para impartir estas opiniones, ya sean correctas o incorrectas, a la próxima generación sin discriminación, sin reservas, ¿es así? (Sí.) ¿Cómo pueden estas culturas y festivales tradicionales corromper a las personas? Sabes esto (Estas reglas obligan y vinculan a las personas para que no tengan tiempo ni energía para buscar a Dios). Este es un aspecto. Por ejemplo, Año Nuevo chino, todos los demás, si no lo estás, ¿estás triste? ¿Hay algún tabú en tu corazón? ¿Siente que “este año no ha sido un éxito, el Año Nuevo de este año no es bueno, no es un mal año?” ¿Es un poco vergonzoso y asustado? Algunas personas no han ido a adorar a sus antepasados durante años, y de repente soñaron que una persona muerta le pedía dinero, ¿qué pensaría? “Esta persona muerta no tiene mucho dinero. Pobre, tengo que quemarle un poco de papel. ¡Esto no funcionará! ¡No quiero quemar a esta persona viva, tal vez algún día tendrá problemas!” Siempre hay tanto miedo y preocupación en mi corazón ¿Quién te trajo esta preocupación? (Satanás). Satanás lo trae a la gente. ¿Es así como Satanás corrompe a las personas? Te controla de varias maneras y bajo varios nombres, viene a apuñalarte, te ata, de modo que sucumbes, sucumbes a él y te somete. Así es como Satanás corrompe a las personas. Y cuando las personas a menudo son débiles, a menudo sin saberlo, los fantasmas han hecho algo tonto, es decir, los fantasmas han sido conducidos por Satanás involuntaria e involuntariamente, y han hecho algo involuntariamente. Así es como Satanás corrompe a las personas. Incluso ahora, muchas personas todavía son reacias a dejar algo arraigado en la cultura tradicional y no pueden dejarlo ir. Especialmente cuando las personas son débiles y cuando las personas son negativas, la gente todavía quiere pasar tales festivales y encontrarse con Satanás nuevamente. Satisface a Satanás una vez más, y date un poco de consuelo. ¿Qué hay detrás de esta cultura tradicional? ¿Está manipulando la mano negra de Satanás? ¿La naturaleza malvada de Satanás está jugando y dominando? ¿Satanás está manipulando todo esto? (Sí.) Ese hombre vivió en estas culturas tradicionales y vivió estos festivales tradicionales. ¿Podría decirse que en este ambiente, el hombre fue engañado por Satanás, corrompido por Satanás y dispuesto? (Sí.) Todos están de acuerdo, y todos lo saben.

Fuente: Relámpago Oriental

Recomendación: La venida del señor jesucristo

Canción cristiana | Que Dios conmueva de nuevo nuestro espíritu

Canción cristiana | Que Dios conmueva de nuevo nuestro espíritu

I

¡Oh, Dios!

Que Tu Espíritu conceda la gracia sobre el pueblo en la tierra,

y así mi corazón se vuelva hacia Ti,

y así mi espíritu se conmueva,

y pueda ver Tu hermosura en mi espíritu y corazón,

y todos vean Tu belleza.

¡Oh, Dios!

Que Tu Espíritu vuelva a conmover nuestros espíritus.

Para que así nuestro amor sea eterno y no cambie nunca.

Vuelve a conmovernos, vuelve a conmovernos, Dios.

Para que así nuestro amor sea eterno y no cambie nunca.

¡Oh, Dios!

II

Dios primero pone a prueba nuestro corazón.

Conmoverá nuestro espíritu al volcar el corazón a Él.

Sólo en el espíritu vemos que Dios es grande,

es hermoso y supremo.

Ese es el camino del Espíritu en el hombre.

¡Oh, Dios!

Que Tu Espíritu vuelva a conmover nuestros espíritus.

Para que así nuestro amor sea eterno y no cambie nunca.

Sí, vuelve a conmovernos, vuelve a conmovernos, Dios.

Para que así nuestro amor sea eterno y no cambie nunca.

¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios!

Que Tu Espíritu vuelva a conmover nuestros espíritus.

Para que así nuestro amor sea eterno y no cambie nunca.

Sí, vuelve a conmovernos, vuelve a conmovernos, Dios.

Para que así nuestro amor sea eterno y no cambie nunca.

¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios!

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Recomendación: Orar a Dios

El espíritu oculto ha despertado

Por Yuan Zhi, Brasil

Yo nací en una pequeña ciudad del norte de China. En el 2010, seguí a mis familiares hasta Brasil. Allí, conocí a un amigo cristiano. Él me llevó a la iglesia a escuchar sermones. Pero aunque fui tres veces, nunca lo asimilé. Después, como mi trabajo me mantenía ocupado, no regresé a la iglesia hasta un día de junio de 2015 en el que mi amigo me llevó allí una vez más. En esta ocasión, a través de lo que los hermanos y hermanas compartieron, tuve algún entendimiento de que el Señor Jesús es el Redentor. Especialmente, cuando leí Génesis por primera vez, sentí que el Creador es verdaderamente maravilloso. En la escuela, los libros de texto me habían enseñado que el hombre evolucionó de los simios y monos y que todas las cosas del mundo se formaron de manera natural. Ese día, cuando leí Génesis, entendí que en realidad el hombre fue creado por Dios y que Él había creado todas las cosas. De repente, sentí que, durante más de veinte años, me habían engañado. Ese día, desperté repentina y completamente. Desde ese momento en adelante, creí en el Señor Jesús.

A finales de 2015, volví a Brasil tras pasar cinco meses en China. Esta vez, decidí buscar un trabajo estable y establecerme apropiadamente. Pero las cosas en ocasiones resultan contrarias a los propios deseos. Ni mi trabajo ni mi vida personal estuvieron exentos de contratiempos. Esto me hizo sentir muy agitado y nervioso. Una noche, telefoneé a ese amigo cristiano para quejarme. Él me dijo: “Tranquilízate y ora a Dios. Mira cómo Él ha dispuesto todas las cosas para ti”. Así que aquieté mi corazón y oré al Señor: “¡Señor Jesús! Actualmente, estoy encontrando dificultades en el trabajo. No sé que hacer. Señor, espero poder recibir tu ayuda”. Yo no esperaba que cuatro días después mi jefe me llamaría y me pediría que volviera al trabajo. Yo estaba entusiasmado y agradecido de que Dios oyera mis oraciones. Después, recibí más de la gracia del Señor. Con el fin de compensar el amor de Dios, asistí a las reuniones cada semana. Iba y participaba aunque tuviera que ausentarme del trabajo.

A partir de junio de 2016, yo no sólo asistía a reuniones en la iglesia, también compartía la Biblia con amigos en Facebook o navegaba por Facebook para poder tener más entendimiento del Señor. Añadí muchos buenos amigos. Cuando ellos tenían tiempo, compartían la Biblia conmigo. Esto era extremadamente gratificante para mí. Un día, navegando por Facebook, vi un vídeo en el cual las palabras “Dios desciende con juicio” me atrajeron inmediatamente. Hice clic con curiosidad en el vídeo para verlo. No esperaba que este estuviera tan bien filmado. En pocas palabras, ¡era espectacular! Fui atraído por las voces sonoras y poderosas, las letras que tocaban la fibra sensible y el entusiasmo de todos en la actuación. Cuando centré mi atención, vi que el vídeo era de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Pensé: todo el mundo se sumerge en la actuación en este vídeo. Es como si estuvieran cantando para que Dios los oyera. ¡La Iglesia de Dios Todopoderoso no es mala en absoluto! Esta es la primera vez que he oído de esta iglesia. Si tengo una oportunidad, debo entrar en contacto con esta iglesia.

Un día, envié un enlace de ese vídeo a través de Facebook a la hermana Yang, con quien me comunicaba frecuentemente sobre la Biblia. Después de verlo, ella también sintió que el vídeo era muy bueno y dijo que ella también quería entender mejor la Iglesia de Dios Todopoderoso. Sintió que esta iglesia era realmente muy especial y que estaba llena con la obra del Espíritu Santo. Como resultado, compartí este vídeo en mi página de Facebook. Yo no esperaba que, después de verlo, uno de mis buenos amigos me dijera que la Iglesia de Dios Todopoderoso no era buena. También me envió mucha propaganda negativa sobre la iglesia. Me sorprendí cuando vi estas palabras que blasfemaban a Dios Todopoderoso y que condenaban a la Iglesia de Dios Todopoderoso. Pensé: esta iglesia es bastante decente. ¿Cómo es que existen estas críticas? Cuando abrí ese vídeo de nuevo, rememoré de repente lo que mi pastor había dicho una vez. En los últimos días, los falsos Cristos aparecerán. Si yo me desviaba de la senda del Señor Jesús, ¿no estaría acabado? Este problema no puede ignorarse. Por tanto era mejor dejar dejar de verlo ahora mismo. Inmediatamente, hablé a la hermana Yang sobre la situación. La hermana Yang dijo: “No podemos confiar simplemente en un lado de la historia para determinar si es real o falsa. Esto no está de acuerdo con las enseñanzas del Señor. Como creyentes en el Señor, todos estamos esperando Su retorno. Ahora mismo, hay algunas personas que están diciendo que el Señor ya ha vuelto. Debemos investigar esto. No debemos seguir simplemente al rebaño y juzgar y condenar eso ciegamente. Busquemos a algunas personas de la Iglesia de Dios Todopoderoso e investiguémoslo. Si ellas son auténticas, les será difícil fingirlo. Si están simplemente simulando, será difícil para ellas fingir ser reales”. Yo pensé: lo que la hermana Yang dice es correcto. Esta es, de hecho, la primera vez que he oído las buenas nuevas de que el Señor ha regresado. Tampoco sé si las palabras en internet que condenan a la Iglesia de Dios Todopoderoso son verdaderas o falsas. Puedo ver que los vídeos y las películas filmadas por la Iglesia de Dios Todopoderoso son bastante buenos. Debo ir y entenderlos. Esta es una manera racional de tratar el retorno del Señor. De esta forma, acordé investigar la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso junto con la hermana Yang.

Con los datos de contacto facilitados al final del vídeo, la hermana Yang contactó con el hermano Zhang de la rama norteamericana de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Después de estar online, la hermana Yang y yo mencionamos la misma pregunta: “Ambos sabemos que el Señor regresará en los últimos días, sin embargo el Señor Jesús dijo: ‘Entonces si alguno os dice: «Mirad, aquí está el Cristo», o «Allí está», no le creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos’ (Mateo 24:23-24). Hermano Zhang, ¿qué piensas de este asunto de los falsos Cristos que surgen en los últimos días para engañar a las personas?”.

El hermano Zhang dijo: “El Señor Jesús dijo estas cosas para advertirnos. Cuando Él vuelva durante los últimos días, los falsos Cristos también surgirán. La intención del Señor es que aprendamos cómo diferenciar y no ser engañados por falsos Cristos. Sin embargo, la intención del Señor al decir esto no es que ignoremos ciegamente a alguien que dice que el Señor ha vuelto e incluso que lo juzguemos y condenemos. Esto es una malinterpretación de las palabras del Señor Jesús. Él habló muy claramente acerca de qué son los falsos Cristos: ‘Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos’. Los rasgos de los falsos Cristos son que imitarán al Señor Jesús para mostrar señales, llevar a cabo milagros, curar enfermedades y echar fuera demonios. Estas son las áreas en las que los falsos Cristos son más astutos y malvados, y también son los rasgos principales de los falsos Cristos. Con respecto a las manifestaciones y rasgos de los falsos Cristos, las palabras de Dios Todopoderoso son incluso más específicas e incisivas. Dios Todopoderoso dijo: ‘Si durante la época actual emerge una persona capaz de exhibir señales y maravillas, echar fuera demonios, sanar a los enfermos y llevar a cabo muchos milagros, y si esta persona declara ser Jesús que ha venido, sería la falsificación por parte de espíritus malos y su imitación de Jesús. ¡Recuerda esto! Dios no repite la misma obra. La etapa de la obra de Jesús ya ha sido completada, y Dios nunca más la acometerá. […] Si durante los últimos días, Dios siguiera exhibiendo señales y maravillas, echara fuera demonios y sanara a los enfermos —si hiciera exactamente lo mismo que Jesús—, Dios estaría repitiendo la misma obra, y la de Jesús no tendría significado ni valor. Así pues, Dios lleva a cabo una etapa de la obra en cada era. Una vez completada cada etapa de la obra, los espíritus malignos la imitan pronto, y después de que Satanás empiece a pisarle los talones a Dios, este cambia a un método diferente. Una vez que Dios ha completado una etapa de Su obra, los espíritus malignos la imitan. Debes tener claro esto’ (‘Conocer la obra de Dios hoy’ en “La Palabra manifestada en carne”). Todos sabemos que todo lo que es falso sólo puede seguir e imitar lo que es verdadero. Los falsos Cristos no son una excepción. Los falsos Cristos son espíritus malignos. No tienen la esencia de Cristo. Son incapaces de realizar la obra de Cristo, son incapaces de expresar la verdad y son incapaces de expresar el carácter de Dios y todo lo que Él tiene y es. No pueden traer al hombre la verdad, el camino, y la vida. Por tanto, los falsos Cristos sólo pueden imitar la obra que el Señor Jesús ha realizado. Todo lo que pueden hacer es llevar a cabo algunas señales y milagros para engañar a las personas estúpidas e ignorantes. Son exactamente como algunas personas que han sido poseídas por espíritus malignos. Declaran falsamente que son el Señor Jesús retornado y lo imitan al hacer cosas como sanar enfermedades y echar fuera demonios, llevar a cabo milagros y predicar el camino del arrepentimiento y del perdón. Sin duda, estos son falsos Cristos que engañan a las personas. Los principios de la obra de Dios son que esta siempre es nueva y nunca vieja. Su obra siempre está desarrollándose hacia delante. Él nunca repetirá una obra que ya haya llevado a cabo antes. Esto es parecido a cuando el Señor Jesús vino a obrar y concluyó la Era de la Ley y comenzó la Era de la Gracia. Él no repitió la obra que Jehová Dios hizo al dictar leyes y guiar la vida de las personas. En su lugar, llevó a cabo Su obra de redención sobre el fundamento de la obra realizada durante la Era de la Ley. El Señor Jesús trajo el camino del arrepentimiento y el perdón a la humanidad. Todo lo que teníamos que hacer era venir ante Él, confesar y arrepentirnos. Como resultado, el Señor perdonaría nuestros pecados y olvidaría nuestras transgresiones. Después de esto, estaríamos facultados para disfrutar de la gracia y las bendiciones abundantes que el Señor ha concedido al hombre. Toda esta obra era nueva. Ni los espíritus malignos ni Satanás podrían haberla llevado a cabo. De igual manera, con el retorno del Señor en los últimos días, Dios Todopoderoso concluyó la Era de la Gracia y empezó la Era del Reino. Dios Todopoderoso no repitió la obra redentora del Señor Jesús. Él no echa fuera demonios, no cura enfermedades ni realiza milagros para las personas. En su lugar, sobre el fundamento de la obra redentora, Él expresa la verdad y lleva a cabo una etapa de la obra de juicio y purificación del hombre. Él rescata completamente a la humanidad del dominio de Satanás y la trae al reino de Dios. Toda esta obra de Dios es totalmente nueva y nunca se ha realizado antes. Ningún falso Cristo puede llevarla a cabo en absoluto. Mientras sepamos que la obra de Dios siempre es nueva y nunca vieja y entendamos los principios de diferenciación de los falsos Cristos, distinguiremos de manera natural entre la aparición y la obra de Dios y el engaño de los falsos Cristos”.

Yo entendí mucho de la comunicación del hermano Zhang. Él fue muy claro en su enseñanza. Los falsos Cristos sólo pueden repetir e imitar alguna obra que Dios ha hecho en el pasado. Sin embargo, no pueden traer al hombre a una nueva senda ni pueden hacer obra nueva alguna. En este punto, yo entendí el verdadero sentido detrás de las palabras del Señor Jesús: “Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos”. La hermana Yang también dijo que ella había ganado mucho con este diálogo. Como consecuencia, concertamos una cita con el hermano Zhang para la noche siguiente de forma que pudiéramos seguir escuchando su enseñanza.

Yo sentía que el hermano Zhang de la Iglesia de Dios Todopoderoso hablaba muy bien y que todo lo que él decía era muy beneficioso para mí. Sin embargo, cuando pensaba en los rumores en internet, yo seguía estando un poco inquieto. Cuando volví a mi iglesia pregunté a uno de los hermanos mayores si sabía de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Él me dijo que el pastor había dicho que no se debía contactar a esta iglesia. También hizo referencia a algunas palabras de juicio, ataque y condenación de pastores dirigidas contra Dios Todopoderoso. Después de escuchar esto, me sentí un poco agitado. Hablé inmediatamente con la hermana Yang sobre esta propaganda negativa, para que ella dejara también de contactar a la Iglesia de Dios Todopoderoso. Sin embargo, la hermana Yang parecía decidida a investigar la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso. Ella me dijo: “Dondequiera que me lleven las huellas del Cordero, yo las seguiré. A través de este período de lectura online de las palabras de Dios Todopoderoso y de ver toda clase de vídeos y películas evangelísticas sobre la Iglesia de Dios Todopoderoso, he entendido mucha verdad. Muchas de las dificultades y desconciertos que he encontrado en el pasado se han resuelto. Siento que las palabras de Dios Todopoderoso son la verdad. Independientemente de cómo condenen otros a la Iglesia de Dios Todopoderoso, yo investigaré esto con claridad…”. Fui incapaz de persuadir a la hermana Yang y como consecuencia, bloqueé su nombre y el del hermano Zhang en mi cuenta de Facebook y no me atreví a contactarlos de nuevo.

Sin embargo, dos días después, no tenía trabajo que hacer. Aparte de cocinar en casa cada día, no tenía otra cosa que hacer. Como no tenía nada que hacer, abría YouTube y ví algunas películas. Misteriosamente, cada vez que abría YouTube, aparecían películas, MVs y videos de coros relacionados con la Iglesia de Dios Todopoderoso. Empecé a pensar: los videos y películas de la Iglesia de Dios Todopoderoso se graban muy rápidamente. ¡Es bastante sorprendente! Las cosas que vienen de Dios deben de ser prósperas. ¡¿Podría ser que la Iglesia de Dios Todopoderoso venga realmente de Dios?! Las cosas que oí del hermano Zhang la vez pasada estaban en sintonía con la Biblia. Quizás debería intentar una vez más entender a la Iglesia de Dios Todopoderoso. No puedo negarme simplemente a investigar la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso sólo a causa de lo que otras personas dicen. Sin embargo, cuando recordé las palabras de condenación relativas a Dios Todopoderoso en internet, así como la advertencia de mi pastor de no contactar a la Iglesia de Dios Todopoderoso, pensé: quizá no debería ir más lejos. Por consiguiente, decidí buscar otros vídeos que ver en YouTube. Pero dondequiera que miraba, había vídeos de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Empecé a sentirme indefenso. Al final, mi curiosidad se impuso y pensé: independientemente de si la Iglesia de Dios Todopoderoso es buena o no, sólo voy a ver sus vídeos. Si realmente no son buenos, será entonces una lección acerca de cómo distinguir las cosas. Como consecuencia, abrí el vídeo titulado “El llamamiento de Dios | Drama musical ‘El episodio 9 del coro cristiano en chino’”. Este vídeo atrajo mi interés porque su historia era un retrato genuino de la sociedad contemporánea y me identifiqué realmente con él. Este vídeo retrataba la vida humana de forma muy gráfica, realista y genuina. Lloré y reí con él y mi corazón se conmovió mucho y al mismo tiempo me sentí muy enérgico. Tuve un sentimiento de querer ver inmediatamente todos los vídeos producidos por la Iglesia de Dios Todopoderoso. Desde ese momento en adelante, veía los vídeos de la Iglesia de Dios Todopoderoso a diario. En una semana, vi los 17 episodios del Coro Chino. Cuanto más veía, más sentía que era maravilloso. Parecía que había un poder en mi corazón urgiéndome a seguir adelante viendo e investigando, sin demora. Pensé: he visto muchísimos vídeos de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Cada vídeo ha sido muy beneficioso para mí. Además, no hay una palabra de negatividad en ninguno de ellos. Todo es positivo, algunos dejan al descubierto la oscuridad del mundo, algunos dan testimonio de Dios y algunos otros guían al hombre a volver ante Dios. No contienen ningún asunto carnal o mundano. La Iglesia de Dios Todopoderoso está llena de la obra del Espíritu Santo. No es en absoluto como los rumores la retrataban. ¡La obra de Dios Todopoderoso en los últimos días merece definitivamente mi investigación!

Un día, mientras estaba navegando por Facebook, leí un artículo sobre la experiencia y el testimonio de alguien titulado: “Yo he encontrado la salvación en los últimos días por Facebook”. Después de abrirlo, leí que esta hermana tuvo experiencias parecidas a las mías. Cuando ella empezó a contactar a la Iglesia de Dios Todopoderoso por primera vez, encontró rumores sobre esta que sus amigos le enviaron. Ella se alteró mucho. Sin embargo, había mucho contenido en el artículo tras este punto y yo quería entender cuál era la conclusión. Como consecuencia, seguí leyendo con impaciencia. Leí que esta hermana oró al Señor y le pidió que la guiara. Después de terminar de orar, sintió que no podía escuchar y creer de forma selectiva. Tenía que investigar de manera realista la Iglesia de Dios Todopoderoso con el fin de diferenciar si esta era verdadera o falsa. Si ella escuchaba ciegamente los rumores y se negaba a investigar la segunda venida del Señor, no sería muy racional. Tenía que averiguar la verdad sobre el retorno del Señor. Cuando leí esto, sentí que era correcto. El retorno del Señor es una cosa importante y se debe tratar con prudencia. No puedo seguir simplemente al rebaño y rechazar y resistir eso ciegamente. Seguí leyendo el artículo y vi que las circunstancias relativas a la Iglesia de Dios Todopoderoso que esta hermana llegó a entender eran completamente diferentes de lo que sus amigos online le estaban contando. Además, ella recibió personalmente como visitantes a algunas hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Ellas hablaron con ella sobre las palabras de Dios Todopoderoso y también la ayudaron y cuidaron de ella. No le hicieron daño ni la engañaron en absoluto. Las experiencias verdaderas de esta hermana me dijeron que yo no podía seguir siendo engañado más tiempo por estos rumores ni podía creer el chismorreo y rechazar investigar la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días. De lo contrario, es posible que yo perdiera la gracia de Dios de los últimos días. ¡Debo conectarme de nuevo con la Iglesia de Dios Todopoderoso para investigar más!

Por la noche, mientras estoy acostado y dando vueltas sin descanso en la cama, pienso: “Debo encontrar a la hermana Yang, a quien he bloqueado. Si la encuentro, definitivamente podré encontrar al hermano Zhang de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Recuerdo que la hermana Yang es alguien que cree verdaderamente en Dios. Todo el tiempo, ella ha investigado la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días. A estas alturas, ella ya debería haber entendido mucho. Quiero saber cómo se está desarrollando su investigación”. Con la ayuda de algunos hermanos, dos días después, con dificultad, encontré el contacto de la hermana Yang. Me alegré de que no estuviera enfadada conmigo por haberla bloqueado. Después de contactarla, me dijo que ya había investigado cosas con bastante claridad. Dios Todopoderoso es el retorno de Jesús. También estuvo feliz de conectarme con el hermano Zhang.

Por internet contacté al hermano Zhang y a la hermana Yang. Les dije: “Después de este período de experiencia, puedo ver que el Señor me está guiando. También estoy dispuesto a buscar e investigar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días. Sin embargo, tengo muchas preguntas que plantearos a los dos. La cosa que menos entiendo es que Jesús se encarnó como hombre para llevar a cabo Su obra. Sin embargo, actualmente, ¿por qué puede encarnarse Jesús como una mujer para realizar la obra? Esto es un misterio. Hermano Zhang, ¿puedes explicarme esto?”

En respuesta a mi pregunta, el hermano Zhang contestó: “Sí. En la encarnación de Dios, hay un misterio. El sentido de Su encarnación es maravilloso y profundo. También es algo que no podemos desentrañar. Por tanto, debemos tener un corazón reverente con respecto al retorno del Señor. Aunque la obra de Dios no esté en absoluto en sintonía con nuestras nociones, debemos vigilar nuestra lengua. No debemos juzgarla sin meditar el asunto. Hablando seriamente, juzgar arbitrariamente la obra de Dios es blasfemar contra Él. El pecado de blasfemar a Dios no puede perdonarse en esta vida o la siguiente. Dios Todopoderoso de los últimos días ha venido y abierto todos los misterios. Esto es exactamente cumplir las profecías de Jesús: ‘Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir’ (Juan 16:12-13). Si leemos las palabras de Dios Todopoderoso juntos, seremos capaces de entender este aspecto de la verdad. Dios Todopoderoso dijo: ‘En aquel entonces, cuando Jesús llegó, era varón, y cuando Dios viene esta vez es mujer. A partir de esto, puedes ver que Dios creó al varón y a la mujer para Su obra y que con Él no hay distinción de género. Cuando Su Espíritu llega, Él puede adoptar cualquier carne a voluntad y esta lo representa. Sea varón o mujer, ambos representan a Dios mientras sean Su carne encarnada. Si Jesús hubiera aparecido como una mujer cuando vino, en otras palabras, si el Espíritu Santo hubiera concebido una niña, no un niño, esa etapa de la obra se habría completado de todas formas. Si esto hubiera ocurrido, la presente etapa de la obra hubiera tenido que completarse por un varón, aunque de todas maneras la misma se hubiera completado. La obra llevada a cabo en ambas etapas es significativa; ninguna de las dos etapas de la obra se repite ni ellas entran en conflicto entre sí. En el momento de Su obra, a Jesús se le llamaba el único Hijo, lo que indica género masculino. ¿Por qué no se menciona, entonces, al único Hijo en esta etapa? Esto se debe a que las necesidades de la obra han exigido un cambio de género diferente al de Jesús. Con Dios no hay distinción de género. Su obra se realiza como Él desea y no está sujeta a ninguna restricción; es particularmente libre, pero cada etapa tiene un significado práctico. […] En el principio, cuando Jehová creó a la humanidad, hizo dos clases de seres humanos, tanto al varón como a la mujer; y, por eso, hay una división entre el varón y la mujer en Sus carnes encarnadas. Él no decidió Su obra en base a las palabras que habló a Adán y a Eva. Las dos veces que se hizo carne se determinaron totalmente en línea con Su pensamiento cuando creó por primera vez a la humanidad. Es decir, Él completó la obra de Sus dos encarnaciones en base al varón y a la mujer que no habían sido corrompidos’ (‘Las dos encarnaciones completan el sentido de la encarnación’ en “La Palabra manifestada en carne”). ‘En cuanto al género, uno es varón y la otra es hembra; de esta manera se ha completado el significado de la encarnación de Dios. Disipa las erradas nociones del hombre sobre Él: Dios puede convertirse tanto en varón como en hembra y, en esencia, el Dios encarnado no tiene género. Él hizo tanto al hombre como a la mujer y no diferencia entre los géneros’ (‘La esencia de la carne habitada por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”)”.

Después de terminar de leer las palabras de Dios, el hermano Zhang dijo: “Dios no se involucra en absoluto en los asuntos que no tienen sentido o valor. Todo lo que Dios hace tiene sentido. La Biblia dice: ‘Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó’ (Génesis 1:27). A partir de esto podemos ver que, en el principio, Él creó al hombre y a la mujer a Su imagen. Dios puede encarnarse en un hombre, y del mismo modo puede encarnarse en una mujer. En Dios no existe distinción entre géneros; ya se convierta en hombre o mujer, Él posee la esencia de Dios y es capaz de hacer la propia obra de Dios. Eligió personificarse en diferentes géneros las dos veces que se hizo carne para darle un sentido completo a Su encarnación, y así disipar la creencia falaz de que Dios sólo puede encarnarse en un hombre y no puede hacerlo en una mujer. Esto permite al hombre reconocer que la encarnación de Dios no sólo podía personificar la identidad de un hombre, sino también la de una mujer. Esto permite al hombre ver que Dios es realmente todopoderoso, que el hombre es incapaz de comprenderlo y que no debería juzgar o definir a Dios arbitrariamente. Además, la esencia de Dios es espíritu. Los espíritus no tienen sexo. El sexo sólo se aplica a la humanidad creada. Con el fin de salvar y redimir a la humanidad, Dios se encarnó dos veces. Por tanto, el sexo de la encarnación de Dios sólo depende del período de tiempo en el que lleva a cabo Su obra. Una vez que concluya la obra de Dios en la tierra, Él volverá al mundo espiritual. En ese momento, Él no se diferenciará más por sexo. Por tanto, si confinamos a Dios a un determinado sexo, ¡es una gran blasfemia contra Él! …”.

Después de escuchar las palabras de Dios Todopoderoso y la enseñanza del hermano Zhang, tuve un fogonazo repentino de comprensión. Finalmente, entendí la razón por la que Dios adoptó un sexo diferente las dos veces que se encarnó. Resulta que esto materializa la voluntad que Dios tuvo cuando creó al hombre por primera vez y también las buenas intenciones de Dios. Si Dios hubiese personificado a un hombre las dos veces que se encarnó para llevar a cabo la obra, habríamos creído que Él es eternamente un hombre y habríamos creído falazmente que el sexo masculino es superior y tiene un estatus más elevado que el femenino. ¡Dios encarnado de los últimos días obrando como una mujer, personifica la imparcialidad y la justicia de Dios y ello me permite ver que Su encarnación, en esta ocasión obrando como una mujer, es muy significativa! De lo contrario, yo nunca conocería a Dios y mis nociones y definición sobre Dios nunca se habrían eliminado. Además, debido a que estoy definiendo a Dios, habría ofendido Su carácter. La primera vez que Dios se encarnó, personificó la identidad de un hombre. En los últimos días, la encarnación de Dios personificó la identidad de una mujer. A partir de estas dos ocasiones de la encarnación de Dios, puede verse que estos dos ejemplos hacen completo el sentido de la misma. Ello me permite tener un entendimiento más preciso y genuino de Dios. ¡Gracias a Dios! ¡La obra de Dios es verdaderamente sabia!

Después de que la hermana Yang y el hermano Zhang escucharan mi entendimiento y conocimiento de las palabras de Dios, ellos estaban felices de que yo fuera capaz de entender la voluntad de Dios y de que hubiera eliminado mis nociones y malinterpretaciones sobre Dios. Estaban tan conmovidos por la obra de salvación que Dios había hecho en mí que lloraron. Después, hablamos tres veces más. Gracias a la guía de Dios, entendí cada vez más de la verdad, aprendí acerca del misterio de la encarnación de Dios y acerca del misterio de las tres etapas de la obra de Dios. Aprendí las diferencias entre la obra de Dios y la del hombre, las diferencias entre la obra del Espíritu Santo y la de Satanás y otros aspectos parecidos de la verdad. Yo podía sentir verdaderamente que Dios Todopoderoso es el retorno de Jesús y que Él es la verdad, el camino y la vida. El sábado por la noche, la hermana Yang me envió un nuevo MV llamado “Amemos al Dios práctico con todo nuestro corazón”: “La voluntad de Dios ha sido revelada, para perfeccionar a quienes lo aman de verdad. Los inocentes y llenos de vida ofrecen alabanzas a Dios, y bailan juntos hermosas danzas alrededor del Dios verdadero. Las personas son convocadas por la voz de Dios desde diferentes lugares. Las palabras de vida nos ha dado. El juicio de Su palabra nos purifica […]”. Después de escuchar esta canción, me animé mucho y lloré lágrimas llenas de emoción. Llamé al teléfono de la hermana Yang, pero estaba tan emocionado que no podía hablar. Todo lo que podía hacer era decir repetidamente una frase: “¡Gracias a Dios! Gracias a vosotros…”.

Después de que mis emociones se calmaran, esa noche, tuve una conversación muy sincera con mi hermano y mi hermana. Yo estaba agradecido de que Dios Todopoderoso no renunciara a mi salvación todo este tiempo y que no me castigara por mi resistencia y contradicción. En su lugar, Él estuvo conmigo todo este tiempo. Él usó películas del evangelio o vídeos y los artículos de experiencia de mis hermanos y hermanas para guiarme y conmoverme poco a poco, y me trajo de vuelta a Su familia y ante Él. Desde lo más profundo de mi corazón, dije a mi hermano y mi hermana: “Ya he experimentado el amor de Dios. También entiendo la verdad de la encarnación de Dios. Ya no creo las habladurías y los rumores. Acepto completamente a Dios Todopoderoso como mi Salvador y mi Dios. Como ya he comprobado que Dios Todopoderoso es el retorno de Jesús, Él es un Dios que me ha provisto con mucha gracia y Él es el Redentor de la humanidad”.

Recordé el pasado cuando escuchaba los rumores, estaba lleno de conflicto con respecto a la obra de Dios en los últimos días y dije algunas palabras de juicio contra Él. ¡Fui tan rebelde! Mi corazón se sintió muy en deuda con Dios y yo estaba arrepentido y apenado. Sin embargo, la hermana Yang me dijo: “Durante circunstancias en las que no se conoce a Dios, es muy fácil ser engañado por las mentiras. Si nos arrepentimos sinceramente, Dios no recordará. La palabra de Dios dice: ‘Dios no ha venido esta vez para abatir a las personas, sino más bien para salvarlas en la mayor medida posible. ¿Quién está totalmente libre del error? Si todos fueran abatidos, entonces ¿cómo se le podría llamar «salvación»? Algunas transgresiones se cometen a propósito, mientras que otras se hacen de forma involuntaria. En el caso de los asuntos involuntarios, si puedes cambiar después de reconocerlos; ¿te abatiría Dios antes de que cambiaras? ¿Así salva Dios a las personas? ¡No es así cómo obra Dios! Independientemente de que transgredas sin querer o guiado por una naturaleza rebelde, debes recordar: después, debes darte prisa, despertar a la realidad y seguir adelante, no importa qué situación surja, debes continuar avanzando. La obra que está haciendo Dios es la de la salvación, y Él no abate de manera casual a aquellos a los que quiere salvar’ (‘La voluntad de Dios es salvar a las personas en la mayor medida posible’ en “Registros de las pláticas de Cristo”)”. Las palabras de Dios me han dado un gran consuelo y me han permitido ver que Él está lleno de misericordia y perdón. ¡El amor de Dios es maravilloso! En mi corazón, no puedo evitar estar agradecido a Dios. Después, entré en contacto con los hermanos y hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Pude ver que la Iglesia de Dios Todopoderoso no era en absoluto lo que los rumores pretendían que fuera. En realidad, era todo lo contrario. Era el lugar más limpio de la tierra. Cuando teníamos reuniones en la Iglesia de Dios Todopoderoso, nadie hablaba sobre una vida de placer. Nadie hablaba sobre coches, dinero o casas. Nadie hablaba sobre el sucio e inmundo mal en el mundo. Todos leían juntos la palabra de Dios Todopoderoso y comunicábamos nuestra experiencia y conocimiento de las palabras de Dios. Practicamos el aherirnos a las palabras de Dios Todopoderoso. Puedo ver que la palabra de Dios, la verdad y Cristo tienen completamente el poder dentro de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Este lugar está lleno de igualdad y justicia. ¡Es como si tuviera una muestra por adelantado de una nueva vida en un mundo nuevo! En este momento, cuando recuerdo esos rumores, me doy cuenta de que simplemente atrapan y hacen daño a las personas. A causa de estos rumores, casi pierdo la salvación de Dios de los últimos días. Afortunadamente, Dios Todopoderoso me salvó y me ayudó a tener un entendimiento de la obra de Dios. Mi espíritu despertó, rompí la red de los rumores de Satanás y vine ante el trono de Dios. ¡Estoy agradecido a Dios por salvarme!

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

Película cristiana completa en español 2018 | “Rompe el hechizo” Recibir el regreso del Señor

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Fu Jinhua era anciana de una iglesia clandestina en China. Como muchos otros cristianos, se dedicaba con entusiasmo al Señor y se esforzaba trabajando para Él. Estaba particularmente segura de sí misma y se consideraba una persona que amaba verdaderamente al Señor. Tras haber seguido al Señor durante muchos años, creía de todo corazón que la Biblia estaba inspirada por Dios y que todas las palabras de la Biblia eran de Dios. Por tanto, para ella, creer en el Señor equivalía a creer en la Biblia. Pensaba que no podían considerarse seguidores del Señor aquellos que se apartaran de la Biblia. También creía que ella sólo tenía que ceñirse a la Biblia para ser arrebatada al reino de los cielos cuando el Señor descienda sobre las nubes. Así pues, cuando un grupo de personas comenzó a dar testimonio de la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días, Fu Jinhua creía en las ideas erróneas de los pastores y ancianos religiosos, y nunca intentó estudiar las cosas más a fondo. Un día, Fu Jinhua visitó a la hermana He, compañera de la iglesia. La hermana He le habló de su propia confusión: “Básicamente, se han cumplido todas las profecías del regreso del Señor y se supone que Él ya ha regresado. Entonces, ¿por qué no hemos contemplado todavía Su descenso sobre las nubes?”. Su compañera Fang Jianjie también dijo: Han salido las cuatro lunas de sangre, lo que significa que pronto caerán sobre nosotros grandes desastres. Según las profecías de los libros de los profetas y del Apocalipsis, la Iglesia de Filadelfia será arrebatada antes de los grandes desastres y Dios nutrirá a Sus siervos y siervas con Su Espíritu para formar un grupo de vencedores antes de los desastres. Si no somos arrebatados antes de los desastres, lo más probable es que perezcamos en ellos. Pero ahora el “Relámpago Oriental” ha dado testimonio de que el Señor Jesús ya ha regresado, manifestado la verdad y formado un grupo de vencedores. ¿Cumple esto las profecías de la Biblia? ¿Es el Relámpago Oriental la manifestación del Señor y Su obra? Tras escuchar a sus compañeras, Fu Jinhua se sumió en una profunda reflexión y comenzó a reconsiderar estos asuntos…

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